YACHT ROCK (3)

Yacht rock, el ahora reivindicado soft rock californiano de finales de los 70 (3)

(Artículo en 4 partes)

10 discos clásicos

1 Seals & Crofts: I’ll Play for You (1976)

Habían editado ya seis discos anteriores y, lo que más nos interesa aquí, habían firmado “Summer Breeze” -luego versionada por The Isley Brothers-, una de las piezas fundacionales del yatch rock y de las que mejor representa su esencia. Por el año de su edición, I’ll Play For You es el que mejor encaja en esta lista, pero es también uno de sus mejores discos junto a Summer Breeze (1972, más folk) y Diamond Girl (1973). En su ecuación de folk-pop melódico, además de los singles “I’ll Play for You” y “Castles in the Sand”, destacan “Blue Bonnet Nation”, “Golden Rainbow”, “Truth Is but a Woman” o “Ugly City”.

2 Boz Scaggs: Silk Degrees (1976)

Once años llevaba ya grabando Boz Scaggs, y seis discos editados, cuando le llegó su mayor éxito con Silk Degrees. El álbum marcó el cenit comercial de Scaggs, una mezcla de pop rock (“Jump Street” y “Lido Shuffle”), rhythm & blues (“What Can I Say”), soul (“Lowdown”, “It’s Over”), reggae (“Love Me Tomorrow”), baladas (“Harbor Lights” y “We’re All Alone”, que se convirtió en un éxito en la voz de Rita Coolidge) y canciones irresistibles como “Georgia”, “Lido Shuffle” o “Lowdown”. El resultado, diez canciones con más corazón que la mayoría del material insulso del soft rock de la época.

3 The Doobie Brothers: Takin’ It to the Streets (1976)

Tras cinco discos, una gira en marcha y con su vocalista Tom Johnston enfermo, el grupo contrató al miembro de Steely Dan Michael McDonald para cumplir sus compromisos en directo. Deslumbrados por su aportación, lo incluyeron como parte de la banda. Su voz y sus canciones los condujo hacia un sonido más suave y emotivo, no muy diferente de lo que le sucedió a Steely Dan entre Can’t Buy a Thrill y Pretzel Logic. De hecho, “It Keeps You Runnin’“ y “Rio” podrían pasar por canciones de Steely Dan. Además, aquí se acercan al soul (“For Someone Special”) o el funk (“The Wheels of Fortune”), al tiempo que dejan caer uno de sus grandes clásicos en el tema titular y adelantan su sonido de los 80 en “Carry Me Away”.

4 Steely Dan: Aja (1977)

Aja es la Piedra Roseta del yatch rock, ya que los músicos que allí coincidieron serían los responsables de buena parte de los discos que se grabarían en los siguientes años y que entran dentro de la denominación que aquí tratamos. Aparece hasta Michael McDonald en los coros. No se escatimó nada en la producción, con amplias secciones de metales y cuerdas e incontables horas de estudio, con todos los implicados en el momento más creativo de su trayectoria. Se nota en el sonido lujoso de sus siete canciones, con unos textos y una instrumentación por encima de sus coetáneos, incluyendo alguno de los mejores solos de guitarra de todos los tiempos, como el de “Peg”, que conforma, junto a cortes como “Deacon Blues” o “Josie” el tratado del mejor yatch rock.

5 Dane Donohue: Dane Donohue (1978)

Nacido en Ohio, Donohue estuvo dos años de gira por Europa con Jesucristo Superstar. Al volver, firmó con Columbia y pasó tres años grabado su debut. Tuvo carta blanca total: en el disco están Stevie Nicks y varios componentes de Eagles o Toto. Entre Eagles y Steely Dan, su debut es el más claro representante del sonido de la Costa Oeste de finales de los 70 de toda esta lista y, a pesar de ello, no tuvo ningún éxito y cayó en el olvido casi desde el momento de su edición. Poco después, sería condenado por participar en una estafa piramidal, poniendo fin a una carrera que prometía.

