CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MANTA RAY

ENTREVISTAS 2003

Manta Ray, rabia contra la máquina

Desde luego, la cantera asturiana que empezó con los 90 está dando ahora sus mejores frutos. Tras el excelente disco de Nosoträsh, llega el asombroso nuevo y doble álbum de Nacho Vegas -que fuera componente de Manta Ray- y la reválida de sus antiguos compañeros en Estratexa -así, en asturiano-.

¿Se parece el resultado de Estratexa a la intención que había antes de grabarlo?

– Creo que sí. Teníamos claro desde el principio que queríamos hacer un disco más duro, más violento, más rabiado. Y el resultado cumple a la perfección con ese plan, con esa estrategia que nos habíamos marcado.

En este disco parece que habéis dejado atrás una etapa y optáis por algo más directo y menos pulido. ¿Es así?

– Es así. Teníamos la espina clavada de que, en los discos anteriores, no habíamos sabido plasmar el sonido que conseguimos en directo. Y en este disco creo que hemos conseguido hacerlo. Por eso está grabado en directo, con los cuatro en la misma sala del estudio, como si estuviéramos en nuestro local de ensayo. Y creo que eso se nota. Y se notará aun más en directo.

También habéis optado por la faceta más instrumental. ¿Distraen los textos de lo que queréis decir?

– Sabemos que la materia prima de nuestro trabajo es el sonido. Nuestro lenguaje es abstracto y eso soporta mal el discurso más narrativo, más figurativo, que le pueden proporcionar los textos a la música. Preferimos explotar las posibilidades del sonido y no incorporar demasiados elementos que desvíen la atención de ello. Por eso la voz y los textos cada vez van perdiendo más peso en la música de Manta Ray.

¿Cómo están de escondidas las sensaciones que pretendéis reflejar en las letras? ¿Se les dan muchas vueltas antes de ser definitivas?

-Yo creo que en la música de Manta Ray, al margen de que haya una intención de reflejar determinadas sensaciones e ideas, hay un espacio muy grande para la interpretación del oyente. Eso nos interesa y cada vez lo tenemos más claro. De alguna manera, la percepción es un proceso también de creación, porque es donde ordenas todas esas ideas que la música te puede proporcionar.

¿Cómo se puede sonar como un grupo siempre interesante?

– Pasando muchas horas en un local de ensayo frío y húmedo.

¿Se rechaza lo que ya se ha hecho anteriormente?

– Algo de eso hay. Nos gusta reinventarnos a nosotros mismos y no tener un lenguaje musical demasiado claro. Nos desprendemos, en cada nuevo trabajo, de todo lo que adquirimos en nuestro trabajo anterior. Si no hiciéramos eso, nos estaríamos acomodando y eso no nos gusta.

¿Os sigue gustando la música que se hizo en Alemania en los 70 y es vuestra principal referencia?

– Nos gusta, claro que sí. Can nos parece un grupo fundamental, por poner un ejemplo. Pero tampoco podemos decir que sea una referencia principal para nosotros, porque procuramos trabajar sin referentes, sin influencias que nos puedan llevar al mimetismo. Hace tiempo que aprendimos a desprendernos de la música que escuchamos cuando entramos en el local de ensayo. Todas las influencias que pueda haber son inconscientes.

Si tuvierais que poner la banda sonora a una película, ¿cuál os gustaría que fuera?

– Cada uno de nosotros te diría una distinta. Además, son muchas las películas que nos podrían interesar en ese sentido. En cualquier caso, nos gustaría hacer una banda sonora de una película donde pudiéramos involucrarnos desde el principio. No nos entusiasma la idea de trabajar por encargo para una película, pero si la idea de colaborar con un director de cine desde los comienzos de un trabajo fílmico.

¿Hasta que punto controláis todo lo que afecta al grupo: portadas, escenario, producción…?

– Pues casi totalmente. Nos involucramos al 100% en todos esos aspectos, pero siempre procuramos rodearnos de gente de confianza que nos eche una mano, y en ellos delegamos algunos aspectos. De las portadas o las luces de los conciertos se encarga, por ejemplo, Ramón Isidoro, un artista asturiano amigo nuestro en el que confiamos plenamente y con el que podemos dialogar de todos esos aspectos. Nosotros sólo somos músicos y dejamos otro tipo de aspectos para gente que conoce ese terreno y sabe lo que queremos. Ellos son, de alguna manera, los otros miembros de Manta Ray.

