ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON RADIO FUTURA

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON RADIO FUTURA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Radio Futura, recuerdos de la España profunda

 

 

Por razones que no vienen al caso, Radio Futura reaparecen este año. Aunque no es una reunión en toda regla: simplemente se edita un disco, Memoria del Porvenir, que recoge sus grandes canciones, páginas de oro imprescindibles en la historia del rock en castellano, cinco de ellas regrabadas para la ocasión. Santiago Auserón, Luis Auserón y Enrique Sierra nos cuentan las anécdotas de esa historia.

 

– Escuela de calor

– La regrabamos de nuevo enteramente. Queríamos ver qué pasaba al juntarnos los tres con músicos de 20 años, como los de la banda de Luis Auserón. Se reemplazó el riff que todo el mundo conoce, tocando el tema al doble de tiempo y cambiando la melodía de la voz.

 

– Semilla negra

‑ Sí, otra versión de “Semilla negra”, pero ésta parece la definitiva. Creemos que las anteriores no estaban del todo bien resueltas, sobre todo rítmicamente. La experiencia de tocar con cubanos en la banda de Juan Perro ha servido, curiosamente, para integrar el corazón latino del tema con las maneras de tocar de Enrique, de Luis y de su grupo.

 

– Han caído los dos

‑ Tiene un cierto aire hispano, con métrica de bolero, por no hablar de la temática pasional. Pero está llevada a terrenos metálicos en el sonido y en la producción. Aunque data de 1985, se parece mucho a la manera en que algunos grupos de hoy arreglan sus temas.

 

– El tonto Simón

‑ En De un país en llamas este tema simbolizaba nuestra voluntad de extraer contenidos de la España profunda. La que se recoge ahora es la versión de Tierra para bailar, que conserva la voz de la primera grabación pero con la estructura modificada y los metales de Aswad, convertida en una de las tímbricas más resultonas de la carrera del grupo.

 

– No tocarte

‑ La idea original era tocarla en ritmo de pasodoble, pero se metió un riff guitarrero al estilo Moratalaz y quedó así. Puede leerse también como un retrato de la España en la que nosotros crecimos, un país exuberante pero intocable, al que era difícil meterle mano.

 

– A cara o cruz

‑ La inspiración proviene de un día en que fuimos a tocar a Molina de Aragón, contratados por una peña de amigos en una plaza de toros diminuta. Llovía muchísimo, pero un paisano con la boina hasta las cejas y un pito en los labios insistía en que no llovería más. Es el personaje al que llamamos Don Rufio Datura en la letra, que, curiosamente, está escrita con la estética de carretera de la literatura estadounidense.

 

– La negra flor. Paseo con la negra flor

‑ Radio Futura tuvo una relación fuerte con Barcelona desde el principio. Nos quedábamos en hoteles muy exóticos, por el Barrio Chino, y pasamos temporadas muy divertidas. Imaginamos la historia de un currante, un chavalillo que se está quedando con una señorita que se gana el pan con desconocidos. ¿Lo de regrabarla? La cinta se caía a cachos, literalmente. Así que aprovechamos para hacer una versión con más punch, quitando arreglos superficiales, pero buscando dar más consistencia a la dicción y al ritmo.

 

– 37 grados

‑ Es un pastiche enloquecido de estilos que finalmente son extrañamente coherentes entre si. La letra es una especie de delirium tremens carnal que, curiosamente, conectó con la gente. De hecho, no aparecía en la primera selección, por cuestiones de duración, pero finalmente hubo tantas peticiones de la calle que aquí está.

 

– Annabel Lee

– Es la toma en directo de las sesiones grabadas en el Arena de Valencia. Suena como nos gusta, un poco tensa y dramática. La gente que ha seguido a Radio Futura sabe que en noches de buena temperatura podíamos sonar como una banda extranjera de nivel.

 

– El canto del gallo

‑ Otra vez la España rural, pensada para pueblos concretos y personas concretas. Aunque podrían suceder en, digamos, La Mancha, como en un pueblo de Méjico o Colombia. Es un lenguaje válido para toda la raza, como se dice por allí. Quizás es el tema al que le tenemos más cariño de todos: ni se nos ocurriría remezclarlo o rehacerlo.

