ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON NEIL FINN
Neil Finn, melodías para silbar
Cuando un artista cuyas canciones han sido, por su proyección universal, equiparadas a las de John Lennon y Paul McCartney, Elton John o Brian Wilson, cuando un compositor tan elogiado por su melodías como Neil Finn titula su primer disco en solitario Try Whistling This –Intenta silbar esto-, hay que sospechar que lo ha hecho con una sonrisa socarrona en la cara.
"Sí, hay algo de humor en el título", comenta Neil Finn sonriendo. "Siempre me han puesto la etiqueta de artesano del pop, pero todavía existe la idea generalizada de que hacer rock es mejor o más subversivo. Como digo siempre, no hay nada más difícil que una buena melodía".
Hagamos un breve resumen. Siendo muy joven, y recién salido de un fugaz proyecto, Neil fue reclutado por su hermano mayor, Tim, para la banda Split Enz. Siete años después, Neil formó su propia banda, Crowded House, nombre que tomó de la abarrotada casa donde vivían de alquiler en Los Ángeles. Sus cuatro discos, Crowded House, Temple Of Low Men, Woodface y Together Alone, lo consolidaron como consumado compositor, incluyendo entre sus más ardientes defensores a Radiohead, Steven Taylor de Aerosmith o Liam Gallager de Oasis.
En 1996 decidió dejar atrás aquella aventura con un gran concierto en la principal ciudad del continente del que partieron a la conquista del mundo, Sydney, en Australia. Antes de embarcarse en este proyecto en solitario, aún tuvo tiempo para grabar otro disco más con su hermano Tim. "Me gustan las bandas, son un gran invento y siempre son más que la suma de sus componentes. Recuerdo que me uní a Split Enz cuando era muy joven y he pasado la mitad de mi vida en bandas. Aunque la vida como artista en solitario pueda ser… solitaria, también hay algo de liberador en el hecho de trabajar por mi cuenta y ser responsable sólo ante mi mismo y mi familia".
Inmediatamente después de Crowded House, y de grabar de nuevo con su hermano, Neil necesitaba un descanso, escapar de la presión que conlleva componer y actuar, y sintió la tentación de tomar un largo descanso lejos de la civilización. "Un amigo mío sugirió que podíamos ir al campo durante unas semanas y pintar. En aquel momento era un buen consejo, significaba dejar de pensar en la música o en lo que hacer después, y simplemente dejar fluir la música naturalmente".
"Por las noches, después de todo un día chapoteando en pintura, Robert y yo hacíamos pequeñas sesiones. La primera noche salió una canción que parecía querer decirme algo: "hay un hambre dentro que no se va… cuanto más te escondas, más lo niegas". Llegó un momento, poco después, en que me di cuenta de que estoy destinado a salir y tocar música, es algo profundamente arraigado a mí. Negarlo sería absurdo".
De aquellos días surgió Try Whistling This, un disco que se empezó a gestar en una playa paradisíaca del continente australiano y que se completó en un estudio de su propia casa. Las letras son todas suyas pero, como siempre, se resiste a hablar sobre el significado de las canciones. "El sonido es tan importante como el significado. Cuando te viene a la cabeza una canción, tienes unas cuantas frases y luego tienes que seguir tu instinto. Así es una canción… Es algo misterioso que no puedo explicar, por mucho que me preguntes".
Después de tener las canciones, y como pensaba que no estaban lo suficientemente pulidas, se llevó a su familia a Nueva York durante un par de meses. "Nunca había trabajado allí antes y pensé que sería un buen contraste con el ambiente del Pacífico Sur. Quería que la música reflejase el mundo y no solamente un ambiente concreto".
Nueva York fue como una inyección de adrenalina. "Fue un período fantástico y productivo: de camino al trabajo atravesaba el bullicio de las calles y escuchaba la música que salía de los altavoces. En gran parte los ritmos se lograron en Nueva York, sobre todo por el modo en que el bajista apuntaló todo de una forma muy eficaz".
Ahora, con el álbum en la rampa de salida, Neil no se ha desanimado por la perspectiva de volver al combate con este nuevo disco. "Sabes, lo peor es la duración de los vuelos de Nueva Zelanda a cualquier otro lugar del mundo. Estoy deseando conocer la reacción de la gente y volver a la carretera. Sé que la música pop es un negocio muy voluble, pero pienso que también hay mucha buena voluntad. Y tengo la maravillosa impresión de que todo es posible".