CAMPUS GALICIA ENTREVISTA COLDPLAY

ENTREVISTAS 2002

Coldplay, el último vals

El segundo álbum del grupo, A Rush Of Blood To The Head, ha tardado más en aparecer de lo que esperaban sus seguidores. Una vez más, el control que el grupo lleva de todo lo relacionado con ellos es lo que ha causado esta demora.

“Tenemos un control total sobre todo lo que hacemos, y para mí eso es algo muy importante a la hora de desarrollar nuestra personalidad y la música que hacemos”, aclara Will Champion, el batería. “Controlamos la grabación, los videos, la imagen de los discos, todo. No somos un grupo que se deje controlar, aunque contamos con gente a nuestro alrededor que siempre tiene excelentes ideas.”

Para este nuevo disco, Coldplay han contado de nuevo con el mismo equipo que les ayudó en Parachutes: Ken Nelson como co-productor y mezclador y Mark Phythain en la programación de los ordenadores. Todos quedaron satisfechos del resultado, excepto el propio grupo.

“Nos parecía que había algo que resultaba demasiado suave,” recuerda Johnny Buckland, el guitarrista. “Nos gustaba lo que habíamos hecho, pero decidimos dar un paso atrás, ver las cosas bajo una perspectiva diferente, y entonces nos dimos cuenta que no era lo que queríamos. Lo más fácil hubiera sido dejar las cosas como estaban y publicar un álbum que nos sirviera para aprovechar el gran éxito que en aquel momento estaba disfrutando el grupo, pero no lo hicimos. Ahora me alegro de haber tomado aquella decisión, porque tenemos en la mano algo con lo que vamos a sentirnos a gusto durantes los próximos dos años.”

Suficiente como para dejar un legado de dos discos impecables, algo que recuerda aquella afirmación de que, probablemente, sólo grabarían un par de discos antes de disolverse.

Chris Martin, el cantante, prefiere eludir el tema y continuar en la línea apuntada por su compañero: “El material que teníamos en un principio era bueno, pero no lo suficiente, así que volvimos a Liverpool, al pequeño estudio donde creamos gran parte del material de nuestro disco anterior. Allí estuvimos los cuatro con Ken y Mark. Dos semanas después ya teníamos listas varias nuevas canciones, entre ellas “Daylight”, “The Whisper” y “The Scientist”. Las grabamos realmente deprisa.”

Parece que en el proceso tuvo una parte importante Ian McCulloch, el líder de Echo & The Bunnymen, banda revivida para bien a finales de los 90. “Nos sentíamos totalmente inspirados y nos dábamos cuenta de que en aquel momento éramos capaces de hacer cualquier cosa que quisiéramos,” prosigue Chris. “No teníamos que crear temas demasiado acústicos, ni demasiado ruidosos. Tampoco teníamos que reaccionar contra nada en especial. Empezamos prestando una atención especial al trabajo de Ian McCulloch, y él nos decía: “Intentad esto, haced lo otro.” Nos aconsejó mucho acerca de lo que estábamos haciendo.”

Aunque el sonido del disco es perfectamente reconocible, este álbum resulta más duro que el anterior, tiene mayor variedad de ritmos y, también, más energía. “En nuestro disco anterior había una sensación mayor de miedo e inseguridad, algo que esta vez pasa mucho más desapercibido.”

Chris continúa avanzando más pistas: “Sí, hemos madurado un poco más, también hemos viajado más y conocemos a mucha más gente. Musicalmente también hemos escuchado muchas más cosas: Echo & The Bunnymen, The Cure, P J Harvey, Nick Cave, New Order… Durante los dos últimos años nos hemos convertido en una especie de esponja que absorbía todo lo que encontraba a su paso, musicalmente hablando. Hemos recogido muchas influencias, y eso es algo que ahora se puede apreciar muy bien en el disco. Gran parte del resultado final se basa en la mayor confianza que tenemos ahora, frente a la inseguridad y las preocupaciones del álbum anterior.”

En los últimos tiempos, el grupo se ha visto envuelto en distintas actividades relacionadas con Oxfam, una organización que intenta cambiar las leyes que rigen el comercio mundial, a favor de los países más pobres.