 

– Veneno en la piel

‑ Una advertencia contra la toxicidad de la imagen, sobre todo cuando tiene cuerpo femenino y capacidad de seducción. Aquí quisimos hacer un homenaje a Ollie Halsall, que era uno de nuestros guitarristas míticos incluso antes de tocar con nosotros: el solo que hay en la canción es el que él había hecho en la versión instrumental antes de morir.

 

– Corazón de tiza

‑ Parte de un amorío infantil. Tarde de principios de verano, en un barrio pobre de Zaragoza, jugando con unas niñas. Estas tonterías de críos luego se convierten en enigmas cuando te haces mayor. Musicalmente buscamos esa especie de inocencia de un tema ligero pero con garra. Ésta es la versión de Tierra para bailar, mejor resuelta rítmicamente, con el órgano que tocó Joe Dworniak al final que echa candela y el rap que hicimos para el maxi.

 

– El puente azul

– Era el nombre del bar de Dimitri, un amigo de Londres, en el barrio de Candem. Improvisamos y salió esto: se empezó a trabajar una noche sin letra y se terminó a la siguiente. De vez en cuando da resultado intentar aproximaciones tan descaradas y sin preparación.

 

– La estatua del jardín botánico

– Con este tema se inició realmente la carrera consciente de Radio Futura como banda de rock experimental, dejando atrás un pasado de currantes y estudiantes que firmaron un mal contrato allá por el 81 que nos llevaba por terrenos no deseados. De repente, decidimos lanzarnos a un art-rock en castellano que era muy raro para la época, con final instrumental casi psicodélico. En la versión actual hay varias generaciones de guitarristas. Al final, este intercambio de ideas musicales justifica la preocupación de volver a pensar en estos temas.

Xavier Valiño

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON PEARL JAM

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON PEARL JAM

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Pearl Jam, el precio de la fama

 

 

¿Es la estrofa del nuevo disco que dice ‘no intento marcar las diferencias, de ninguna manera’ la que marca su espíritu?

– Seguramente estoy pidiendo algo con intención de devorarlo inmediatamente. Me asombra que la gente, sobre todo con el primer disco, pudieran sentir lo que allí había como algo tan cercano. Fue una sorpresa entonces y lo es ahora. No quiero que la gente piense que me traen a casa algún tipo de estudio demográfico de los que tomo los grandes temas de hoy en día para dejar claro que puedo componer canciones.  

 

¿Cómo se lleva la reputación de inestable, pesimista y malhumorado que te ponen en tantos artículos?

– No me importa lo de taciturno e inestable, pero lo que me molesta es lo de lo de desagradecido, ya que lo siempre quise es hacer música. El resto no me importa porque significa que la gente me deja solo.

 

¿Eso incluye necesariamente despreciar todo tipo de promoción, incluso ahora?

– Nosotros hemos tenido la suerte de dictar nuestra propia definición de nuestro trabajo, y esa definición se resume en una sola idea: hacer música. Y después de eso, para el resto de las cosas no ponemos tanto entusiasmo. Es difícil sentirse inspirado por todas las otras cosas como las ceremonias de entregas de premios o ser entrevistado todos los días. Algunas experiencias pueden ser buenas, pero eso de venderte cada día como si fueras parte de un circo ambulante… Tenemos la suerte de no tener que hacerlo. Y ha salvaguardado nuestra salud, eso está claro.

 

¿Entonces no estás enfadado por lo que se ha escrito sobre vosotros en el pasado?

– La verdad es que no estoy enfadado por algo tan trivial. Mis pensamientos van encaminados hacia cosas más importantes, ninguna de las cuales tiene que ver con la música. Pero, si por casualidad tropiezo con algo que me ha molestado en el pasado, como cuando hago limpieza de cajones, me resulta interesante. Guardo los artículos negativos porque me hacen gracia. Y, a medida que voy aprendiendo sobre cosas más importantes, todo lo demás se vuelve tan pequeño que llega a un punto en el que no existe en absoluto.

 

Habéis pasado en dos años de Vs. -Contra- a Yield -Ceder el paso-. ¿Tiene eso que ver con las cosas más profundas en las que piensas o con alguna clase de renacer espiritual?