¿Hay algún productor con el que os gustaría trabajar?

– Kaki Arkarazo. Afortunadamente, ya trabajamos con él.

¿Qué recuerdos quedan hoy de vuestro primer disco?

– Pocos, creo. Supongo que éramos más inexpertos que ahora. Más ingenuos musicalmente.

¿Ayuda a mantener la ilusión sabiendo que hay tanta o más receptividad a vuestras canciones en el extranjero?

– La ilusión se mantiene precisamente porque no sabemos qué receptividad puede tener nuestra música fuera del Estado. Nos ilusiona tocar fuera y enfrentarnos a un público nuevo, que no nos conoce de nada.

¿Qué cosas cambiaríais de vuestra trayectoria si pudierais volver a empezar?

– No me gusta mirar demasiado al pasado, así que mejor pensar qué cosas hacer en el futuro de las que no te puedas arrepentir.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON OS DIPLOMÁTICOS DE MONTE-ALTO

ENTREVISTAS 2003

Os Diplomáticos, crónicas de un pueblo

Ya no está con ellos Xurxo Souto, pero Os Diplomáticos siguen siendo la orquesta más rockera de todo el país. Una vez despejado su futuro, Kömunikando los trae de nuevo a la actualidad, más concienciados e igualmente apegados a lo popular.

La marcha de Xurxo Souto no es algo fácilmente superable, por lo que más de uno podría pensar que su futuro estuvo en entredicho. “No,” afirma tajante Rómulo, el acordeonista del grupo desde sus inicios. “Nosotros supimos que Xurxo dejaba el grupo un año antes de su último concierto.Nos lo dijo al principio de la gira y estuvo hasta el final de la misma. Eso nos dio mucho tiempo a pensar qué queríamos hacer y cómo. Lo que está claro es que Os Diplomáticos es una idea que está porencima de las personas que lo formen. Por este grupo pasaron durante estos añosotras personas de las que nadie se acuerda.Con Xurxo también se marchó Mangüi, pero nadie pregunta por él. Si es verdad que Xurxo fue la persona que estaba en la primera línea del frente, pero es que ése era uno de sus trabajos dentro del grupo y estaba totalmente pensado y calibrado. Los demás teníamos otras funciones.”

Ahora Os Diplomáticos se presentan con una formación renovada. "Cuando Xurxo y Mangüi abandonan el grupo necesitábamos un bajista y un vocalista. Simoes es un colega de toda la vida. De hecho, fue el primer bajista del grupo, allá por el 89. Masedaera un compañero de ruta, de noches de vino y acordeón por el mundo. La verdad es que no tuvimos que buscar a nadie porque ya los teníamos en casa.”

Parecía imposible encontrar a alguien con la misma verborrea que Xurxo, pero Manolo Maseda la tiene. “Nunca pretendimos encontrarun sustituto para Xurxo, y Manolo nunca pretendió semejante cosa. Maseda tiene mucha cuerda y muchas cosas que decir. Por una cuestión práctica, a él le toca contar las historias en los conciertos. Imagina qué sería si hablásemos todos al mismo tiempo.”

No son los únicos cambios. Por primera vez en la portada de uno de sus discos no aparece lo de De Monte-Alto. “La idea de ponerle Monte-Alto al nombre del grupo era una forma de reivindicar los barrios de las ciudades y, de paso, hacerle un guiño a las orquestas gallegas, al igual quela París de Noia, la Sintonía de Vigo… El grupo nació en este barrio y todos éramos de allí. Ahora somos tres de Monte-Alto de A Coruña (Simoes, Guni y yo) y otros tres de otros Monte-Altos. Lola es de Bandourrío (el Monte-Alto de Ribeira) y Manolo es de la Rúa do Can (el Monte-Alto de Burela).”

La impresión que da al escuchar su nuevo disco es que Os Diplomáticos han derivado hacia posiciones más políticas y algo menos apegadas a lo popular, pero Rómulo no opina lo mismo. ¿O sí? “Posiciones políticas, ni de coña. Lo que pasa es que este disco refleja el desasosiego y el cabreo que nos provocanmuchas cosas que están sucediendo por el mundo, pero seguimos muyunidos a la tradición de este país y nos gusta también contar historias populares y tocar rumbas, muiñeiras y pasodobles.”