“Cualquiera que se encuentre en nuestra posición tiene una cierta responsabilidad ante determinadas cosas,” afirma Guy Berryman, el bajista. “Por extraño que pueda parecernos, mucha gente se fija en lo que decimos y hacemos, y todo eso puede ser una importante plataforma de comunicación para conseguir que la gente se fije en temas importantes. Para nosotros no supone un esfuerzo demasiado grande, pero si, además, con ello podemos ayudar a otras personas, mucho mejor.”

“Hemos compuesto este disco como si cada día fuera el último de nuestras vidas, como si quisiéramos entregarnos al máximo, haciendo las cosas lo mejor posible,” afirma Chris. “También hemos disfrutado al límite de todo lo que teníamos alrededor. Queríamos extraer de esta experiencia la mayor cantidad posible de ideas y sensaciones, haciendo las cosas con total convicción. En todo momento hemos sido conscientes de la excelente oportunidad que teníamos entre manos, y eso se refiere no sólo al grupo, sino también a las vidas de cada uno de nosotros en particular. Por supuesto, el disco habla mucho acerca de las chicas. Al fin y al cabo, ellas son lo más importante del mundo, ¿no?”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CARLOS ANN

ENTREVISTAS 2002

Carlos Ann, electrónica sensible

Lo de "disco producido por Howie B" no deja de ser un reclamo publicitario. Pero bienvenido sea en un país en el que hacer electrónica pop con un cierto componente de riesgo casi no existe y en el que una compañía pequeña se gasta sus euros en buscar lo mejor para su artista-socio. Carlos Ann llega este viernes a A Coruña para presentar su segundo disco Entre lujos y otras miserias.

– ¿Llegaste e editar algo con Danzando Confuso o Analogic Emotion?

– Sí: con Analogic Emotion editamos un disco, Moviedisco, que tuvo una muy buena acogida; con Danzando Confuso solamente grabamos maquetas, ya que no encontrábamos ninguna discográfica que se interesara por nosotros.

– ¿Qué inconfesables influencias tienes sobre Moviedisco para que sigan confiando en ti en una época en que se busca el éxito inmediato?

– Bien, en Moviedisco somos una especie de románticos de la música y aunque hay una prisa frenética en conseguir resultados inmediatos, nos gusta ir paso a paso. El ritmo nos lo ponemos nosotros, no el exterior, que está completamente deteriorado. Aparte de esto en la discográfica somos cuatro socios, y yo soy uno de ellos. Todos confían en mí, aparte de yo mismo, porque nunca fallaré, pase lo que pase, siempre daré la cara para todo.

– Lo que me sorprende del envoltorio de tu segundo disco es el sentido del humor que le pones. ¿Era ésa la intención?

– Sí, me encanta reírme. Quería quitarle seriedad al rollo del disco. Yo estoy en la música para divertirme y pasar buenos momentos y el resultado de la portada es exactamente lo que buscaba.

– Lo que me sorprender del disco es la cantidad de arreglos que tiene. ¿Cómo surge tanto detalle?

– Soy detallista hasta la saciedad, no solamente en la música, sino en la gastronomía, las artes florales… Me gusta cuidar todo. En estos tiempos grises cualquier destello de belleza te alegra la vida. Musicalmente los arreglos salen solos, los pide la canción, el clima. Es como cuando un gatito tiene hambre: le das un poco de leche y comida y se calma. A la canción le pasa lo mismo: le das esos arreglos y se relaja para siempre, mostrando una cara de felicidad y de satisfacción, que te entran ganas de componer otra y otra y otra…

– ¿Cómo surgió la producción de Howie B?

– Nos conocimos en el 97: estábamos Howie B, Björk y más gente en el Moviedisco Club. Tocaba Björk. Casualmente, la siguiente semana venían U2 a Barcelona y Howie B estaba con ellos llevando el sonido. Después del directo, Howie B pinchó en nuestro club y hubo un rollo increíble entre nosotros. Después yo tocaba en directo, me vio…

– ¿Cuáles de los discos producidos por Howie B que te llegan más?

