ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON RADIO FUTURA

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON RADIO FUTURA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Radio Futura, recuerdos de la España profunda

 

 

Por razones que no vienen al caso, Radio Futura reaparecen este año. Aunque no es una reunión en toda regla: simplemente se edita un disco, Memoria del Porvenir, que recoge sus grandes canciones, páginas de oro imprescindibles en la historia del rock en castellano, cinco de ellas regrabadas para la ocasión. Santiago Auserón, Luis Auserón y Enrique Sierra nos cuentan las anécdotas de esa historia.

 

– Escuela de calor

– La regrabamos de nuevo enteramente. Queríamos ver qué pasaba al juntarnos los tres con músicos de 20 años, como los de la banda de Luis Auserón. Se reemplazó el riff que todo el mundo conoce, tocando el tema al doble de tiempo y cambiando la melodía de la voz.

 

– Semilla negra

‑ Sí, otra versión de “Semilla negra”, pero ésta parece la definitiva. Creemos que las anteriores no estaban del todo bien resueltas, sobre todo rítmicamente. La experiencia de tocar con cubanos en la banda de Juan Perro ha servido, curiosamente, para integrar el corazón latino del tema con las maneras de tocar de Enrique, de Luis y de su grupo.

 

– Han caído los dos

‑ Tiene un cierto aire hispano, con métrica de bolero, por no hablar de la temática pasional. Pero está llevada a terrenos metálicos en el sonido y en la producción. Aunque data de 1985, se parece mucho a la manera en que algunos grupos de hoy arreglan sus temas.

 

– El tonto Simón

‑ En De un país en llamas este tema simbolizaba nuestra voluntad de extraer contenidos de la España profunda. La que se recoge ahora es la versión de Tierra para bailar, que conserva la voz de la primera grabación pero con la estructura modificada y los metales de Aswad, convertida en una de las tímbricas más resultonas de la carrera del grupo.

 

– No tocarte

‑ La idea original era tocarla en ritmo de pasodoble, pero se metió un riff guitarrero al estilo Moratalaz y quedó así. Puede leerse también como un retrato de la España en la que nosotros crecimos, un país exuberante pero intocable, al que era difícil meterle mano.

 

– A cara o cruz

‑ La inspiración proviene de un día en que fuimos a tocar a Molina de Aragón, contratados por una peña de amigos en una plaza de toros diminuta. Llovía muchísimo, pero un paisano con la boina hasta las cejas y un pito en los labios insistía en que no llovería más. Es el personaje al que llamamos Don Rufio Datura en la letra, que, curiosamente, está escrita con la estética de carretera de la literatura estadounidense.

 

– La negra flor. Paseo con la negra flor

‑ Radio Futura tuvo una relación fuerte con Barcelona desde el principio. Nos quedábamos en hoteles muy exóticos, por el Barrio Chino, y pasamos temporadas muy divertidas. Imaginamos la historia de un currante, un chavalillo que se está quedando con una señorita que se gana el pan con desconocidos. ¿Lo de regrabarla? La cinta se caía a cachos, literalmente. Así que aprovechamos para hacer una versión con más punch, quitando arreglos superficiales, pero buscando dar más consistencia a la dicción y al ritmo.

 

– 37 grados

‑ Es un pastiche enloquecido de estilos que finalmente son extrañamente coherentes entre si. La letra es una especie de delirium tremens carnal que, curiosamente, conectó con la gente. De hecho, no aparecía en la primera selección, por cuestiones de duración, pero finalmente hubo tantas peticiones de la calle que aquí está.

 

– Annabel Lee

– Es la toma en directo de las sesiones grabadas en el Arena de Valencia. Suena como nos gusta, un poco tensa y dramática. La gente que ha seguido a Radio Futura sabe que en noches de buena temperatura podíamos sonar como una banda extranjera de nivel.

 

– El canto del gallo

‑ Otra vez la España rural, pensada para pueblos concretos y personas concretas. Aunque podrían suceder en, digamos, La Mancha, como en un pueblo de Méjico o Colombia. Es un lenguaje válido para toda la raza, como se dice por allí. Quizás es el tema al que le tenemos más cariño de todos: ni se nos ocurriría remezclarlo o rehacerlo.

 

– Veneno en la piel

‑ Una advertencia contra la toxicidad de la imagen, sobre todo cuando tiene cuerpo femenino y capacidad de seducción. Aquí quisimos hacer un homenaje a Ollie Halsall, que era uno de nuestros guitarristas míticos incluso antes de tocar con nosotros: el solo que hay en la canción es el que él había hecho en la versión instrumental antes de morir.

 

– Corazón de tiza

‑ Parte de un amorío infantil. Tarde de principios de verano, en un barrio pobre de Zaragoza, jugando con unas niñas. Estas tonterías de críos luego se convierten en enigmas cuando te haces mayor. Musicalmente buscamos esa especie de inocencia de un tema ligero pero con garra. Ésta es la versión de Tierra para bailar, mejor resuelta rítmicamente, con el órgano que tocó Joe Dworniak al final que echa candela y el rap que hicimos para el maxi.

 

– El puente azul

– Era el nombre del bar de Dimitri, un amigo de Londres, en el barrio de Candem. Improvisamos y salió esto: se empezó a trabajar una noche sin letra y se terminó a la siguiente. De vez en cuando da resultado intentar aproximaciones tan descaradas y sin preparación.

 

– La estatua del jardín botánico

– Con este tema se inició realmente la carrera consciente de Radio Futura como banda de rock experimental, dejando atrás un pasado de currantes y estudiantes que firmaron un mal contrato allá por el 81 que nos llevaba por terrenos no deseados. De repente, decidimos lanzarnos a un art-rock en castellano que era muy raro para la época, con final instrumental casi psicodélico. En la versión actual hay varias generaciones de guitarristas. Al final, este intercambio de ideas musicales justifica la preocupación de volver a pensar en estos temas.

Xavier Valiño

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