– Es cierto, no había reparado, pero parece que tiene un cierto sentido. Aunque he estado pensando más en… Hay… He estado leyendo mucho… No me importa hablar de la espiritualidad en las canciones, pero hacerlo en una entrevista, sobre todo si va a ser publicada… No puedo ni escoger las cosas que se van a destacar de lo que pueda decir, así que me voy a acoger a la quinta enmienda.

 

¿No piensas aclararlo algo más?

– Se trata de algo personal: he estado expuesto a algunas teorías interesantes y realmente no considero… La palabra religión tiene connotaciones muy negativas para mí, como la de ser responsable de tantas de las guerras, y no debería ser así; se trata sólo de la evolución que el concepto ha tenido para mí. Me pregunto qué hicimos en el planeta antes de que apareciera la religión.

 

¿Y todas esas ideas han sido decisivas a la hora de componer Yield?

– Sí, no me importa hablar de ello. Si miras hacia atrás -y todo esto está en el disco-, todo lo que ves es la arrogancia humana. Entendemos nuestra historia como los últimos 20000 años, y estamos a punto de celebrar el año 2000 con una gran borrachera, lo que significa que nos vamos a levantar el primer día del nuevo milenio con una gran resaca. Es algo parecido a lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos. Está por ver si cuando nos levantemos la mañana siguiente nos vamos a purificar tal y como uno debería hacer después de un gran exceso.

 

¿Y de que forma se refleja eso en las nuevas canciones?

– La gente va estampando su ego sobre todo lo que hacen. Todo lo que nosotros podemos intentar es hacer que la sociedad sea más… armoniosa. Puedes apoyar algunas causas, y nosotros hemos hecho cosas, como aquella para una organización a favor del derecho a la elección en el tema del aborto, en las que salimos de nuestros caparazones, pero no puedes hacer esa clase de cosas mientras tu vida es una mierda. No puedes decirle a la gente que reciclen los desperdicios y ser un consumista compulsivo en tu propia casa.

 

Hablar de estar encerrado en tu caparazón hace que lo de la fama suene muy mal. ¿En algún momento pensasteis que todo iba a ser brillante?

– Las cosas se dispararon después de nuestro primer disco. No podíamos ni imaginarlo. Es como si te lanzaras hacia una curva y, cuando te das cuenta de lo que está pasando, empiezas a intentar controlarlo. Algo así como que no quieres seguir por esa carretera o que tal vez no sea tan cojonudo. Sería bueno si pudieras ponerte el traje de la fama los fines de semana o algo así, cuando necesitases una mesa en un restaurante. Sería lo mejor, pero no funciona así. Por cada cosa positiva hay una negativa. Y si la positiva se vuelve muy grande, la negativa se hace grande en la misma proporción.

 

La droga ha marcado a tus contemporáneos: Layne Staley de Alice In Chains y Scott Weiland de Stone Temple Pilots se debaten entre la rehabilitación y la adicción, y Kurt Cobain acabó suicidándose. ¿Fue la suerte en vuestro caso la que os ayudó a no caer en ello?

– Ojalá pudiera atribuir a la suerte haber salido de alguno de esos períodos. Entiendo una parte de eso, pero otra no. La vida es… Lo siento, pero no puedo decir que me siento próximo a la droga, que puedo tolerarlo. No es así, y se me hace muy difícil entenderlo cuando hay alguien que podría seguir otros caminos más positivos para sobrellevar los momentos más difíciles, como dedicarse a los zumos de naranja o al yoga. De hecho tienen la posibilidad de llevar la clase de vida que quieran. Incluso pueden dejarlo y no volver a hacer música, o hacer música sólo en su casa y para sus amigos. Aprender a jugar al baloncesto debajo del agua o cualquier otra cosa… Se hace difícil entender la razón por la qué la gente escoge determinadas direcciones. Y no puedo sentir ninguna simpatía por ellos.

 

¿Tampoco hacia Kurt Cobain?

– Tengo que admitir que Kurt fue la excepción y que sentía compasión por su situación, ya que era un poco menos intensa que las otras dos que has mencionado. Creo que en su caso había más de lo que salta a simple vista, y no me voy a referir a ello nunca más. No me siento cercano a las drogas y no sería honesto. Además me siento como un imbécil cuando tengo una conversación con alguien y luego descubres que ni siquiera estaban allí. Me hace sentir como si me hubieran estado mintiendo.