Sin embargo, ahí sigue el acordeón en primer plano. “Ahoratenemos dos acordeones en el grupo, ya que Manolo también es acordeonista.En este disco hay uno o dos acordeones en cada tema. Además, incorporamos otros instrumentos como la percusión, la viola y el saxo. El acordeón es el eje de este grupo, la máquina imprescindible para armar fiesta. “E gatilla aí meu rei, ata que rache o acordeón.”

Con ese título, Kömunikando, se puede pensar en una idea detrás. ¿Existe realmente? “Pues que en este mundo delirante que nos ha tocado vivir, la comunicación entre las personas es cada vez más complicada. Tenemos mucho internet, mucho teléfono móvil, mucha autovía, pero no somos capaces de mirar a los ojos de la gente que encontramospor las calles. No hablamos con nadie, no amamos a nadie… La primera canción del disco resume muy bien todo esto: “Esperta se estás durmindo, dese soño tan profundo, que á túa porta estánpetando as maravillas do mundo.”

Entre los insignes colaboradores en la carpeta del disco están Lino Braxe, Manuel María o Julián Hernández. ¿Se les dio algún tipo de indicación sobre cómo debía ser su participación? “Ellos conocían la idea del disco y no dudaron en lanzar su mensaje. Cada uno escribió lo que quiso, como quiso y donde quiso.Para nosotros es unorgullo poder compartir este disco con ellos, del mismo hecho que lo fuegrabar con nuestros amigos: las mujeres de Batuko Tabanka, con Uxía, Susana Seivane, Xurxo Souto, Metales Preciosos, Julián Hernández, Lino Braxe…”

Además, Os Diplomáticos han tenido que capear con la absorción de su compañía, Fonomusic, por una multinacional. “En un principio, el disco se empezó a trabajar con la idea de editarloen Fonomusic. Empezamos a grabar y ya vimos que las cosas en la compañía no iban muy bien. En medio de la grabación nos comunican la absorción y nos quedamos en pelotas. Entonces, decidimos asumir la producción ejecutiva de todo el proyecto y tirar para adelante. Nos vino muy bien que teníamos unos dineros ahorrados, que si no…”

En ese momento entra en escena el sello discográfico BOA. “Cuando ya teníamos toda la grabación y el diseño de carpeta e interiores acabados, nos llegaron varias ofertas de discográficas y sólo teníamos que escoger la mejor. En BOA, desde el primer día, pusieron mucho interés en el disco y en el grupo. Además, la forma de trabajar de ellos coincide mucho con la filosofía de Os Diplomáticos.”

Aunque BOA es una discográfica gallega, está asentada en Madrid, con lo que parece vigente la intención de ser el grupo que canta en gallego con mayor repercusión en el resto de España. “Sí.El grupo siempre tocó mucho fuera de Galicia. De hecho, la gira comenzó en Barcelona y Madrid, antes de llegar a Galicia, y después seguiremos por Euskadi, Andalucía, etc. Además, tenemos previsto hacer gira en Francia.”

Una de las últimas novedades en relación con el grupo es su página web. “Aún estamos trabajando en ella, pero ya tiene algunos contenidos. Se puede encontrar fotos del grupo, las letras del disco, la biografía del grupo, discografía, información de Kömunikando, todo ello en gallego, español, francés e inglés, así como calendario de conciertos y contactos. Próximamente tendremos un libro de visitas para que cada uno cuente lo que le parezca. Espero que os guste.”

Ya han pasado más de diez años desde aquel 1990 en el que el grupo empezó a aporrear sus instrumentos. ¿Cómo ve Rómulo a Os Diplomáticos de hoy con relación a los que empezaron allá por 1990? “Bufffff. Supongo que entonces éramos unos locos, más bravos y punkies que Dios, unos extraterrestres que hacían rock en gallego con acordeón con un discurso delirante: parrochas, churrasco e pelos no peito. Y ahora seguimos igual de locos, pero ya no parecemos extraterrestres. Ahora cantar en gallego y tener un grupo de rock con acordeón ya no parece una locura. ¡La historia cambió de carallo!”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON ISOBEL CAMPBELL

ENTREVISTAS 2003

Isobel Campbell, fotografiando al corazón

Tras compaginar The Gentle Waves, su propio proyecto, con el grupo que la dio a conocer en todo el mundo, Belle & Sebastian, Isobel Campbell se decidió por presentarse con su propio nombre. Después de tres años de trabajo, aquí llega Amorino, título que encaja perfectamente en lo que podíamos esperar de ella.

