CAMPUS GALICIA ENTREVISTA JOSEPH ARTHUR

ENTREVISTAS 2002

Joseph Arthur, la musa errante

Mientras lees estas líneas, Joseph Arthur está haciendo otro disco. O esculpiendo, o pintando, o tecleando líneas de prosa beat en una pantalla. Puede que ya hayan pasado dos años desde que su álbum Come To Where I’m From recibiese críticas en las que se aludía a Kurt Cobain y a los grandes músicos compositores de Nueva York, pero Joseph no ha dejado de citarse casi a diario con su siempre generosa musa.

El resultado, al menos por el momento, es Redemption’s Son, la clase de disco que atrapa con su riqueza en texturas y la vulnerabilidad y agudeza de sus letras garantizadas para aflojar garras y levantar ampollas. Es alentador saber que su autor aún manifiesta un humilde sentido de humor y una total falta de pretensión.

En él, Joseph toca la mayoría de los instrumentos, pero una parte del mérito se debe también a Pat Sansone que contribuyó con partes de bajo, piano y melotrón. “Sí, aunque también contamos con la violoncelista Nadia Lanman, que aparece en “Favourite Girl”. El productor del disco lo redescubrió en medio de una pila de mis viejas grabaciones,” comenta Joseph.

En realidad, es verdaderamente difícil conseguir que Joseph hable de qué y de quién tratan las canciones de Redemption’s Son, quizás porque piense que ya se descubrió bastante en sus letras. “Creo que la vulnerabilidad del arte es algo realmente atractivo, pero para mí todavía representa un riesgo”. Su nuevo disco, según él mismo comenta, es “sincero y real. Estaría bien que a la gente le gustasen las letras y pensasen que es conmovedor, lleno de alma,” añade.

Cuando se escucha Redemption’s Son, enseguida se reconocen temas de confusión, pérdida e inocencia perdida. “Deberías notar, también, que, por ejemplo, “You’ve Been Loved” se compuso para varios amigos y para mí mismo en reacción a la autocompasión. Es como cuando has sido amado, así que, ¿qué más quieres?”

Hay toda una serie de detalles exquisitos que añaden un color sutil al álbum. “Creo que cuando estaba de gira con Come To Where I’m From me desarrollé mucho como músico,” comenta Joseph. “Ese particular sampling que hago en directo también forma parte de este disco, y espero que eso le añada personalidad y riesgo. No traté de hacer un disco artístico, pero tampoco me dejé llevar por lo comercial.”

Las letras de las canciones merecen una lectura más detenida. A Joseph se le da muy bien remover verdades sencillas. Mira, por ejemplo, en “I Would Rather Hide” -“I know we’re all insane when there’s no-one else around” (“Sé que todos estamos locos cuando no hay nadie más alrededor”)- o el humor negro de “Honey And The Moon” -“We got too much time to kill / like pigeons on my window sill / we hang around” (“Tenemos demasiado tiempo para matar / como palomas en el alféizar de mi ventana / andamos sin hacer nada”)- o “Favourite Girl” -“I’ve been so happy being unhappy with you” (“He sido tan feliz siendo infeliz contigo”)-.

La forma en que utiliza y arregla su voz, también ha dado un salto cuántico. Observa sino las voces casi corales del tema que da título al álbum, el falsete en “Innocent World”, sus frases sordas en la eterna “Blue Lips”, y el relajado gancho de voces tipo John Lennon con el que empieza “September Baby”.

Una de las canciones más directas del álbum quizá sea “You Are The Dark”. “Las letras tratan sobre ordenar el sitio y tumbarse en el limpio vacío, salen directamente de mi vida,” explica Joseph. “Esa canción trata sobre esa persona a la que solías observar para sentirte bien, y ahora cuando la miras hace que te sientas horrible. Es así de sencillo.”

Al interrogarle sobre el pasaje instrumental al estilo de Jimi Hendrix en “Blue Lips”, Joseph levanta las manos satisfecho: “Sí, Hendrix ha tenido en mí una gran influencia, así como en mi música. Creo que la naturaleza psicodélica de mi música viene de él.” Ese amor por Hendrix (y por Nirvana y por Neil Young y Crazy Horse) es también evidente en la música de Holding The Void, el trío que Joseph formó junto con Pat Sansone y el batería Rene López.

