CAMPUS GALICIA ENTREVISTA AUSTRALIAN BLONDE

ENTREVISTAS 2002

Australian Blonde, raíces y experiencia

Después de su colaboración con Steve Wynn, Australian Blonde regresan con su quinto disco, Lay It On The Line, que, además, se completa con otro álbum inédito disponible sólo a través de Internet para los compradores del disco. Después de encabezar el sonido indie en los 90, ahora parecen haberse girado hacia sonidos mucho más clásicos. Así, en su nuevo álbum hay ecos de David Bowie -“This Road Will Never End”-, Bob Dylan -“Old Broken Dude”-, The Byrds -“I Want You Stay”-, E.L.O. -“Valis”- o los Beach Boys -“A Brief Honeymoon With Julia”-. Fran, cantante principal hasta este disco, en el que también Tito se lanza a cantar, nos responde.

-Me da la impresión de que ahora Australian Blonde encaran la música de otra manera, como intentando preocuparse únicamente de las canciones. ¿Es así?

– Es cierto que para nuestro nuevo disco hemos trabajado a nuestro aire intentando, dentro de lo posible, no vernos afectados por lo que pudiera decir el público o la crítica, factores que habitualmente se tienen muy en cuenta.

– ¿Es Lay It On The Line vuestro disco más luminoso, el de más variedad estilística y el de referencias más clásicas -Dylan, Byrds, Beach Boys, Neil Young…-?

– Es un disco alegre y nostálgico, como creo que son casi todos los que hemos hecho hasta ahora Australian Blonde. También, sin duda, es el disco en el que más se notan las influencias de grupos de los 60 y 70, que son las décadas que más nos gustan en el mundo del rock. Y, como dices, el que tiene influencias más dispares: hay soul, country, disco, power pop, folk, rock…

– ¿Cómo influyó en el grupo el trabajo con Steve Wynn?

– No todos los días puede un grupo de aquí trabajar con una leyenda como Steve Wynn. Nuestro disco en común, y la consiguiente gira, supusieron un fuerte apoyo moral y a la vez un curso intensivo de aprendizaje. El grupo pasaba por un momento delicado y nos ayudó a contactar con nuestra actual discográfica, Astro.

– ¿Escucháis mucha música distinta últimamente?

– Sí, ¿se nota? Podría citarte bandas y solistas tan dispares como Scott Walker, The Wings, Groove Armada, Jerry Butler, Her Space Holiday, Prefab Sprout…

– ¿Hay algo más que grupos americanos en vuestra dieta?

– Sí, puede que parezca a simple vista que lo que más nos llama la atención son las bandas americanas, pero escuchamos también grupos de diversas procedencias, como ingleses, alemanes, españoles, franceses, italianos… Nuestro sonido es más americano, pero nos gustan muchos grupos británicos, empezando por los Beatles y, justo después, los Rolling Stones. Pienso que comparten un universo idéntico y hay que andarse con mucha atención para irse hacia un lado o hacia el otro. Aunque pudiera parecer que el rock es más americano y el pop más británico, luego resulta que no es así si te paras con atención en cada caso concreto.

– Sorprende mucho el acento casi inexistente de Tito con el inglés. ¿Por qué le ha dado por cantar ahora si lo tenía que haber hecho ya antes más?

– Eso mismo me pregunto yo. ¿Por qué no lo hizo antes? Además de cantar, la variedad del nuevo disco tiene bastante que ver con este hecho y con el dato de que, también, Paco Loco compone más. Además, se ha comprado una pedal steel guitar y le gustan mucho los nuevos grupos de country-rock, que llaman americana, al igual que a su mujer Muni, que antes estaba en The Maddening Flames. Aunque a Paco Loco no lo veréis en las fotos, porque le da vergüenza salir.

– Lay It On The Line es el single y el título del disco. ¿Por algún motivo en especial?

– La verdad es que el significado más habitual, y el que nosotros queremos darle, es el de jugarse el todo por el todo. Como hacemos habitualmente, para titular un álbum nos decantamos por una canción que nos guste a todos. En este caso, el single se trata de una canción rock habitual, nada especial, pero que tiene nuestro toque. Además, este disco es una colección de canciones sin un nexo común, así que no se trataba de buscar un título que lo representase todo, sino recurrir a una de esas canciones.

– ¿Por qué habéis dejado diez canciones para Internet? ¿Os parece que no tenían sitio en el disco?

