ILEGALES

Ilegales y su valiente reencuentro con un pasado no exento de peligros

 

 

Después de un tiempo dedicado a su otro proyecto en activo, Jorge Ilegal y los Magníficos, Jorge Martínez volvió con Los Ilegales, el grupo que lleva conquistando a públicos de España y Latinoamérica desde finales de los años 70. En esta nueva etapa suma ahora una caja llamada Mi vida entre las hormigas que lleva un documental sobre el grupo recién filmado, la regrabación de 12 de sus temas clásicos más uno nuevo y un libreto de 40 páginas que él mismo ha escrito. Conversamos con él sobre todo este material y algo más.

 

 

Parece que el motivo de esta caja que ahora se edita era darle salida en primer lugar al DVD, ¿no? ¿La idea de editar el CD vino a continuación?

– Sí, Juan Moya y Chema Mera habían terminado el documental cuando surgió la posibilidad de editarlo en formato más lujoso y completo con Virgin.

 

Empecemos por la banda sonora. ¿Alguien se planteó un recopilatorio al uso o una grabación en directo para acompañar al DVD? 

– Un clásico recopilatorio es una formula muy trillada, queríamos ofrecer novedad, una nueva visión que a nosotros nos pareció interesante.

 

Además de la canción que le da título a todo, “Mi vida entre las hormigas” (en tres formatos distintos), finalmente lo que aparece son doce canciones clásicas del grupo pero no en directo frente al público o como se editaron originalmente, sino en regrabaciones del grupo que parecen ser en directo, en una toma, aunque no en conciertos. ¿Hubo problemas con los derechos, era para que se comprobase el estado de gracia del grupo en la actualidad, lo preferías así…?

– No se da la situación de conflicto de intereses, además en última instancia lo que interesa es la música. Un día llegamos al estudio que, además también es nuestro local de ensayo, y los micrófonos estaban dispersos por allí sin demasiada intención. El momento era mágico y lo grabamos tal como salía de los instrumentos sin mover nada. Ese tipo de magia es muy frágil y rara, no hay que contrariarla porque se puede esfumar en cualquier momento. También hay algunas canciones que proceden de un directo en la Universidad Laboral de Gijón. Ese día también estábamos en estado de gracia como tú dices.

 

Las doce canciones son de la primera década de Ilegales. No hay ninguna posterior a 1992. ¿Querías que esa fuese la etapa representada por alguna razón?

– La mayoría son canciones lejanas que habíamos estado veintitantos años sin tocar y otras que nos propusimos sobre la marcha. Ha sido un valiente reencuentro con un pasado no exento de peligros.

 

¿“Mi vida entre las hormigas”, la canción, es anterior al documental? Creo que tiene que ver con el libro que llevas un tiempo preparando, así que supongo que para la letra no tuviste ninguna indicación de nadie, pero no pudo resultar más apropiada como resumen de tu forma de enfrentarte a la vida.

– Yo creo que la canción es la prueba del nueve que demuestra la certera y honesta visión de Juan Moya y Chema Mera porque resume y coincide plenamente con el largometraje documental Mi vida entre las hormigas.

 

Vamos ahora con el DVD. ¿Qué pasó por tu cabeza cuando te propusieron hacer un documental sobre el grupo?

– He rechazado varias veces hacer algo por el estilo pero en esta ocasión algo me dijo que estaba frente a unos grandes artistas y que ellos eran los únicos con el suficiente valor y energía para llevar a cabo semejante gesta.

 

¿Cuándo comprendiste que podías confiar en el director y el equipo para llevar adelante este proyecto? 

– En el primer momento. Mi instinto arácnido funcionó correctamente y acerté.

 

Lo primero que se me ocurrió cuando supe que se iba a hacer la película fue: “¿De verdad a nadie se le ocurrió hasta ahora hacer una película sobre Jorge Ilegal?” ¿Nunca te lo ofrecieron? ¿Has recibido propuestas para hacer otro tipo de cosas sobre tu vida o el grupo? 

– Me han ofrecido papeles desde el principio pero eran bastante tontos. En una ocasión llegué a pensármelo un poco porque se trataba de hacer de Nosferatu y el papel es realmente atractivo. Luego emprendí una de esas giras suicidas y todo se olvidó.

 

En cuanto a lo que aparece en el documental, hay mucho que se podría comentar. Por ejemplo, “Jorge Ilegal es quien mejores hostias ha dado” es una de las primeras citas de la cinta, en este caso a cargo de Jesús Ordovás. Él programó vuestras canciones desde el principio y os siguió bastante, así que su opinión no nos cabe duda de que tiene una base sólida, ¿no? ¿Te encontrabas con tanta gente que iba a por vosotros?

– Sí, era ese tipo de gente que ya eran abusones en el colegio y, como nosotros habíamos dejado ya las chupas de cuero y vestíamos realmente pulcros, venían con la intención de maltratarnos un poco. Se quedaban aterrorizados al darse cuenta de que no había marcha atrás. Nosotros éramos gente amable pero una vez traspasada la línea les partíamos la boca.

 

Varios de los entrevistados afirman que en tu caso es casi imposible separar el personaje de la persona. Es cierto que, por difícil que pudiera ser imaginar estos hechos contados sobre otras personas, en tu caso seguro que nadie duda de su veracidad. ¿Te antecede la leyenda? ¿Qué cosa extraña ha llegado a tus oídos que hayan contado sobre ti que no sea cierta? 