Entre los pintores favoritos de Joseph Arthur están William De Kooning, Franz Kline y Basquiat. “¿Qué si exorcizo demonios en mi pintura? Probablemente sí, en cierta medida. Si no te abotargas, ni te anestesias, tienes un montón de energía bruta, y si eres joven y tus demonios todavía son débiles, entonces quedan muchas cosas que entender y resolver.”

Al igual que en los discos anteriores, en Redemption’s Son la portada es diseño propio de Joseph. Esta vez, sin embargo, el énfasis está en la escultura. “Hay una floristería cerca de mi apartamento,” nos explica, “que reparte flores en recipientes de plástico con formas extrañas de todo tipo. Yo las utilizo como un lienzo y los cubro con toda clase de cosas: soldaditos de juguete, muñecas, moscas de plástico y basura que encuentro en la calle. En la portada hay fotos de estas esculturas acabadas.”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA JANE WEAVER

ENTREVISTAS 2002

Jane Weaver, flor de otoño

Jane Weaver es una nueva y brillante cantautora británica que tiene mucho que contar. Además de su primer disco, Like An Aspen Leaf, está inmersa en numerosos proyectos.

¿Qué diferencia hay entre Like An Aspen Leaf y tus trabajos anteriores?

– Es todo mucho más personal y honesto, como un resumen de los últimos años. Cuando miro atrás me doy cuenta que me he vuelto loca: he roto una relación, he cambiado de ciudad varias veces, me he enamorado, luego un amigo murió, estuve deprimida mucho tiempo, bebía mucho… Pero ahora estoy perfectamente. Musicalmente no tuve que comprometerme con nadie, ya que compuse yo todo, así que sentía que tenía el control y estoy muy contenta con el producto final.

¿Lo ves como una continuación o como algo totalmente diferente?

– Fue como un nuevo comienzo para mí. Me tuve que plantear muchas cosas, como la razón por la que quería hacerlo. Alguna vez he llegado a odiar la industria discográfica y estaba harta de que me hicieran daño. Mis canciones son siempre historias personales; doy mucho en ellas. Estos días intento no pensar en los demás. ¡Ser capaz de componer y grabar música es un trabajo brillante después de todo!

¿Por qué te encargaste tú de la producción?

– Era muy importante para mí conseguir los sonidos que escuchaba en mi cabeza. A veces, trabajar con otra gente compromete esa intención. Quería que sonara como en vivo y rudo, no algo limpio y pop… Me gustan las impurezas y las cosas que son simples pueden decir mucho.

¿Qué clase de cosas te inspiran?

– Me dejo guiar por las emociones. Lo más habitual es que escriba sobre relaciones o otras circunstancias que evocan sentimientos. Soy bastante sentimental. Siempre estoy soñando sobre cosas y ocasiones en que me han hecho sufrir. O de cuando me enamoro. Creo que es un regalo precioso que alguien te escriba una canción. Ahora que me doy cuenta, nadie ha escrito una para mí.

¿Será posible escuchar alguna canción tuya con más instrumentación?

– Me gustaría grabar con una gran orquesta algún día. También me gustaría componer música instrumental para una película: sería increíble.

¿Qué instrumento te gusta más tocar y por qué?

– La guitarra, supongo. Mi favorita es la guitarra eléctrica sonando a través de un amplificador Marshall. Odio tocar la guitarra acústica porque es muy limitada y lo que quiero es hacer un sonido rock sucio. Supongo que soy una seguidora secreta del heavy. Solía salir con motoristas cuando era más joven. Imagínate: sentada en la parte de atrás de una moto escuchando a Black Sabbath… ¡Qué más puede pedir una chica! Ja, ja

¿Todavía te sigue gustando Kate Bush?

– Sí, todavía. Y eso que no sé casi nada de ella. La verdad es que ella es un auténtico misterio.

Tengo entendido que Echo & The Bunnymen son una gran referencia para ti. ¿Crees que su regreso ha sido, tal vez, el único que ha merecido realmente la pena?