– En principio las habíamos desechado, luego nos ofrecieron dinero por ellas y nos pareció bien editarlas. Así que las podéis encontrar en http://www.ritmic.es, que es una buena manera de premiar a la gente que compre el disco.

– Por último, ¿cuándo aparecerá el primer disco de Nixon, la aventura en castellano de Fran?

– Está previsto que aparezca en febrero del próximo año, pero ya sabes que estas cosas luego varían mucho. Esperamos entrar a grabar en octubre de este año. En el disco anterior de Australian Blonde metimos cuatro canciones en castellano, pero no creo que lo volvamos a hacer, porque el resto del grupo no les parece bien.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA FLACO JIMENEZ

ENTREVISTAS 2002

Flaco Jiménez, acordeonista multicolor

Acordeonista de primera línea, de figura escuálida. Artista emblemático y seminal del movimiento musical del sur de Texas, el tex-mex, aunque también toca rock, pop, blues, jazz, rancheras… Ganador de cinco premios Grammy. Alma de grupos como Los Caporales, Texas Tornados y Los Super Seven. Con su acordeón ha estado en escenarios de América, Europa y Asia. Ha colaborado con Linda Ronstadt, Emmylou Harris, Stephen Stills, Los Lobos y The Rolling Stones. Su nombre de pila es Leonardo Jiménez, mejor conocido como El Flaco… El Flaco Jiménez. Esta semana pasea su arte en una única actuación en Galicia.

– ¿Cuál considera que es su mayor logro?

– Hago música que le llega a la gente. Siempre que toco una nota lo hago con el corazón, por eso le llega al alma. Cuando llego a un sitio por primera vez, tengo mucho interés en ir a mostrar la música tejana en esos sitios.

– ¿Qué recuerda de sus inicios?

– Cuando yo empecé era cuando empezaba el rock’n’roll –Elvis Presley, Buddy Holly…- Yo era un adolescente, pero como crecimos con la música del tex-mex, no pensábamos que un día iba a llegar la ocasión de mezclar lo tejano con diferentes músicas. Yo no sabía que era eso del rock’n’roll, no me interesaba mucho, pero luego a través de mi carrera he grabado con muchos músicos de rock.

– ¿Qué hay de autobiográfico en las letras de sus canciones?

– Bueno, hay algunas historias que, cómo no, son reales. Un buen compositor sabe acomodar muy bien la ficción y lo que de verdad sucedió para que parezca la pura verdad. Grabé hace tiempo una canción, "Una Sombra", que la hicimos tan sentimental que parecía que era la realidad, y luego la gente cuando me encontraba en la calle decía: "¡Cómo siento que se murió tu mujer!"… ¡Ja, ja, ja!

– Siempre ha demostrado una gran versatilidad, curiosidad estilística e interés por tocar con gente diversa, al tiempo que se ha mantenido fiel a la esencia del folklore tejano. Partners (1992) es uno de sus mejores discos, en el que le acompañan Dwight Yoakam, Emmylou Harris, Ry Cooder, John Hiatt, Linda Rondstant, Los Lobos, etc.

– Así es, y también me encanta tocar con ellos. Hablas con toda esa gente y te parece que los conoces de hace treinta años. Te sientes bien porque todos somos iguales, como una gran familia… ¿Tomamos una cervesita o algo? Y así salen más las verdades… O así salen más las mentiras.

– ¿En qué consistirá su concierto en Galicia?

– Vamos a tratar de ser versátiles, tocando canciones de nuestro repertorio, de otros artistas, cambiar ritmos como de la canción ranchera, el bolero, el blues y el country o lo que se nos venga a la mente, para tratar de complacer a nuestro público, tanto al que ha oído algo de nosotros como al que me va a escuchar por primera vez.

– ¿Cómo transcurre su vida cuando no está metido en la música?

– Tengo ocho razones, mis hijos, y les pongo mucha atención. También disfruto de mi pasatiempo principal: tengo un taller para reparar acordeones en mi casa en San Antonio, y me divierto mucho porque me gusta afinar… y desafinar.

– ¿Tiene algún enigma o particularidad con su acordeón?