– Los suyos me gustan mucho, tienen actitud. Lo de Passengers es muy bonito, lo de U2 suena brutal. Howie B es grande, muy grande.

– ¿Ves otra gente en nuestro Estado que esté haciendo lo mismo que tú o te sientes un rara avis? ¿Qué me dices si te cito a La Mode, Family o Carlos Berlanga y Fangoria?

– No veo a nadie y mira que me fijo. Los nombres que tú me comentas son, quizás, lo que más se aproximan a mí en un país carente de música electrónica y provocativa.

– ¿Y fuera? ¿Cuáles han sido tus últimos descubrimientos?

– Ladytron y Fisherspooner.

– ¿Crees que con un poco de apoyo de los medios podrías llegar a públicos más amplios?

– Es necesario el apoyo mediático, con el que la gente puede saber que existes, y más para una discográfica tan arriesgada como la nuestra. Creo que si la prensa apoya más este disco y tiene una repercusión aceptable en la industria, las cosas cambiarán mucho en este país. Agradezco de todas maneras como se esta volcando la prensa, sinceramente no me esperaba tanto.

– ¿Qué sorpresas encierran tus directos?

– Me dejo llevar en cada directo de una manera diferente, dependiendo de mi estado de ánimo, de la gente. No soy de los que se preparan las cosas, no soy calculador: soy muy mediterráneo, dejo que las cosas fluyan y me dejo llevar por ellas.

– ¿Qué versiones haces en directo?

– "Take On Me" de A-ha, "Personal Jesus" de Depeche Mode, "It´s My Life" de Talk Talk…

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON CAMERA OBSCURA

ENTREVISTAS 2002

Camera Obscura

Biggest Blues Hi-Fi es el disco de debut de estos escoceses que ya llevan un tiempo rondando por ahí. Es, también, el disco que todos hubiéramos querido tener por parte de Belle & Sebastián en este 2001 y no el que nos han ofrecido -la irrelevante banda sonora de Storytelling-. La relación no es casual: Stuart Murdoch, de los escoceses más importantes en el mundo del pop en este momento, ha sido su principal baluarte hasta ahora.

Ante su tourné por la piel de toro nos ponemos en contacto con ellos para que nos den algunas claves de su pasado, su presente y su futuro. Nos responde la encantadora Tracyanne.

– En el Festival de Benicássim sonaba "Eighties fan" en los intermedios entre conciertos, lo cual siempre ha sido reservado para grupos que han pasado por allí o que van a ir, normalmente al año siguiente, ¿Es esta una señal? ¿Os gustaría acudir al FIB alguna vez?

– Sí, ya me lo habían comentado: Stuart escuchó la canción cuando estuvo allí tocando con Belle & Sebastian. Nos encantaría tocar en Benicássim, depende más que nada de la organización.

– ¿Cómo estáis encajando este marasmo de buenas críticas y de, supongo, palmaditas en la espalda?

– El álbum ha sido bien recibido en España, pero nos es difícil saber hasta que punto, pues no vivimos ahí. Para ser honestos, a la prensa musical británica no les importamos demasiado…

– ¿Teméis haber puesto el listón muy alto con vuestro primer largo?

– ¡No!

– ¿Qué se siente al contar con el apoyo de Stuart Murdoch, de Belle & Sebastian? ¿Aparte de arreglos, qué mas os aportó?

– Stuart es un amigo íntimo, siempre esta dispuesto a aconsejarnos.

– Partiendo de vuestra propia sustantividad y personalidad, ¿os molestan las comparaciones con Belle & Sebastian?

– No nos importa que nos comparen con ellos, podría ser peor. ¡Podrían compararnos con Travis, por ejemplo!

– ¿Escocia imprime carácter?

– Creo que los escoceses tienen un arraigado sentimiento de identidad, pero también creo que, independientemente de la riqueza de un país, siempre tenderá a influir sobre el carácter de su gente.

– La edición de vuestro disco en España por un sello como Elefant no podría ser más acertada… ¿Muestra de control de vuestra carrera o de interés preciso por parte de Elefant?