 

¿En algún momento llegaste a pensar en que podías caer en ello?

– Pasaba mucho tiempo solo, así que no estaba expuesto a ese rollo. No tiene glamour. No es algo que despierte mi curiosidad, y doy gracias por ello. De todas formas, me gusta fumar algo de vez en cuando, pero eso es algo más equilibrado. Escojo entre diversas opciones, pero no voy a dejar que ninguna de ellas amenace mi propio control sobre mi vida. Me encanta la idea de hacer música y vivir al mismo tiempo.

 

¿Y esa seguridad no hace que parezcas falso?

– Se trata de un final romántico, aunque trágico, para una historia muy dramática. ¿Qué se entiende por falso? Todavía sacamos temas en nuestras canciones, examinando la sociedad, pero me parece que hay una forma positiva de salir de ahí, más que ir gritando: ‘¡Qué os jodan! ¡Qué os jodan!’ Y si siguiéramos haciendo eso, simplemente porque se trata del estilo con el que empezamos, entonces estaríamos siendo falsos.

 

¿Ésa es la solución?

– Hemos evolucionado, nuestra forma de pensar ha madurado. Ser negativos y decir ‘esto es un problema, esto es un problema…’ He tenido charlas con Krist Novoselic sobre política local y eran tan negativas que nos decíamos que teníamos que traer algo positivo de lo que hablar la próxima vez. Decíamos: ‘Tenemos que encontrar el principio, tenemos que encontrar la semilla’.

 

¿Cómo se puede entender que en los conciertos siempre estuvieras llamando la atención del público?

– Probablemente tenga que ver con la atención que no me daban de pequeño o para recrear la que sí me daban. Hacía cualquier cosa: tirar un botella o el pie del micrófono, o saltar encima de alguien… Sólo que un año más tarde el significado de un concierto para mí cambió y pensaba que pasaría si hubiera silencios entre las canciones. Y así, si decía algo, tal vez se me pudiera oír.

 

Pero tampoco se trata de estar quieto en el escenario.

– Como me dijo Michael Stipe, cuando va a un concierto de Tori Amos la gente está murmurando pidiendo la siguiente. Parece como si no entendieran lo que está sucediendo. Y me gusta lo que Beck dijo: ‘Bien, ya hemos tenido tiempo para murmurar, así que ahora vamos a por el nuevo milenio. Tal vez sea tiempo de hacer las cosas un poco menos fáciles’. Yo estaba en casa levantando mi pulgar y diciéndole: ‘Totalmente de acuerdo’.

Xavier Valiño

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON PATTI-SMITH

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON PATTI-SMITH

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ENTREVISTAS 1998


Patti Smith, rebeldía adulta

 

 

 

Su disco del año pasado, Gone Again, logró devolverla a los estudios de grabación después de ocho años. Era un trabajo solemne inspirado por las muertes de su marido, el guitarrista de los MC5 Fred ‘Sonic’ Smith, su antiguo amante Robert Mapplethorpe, su hermano Todd Smith, su teclista Richard Sohl y amigos como Allen Ginsberg y Williams S. Burroughs. Un año más tarde Peace And Noise la coloca en arenas más eléctricas y rockeras, con canciones políticas que suenan más como sus primeros y rebeldes discos.

 

Hubo demasiada tragedia en tu vida antes de Gone Again. ¿Te enfrentaste a Peace And Noise de distinta forma?

– Fred y yo habíamos decidido hacer un disco más concienciado socialmente. Pasamos muchas horas discutiendo la clase de disco que haríamos después de Dream Of Life. Cuando murió, no tenía el corazón en forma para hacer un disco como el que pensamos. Enfoqué Gone Again como recuerdo de Fred pero, a medida que me fui volviendo más fuerte otra vez, decidí continuar el trabajo que habíamos pensado para nosotros. Conozco las cosas que significaban algo para él y las que son importantes para mí. Gone Again fue un disco muy específico. Este disco es el primer disco que he hecho en mucho tiempo en el que todas las ideas vienen de mis propios pensamientos.

 

¿Y la música?