– Fui a verlos no hace mucho y son muy brillantes. Algunas canciones son eternas y Ian McCulloch todavía es sexy y carismático. Los regresos normalmente no están a la altura del pasado de los grupos. Simplemente no deberían ni intentarlo. Aunque hace dos años fui a ver a Black Sabbath por primera vez. Fue increíble. El aire olía a aceite de pachulí. ¡Estaba en mi elemento!

¿Qué clase de música pinchas cuando haces de pinchadiscos?

– Sobre todo música rock, himnos heavy. La gente piensa que estoy siendo irónica, pero de verdad que no es así. También me gustan para mis sesiones The Human League y The Pointer Sisters. Lo mío es una selección muy ecléctica que garantiza que la pista quedará vacía, pero me encanta.

¿Cómo surgió tu colaboración con Doves?

– Doves y yo trabajamos en el mismo sello hace un par de años, una compañía que llevaba Rob Gretton, manager de New Order. No tenía grupo entonces. Me ayudaron en su estudio e hicieron casi todo el trabajo. La canción que yo tenía era acústica -“Seven Day Smile”-, pero ellos la transformaron en algo épico. Y me gusta. Ahora se me hace triste recordarlo, porque Rob Gretton murió poco después

¿Cómo le va a tu otro proyecto, Misty Dixon?

– Estamos acabando nuestro disco de debut. Pronto aparecerá un single -“Love Is Like A Butterfly”-. Es difícil juntarnos porque cada uno tiene sus compromisos. Pero es divertido y vale la pena.

¿Podremos verte en España pronto?

– Me gustaría. Voy a menudo, cuando mi chico pincha discos. La hospitalidad es muy grande y la comida es estupenda. Cuando estoy ahí, siempre estoy comiendo o bebiendo, lo que no está nada mal. ¡Así que sí, por favor!

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON IVE MENDES

ENTREVISTAS 2002

Ive Mendes, el cálido Atlántico

Desde Brasil, pasando por el Londres en el que Sade es reina, Ive Mendes acaba de cumplir su sueño: grabar un primer disco después de haber recorrido medio mundo cantando. No le falta mucho para rendir el mundo a sus pies, así que ya puede ir pensando cuáles serán sus próximos pasos.

¿Cuándo empezaste a cantar?

– Siempre me he sentido rodeada de música, porque la familia de mi padre es protestante, y la música era parte de nuestra tradición, en la que las mujeres eran las que tenían que cuidar de la música de la iglesia. Así que aprendí piano con mi primo cuando era muy joven y, después, empecé a cantar en la iglesia. Más tarde, tras finalizar un curso de música en la universidad, dejé de enseñar a los niños a cantar, porque tenía un sueño: cantar y bailar en un teatro.

¿Estabas segura de que algún día llegarías a grabar? ¿Cuál era tu principal objetivo?

– No, no estaba segura, porque mi sueño era cantar para mi familia y mis amigos. Así que me cogió por sorpresa cuando, después de mi primer concierto en Goiania, la capital en la que estaba estudiando y viviendo, el representante del teatro me dijo que era una profesional y que quería repetir el espectáculo una vez por semana durante varios meses. Fue bastante extraño, ya que hice el concierto para expresar mi amor a mi familia y a mi novio español, que me inspiraba entonces, pero él no pudo llegar porque llovía mucho y estaba en el campo, en casa, a dos horas de la ciudad. De todas formas, al mismo tiempo, un famoso productor de Rio me invitó grabar un álbum de canciones de Cazuza, y ahí empecé a ver que podía llegar a grabar, aunque fuera algo nuevo para mí.

Ya tenías canciones grabadas en Brasil antes de vivir en Londres, ¿no?

– Sí. La primera canción que escribí, “Casticais”, fue un éxito en el primer festival pop de Goiania, y el compacto que la tenía se empezó a escuchar mucho en la región, lo que me ayudó a rechazar el proyecto de Cazuza. Estaba componiendo mucho entonces y uno de los más grandes compositores, Arnaldo Antunes, que trabajaba con Marisa Monte o Titas, me dijo que mis canciones eran melódicas y que tenían un buen equilibrio con las letras, y que mi voz era única, por lo que debía componer más y buscar un buen productor. Me dio el nombre de varios y grabé con el productor del último disco de Renato Russo. Una de aquellas canciones sonó en un culebrón y, después, BMG me firmó un contrato, aunque no fue suficiente para retenerme en Brasil, porque sentía que tenía que ir a Londres.