– Vengo de raíces de acordeonistas, de mi abuelo a mi papá, Santiago Jiménez. Eso ya lo trae uno de nacimiento. Yo lo aprendí a tocar desde chamaco, viendo cómo lo hacía mi abuelo y mi papá, ¿me entiendes? El acordeón es un instrumento alegre y versátil, ¿verdad? En aquellos tiempos se usaba nada más que para la redoba y la polka, para músicas añejas. Hoy el acordeón se acopla en muchas cosas progresivas. Ahorita un chamaco de seis o siete años ya sabe de todo en el acordeón.

– ¿Qué cambia al tocar country, rock, tex mex, jazz con el acordeón?

– En parte sí son las mismas técnicas. Un rock o una ranchera tiene sus diferentes ritmos para poder acoplarte con diferentes músicas, así que hay diferentes maneras de meterse para que se escuche todo bien combinado. No hay límites para un buen músico en general.

– ¿Cómo lo combina El Flaco Jiménez?

– Pues, ha sido sobre todo por ideas que se me vienen a la mente y también escuchando diferentes clases de músicas. Uno agarra ideas de diferentes estilos de tocar; es como un rompecabezas, ¿verdad? Todo está completo, pero falta un pedacito ahí y ese pedacito si acaso lo puede uno hallar, por ahí lo planta y se hace todo el rompecabezas.

– ¿Qué escucha últimamente?

– Durante el día me pongo a trabajar en proyectos distintos. Naturalmente que sí me doy tiempo en escuchar diferentes emisoras de radio, no me quedo en un sólo género. Paso del country al blues, del rock a la música tejana: en la variedad está el gusto. En tantos años he juntado mucha música y a veces me gusta desempolvar algunos viejos discos.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA BADLY DRAWN BOY

ENTREVISTAS 2002

Badly Drawn Boy, melodía encadenada

“Bob Dylan dice que no puede recordar un solo instante en el que no haya sido famoso, y sé exactamente lo que quiere decir.” Damon Gough, más conocido por su seudónimo Badly Drawn Boy, reflexiona en voz alta sobre la situación en la que se encuentra en la actualidad, justamente después de editar su primera banda sonora, About A Boy, tras un primer disco de éxito insospechado, y cuando publica su tercer disco, Have You Fed The Fish?

“Obviamente, él ha sido famoso desde los sesenta, así que estamos hablando de un nivel de fama completamente diferente, pero los cuatro últimos años de mi vida han sido tan intensos que no puedo recordar lo que era ser yo antes de que todo esto comenzara.”

Damon Gough ya no recuerda aquel tiempo en el que era más conocido por su nombre de pila que por su alter ego. Cuatro años atrás acababa de editar dos singles en su propio sello, Twisted Nerve, aunque ya empezaba a ganarse una reputación por sus composiciones únicas y por sus conciertos distintos a lo habitual.

Por aquel entonces, sólo tenía la ambición de grabar “un disco clásico”, que es justo lo que consiguió con su primer álbum, The Hour Of The Bewilderbeast, la banda sonora definitiva del verano del 2000. En aquel año, allá por septiembre, consiguió el reputado premio Mercury, un hecho que lo cogió por sorpresa. “Las cosas buenas no le suceden normalmente a la gente buena,” dijo entonces. En aquel acto pareció profundamente emocionado y, mientras dejaba caer una lágrima, comenzó con un discurso interminable de siete minutos, poco antes de perder el cheque de 400.000 euros durante la noche de la celebración.

Entre los admiradores que aquel disco tuvo estaba el escritor Nick Hornby, que pensó que Damon Gough sería el compositor perfecto para escribir la banda sonora de la película que se iba a hacer de su tercera novela, About A Boy, una gran producción que iba a protagonizar Hugh Grant.

El ambiente cinematográfico de aquel debut también atrajo la atención de los directores de la película, Chris y Paul Weitz, que le pidieron a Damon Gough que escribiera dos o tres canciones para la banda sonora. Le explicaron que El graduado era el ejemplo perfecto de lo que estaban buscando, aunque éste pensaba más en Trouble Man de Marvin Gaye o Superfly de Curtis Mayfield y estaba decidido a hacer algo tan original como fuera posible. “Les costó bastante hacerse a la idea de que yo podía componer la banda sonora entera, aunque yo entendí inmediatamente lo que me pedían,” dice. “Se trataba menos de la música en sí y más de la forma en la que se dirigieron a mí.”