– No estoy seguro, creo que fueron ellos quienes contactaron con nosotros. No puedo imaginarme un sello más adecuado que Elefant. Incluso sus diseños de portadas casan perfectamente con nuestro estilo musical.

– ¿Qué esperáis de vuestra gira española?

– Sobre todo tengo muchas ganas de tocar para gente que nos quiera escuchar de verdad.

– ¿Qué debemos esperar nosotros? ¿Alguna versión sorprendente?

– Sí, tenemos unas cuantas versiones preparadas…

– ¿Podéis desvelarnos algún proyecto futuro?

– Estamos trabajando en el disco que seguirá a Biggest Bluest Hi-Fi, que saldrá probablemente a principios del año que viene.

Pedro Hermida

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CAETANO VELOSO

ENTREVISTAS 2002

Caetano Veloso: “No soy nacionalista, a ningún nivel”

Hace casi un año, cuando apareció el disco Noites do Norte, Caetano Veloso decidió hacer un lanzamiento singular que sirviera de crítica o comentario a las intervenciones del periodismo en la música brasileña. Antes de que el compacto estuviera en las tiendas, Caetano convirtió su sitio de Internet en una página de Noites do Norte y publicó, a modo de autopresentación, una entrevista de Geneton Moraes Neto: una manera de mostrar qué pensaba del disco y de anunciar qué diría, mucho más tarde, a la prensa. Porque Caetano Veloso quiso, con deliberada intención pedagógica, que todos los críticos hubiesen escuchado la música antes de hablar con él, para evitar los prejuicios y las meras intuiciones.

Hace pocos días atrás, y repitiendo una fórmula que evidentemente funciona bien, salió a la venta en Brasil Noites do Norte ao vivo, basado en el espectáculo con el que ha estado últimamente girando por varios continentes. La característica central es la exhaustividad del registro: más de dos horas de música en un compacto doble, retomando las canciones grabadas en estudio, con nuevas versiones de viejos temas propios y prestados.

– ¿Cómo repercute en el arte la pérdida de instancia crítica que señala en el periodismo? ¿Cuál es, en tu experiencia, la relación con la crítica?

-Una vez, Joao Gilberto dijo que lo que yo hacía era acompañar la música con el pensamiento. Era una forma de decir que introduzco la crítica en el propio trabajo musical. No sé si la instancia crítica se perdió en el periodismo, sólo siento que, con frecuencia, al menos en Brasil, los suplementos de espectáculos y cultura se parecen mucho a hojas de promoción de compañías discográficas o de agencia de artistas, y los críticos, que quieren mostrarse liberados del mercantilismo, no hacen más que alimentar preconceptos mezquinos: dan cabida a esos preconceptos en nombre de una lucha contra el enfoque comercial de los diarios para los que trabajan. Y, en realidad, al hacer alarde de esos preconceptos no hacen más que volver sus diarios aún más comerciales.

– Has dicho hablando de Naçao Zumbi (grupo que declara una distancia con el trabajo de Caetano Veloso), que es interesante la necesidad de crear "en contra de algo, de alguien". Es, en cierta medida, crear un enemigo artístico. ¿Contra quién creas? ¿Cuáles son tus enemigos y a qué arte te opones?

-Ni Tom Jobim ni Joao Gilberto necesitaron oponerse a Ary Barroso o a Dorival Caymmi. Ni Gil ni yo necesitamos nunca oponernos a Joao y Tom. No me gusta incentivar demasiado esa moda de hoy en día de los muchachos que necesitan declararse enemigos de los que los precedieron. Lo que yo dije es que lo que hace Naçao Zumbi es tan bueno que, si para eso fue necesario que yo no les gustara, todo bien. Pero, como a mí me gusta lo que hacen, preferiría que a ellos les gustase lo que hago yo. De hecho, no estoy seguro de que no les guste.

– ¿Cómo se conjuga esa constante defensa tuya de lo popular con tu compleja construcción conceptual de la música?