¿Cuál fue la principal aportación de Robin Millar, tu productor, en el disco?

– Robin fue una de las razones por las que me fui a vivir a Londres, porque quería grabar con alguien como él. Estaba como predestinado. Un día estaba escuchando una canción mía en la radio de Rio y el locutor hablaba de mí y de Sade, y yo le dije a mi novio: algún día grabaré con el productor de esta canción, que era “Smooth Operator”. Sabía que él entendería mi voz y mi estilo. Fue algo especial y fácil de hacer, y disfrutamos mucho grabando, con buena gente alrededor que le dio una atmósfera única.

¿En qué idioma te sientes más cómoda, en inglés o portugués?

– Portugués, aunque el inglés es parte de mi vida ahora y a veces me sale de forma natural. Necesito el inglés a veces de la misma forma que el portugués. Ya usé el inglés en el estribillo de mi primera canción, “Casticais”. Quiero mejorar mi inglés, pero quiero sentirme libre para cantar en portugués, en inglés y, algún día, en español.

¿Has dado algún concierto? ¿Cuál es la reacción del público europeo?

– Sí, me encanta dar conciertos. Era mi sueño y es la consecuencia de todo. Di conciertos en Brasil, Londres, Japón, Portugal, Bélgica, etc. Fue todo bien y Londres es el sitio más difícil para romper, pero por suerte sólo he tenido buenos comentarios.

Tu abuelo era español. ¿Has cantado en castellano o hay influencias españolas en tu música?

– Sí, siempre hice algo en español en mis conciertos en Brasil o Japón. No me pude resistir y empezaba mis conciertos improvisando algunos lamentos. Hace mucho tiempo compuse una canción pop en español, que sabía que tenía que ser en ese idioma. También, cuando grababa, le dije a Robin Millar que soñaba con traducir mi disco al español y él me comentó que sentía lo mismo, porque sabía que me gusta la guitarra española -que metimos en algunas canciones-. Fue algo natural. Tal vez, más adelante, pueda pensar en un disco para el mundo hispano, y, si sucede, seré feliz, porque de alguna manera el español tiene más que ver con mi voz que el inglés.

¿Crees que hay mejor y más música en Brasil que en otras partes del mundo?

– Me encanta cómo lo exploramos todo, y me gusta la mezcla. Son interesantes las influencias que tenemos de África, Portugal, América, España, Londres… Tom Jobim mezclaba el sentimiento brasileño con el jazz y la música clásica. Caetano Veloso une palabras hermosas a melodías simples, explorando en las raíces de Bahía de una forma internacional. Roberto Carlos hace pop romántico. Marisa Mote saca lo mejor de los viejos compositores de samba y pop. Adriana Calcanhoto le da un sentimiento moderno a esta generación. Pero también están el forro, ache, maracatu, sertaneja… Son más específicos y también brasileños.

¿Cuáles son tus artistas brasileños favoritos?

– Es difícil de decir, pero Marisa Monte representa muy bien el Brasil de hoy. También me gustan Tom Jobin, Adriana Calcanhoto, Caetano Veloso, Gal Costa, Gilberto Gil, Milton Nascimento, Fernanda Abreu, Titas, Jorge Benjor, Renato Russo, Cazuza, Roberto Carlos, Tim Maia, Lulu Santos, Gabriel O Pensador, Marina Lima, Bebel Gilberto…

¿Escuchas sobre todo pop o también otros estilos diferentes?

– Sí. Lo único que me obsesiona es la música. Escucho lo que conmueve mi corazón. A veces el pop me suena todo igual, pero estoy abierta y depende del momento. Me gusta la música especial para ocasiones especiales.

¿Alguna idea para el próximo disco?