Después de leer la novela, Damon Gough escribió cuatro canciones, incluyendo los dos singles, la hermosa y desesperada “Silent Sigh” y la irresistible y pop “Something To Talk About”. Durante las sesiones de grabación compuso hasta 70 piezas, incluyendo las diez canciones y los siete instrumentales que al final aparecen en el disco. “Hacer About A Boy ha afectado definitivamente lo que voy a incluir en el próximo disco,” afirma. “Cada disco que haces es una reacción a lo último que publicaste, así que mi segundo disco será inevitablemente diferente a lo que sería de no haber trabajado en esta banda sonora. Básicamente, ha abierto mi forma de escribir a muchas posibilidades, que es como se titulará.”

En estos momentos, All Possibilities se graba en el estudio en el que se grabó Pet Sounds de los Beach Boys. Más que nunca, Damon Gough está abierto a dónde quiera que las canciones le lleven, tanto musicalmente como en los textos. “La parte más importante del disco serán cosas que son relevantes ahora,” aclara. “No podría seguir escribiendo sobre relaciones que se rompen, aunque todavía me atrae lo intrincado de una relación. Quiero escribir sobre las cosas extrañas que te ocurren cuando llegas a la posición en la que estoy ahora.”

Hasta ahora, su éxito se medía por las declaraciones de gente de su ciudad, Manchester, como Oasis o Johnny Marr. En los últimos tiempos, sus seguidores reconocidos son más internacionales: Bono, Meg Ryan o Alan Rickman. Incluso ídolos de adolescentes le han pedido consejos -“No te metas en el mundo de la música”, fueron sus palabras- y Joan Collins estuvo encantada de participar en sus videos -“Me gusta su música y pienso que es un chaval con mucho talento,” dijo-.

Los momentos altos y bajos de la fama son el tema de una nueva canción, “How” que dice que será el centro de su nuevo disco. “Es algo grande. Pasa de un country-folk a una sinfonía religiosa y a un rock. Hay una línea que dice: “¿Cómo podré darte las respuestas que necesitas, cuando todo lo que tengo es una melodía?” Me pregunto qué narices puedo darle a la gente y cómo puedo hacer que mi vida funcione en aquellas cosas en las que quiero trabajar.”

El torear la fama es algo que comienza a preocuparle. “Me gusta pensar que si el éxito continúa, seguiré haciendo música que es un reto para mí y, espero, para el público,” dice. “Me gustaría hacer algo más diverso, no como un saxofonista experimental, pero sí salirme de lo que la gente espera de mí.”

Mientras ese segundo disco llega, la banda sonora de una película de gran presupuesto no es lo que los seguidores de Badly Drawn Boy hubieran sospechado de un ídolo que empezó con singles en una compañía independiente, algo que no le preocupa mucho. “Me preguntaba que pensarían de mí por componer la banda sonora de About A Boy. Seguro que mucha gente lo cuestiona, pero espero que muchos de ellos lo vean como un gran video promocional para mi música. Aún mejor, como una promoción gigante por la que no he pagado nada.”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA GIGOLO AUNTS

ENTREVISTAS 2002

Gigolo Aunts, power-pop luminoso

Las canciones de Gigolo Aunts son tan diáfanas como una puesta de sol en el Pacífico, justo lo que pretenden demostrar en Pacific Ocean Blue. Su nuevo disco, después de veinte años en el mundo del pop de guitarras poderosas, les trae por nuestro Estado esta semana.

– ¿Es Pacific Ocean Blue el disco en el que la influencia de California es más evidente?

– Creemos que sí, tanto por el clima, como por el ambiente… Creo que todo eso se refleja perfectamente en el sonido del disco, además de que parte de nosotros ha trasladado su domicilio de Boston a California.

– ¿Y es vuestro disco más tranquilo?

– No sabría decirte. La verdad es que Minor Chords también tenía varias canciones muy relajadas, pero quizás la temática sea más relajada y más optimista.

– ¿Qué tipo de cambios en vuestra vida se reflejaron en este álbum?

– El cambio de ciudad, el encuentro con nuevos amigos, una esperanza… Somos más optimistas ahora. En Boston habíamos quemado una etapa, así que necesitábamos un cambio y ha sido a mejor.

– ¿Cómo os ayudaron Counting Crows con el nuevo disco?

– Ellos siempre nos han apoyado a muerte, especialmente Adam Duritz: nos hanfacilitado muchas cosas, y eso que son un grupo muy grande en los Estados Unidos. Adam canta en algunas canciones y David Immergluck toca la steel guitar. Siempre han estado ahí.