– La mayor parte de la música fue escrita por el miembro más joven de la banda, Oliver Ray. Todo el disco está orientado hacia un sonido de banda, todo está hecho por la banda, excepto en "Last Call", en la que Michael Stipe canta al fondo. La mayor parte está hecho en directo y un corte fue totalmente improvisado, "Memento Mori". Improvisamos durante 11 minutos y así es como quedó al final. Trabajamos en un antigua fábrica de hélices, ahora estudio, en el que tienes sobre tu cabeza esos grandes ventiladores que parecen hélices. Me recordaban la parte de arriba de los helicópteros, como aspas. Improvisé sobre eso. La canción es un recuerdo de alguien que murió en un accidente de helicóptero en Vietnam y que fue amigo de la infancia de mi desaparecido marido.

 

Acabas de trasladarte a Nueva York, ¿cómo te sientes?

Es como volver a casa. Mi hijo y mi hija se están acostumbrando aún. Es muy distinto a vivir en un canal en Michigan, pero les gusta. Vivimos en el distrito del Soho. Nueva York es la ciudad más acogedora de aquellas en las que he vivido. Puedo salir y sentarme en el portal de mi casa. La gente me saluda. Los dependientes de las tiendas acaban por conocerte. Verdaderamente me gusta porque es muy internacional.

 

Recientemente has colaborado en los conciertos de apoyo al Tibet. ¿Cómo te involucraste?

– Estoy comprometida con la situación del Tibet desde 1959, cuando fue invadido. Tenía entonces 12 años, estaba en el colegio y recuerdo que estaba haciendo un trabajo sobre el tema. Y entonces fue invadido. Como niña que nací después de la Segunda Guerra Mundial creí que todas las guerras se habían acabado. No pensaba que algo así pudiera pasar.

 

Un buen montón de canciones parecen estar relacionadas con las últimas noticias y ser muy de su momento. Como "Last Call", en la que se habla del suicidio colectivo de la secta ‘Puerta del cielo’.

– Es muy difícil para mí reconciliarme con la idea del suicidio como algo conceptual, especialmente en la gente joven. He visto demasiada gente morir de SIDA o morir cuando no tenían otra elección. Como soy muy espiritual, no me siento capacitada para juzgar la espiritualidad de los demás. Pero no sentía que su líder tuviera ninguna autenticidad. Más y más gente no valoran su fuerza vital como debieran. Aceptan muy rápidamente perderla o tomar la fuerza vital de otros. La gente valora su propia estima según lo que tienen. Pero la fama y la fortuna son cosas muy efímeras.


¿Tanto te preocupa el materialismo en la sociedad?

– El crecimiento de la cirugía estética en nuestro país mete miedo. El crecimiento del diseño de moda, todo el concepto de los videos musicales… Lo encuentro angustioso. Creo que los 80 fueron un momento muy importante. Tener una estrella del cine elegante, desinformado, rico, materialista, amable, divertido y carismático como presidente fue algo malo, muy malo para nuestro país. No creo que fuera un hombre malo. Creo que era un ingenuo idealista. No estaba cualificado y, de hecho, hizo creer a los USA que, como en la guerra, en lugar de tener un pollo en cada olla, había que tener una bicicleta en cada garaje. No venimos a este mundo para merecer cosas materiales. Merecemos respeto, comida, cosas de la tierra, derechos civiles. Pero no necesitamos realmente una bicicleta.

 

¿Ves alguna solución?

Como personas podemos despojarnos de nuestras pieles. Somos muy reacios. Pero tenemos que desear abandonar nuestra piel. Estamos caminando hacia un nuevo siglo y es el momento perfecto. Estaba viendo el funeral de la Madre Teresa de Calcuta y había un montón de gente pomposa involucrada, pero también había un sacerdote bastante humilde. El reportero dijo: ‘¿Quién va a llenar su vacío?’ El sacerdote se lo pensó un momento y contestó: ‘Todos nosotros’. ¿Y qué hicieron? Enviaron millones de dólares a su Fundación para caridad… De todas formas, hay un buen montón de cosas positivas en el mundo. (Se ha editado un nuevo disco de Bob Dylan!