6 Gerry Rafferty: City to City (1978)

Había editado un único disco en 1971. Su participación en Stealers Wheel (con los que editó el archiconocido “Stuck in the Middle with You”, revitalizado por Tarantino) le impidió, por contrato, editar otro disco en solitario hasta 1978. Ahí estaba su otra canción más celebrada, “Baker Street”, que ha oscurecido un tanto al resto del álbum. No debería ser así, ya que encierra algunos de los mejores momentos del soft rock de entonces en “Right Down the Line”, “Home and Dry”, “Whatever’s Written in Your Heart” o “City to City” -que bien podía haber firmado Steve Miller, por ejemplo-. Dato curioso: la edición norteamericana apareció con una mezcla acelerada que reducía en dos minutos (de 53 a 51) la duración del disco.

7 Pages: Pages (1978)

Richard Page y Steve George, naturales de Phoenix (Arizona) y establecidos en San Diego, comenzaron como músicos de Andy Gibb. El sello Epic los fichó tras escuchar su primera maqueta de jazz fusión. Con músicos de estudio grabaron su debut, un disco más que apreciable y que representa fielmente el sonido de la Costa Oeste, que incluía funk (“Clearly Kim”), pop (“If I Saw You Again”), calipso (“Love Dance”), rock (“Listen for the Love”, “Room at the Top”) y baladas (“It’s Alright”, “This Is for the Girls”), revestido todo con un cierto toque jazz. Agradable, soleado y reconfortante, el disco -y los dos siguientes que editaron- no obtuvo ninguna repercusión, disolviéndose tres años después..

8 Little River Band: Sleeper Catcher (1978)

Tras tres álbumes, a Little River Band les llegó el éxito en 1978 con Sleeper Catcher gracias, sobre todo, al single “Reminiscing”, que los llevó a compartir giras con Boz Scaggs o Eagles. Pero no sería justo reducir el disco a una sola canción, algo que queda claro ya con la apertura épica de “Fall from Paradise”. En este trabajo suenan más optimistas y directos que nunca, añadiendo otras canciones tan válidas como la balada “Lady”, el medio tiempo “Light of Day”, el soul de “So Many Paths” o la más enérgica “Shut Down Turn Off”. Eso sí, mejor olvidar su traslación al castellano de “Reminiscing”, todo un delito.

9 Hall & Oates: H2O (1982)

Más veteranos. En activo desde 1972, Hall y Oates habían ido derivando del folk de sus inicios hacia un soul de ojos azules que los situó en el centro de del soft rock de aquellos años. Podía haber sido Bigger than Both of Us (1976), aunque no tiene un puñado de canciones tan brillantes, Voices (1980), su disco new wave, o Private Eyes (1981), su antecedente directo y al mismo nivel, aunque es en H2O, su undécimo álbum, donde se encuentran sus canciones más emparentadas con el yatch rock, como “Maneater”, “Open All Night”, “One on One”, la versión de “Family Man” e incluso temas que blanquean el sonido de Prince (“Crime Pays”).

10 Toto: Toto IV (1982)

Yatch rock tratado con esteroides, yatch rock en tecnicolor. Los anteriores discos le superan en méritos artísticos, pero este fue el bombazo en las listas de éxito. Toto se diferencia de todos los anteriores porque tenían un pie en el AOR, con un sonido más bombástico y guitarras con riffs poderosos, aunque acompañado todo con unas voces claras y la sofisticación del soft rock, a cargo de músicos que habían trabajado con Steely Dan o Bozz Scaggs y que componían también para Michael Jackson o George Benson. “Hold the Line”, de su álbum homónimo de 1978, sería el mejor ejemplo, con un estribillo puramente AOR mientras que el resto de la canción resulta más suave. Tan sobrados iban que en 1982 metieron su mayor éxito, “Africa”, al final de la cara B de su disco de aquel año, IV.

Lista Spotify con 100 canciones seleccionadas por el autor

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(Ver segunda parte)

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