– ¿Algún otro invitado?

– Los teclados los ha tocado Chris Joyner, que es el teclista de Sheryl Crow y Soul Asylum. Chris Horvath también ha tocadoel piano y nuestro amigo Alex Vangellow también nos ha echado una mano.

– “Only You” me recuerda a “Feel A Whole Lot Better” (de los Byrds) con partes de “Kid” (The Pretenders). ¿Puede ser?

– Sí, has ganado el concurso: serás obsequiado con una cerveza cuando nos veas en algún concierto. Efectivamente, esatema respira el aroma de esas dos canciones por los cuatro costados. Tómalo como un homenaje a dos de nuestros compositores favoritos.

– ¿Es “Mr. Tomorrow” la canción más cercana a los discos anteriores de Gigolo Aunts?

– Creo que es la canción más típica de nuestro repertorio, pero no creo que haya un antes y un después. Vamos evolucionando, pero no hay una ruptura radical. Siempre seremos los mismos.

– ¿Fueron los 90 un buen momento para el power-pop?

– Hubo grandes grupos, increíbles canciones, gran actitud. Fue el momento más álgido; quizás ahora el power-pop -aunque no me gusta la definición y nosotros nos queremos desmarcar claramente del término- no esté en su mejor momento en cuanto a ventas, pero hay grupos buenísimos por todos lados.

– ¿Qué hace que la reacción hacia vosotros sea diferente en España frente al resto del mundo?

– Los españoles, en general, son más pasionales, se lo toman todo -para bien o para mal- de una manera muy personal, y eso es bueno para la música: hace que tengas que poner todo tu esfuerzo. Creo, honestamente, que es el público más sincero al que jamás nos hemos enfrentado.

– De alguna forma queda claro que la respuesta en España fue la que permitió al grupo seguir adelante en los malos momentos.

– Por supuesto. Gracias al apoyo que recibimos ahí hemos llenado el depósito de energía. Hay un antes y un después de venir a España.

– ¿En algún momento pensasteis en disolver la banda?

– Siempre hay altibajos, pero somos fuertes y llevamos mucho tiempo juntos, así que no vamos a permitir que sea tan fácil acabar esta aventura.

– ¿Fue el 2001 un buen año para el rock’n’roll con bandas nuevas como Richmond Sluts, The Strokes, The Hives…?

– Bien está claro que el rock´n´roll siempre ha estado ahí, así que sólo depende de los periodistas. Pero ten claro que siempre ha habido bandas buenas.

– ¿Hay algún productor con el que os gustaría trabajar?

– Sí, gente como Don Fleming o el mismo Tom Petty. La verdad es que hay un montón de ellos que nos gustaría conocer y que trabajasen con nosotros.

– ¿Qué versiones habéis tocado durante estos años?

– Canciones de Neil Young -"Cinammon Girl"-, The Smiths -"Ask"-, The Pretenders -"Kid"-, o Nacha Pop -"La chica de ayer"-. También hay un montón de versiones que venimos haciendo últimamente, pero que no queremos desvelar, ya que preferimos que la gente las descubra en los conciertos.

– ¿Qué queda del espíritu original de los Sniper de 1981?

– Las ganas de tocar y la misma pasión por la música. Es increíble tocar ante gente que conoce tus canciones y luego te dicen que tal tema les ha marcado. Es una sensación maravillosa.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON BETH ORTON

ENTREVISTAS 2002

Beth Orton, cielo de cemento

Mientras crecía en Norfolk, Inglaterra, Beth Orton llevaba una vida muy distinta a la de sus hermanos. Al tiempo que ellos asistían a conciertos de grupos punk, ella se mantenía ocupada escribiendo poemas y tocando la guitarra. Poco a poco, las canciones comenzaron a florecer. En el momento en que conoció al pionero de la música electrónica William Orbit -quien acercó a Madonna al futuro en Ray of Light- y a los Chemical Brothers, su composición había madurado definitivamente. Además de colaboraciones en discos de gente como los propios hermanos químicos, sus dos primeros discos son piezas muy especiales de la electrónica folk. Ahora llega Daybreaker, el disco que la acercará al gran público.

¿No te interesaba la música de los años de tu adolescencia?