Xavier Valiño

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON NEIL FINN

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON NEIL FINN

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Neil Finn, melodías para silbar

 

 

Cuando un artista cuyas canciones han sido, por su proyección universal, equiparadas a las de John Lennon y Paul McCartney, Elton John o Brian Wilson, cuando un compositor tan elogiado por su melodías como Neil Finn titula su primer disco en solitario Try Whistling ThisIntenta silbar esto-, hay que sospechar que lo ha hecho con una sonrisa socarrona en la cara.

 

"Sí, hay algo de humor en el título", comenta Neil Finn sonriendo. "Siempre me han puesto la etiqueta de artesano del pop, pero todavía existe la idea generalizada de que hacer rock es mejor o más subversivo. Como digo siempre, no hay nada más difícil que una buena melodía".

 

Hagamos un breve resumen. Siendo muy joven, y recién salido de un fugaz proyecto, Neil fue reclutado por su hermano mayor, Tim, para la banda Split Enz. Siete años después, Neil formó su propia banda, Crowded House, nombre que tomó de la abarrotada casa donde vivían de alquiler en Los Ángeles. Sus cuatro discos, Crowded House, Temple Of Low Men, Woodface y Together Alone, lo consolidaron como consumado compositor, incluyendo entre sus más ardientes defensores a Radiohead, Steven Taylor de Aerosmith o Liam Gallager de Oasis.

 

En 1996 decidió dejar atrás aquella aventura con un gran concierto en la principal ciudad del continente del que partieron a la conquista del mundo, Sydney, en Australia. Antes de embarcarse en este proyecto en solitario, aún tuvo tiempo para grabar otro disco más con su hermano Tim. "Me gustan las bandas, son un gran invento y siempre son más que la suma de sus componentes. Recuerdo que me uní a Split Enz cuando era muy joven y he pasado la mitad de mi vida en bandas. Aunque la vida como artista en solitario pueda ser… solitaria, también hay algo de liberador en el hecho de trabajar por mi cuenta y ser responsable sólo ante mi mismo y mi familia".

 

Inmediatamente después de Crowded House, y de grabar de nuevo con su hermano, Neil necesitaba un descanso, escapar de la presión que conlleva componer y actuar, y sintió la tentación de tomar un largo descanso lejos de la civilización. "Un amigo mío sugirió que podíamos ir al campo durante unas semanas y pintar. En aquel momento era un buen consejo, significaba dejar de pensar en la música o en lo que hacer después, y simplemente dejar fluir la música naturalmente".

 

"Por las noches, después de todo un día chapoteando en pintura, Robert y yo hacíamos pequeñas sesiones. La primera noche salió una canción que parecía querer decirme algo: "hay un hambre dentro que no se va… cuanto más te escondas, más lo niegas". Llegó un momento, poco después, en que me di cuenta de que estoy destinado a salir y tocar música, es algo profundamente arraigado a mí. Negarlo sería absurdo".

 

De aquellos días surgió Try Whistling This, un disco que se empezó a gestar en una playa paradisíaca del continente australiano y que se completó en un estudio de su propia casa. Las letras son todas suyas pero, como siempre, se resiste a hablar sobre el significado de las canciones. "El sonido es tan importante como el significado. Cuando te viene a la cabeza una canción, tienes unas cuantas frases y luego tienes que seguir tu instinto. Así es una canción… Es algo misterioso que no puedo explicar, por mucho que me preguntes".

 

Después de tener las canciones, y como pensaba que no estaban lo suficientemente pulidas, se llevó a su familia a Nueva York durante un par de meses. "Nunca había trabajado allí antes y pensé que sería un buen contraste con el ambiente del Pacífico Sur. Quería que la música reflejase el mundo y no solamente un ambiente concreto"

 

Nueva York fue como una inyección de adrenalina. "Fue un período fantástico y productivo: de camino al trabajo atravesaba el bullicio de las calles y escuchaba la música que salía de los altavoces. En gran parte los ritmos se lograron en Nueva York, sobre todo por el modo en que el bajista apuntaló todo de una forma muy eficaz".

 

Ahora, con el álbum en la rampa de salida, Neil no se ha desanimado por la perspectiva de volver al combate con este nuevo disco. "Sabes, lo peor es la duración de los vuelos de Nueva Zelanda a cualquier otro lugar del mundo. Estoy deseando conocer la reacción de la gente y volver a la carretera. Sé que la música pop es un negocio muy voluble, pero pienso que también hay mucha buena voluntad. Y tengo la maravillosa impresión de que todo es posible".