– No lo sé, porque es difícil pensar en un único disco. Tengo muchas canciones para grabar. Me gustaría editar un disco pensando en Inglaterra y América. Otro pensando en Europa, Sudamérica y Japón. Y un tercero con canciones para Brasil. No sé si lo podré hacer así o aparecerá todo en un disco. Tiene su gracia, ¿no? Eso es lo que te sucede cuando te sientes abierta a explorar dentro de ti.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON HUMANOID

ENTREVISTAS 2002

Humanoid y sus princesas de ojos verdes

Humanoid es la formación más relevante de la música pop gallega del último lustro, junto a Deluxe. Ya en su tercer disco, Romance, su fundador, Arturo Vaquero, se hace acompañar de dos nuevas componentes en el grupo, Laura Romay y Carmen Álvarez, e invita a otra mucha gente -Xesca Font, Irantzu Valencia, Belén Rodríguez… – a colaborar en su nuevo álbum, justo el que representa su viraje de la electrónica al pop. Björk también estuvo en el punto de mira, pero nunca más se supo de ella. Al habla con Arturo Vaquero, desde Lugo para el mundo.

Lo primero es preguntarte la razón por la que ahora Humanoid es un trío.

– Me sentía muy solo y pensé en rodearme de dos princesas, je, je. Desde que empezamos a dar un giro hacia el pop vi necesario incluir el sonido de un bajo eléctrico (Laura) y una preciosa voz (Carmen).

¿De dónde vienen Laura -Holywater- y Carmen?

– Residen en Lugo las dos, así que al estar todos en la misma ciudad es más fácil sincronizarse para los ensayos y para componer las canciones.

¿Es Romance el disco del acercamiento al pop de Humanoid?

– Sin duda alguna. Algunos dicen que el hombre ha vencido a la máquina en este nuevo disco y en parte tienen razón: las canciones son más sensibles, más humanas, más acústicas… En resumen, más pop, pero sin olvidar nuestra base electrónica.

Curioso que en eso coincidas con Prozack, que intenta lo mismo ahora en Grado 33, o Silvana, ahora como Cielo. ¿No te parece?

– Sí, eso mismo pensé yo. Romance comenzó a gestarse en 1999. Justo al editar nuestro segundo álbum empezamos a trabajar en las nuevas canciones. Fue una sorpresa ver como tendíamos a componer canciones más melódicas y cantadas, y veíamos como si todo el mundo empezara a dar un giro hacia el pop: desde Madelman, con Chico y Chica, Daft Punk, Prozack o Silvania. En ningún momento se pretendió seguir una tendencia pop ni imitar a nadie. Nosotros sentimos la necesidad de madurar un poco más y eso nos llevó hacia el pop, con la característica de que nosotros no hemos cambiado de nombre artístico.

Casi todos tus colaboradores son mujeres. ¿Es premeditado? ¿Tienen más sensibilidad para lo que buscas?

– Sí. Me encanta el timbre de las voces femeninas. Cuando creas una canción piensas en una voz y hasta en una persona en concreto para que la cante. Eso es lo que pasa en el nuevo disco: está lleno de voces femeninas, lleno de colaboraciones con mucho sentido para mí, colaboraciones que han aportado su sensibilidad a las canciones.

¿De qué participación has quedado más contento?

– De todas. No podría decir que me gusta más una que otra. Todas tienen su encanto y estoy orgulloso de todas. Pero si tengo que nombrar una, diría que la mía, ya que es la primera vez que venzo al miedo y canto una canción enterita, “Deep Inside”.

¿Alguien que querías que colaborase y que no pudo ser?

– Björk. Le enseñamos la canción, pero no recibimos repuesta, aunque sabemos que le gustó porque se quedó con el CD y mi discman.

Lo que más llama la atención es la gaita gallega. ¿Te gusta cómo suena el instrumento?

– El sonido de la gaita gallega es muy bonito. En “Lost In NY” la tratamos con efectos electrónicos para que se acercase más a un sonido sintético, pero sin que pierda su esencia. La colaboración de la gaiteira y amiga Ana Chacón fue de lo más grato. Como productor estoy involucrado en muchas grabaciones de música folk: me ha llamado la atención últimamente el disco que muy pronto editará Pepe Bahamonde Grupo: es la maestría, delicadeza y técnica que usa este gaiteiro para interpretar sus canciones lo que crea ese sonido tan peculiar.

¿Se aleja Humanoid de los sonidos germanos y se acerca al terruño?