– No mucho. Lo que a mí me interesaba era Saint Etienne y Primal Scream. Estos últimos consiguieron enervarme; casi me asustaban con sus discos. Uno de los discos que mis padres ponían constantemente mientras crecía era Revolver de los Beatles. También me daba miedo, porque es la clase de música que te hace esconderte detrás del sofá. Te intriga y quieres saber más de ello, pero no estás segura si deberías. Al mismo tiempo, conocí a William Orbit y nos hicimos amigos. No era que siguiera su música, que me parecía demasiado pop, pero me gustaba su compañía.

¿Cómo empezaste a interpretar tus canciones?

– William Orbit me hizo recitar primero y, después de unas copas, empecé a cantar. Así entré en la escena de baile. Los Chemical Brothers oyeron mi colaboración con Red Snapper y me pidieron cantar para ellos. Al mismo tiempo, quería escribir mis propias canciones. Tenía gracia: trabajaba con productores de música de baile y escribía canciones acústicas.

Por lo tanto, lo que llaman folktronica en relación con tu música parece muy natural.

– No era ni una cosa ni la otra cuando crecía. Mis hermanos creían que vivía en cuentos de hadas, escribiendo poesías, alejada del mundo real. Pero yo conocía cosas que ellos no sabían. Vivía otra vida. La gente siempre tiene vidas secretas. Al final se me conocía como la persona a la que siempre le dicen que se calle la boca.

¿Qué te llevó a la música de Ryan Adams y cómo fue vuestro encuentro?

– Pasé una mala etapa y encontré una belleza y una experiencia increíbles en su disco Heartbreaker. Pensé que tendría 40 años. Me enganché a la verdad de su voz. Sus palabras y sus melodías me parecieron muy originales. Más que escucharlo con mi mente, lo escuchaba con mi corazón. Después, cuando lo conocí, pensé que era un gilipollas, un estúpido americano. No pretendo ofenderle, ni creo que él se sienta ofendido porque lo diga. Ya en el estudio me pareció maravilloso. La conexión musical fue muy fuerte, algo obvio cuando escuchas las canciones. Conecté inmediatamente con la canción “This One’s Gonna Bruise.”

Parece escrita por ti, aunque supongo que la escribiría contigo en la cabeza.

– Sí, por eso quería que la cantara yo, aunque creo que la compuso para otra chica.

¿Cómo fue trabajar con Johnny Marr?

– A mediados de los 80, los Smiths estaban en todas partes en Inglaterra. Lo mío con ellos era una relación de amor-odio. A Johnny Marr lo conocí en un hotel. Empezamos a hablar, sin saber quién era. Sólo después de un buen rato me enteré. Pero ya habíamos conectado bien. Acabamos la noche con unas botellas de vino y unas guitarras cantando.

¿Cómo te afectan todos estos concursos musicales televisivos?

– Lo han infectado todo. Es horroroso. La fama por la fama es algo nauseabundo. Quiero que mis ídolos sean como Elvis Presley, que estén ahí por una razón, porque han conseguido algo artísticamente, algo que yo no puedo conseguir. Aunque todo el mundo tiene derecho a experimentar sus 15 minutos de fama. Lo que sucede es que hoy todos quieren estar ahí por las razones equivocadas. A otro nivel, esta expansión de los ídolos pop es algo bueno porque conseguirá que los artistas que trabajan en el underground logren despuntar.

Por el tono del disco se diría que pasas mucho tiempo murmurando en los bosques.

– Una de mis fuentes principales de inspiración es tratar de unir la emoción y el paisaje. Lo veo como la misma cosa. También miro mucho al cielo, y canto. A veces me pregunto qué hay ahí. Cuando eres joven te dicen que Dios está allí, y hubo un tiempo en que no me gustaba demasiado. Parte del disco tiene una conciencia ecológica… Ahora mismo nuestro cielo está muy viciado.

¿Tienes mala suerte en el amor?

– No lo sé. He tenido relaciones muy buenas, pero también creo que espero demasiado. Trato de no experimentar con la gente que conozco, porque es algo personal. Las canciones verdaderas vienen de las experiencias de la vida real, no de orquestar situaciones que lleven a la inspiración. Trato de ser honesta. He vivido mis canciones y mis canciones me viven.

¿Algún malentendido por ello?

– Las relaciones con otras personas son privadas y si revelo cosas en las canciones, sólo yo lo sé. No sé siquiera si la otra persona lo sabría. Tuve un novio que decía que una serie de canciones hablaban de él y que debería de darle derechos de autor. Lo mandé a tomar por saco.

Xavier Valiño

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