-Soy naturalmente popular. De formación. Sé cantar canciones populares desde que aprendí a hablar. Me gustan. No niego el término Música Popular Brasileña: reniego del uso que se hace de él. Acá en Brasil, MPB se transformó en el nombre de un género musical. Es como si fuese el género más noble. Y, como es muy variado y no tiene ninguna unidad que admita su caracterización como género, el criterio termina basándose en aquellos preconceptos de clase que guían la crítica pretenciosa de la que hablaba en la primera pregunta. La complejidad conceptual de la construcción de mi música nace exclusivamente de la conciencia que tengo de esa situación, y de mi gusto. Las ideas del poeta modernista Oswald de Andrade, tienen todo que ver con eso. El insinuó una actitud vital, luminosa, antiprovinciana, enemiga de los preconceptos y de los cercos del buen gusto que alentó mucho a la generación tropicalista.

– Sueles decir que te interesa el proceso de creación a partir de la composición de la palabra cantada, como una unidad. ¿Cómo fue el proceso de gestación del disco?

-Mi plan inicial para el disco que terminó llamándose Noites de Norte era trabajar a partir de la combinación de voz y percusión. Quería hacer un disco más de sonidos que de canciones. Por lo tanto, no estaba pensando en partir de la palabra cantada. Pero cayó en mis manos un libro de Joaquim Nabuco y no pude dejar de ponerle música a ese fragmento sobre la esclavitud. De ahí, volví a las canciones: hice "13 de Maio" y "Cantiga de Boi", decidí volver a grabar "Zumbi" de Jorge Benjor y mi "Sou seu sabiá". En fin, volví a la palabra cantada: digo que me siento un esclavo de las canciones. Pero los experimentos de voz y percusión atraviesan todo el disco y le dan el sabor. Un sabor hecho de la tensión entre esa dulce esclavitud a las canciones y de alguna libertad cautelosa.

– Noites do Norte es un disco muy variado. ¿Eso fue una búsqueda o es el resultado de un trabajo que apunta simultáneamente a diferentes blancos? ¿Tiene que ver con la idea de hacer música con una visión de cineasta como dices en tu libro, Verdade Tropical?

-Sí, tengo visión de cineasta. Noites do Norte es variado; pero muchos de mis discos lo son. Creo que, efectivamente, eso se debe a que apunto a diferentes blancos al mismo tiempo, pero también a la idea de que varias cosas diferentes yuxtapuestas pueden crear una unidad en otro nivel, como en el montaje cinematográfico. Nunca dejo de pensar un disco un poco como una película. Puedo decir lo mismo de mis espectáculos: son como películas para mí.

– En tu obra, la idea de homenaje, la declaración de tu admiración por otros artistas es una constante. ¿Se trata de un gesto de reconocimiento o piensas que un artista se define a sí mismo, también, a partir de esas declaraciones?

-Las dos cosas. Quiero agradecer, agradar, celebrar. Pero también sé que voy construyendo mi identidad artística, y mi conciencia sobre ella, a través de esos retratos.

– En tu trabajo parece haber un doble movimiento conceptual que contribuye, por un lado, a la construcción de la identidad brasileña y, por el otro, a la construcción del personaje Caetano Veloso para el mundo. Pensando también en la idea de un artista más global, del artista-cineasta, ¿hasta qué punto intentas medir la construcción de esas imágenes?

-Yo ni siquiera tenía planeado transformarme en músico profesional. Los acontecimientos me trajeron al lugar en el que me encuentro. En este lugar, poco a poco, fui viendo algunas oportunidades, que se tornaron enseguida responsabilidades, de resolver la identidad brasileña. En años más recientes me di cuenta de que la solución del tema de la identidad brasileña incluía una aceptación por mi parte de una figura Caetano Veloso en el mundo. Es decir: esto incluía esfuerzos en el sentido de tener que confirmar las buenas expectativas que, para mi sorpresa, muchas personas en algunos lugares del mundo, y algunas personas en muchos lugares del mundo, tenían en relación a mí. Soy lo suficientemente vanidoso como para que eso me produzca algún placer, pero está claro que también tengo que dejar pasar otros placeres mayores. Tengo la disposición suficiente como para no dejar que la pereza sea más fuerte que el respeto por la creación que la situación me exige.