¿Se podría decir que este es tu disco más variado?

– Sí, creo que sí, aunque, como puedes comprobar existe un nexo entre todas las canciones, que es mi voz, que, más que cantar, susurra.

Tocas un montón de estilos, como bossa nova, pop francés, ragtime, instrumentales, pop orquestado… ¿Tienes algún límite?

– Supongo que refleja mis gustos. Aún así, me gustan el rock, con bandas como Velvet Underground, y podría hacer algo así. De todas formas, cuando compongo me gusta buscar sonidos que complementen mi voz, ya que la voz femenina no es como la masculina. Es cierto que no he hecho ninguna canción rock y me imagino que nunca la haré.

¿Intentabas con este disco hacer algo distinto a The Gentle Waves?

– No fue algo consciente, sino que simplemente intento ser yo. Siempre he sido tímida y retraída, pero esta vez no quería esconderme detrás de un grupo, sino defender con mi nombre algo que yo he hecho. Es como una continuación de un proceso que ha tenido tres discos; para llegar a Amorino han tenido que pasar dos discos con The Gentle Waves y, después, tres años de trabajo.

¿Hay alguna evolución?

– Más bien se trata de experiencia, de pasar tiempo en el estudio. Para mí la composición es como una especie de don en el que hay que trabajar y que mantiene la excitación por las canciones.

En este disco, ¿has conseguido traducir lo que tenías en mente?

– Absolutamente. Es la vez que más cerca he estado, y supongo que tiene que ver con el hecho de que lo he hecho completamente aislada del mundo exterior y concentrada en la música, que es para mí lo más importante, sin tener que tratar con la parte negativa.

¿Te has dado cuenta que el principio de “October Sky” suena como “Moondance” de Van Morrison?

– No, no me había dado cuenta, aunque conozco la canción.

¿Qué voz suena al principo de “The Cat’s Pijamas”?

– Es de la película Frankenstein, de James Whale, de 1931.

“Time Is Just The Same” me recuerda a los dúos de Nancy Sinatra y Lee Hazlewood, algo que también me pasó con el segundo disco de Camera Obscura.

– La voz en la canción es la de Eugene Kelly. Me encanta esa música, así que gracias. Lo que no he escuchado aún es el segundo álbum de Camera Obscura, pero hoy voy a bajar a la tienda de discos, porque he perdido uno de Nancy Sinatra, así que, probablemente, me compre también el de Camera Obscura.

¿Es el amor el tema principal de tus canciones?

– Escuché una vez una conferencia de Nick Cave sobre el tema de las canciones de amor, y también tengo claro que la mayoría de las mejores canciones que existen tratan del amor. Aunque, en mi disco, el tema principal es explorar distintos aspectos y relaciones del amor en un sentido muy amplio, no sólo el romántico. Pero, bueno, el título es Amorino, así que… Ya sé que la palabra es parecida en español. Tengo aquí una amiga española que me está enseñando algo del idioma.

¿Vas a presentar el disco en directo?

– Tengo un concierto en Londres en diciembre y otro en Glasgow. También un promotor me ha preparado una gira por América y espero pasar por Europa después. No es que quiera dar un montón de conciertos, pero sí algunos, ya que no he tocado mis canciones demasiado. El problema es que tengo una banda grande y es costoso.

¿Son los 60 la época con la que más te identificas musicalmente?

– Sí, sobre todo. Amo los discos de los 60, que suenan modernos, frescos, innovadores… Bob Dylan, la Velvet Underground… Increíbles. Fue una época única, en la que se juntaron el arte, el estilo, la inocencia de la gente, los ideales… Me gusta también el jazz, cosas de los años 20 y 30.

He leído alguno de tus poemas y relatos en la web de Jeepster. ¿Has pensado en escribir en un libro?