– Ja, ja… Sí, puede que al trabajar de técnico y productor en discos de música tradicional gallega me haya influido para acercarme más a las raíces de mi abuela.

Sigues grabando en tu estudio, Green Room Studios. ¿En algún momento te has sentido limitado por eso?

– Al contrario: al disponer de estudio propio hemos trabajado estos tres años de espera muy tranquilamente. Por lo que al material se refiere, cada día estamos aumentándolo en cuanto a calidad y comprando nuevos aparatos, ya que forma parte de mi trabajo tanto como técnico de estudio como de directo. Aunque al final, lo más importante es una buena idea, una buena canción.

¿Algún productor con el que te gustaría contar?

– Con cualquiera que quisiera aportar algo a Humanoid. No tengo interés o devoción por alguno en especial. Es mi trabajo y los veo más como colegas que como genios.

¿Crees que tu trabajo se daría mejor a conocer si vivieras en otro sitio?

– No. Creo que mi trabajo se daría más a conocer si la gente fuese mas inquieta y empezara a escuchar algo más de lo que les machacan en las radio-fórmulas o en los programas karaoke-circenses de la televisión. Es cuestión de cultura musical y de tener una personalidad propia. Hay una infinidad de grupos de una infinidad de estilos que la gente no se preocupa en conocer. Esa gente se come lo que les echan y es triste.

¿Cómo van tus otros proyectos: Elviscristo Furious Machine, Dar Ful Ful?

– E. F. M. está en periodo de hibernación debido al poco tiempo del que dispongo, aunque me gustaría retomarlo de nuevo. Respecto a Dar Ful Ful, no soy el más indicado para hablar, aunque habrá noticias púbicas en Radio 3 en este mes sobre su futuro.

¿Tienes contacto con algún otro grupo gallego? ¿Qué es lo que más te gusta de lo que se hace por aquí?

– En Galicia me encanta lo que hacen Apeiron desde Rivadavia. Belén es uno de sus componentes y colabora también en nuestro nuevo disco. Fuera de Galicia, me gusta la mayoría de la música: sería muy larga la lista.

¿Cuál crees que es la mayor aportación de Humanoid al pop hecho en nuestro Estado?

– Hoy recibí una llamada de una chica contándome cómo nuestro nuevo disco había sido el responsable de un romance. Ella volvió a revivir el amor con un chico por culpa o gracias a nuestras canciones. También recibí un e-mail de un chico que nos contaba cómo nuestra música le ayudó a salir de una depresión. A veces me asusto, pero creo que es más importante que aporte sentimientos a las personas que calidad musical al panorama actual. Hacemos la música que sale de lo más profundo de nuestros sentimientos. Me alegra saber que sirve para endulzar la vida de los demás.

¿Qué se puede encontrar quien visite tu web www.humanoidweb.com y quién se encarga de mantenerla?

– Actualmente hay una página provisional. Un programador está encargándose de realizar el nuevo diseño. Respecto al mantenimiento, lo hacemos nosotros mismos, para estar más cerca de la gente que escucha nuestra música.

¿Has conseguido ya todo lo que pretendías cuando empezaste?

– Sí. Cuando alguien siente algo escuchando una de tus canciones, ya has llegado a la meta. Has plasmado tus sentimientos y el oyente los ha interpretado: ése es el fin de cualquier músico.

Por último, ¿te sientes cómodo en el directo y qué proyectos hay de giras o conciertos?

– Sí. Ahora dejo los aparatos a un lado para colgarme una guitarra acústica, acompañado de Laura al bajo, Carmen en la voz y, en algunas ocasiones, de una sección de cuerda, con cello y violín. Es una formación más pop cara al directo. En enero empezaremos con una gira por Galicia y, a continuación, fuera, en salas y festivales, como es lo normal, esperando que la gente disfrute lo máximo de nuestros conciertos.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON HOOVERPHONIC

ENTREVISTAS 2002

Hooverphonic, más allá del mundo etéreo El origen de este grupo belga, que se llamaba Hoover en sus inicios, no deja de ser una curiosidad, puesto que su música es netamente pop, concretamente británico, que empezó bebiendo de Massive Attack y se dirige hacia terrenos menos previsibles. O sea, trip-hop rugoso que aún no está en la primera división internacional, pero que se le acerca.