– ¿Crees que la respuesta a esa diversidad e indefinición es cierto nacionalismo, llamativo, de hecho, para los extranjeros?

-La respuesta anterior ya abarca estas cuestiones. Sólo puedo agregar que, dentro de Brasil, hay gente que piensa que no tenemos identidad y que debemos buscar una; hay gente a la que le gustaría librarse de Brasil, de su mulatez, de su desconocida lengua portuguesa -hay un texto de Borges sobre la contribución negra a las Américas en el que Brasil ni siquiera es citado-, de su desorden, su inestabilidad, su pobreza y su mala distribución. Hay quienes, en cambio, mezclan nacionalismo con patriotismo y exaltan la inexistencia de volcanes, tifones y terremotos y la paz racial y piensan en defender la soberanía nacional contra el imperialismo norteamericano o el colonialismo cultural europeo. No me encuadro en ninguno de esos estereotipos. Creo que la mayoría de la población brasileña tampoco. Aunque algunos mezclen un poco de cada uno de esos vicios, la reacción directa, la reacción inconsciente, el movimiento esencial de los brasileños en general, sigue la realidad de la situación que acabo de describir.

– Planteas que una de las principales secuelas de la esclavitud en Brasil es la indefinición. En canciones como "Haití" muestras un país contradictorio, hostil y maravilloso. También escribiste en "Fora da ordem": "Aquí todo parece que todavía es construcción y ya es ruina". ¿Cómo ves Brasil ahora?

-Acepto provisoriamente decir que contribuyo a la construcción de la identidad brasileña. Pero, pensado más profundamente, no creo en eso. Por un lado, siempre sentí a Brasil como una identidad nítida y firme. Digo que, en mí, Brasil está resuelto. Por otro, no soy nacionalista en ningún nivel. Estoy seguro de que el modelo del Estado-Nación es algo pasajero y de que las naciones fueron inventadas ya en la curva descendente de esa idea. El hecho de que los Estados Unidos sean un país sin nombre es absolutamente adecuado al papel que cumplen como líderes del mundo en esa transición. Sí, porque América es el nombre del continente y Estados Unidos sólo indica una organización genérica y, por lo tanto, no puede ser el nombre de un país singular. Tan es así que Brasil se llamaba Estados Unidos del Brasil y México, creo, se llama aún hoy Estado Unidos de México. Hostil y maravilloso, excesivamente contradictorio, todo eso me parece verdadero con respecto a Brasil. Levi-Strauss, en Tristes Trópicos, escribió que las ciudades brasileñas parecían estar en la decadencia sin haber alcanzado la madurez. Es muy fácil encontrar ruinas de construcciones inacabadas acá. Pero nuestra situación concreta -ser el único país de lengua portuguesa de América, poseer un suelo de dimensiones continentales con una población altamente multirracial, ser la mayor población negra fuera de África- nos da oportunidades y responsabilidades históricas singulares. Soy uno de los que van a hacer cualquier cosa para que esas oportunidades sean aprovechadas y las responsabilidades encaradas con coraje e incluso con alegría.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON BRIAN FERRY

ENTREVISTAS 2002

Bryan Ferry, dandy hiperactivo

Frantic -Frenético- no es un calificativo que se asocie normalmente a la percepción popular que se tiene de Bryan Ferry. Su nuevo álbum es un conjunto de canciones enérgicas y efervescentes, que mezcla temas propios elegantes con un puñado de versiones. Revitalizado tras la gira para la que se volvieron a reunir Roxy Music el año pasado, Bryan Ferry suena con más fuerza que nunca.

“El título Frantic viene de unas letras que escribí pero que acabaron por no incluirse en el álbum, pero aún así parecía un buen título para este disco. Estos dos últimos años han sido muy agitados para mí: estuve de gira y a la vez grabando, así que el estado de ánimo con el que compuse este álbum no se puede describir de otra forma que frenético.”

El álbum está repleto de una energía que Ferry solía mantener oculta. Se puede decir que esté quizá más centrado en las canciones que obsesionado con las texturas. “Con el disco As Time Goes By ya me había inspirado en el sonido de los años 30, y esta vez quería hacer algo muy diferente: quería hacer un disco basado en el sonido de guitarra y que mostrase sentimientos muy vivos, muy directos.”