– Pensaba que no podía, pero, al mismo tiempo, me gustan las historias, las películas, los libros. Tal vez cuando tenga una buena historia, en unos diez años…

Has colaborado con mucha gente: Arab Strap, Snow Patrol, Teenage Fanclub, The Bathers, Looper, The Pastels… ¿De cuál has quedado más contenta?

– Del EP de jazz que hice con Bill Wells el año pasado, ya que es mi mejor amigo, quien más me ha enseñado y quien comparte más conmigo. Teenage Fanclub son gente encantadora. Y The Pastels hacen una música única.

¿Cuál fue la razón principal para abandonar Belle & Sebastian?

– Ha sido una cosa tan grande en mi vida y siempre lo será, pero quería concentrarme en escribir mis propias canciones y ver dónde podía llegar. Hace un tiempo me era fácil compaginar ambas cosas, pero cada vez era más difícil, así que tuve que tomar una decisión.

¿Qué te pareció su último disco y la idea de trabajar con Trevor Horn?

– La verdad es que tengo el disco, pero sólo he escuchado una canción. Ya habían trabajado con otros productores, y él es una leyenda, así que creo que fue idea valiente.

Por último, ¿cuál es tu recuerdo de la actuación en el Festival Internacional de Benicassim del 2001?

– Fue increíble. Nunca habíamos tenido una recepción y un éxito así. Recuerdo que cuando salimos al escenario y miramos para abajo no podíamos creerlo, había gente hasta donde se perdía la vista. Lo pasamos muy bien y lo que pudisteis ver en nuestras caras fue una reacción honesta al ver a la gente tan feliz.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MARS VOLTA

ENTREVISTAS 2003

The Mars Volta, duros y progresivos

En 1996 Julio Venegas, un artista de El Paso, Tejas, se suicidó. Era un espíritu libre y un provocador, “Definitivamente vivió su vida hasta el límite,” recuerda su amigo, Cedric Bixler Zavala. “Hacia el final, tenía muy mala pinta debido al coma. Su cuerpo era un mapa lleno de cicatrices y algunos de sus amigos le llamaban Frankenstein. Tenía unas marcas muy grandes en el cuello, moratones, golpes, y su brazo estaba destrozado por echarse veneno para ratas. Parecía una enciclopedia de cicatrices.”

Cuando Cedric cantaba en At The Drive-In, escribió una letra -“Embroglio”, perteneciente al disco Acrobatic Tenement de 1998- acerca de Venegas, quien se mató mientras el grupo estaba ensayando. “Creo que no fue justo lo que le pasó,” continúa. “Me sentí con ganas de dedicarle un disco entero.”

Aquel disco es De-Loused In The Comatorium, el primer álbum de The Mars Volta. De-Loused In The Comatorium contiene una hora de música irritable, sin miedos y pensativa, una celebración ficticia de la vida de Julio Venegas.

“El concepto del disco es la historia de un hombre que intenta suicidarse con una sobredosis de morfina. En vez de morir, cae en coma durante una semana, y vive experiencias fantásticas en sus sueños, batallas entre lo bueno y lo malo de su conciencia. Al final, se despierta del coma, pero elige morir.”

Un tema ambicioso y directo, pero ya hemos aprendido a esperarnos mucho de Cedric y de Omar Rodríguez-López, su compañero de faena. Como dice Omar: “Tenemos una ideología muy sólida, y una parte de ello consiste en tener las máximas ideas posibles para no quedarte estancado.”

En At The Drive-In, la lingüística de Cedric venía marcada por sus raíces en el post-hardcore. Ahora, la música se forma por palabras imaginativas y sin compromiso. De-Loused In The Comatorium incluye ocho canciones que pueden recordar a Led Zeppelin, Fugazi, Jane’s Addiction, Can, Santana, Spirit, Miles Davis… Y, ocasionalmente, a At The Drive-In.

Es sin duda alguna música progresiva: abierta en su género, sin miedo a la seriedad, y siempre con nuevas ideas en cada nota. “Supongo que el concepto de la música progresiva está un poco congelado,” dice Cedric. “Es lo viejo, lo que los chicos quieren que desaparezca. Yo sólo espero que la gente no piense que van a ver a un tío tocando los teclados sobre hielo. Tenemos los pies sobre la tierra, hay mucha estética punk envuelta.”

Para Cedric y Omar, The Mars Volta también representa una escapada, de alguna manera, ya que no se ven sometidos a ningún límite. Ya con la entrada del nuevo milenio, At The Drive-In fue uno de los grupos más dinámicos del planeta.