Xavier Valiño

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON MORCHEEBA

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON MORCHEEBA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Morcheeba, gran calma ante la adversidad

 

   

 

El problema de Morcheeba es haber llegado después de Massive Attack, Portishead o Tricky. O sea, que siempre serán los segundones del trip-hop. Pero por lo menos no demuestran estar preocupados por ello. Ross Godfrey, guitarrista y compositor, incluso confiesa que no le interesa en absoluto la música británica. ¿Serán ellos los que consigan introducirse en el mercado americano?

 

¿Pretendíais cambiar algo con Big Calm, vuestro segundo disco, en relación con el primero?

– Puede que sí. Queríamos ser más ricos y más famosos, tener más chicas y más drogas. No, de verdad, no intentábamos cambiar nada. Se trata simplemente de una progresión natural. Siempre hemos estado haciendo música country, folk y hip-hop. Está bien tener la posibilidad de hacer lo que queramos, porque en el primer disco estábamos un poco asustados por la producción y todo eso, y ahora ya es mucho más fácil porque estamos mucho más asentados.

 

Lo habéis grabado en el propio estudio de vuestra casa.

– Sí; más bien está hecho en nuestro estudio de grabación. La verdad es que se trata más de un estudio que una casa propiamente dicha. Y ayuda mucho porque somos nosotros los que controlamos el proceso. Echamos a todo el mundo fuera, para que no haya interferencias, hasta que todos estamos bien jodidos y entonces empieza la grabación

 

¿No os gusta que otro productor interfiera en vuestro trabajo?

– No. No saben lo que hacen y tú no sabes lo que cuesta. De todas formas, nuestro amigo Pete Norris nos ayuda con la grabación y también un poco con la producción. Fue una decisión que tuvo que ver con nuestra historia, que comenzó cuando mi hermano se trasladó a Londres, donde yo vivía entonces, y empezamos a trabajar juntos. Después encontramos a Skye, fuimos a un estudio de grabación, buscamos un técnico e hicimos "Trigger Hippie". A todo el mundo le gustó tanto la canción que acabamos por hacer nosotros mismos todo un álbum.

 

Tu hermano fue productor durante cinco años. ¿Hacéis el trabajo de producción entre los tres?

– Sí, mi hermano trabajó durante cinco años como técnico de sonido en un estudio en Kent y se cansó de trabajar en esa mierda, con bandas de estilo pub-rock. En este disco, buena parte de la producción la he hecho yo, ya que se trata de un disco con sonido más orientado al blues y al folk en mi guitarra, pero en general la producción fue un trabajo compartido entre mi hermano, Pete Norris y yo.

 

¿Qué tipo de música habéis escuchado recientemente para influiros en esa dirección?

– Mucho blues como Lightning Hopkins, mucho hip-hop como Wu-Tang Clan, Ghostaface Killah, Doctor Octagon y otro tipo de cosas muy diferentes como Cat Stevens, Jim White, Lambchop… Un montón. También Patsy Kline, Hank Williams y Gram Parsons.

 

¿Y cómo ayuda la nebulosa del hachís en el estudio para construir vuestras canciones? Por lo menos en el Doctor Music Festival en el 96 quedó claro.

– Sí, pone la nube sobre nuestra cabeza. Recibimos muchas llamadas de negocios todos los días, así que es difícil lograr el ambiente apropiado, y ésta es la única forma de desconectar. No obstante, no es una parte esencial del proceso. Aquel concierto en los Pirineos fue fantástico. Era nuestra primera gira y uno de nuestros primeros conciertos. Lo que le pasaban a Skye desde las primeras filas era un hachís sólido y muy bueno, especial de Marruecos.

 

¿Cómo exploráis las relaciones entre la electrónica y el blues clásico?

– La verdad es que no lo pensamos, simplemente lo hacemos. No podemos perder el tiempo en pensar en la tecnología y su relación con lo que hacemos. Sólo es parte del viaje: ya se usaron loops de baterías antes, los Beatles usaron loops de batería en Sgt. Pepper’s. Lo que pasa es que trabajaban con las cintas en el estudio, en lugar de hacerlo con los samplers. Ahora es más rápido, más fácil y más barato, pero no es nada nuevo. Tampoco significa que por utilizar la tecnología la música tenga que ser mala.