En este disco aparecen músicos como Johnny Greenwood de Radiohead, Dave Stewart de Eurythmics, que colaboró en la composición de varios temas, y varios incondicionales de las giras de Roxy Music: Paul Thompson, Chris Spedding, Colin Good y Lucy Wilkins. También Bryan Eno colaboró con Bryan Ferry por primera vez en varios años en la composición del tema final “I Thought” y tocó en “Goddess Of Love”. “¡Y canta con gusto en las dos!,” añade Bryan sonriendo.

En cuanto a las letras, y para deleite de los fans de Roxy Music de toda la vida, Ferry versionea y revigoriza temas que ya había explorado con anterioridad: el amor, la sensualidad, la nostalgia, el hogar ideal… El hecho de que frantic (frenético) rime con romantic (romántico) no es del todo casual.

La grabación de Frantic se interrumpió el año pasado para hacer la gira reunión de Roxy Music. “Una gran experiencia,” señala Ferry. “También me supuso un valioso respiro al pasar un tiempo sin pensar en el disco”.

Hoy tiene un recuerdo para aquella aventura. “Había verdadera energía en Roxy Music, era algo nuevo. Teniendo una formación de sonidos tan interesante, nuestro objetivo era ser diferentes. Así que se tantearon muchas posibilidades. Había muchísimas cosas que nos inspiraban, un montón de palabras fascinantes. Todo eso lo podíamos reflejar de muy variadas formas.”

De la gira final con Roxy Music, de nuevo al estudio. “Fue genial poder coger toda la energía de la gira y de algunos de los músicos y montarse en ella. Colin Good, el teclista de la gira, hizo la producción con Rhett Davies, y trabajamos más y remezclamos algunas cosas que yo había hecho antes con Dave Stewart. Las canciones de Bob Dylan siempre me parecieron muy poéticas, y grabamos “Don’t Think Twice” en directo y de forma sencilla, algo que es poco común hoy en día. Continuamente estoy construyendo esas mezclas de sonido, pero para mí fue genial, como cantante, no tener que competir con otros cien instrumentos.”

La canción con sonido medieval francés “Ja Nun Hons Pris” sirve como breve prólogo para “Fool For Love”, que tiene una especie de aire cortés, y que evoca imágenes de dragones y unicornios no de este mundo.

Goddess Of Love, por el contrario, tiene una inspiración bien distinta. “En cualquier otro sitio es fácil encontrar referencias a ídolos como James Bond, Jackie O, Johnny Ray, Greta Garbo,” señala el cantante, “mientras que “Goddess Of Love” está inspirada en Marilyn. Para mí el escribir algo inspirado por Marilyn Monroe era saldar una deuda que arrastraba desde hacía mucho: ella fue la última diosa de la pantalla.”

Otra de sus inspiraciones es Leadbelly, del que interpreta en el disco su blues clásico “Goodnight Irene” con músicos de cajun. “Es la primera persona que recuerdo haber escuchado en la radio cuando era un niño. Tuvo una gran influencia en mí. Ese anhelo y nostalgia de su voz… Así me nació el amor por el blues que mantengo desde entonces.”

La búsqueda se extiende al futurismo en el tema “Hiroshima”, que explora un mundo de ciencia-ficción cyberpunk y que también rinde homenaje a las películas de la nouvelle vague de Alain Resnais.

Aunque quizá sea “San Simeon”, un regreso a la hermosa escena del crimen que fue la canción de Roxy Music “In Every Dream Home A Heartache”, la que representa paradójicamente el salto más atrevido e imaginativo de Ferry. “La mayor parte de las letras las escribí hace algún tiempo. Algunas vienen de estrofas que no había incluido en “In Every Dream Home A Heartache”. No me había deshecho de ellas. La canción está inspirada en la película de Orson Welles Ciudadano Kane, con un castillo rondado por los fantasmas de un millar de fiestas de Hollywood.”

Xavier Valiño

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