Volviendo de una gira europea a principios del 2001, Omar se sentía muy infeliz, aunque no tenía nada que ver con sus ideas políticas o sus expectativas, como se había dicho. “Estaba aburrido de la música que estábamos tocando,” se acuerda. “No parábamos de hacer los mismos discos. Fue muy bonito que nos prestaran atención con At The Drive-In, después de seis años, pero nos quedamos musicalmente vacíos, espiritualmente vacíos. Es importante saber empezar de nuevo, empezar de la nada y no temer exponerte a ti mismo.”

Al final, le contó a Cedric su interés en grupos experimentales. “La idea era tener un grupo sin limitaciones conceptuales. Ambos supimos que aquello supondría un gran sacrificio, muchos corazones rotos y un cambio en nuestras vidas. Aún así, ambos lo aceptamos con tal de no hacer sufrir a la música.”

Omar empezó a buscar a los músicos que necesitaban para The Mars Volta: Ikey Owens de The Long Beach Dub All-Stars, teclados, y Jon Theodore, un batería que tocó con Golden, al igual que Jeremy Ward, su amigo de De Facto, quien se convertiría en el miembro secreto del grupo, para manejar los samplers y los efectos detrás del escenario. “Fue genial tocar con personas con la misma visión,” continúa, “una influencia que siempre ha formado parte de At The Drive-In.” Jeremy Ward, lamentablemente, falleció en mayo de 2003, tan sólo unas semanas antes de la edición de este primer disco.

Gracias a su propio sello, Gold Standard Laboratories, y una serie de conciertos consiguieron atraer la atención de Rick Rubin, productor, de Flea, que tocó el bajo, y de su viejo amigo John Frusciante, otro miembro de los Red Hot Chili Peppers, quien colaboró con su guitarra en “Cicatriz”.

A finales del año pasado, The Mars Volta se instalaron en la casa de Rubin, en Laurel Canyon, una casa con una “presencia muy fuerte”, según Omar, y empezaron a grabar De-Loused In The Comatorium. El resultado es este disco tan apasionado, elaborado e inventivo, uno de esos discos en el que la música está presente de una forma muy emocional.

“Creo que nos costó muchas vueltas,” admite Cedric, “pero todos mis discos favoritos son así.” Parece que The Mars Volta le piden mucho a la música, y saben que no son los únicos. “Nuestra música no es nada del otro mundo, pero tampoco somos marcianos,” reconoce Omar, modestamente. “Sí nosotros lo hemos conseguido, habrá otros que también lo consigan.”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON DOM MARIANI

ENTREVISTAS 2003

Dom Mariani, el amigo australiano

Dom Mariani lleva ya unos 20 años haciendo pop de guitarras. Primero con los míticos The Stems, que hace poco se reunieron de nuevo y pasaron por España para una gira. Después con DM3, grupo emblema del power-pop. Ahora se reinventa con The Majestic Kelp y un disco instrumental. En esta entrevista nos adelanta sus planes de futuro.

Eres ya una institución en el rock’n’roll australiano. ¿Cómo sienta?

– Está bien. Tengo suerte y me gusta haber podido estar tanto tiempo haciendo música y que la gente esté interesada por lo que hago.

¿Cuál fue la principal razón para deshacer The Stems en 1987, cuando estabais a punto de empezar una gira europea?

– No fue algo intencionado. Llegó un momento en el que habíamos hecho muchas giras, teníamos un manager muy malo y supongo que éramos jóvenes y alocados, con muchos problema de ego, así que me marché y la banda no siguió.

¿Crees que se aprecia ahora más el trabajo de The Stems que entonces?

– Es una buena pregunta. No lo sé, de verdad. Hay gente que nos está descubriendo ahora. Cuando tuvimos éxito entonces fue como una montaña rusa, muy excitante. Hay gente que aún nos recuerda, tanto como para poder hacer una gira en España e Italia, por ejemplo, que es en lo que estamos ahora.

¿Cómo fue lo de juntarse de nuevo con el resto de la banda?

– Fantástico y sorprendente. Cuando alguien nos los sugirió, todos teníamos nuestros recelos, sobre todo porque volvieran los viejos resentimientos. Pero ahora lo único que nos importa es la música, salir y tocar, y lo estamos pasando en grande.