 

¿Es cierto que escribís las canciones con guitarras españolas?

– Sí, con guitarras y piano. Puede que el resto estén a años luz por detrás o nosotros les llevemos la delantera, no lo sé. La única forma posible de componer es con un instrumento y la voz. Se trata de comunicar un sentimiento, obtener una empatía con la audiencia, y no creo que eso se pueda obtener de una batería electrónica y un sintetizador. No tiene sentido. En nuestro caso, la mayor parte de la canción sale de mi guitarra, pero no necesariamente el concepto de la canción. Sale de las aportaciones de los tres, y la producción no hace más que acompañar la dirección de la canción.

 

¿Es posible conseguir un efecto dramático en las canciones sin los arreglos de cuerda?

– Sí, depende de cómo lo hagas. A mí me gusta la sección de cuerda, porque cuando grabas suena muy emocional. De todas formas, en directo tocamos más parte de piano y guitarra y nos ayudamos con la voz también. Pero no se puede conseguir tanto drama como con una orquesta real, eso es lo mejor.

 

Siempre he pensado que Morcheeba tiene más que ver con la música negra americana.

– Sí. La verdad es que no tenemos nada que ver con la música europea o británica. No tenemos nada que ver con los británicos y sí con el hip-hop de los 80, el funk de los 70, el blues de los 30, 40 y 50, el jazz

 

¿Estabais interesados en la música de David Byrne o de su compañía de discos antes de trabajar con él?

– Creo que él es increíble y su sello discográfico más. Tiene a Jim White, que me encanta, a Cornershop y distribuye mucha música latina y sudamericana, cosa que no hace ninguna compañía grande en Europa o América, lo que es muy saludable para el mundo de la música. Lo respeto mucho como artista y compositor y me resultó un poco sorprendente estar relacionado con tal genio, pero estamos muy contentos con los resultados.

 

¿También habéis colaborado con George Michael?

– Sí, hicimos algunas canciones juntos, pero no sé si se llegarán a publicar. Es amigo nuestro y quería hacer un par de canciones compuestas por nosotros. Nos llamó para producirle un par de versiones. Por lo de ahora mantenemos un acuerdo para no publicarlo.

 

¿Qué otras cantantes femeninas os interesan?

– Carole King, que es una gran compositora. Y últimamente Missy ‘Misdemeanor’ Elliot. A Skye le gustan Patsy Kline, Ella Fitgerald, Nina Simone, Bilie Holiday, Sade, gente así… Últimamente también escucha mucho a Casandra Wilson.

 

¿Os sentís cerca de grupos como St. Etienne, Dubstar or Moloko?

– No. Ponemos mucho sentimiento en nuestras canciones como para que se nos compare con ellos, y lo cierto es que a mí lo suyo me parece muy superficial.

 

Hay tres definiciones vuestras que me gustan especialmente. ¿Qué me decís de ellas? Por ejemplo: ‘Hip-hop instrumental hecho por gente de clase media que pueden pagarse el equipo pero no conocen a ningún raper’.

– Ésa es de mi hermano. Piensa que la gente que hace hip-hop en Inglaterra no tienen ni idea de dónde viene ni saben nada de su cultura, lo que es cierto, ya que se trata de música del ghetto hecha por gente negra oprimida de los barrios de Nueva York, y nadie en Sussex, a quien su padre le ha comprado un teclado, puede entenderlo ni llegará nunca a hacer música tan profunda.

 

‘Parte de una gran tradición de tríos con vocalista femenina y nostalgia por los 60, obsesionados con las bandas sonoras’.

Ésa es muy buena. Pero la verdad es que no puedes retener más que un par de ángulos con cada definición y yo no podría hacerlo tan bien como los demás lo hacen. Nos gusta Jack Nietzsche, que hizo los arreglos para los Beach Boys, y bandas sonoras con Ry Cooder o Randy Newman. También Ennio Morricone, Henry Mancini, John Barry…

 

‘Delirio cargado de ácido  y country hip-hop psicodélico’.

– Ésa es la mejor hasta ahora.

 

Y por último, ¿en quién se puede confiar?

– En nadie.

Xavier Valiño
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