El año pasado estuvieron en el Festival Internacional de Benicassim y allí quedó claro que lo suyo gana potencia en directo, aunque se queda en ese punto medio que va de los sonidos más sedosos y accesibles hasta la explosión ocasional de las guitarras, pasando de refilón por la música de baile. Ahora presentan en Galicia su nuevo disco Jackie Cane.

Para su primer disco, A New Stereophonic Sound Spectacular, se llamaron Hoover, pero tuvieron que cambiárselo para evitar un pleito judicial. Coincidió, además, que decidieron ir avanzando sobre los ritmos más cadenciosos hacia otras latitudes con el cambio de nombre. Hoy, Hooverphonic pueden sonar oscuros, sexy, a soul, a jazz, a rock y a trip-hop, todo mezclado en una solución más que efectiva.

En 1995, el trío de Bruselas firmó su primer contrato con Sony después de enviar una maqueta a la compañía. “Tuvimos un éxito inicial con la canción “2 Wicky”, que estaba en la banda sonora de Belleza Robada. Aquello nos dio la oportunidad de grabar nuestro primer disco.” En él había referencias a las bandas sonoras de las películas de James Bond y un sonido etéreo y suave, cortesía de la vocalista Liesje Sadonius.

“Liesje lo dejó porque se cansó de hacer giras. Poco después ya estaba con nosotros Geike Arnaert, nuestra cantante actual, que inyectó al grupo nueva energía y un nuevo estilo.” Efectivamente, ahora la voz no sólo atrapa, sino que se levanta entre los muestreos de soul añejo del programador y guitarrista Alex Callier, quien mezcla a Isaac Hayes y James Brown con un aire de la fría Europa del Norte.

Pero mientras Hooverphonic pueden extraer sonidos densos del estudio, su guitarrista Raymond Geerts dice que en directo las cosas son muy diferentes. “Intentamos evitar los muestreos tanto como es posible durante nuestras actuaciones. Por ejemplo, “2 Wicky” es todo en directo ahora, y suena mucho más jazz y suave.”

Instrumentalmente, Raymond Geerts y el bajista Alex Callier componen las estructuras a partir de lo que va saliendo en la fase de pre-producción. “La mayoría de nuestras canciones las escribimos a la guitarra”, dice Geerts. "Sentimos que el elemento humano está presente en todo el proceso de composición. Aunque incorporamos la electrónica, es el ser humano quien la programa. Pero en directo no puedes decir de dónde viene cada sonido. Las voces de “2 Wicky” están pasadas a un teclado e interpretadas al mismo tiempo.”

Tras Blue Wonder Power Milk, llegó The Magnificent Tree y ahora Jackie Cane, su cuarto disco, con el que mantienes y amplían una base de seguidores bastante fieles. “Tenemos una audiencia leal que nos ha seguido en nuestras bandas sonoras, discos y conciertos en directo. No sólo nos apoyan, sino que contribuyen a nuestro estado de ánimo. Todos parecen agentes secretos”, añade sonriendo.

No acaban ahí las sorpresas del directo. “La mayor parte de la gente que viene a nuestros conciertos esperan bailar a todo trapo, pero nuestras canciones son más tranquilas”, explica Geerts. “Pero está bien, porque la última vez que dimos conciertos con alguien que sonaba como nosotros, Massive Attack, parecía que no estábamos convirtiendo a nuevos seguidores. La gente espera que le toquen la música con la que se encuentran cómodos. Para nosotros es importante correr riesgos e ir en busca de nuevas direcciones o nunca creceremos.”

Las influencias del grupo pasan por Miles Davis, Dizzy Gillespie, Sly and the Family Stone, la bossa nova brasileña, The Smiths o los Pixies. Pero cuando actúan, su poderío tiene mucho que ver con su cantante. “La presencia de Geike hace pensar en un lobo en una piel de cordero. Parece que tiene una apariencia física frágil, pero lleva dentro un arsenal de interpretación muy intenso. La verdad es que capta muy bien los conflictos que están presentes en la mayoría de las relaciones. Parece la agente doble Mata Hari, tratando a cada ciudad como una nueva y retadora misión.”

Xavier Valiño

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