¿Cuál es la diferencia entre los Stems de los 80 y los de ahora?

– Obviamente, en los 80 hubo un tiempo en que también lo disfrutamos mucho. Pero hay cosas que pasan cuando eres joven, que no puedes soportar ciertas cosas, lo que es ciertamente algo triste. Ahora somos mayores y un poco más sabios, así que podemos saber qué cosas son las realmente importantes.

¿Hay posibilidad de alguna grabación nueva?

– Es lo que deberíamos empezar a considerar. La verdad es que no puedo decir que no definitivamente. Tenemos que ver qué es lo que quiere todo el mundo. No es que no tengamos canciones, pero tiene que haber alguien realmente interesado en grabarnos un disco.

Por aquí no se sabe mucho de lo que fue tu siguiente proyecto, The Someloves. ¿Editasteis sólo el disco Something Or Other en 1989?

– Sí. The Someloves era un proyecto paralelo, con el que tuvimos la oportunidad de hacer un disco, y eso fue todo. No seguimos con ello.

Trabajaste en aquel disco con Mitch Easter. ¿Eras un seguidor de su trabajo?

– Sí. Me gustan sus canciones, su trabajo como productor y, sobre todo, que es músico, por lo que es mucho más fácil trabajar con él. Entiende lo que quieres. De hecho, trabajé también con él en mi primer disco como DM3 y, probablemente, lo vuelva a hacer en mi próximo disco.

Tu grupo principal desde entonces ha sido DM3, editando 3 discos y un recopilatorio.

– Sí, tres discos, dos recopilaciones y muchas grabaciones desperdigadas por diferentes discos, además de otras que no llegaron a editarse.

¿Fue Road To Rome tu disco mejor recibido?

– Sí, y también es mi favorito. El primero tenía buen material, pero era todo más bruto. En el segundo, todo estaba mucho mejor enfocado, y pasamos mucho tiempo con la producción. Es con el que más contento estoy de los tres. El tercero estaba formado por diferentes sesiones hechas en distintos estudios y fue el más difícil de hacer.

¿Es The Majestic Kelp un proyecto paralelo para el disco Underwater Casino?

– Habrá más discos del grupo. Es algo que deseaba hacer desde hace tiempo. Empezó como un proyecto paralelo, pero fue tomando forma como un grupo de directo y, una vez desaparecido DM3, éste es mi grupo ahora. Tengo más discos de ese tipo, con este grupo, en mi cabeza, aunque no sé hacia dónde irá. El segundo será diferente al primero, basado en las guitarras y puede que con algo de voces. Por cierto, acabo de acabar mi primer álbum en solitario, y es una continuación de lo que hacía con DM3.

Este disco con The Majestic Kelp está basado en instrumentales surf, pero no es estrictamente música surf.

– No, no quería que fuera así. Tenía la idea de la guitarra surf en la cabeza, pero buscaba algo más cinematográfico. Hay muchas cosas distintas ahí que recogen cómo toco la guitarra y lo que me gusta: blues, lounge, R’n’b, garage… Buscaba poner todas mis influencias y escribir las mejores canciones que pudiera, sin voces, supongo.

¿Por qué crees que se recibe tan bien a los grupos de power-pop en España?

– No tengo ni idea. Es una pregunta difícil para mí que vengo de Australia, al otro lado del mundo. Pero sí que veo que se aprecia el rock’n’roll, que tocan grupos que nunca veo en Australia. Estos días he visto carteles de grupos grandes como The Chesterfield Kings, The Barracudas… Supongo que España es una de las últimas fronteras, donde los grupos de rock aún pueden tocar.

¿Alguna otra banda australiana que valga la pena seguir?

– Jet, que han hecho un buen disco. Hay también buenos grupos de rock’n’roll de Detroit en Perth. Y supongo que habrás oído hablar de You Am I.

Por último, ¿qué versiones haces en directo?

– Con The Stems hacemos “Sorry” de los Easybeats, también “Stepping Stone”. Con The Majestic Kelp hacemos “Making Time” de Creation, “Tired Of Waiting For You” de The Kinks, algo de The Rascals, “The Letter” de The Boxtops…

Xavier Valiño

1 202 203 204 205 206 308