– La leyenda amplifica muchas cosas y, por fortuna, disminuye y olvida muchas más. Aún me sorprendo cuando viene gente a contarme mi vida insistiendo en que la conoce mejor que yo. Una noche un tipo sabiondo estaba empeñado en que mi nombre no era Jorge sino Javier. Me hartó de tal manera que tuve que cambiar de abrevadero porque me daban ganas de matarlo.

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=53v8E_jtHd8

 

 

Una confesión personal: cuando te entrevisté hace años en una emisora de radio, fue la única vez que la Jefa de Programas se interesó por mi programa, me avisó de que tuviera cuidado “porque este tío dice palabrotas” y se pasó toda la entrevista al lado del técnico de sonido. Daba la impresión de que iba a cortar de un momento a otro. Seguro que tú sabrías cómo responder de haberlo hecho. ¿Qué me recomiendas para una situación así? 

– Te recomiendo utilizar el lenguaje y sintaxis del Siglo de Oro Español: se puede uno extralimitar en procacidades sin que los prohibicionistas se enteren. Esta gente tiene un nivel cultural muy bajo.

 

La vuestra es, probablemente, la mayor historia de sexo, drogas y rock’n’roll de la música española. Si le sumamos violencia y alcohol, creo que tenemos el cuadro casi completo. ¿Qué hubiera sido Ilegales sin alguna de las partes de esta ecuación? ¿Podría haber existido sin alguna? 

– De existir sin alguna hubiese sido una mutilación y faltar a la verdad diaria de unos tiempos rápidos y salvajes.

 

En cuanto al sexo, la cinta es escasa en revelaciones salvo una anécdota que cuenta Pablo Carbonell. ¿No hubo quien contase nada, se eliminaron declaraciones…?

– No hemos censurado nada. El equipo del documental ha grabado muchísimo material pero, naturalmente, ha tenido que desechar cosas; así y todo un documental rock de esta duración es un documental largo. Yo creo que han sabido diferenciar con lucidez entre lo esencial y lo simplemente anecdótico para dar una idea precisa de “Ilegales”.

 

También llama la atención que solo aparezcan declaraciones de una mujer en la cinta. ¿Sabes si solo se contactó con Vanexxa o por qué fue así?

– En las grabaciones previas hay más personajes femeninos. Vanexxa es una gran artista y es probable que la hayan elegido por la crudeza, elegancia y precisión con que sabe expresarse.

 

 

Las drogas sí están más presentes. Hay quien asegura que, listo tú, sabes de cuáles mantenerse alejado, y dado las bajas en el grupo por este tema, da la impresión de que la cita lleva razón, ¿no?

– No aconsejaría a nadie que tome drogas pero si de todas formas vas a consumirlas, es necesario que te informes, que extremes los cuidados, que te alejes de la heroína y de su entorno porque puede no haber retorno.

 

También hay mucho rock’n’roll, con tus primeros grupos (Madson, Metálicos), recordando que tocaste con el equipo de Pink Floyd, imágenes tuyas rompiendo guitarras cual Pete Townshend. Pero lo que más me gusta es lo bien que están escogidas las canciones del grupo para ilustrar cada una de las declaraciones de los distintos protagonistas. ¿Colaboraste en ello? Si no fue así, ¿pudiste reparar en ello? ¿Te parece acertada la elección? 

– Ha sido cosa de Juan Moya y Chema Mera; ya he dicho que son unos grandes artistas. Me encanta la precisión con que entran los temas, eso sólo se consigue cuando tienes la talla y los conocimientos necesarios. Yo no lo hubiese hecho mejor, es más; creo que lo podía haber estropeado todo.

 

La confrontación y la violencia en el grupo ha sido siempre algo natural, según se relata, y también se afirma que pocos grupos tan punk ha habido en España. Los episodios de enfrentamientos y peleas narrados son numerosos, incluyendo vuestra expulsión de Ecuador o una con miembros de Gabinete Caligari, que recuerdas sentado a la mesa de un bar hoy en día con Jaime Urrutia. En esa secuencia lo que se trasmite es que todavía se palpa la tensión entre vosotros, 35 años después. ¿Es así, tal y como parece?

– Aprecio realmente a Jaime Urrutia, es un tío muy directo y claro. Dice lo que piensa de manera frontal y esa sinceridad debe ser apreciada como se merece. Además ha escrito grandes canciones aunque no me gusten algunas de ellas. No es posible retirar el cañonazo que le di al bajista, además se lo mereció y seguro que habrá aprendido algo positivo de ello. No obstante le deseo lo mejor.

 

Por último, el alcohol, que se asegura era consumido en cantidades ingentes y habitualmente mezclado. La secuencia que más me gusta en relación a esto es la de un camarero que ni abre la boca cuando le vas contando lo que solías consumir.

– Es una conversación con mi viejo y querido amigo Carlos que tuvo la desgracia de resbalar y caer por unas escaleras. Se produjo tales heridas que no sobrevivió. El micro no recoge bien las cosas interesantísimas que contó sobre las salas de fiestas y las costumbres de la juventud de los años 50s. Una gran pena en todos los sentidos.

 

Hay detalles en la película que hablan más de la persona, de Jorge Martínez: los soldaditos de plomo comprados y hechos por ti mismo, el recuerdo a aquella novia que murió debido a las drogas, cuando hablas de tu familia de conquistadores y militares… ¿Crees que estos antecedentes podrían explicar en buena parte tu forma de actuar en la vida?

– Sin duda mi familia es un buen caldo de cultivo para generar comportamientos individualistas y pendencieros por muchos títulos nobiliarios que haya en ella.

 

Aunque pasa más desapercibido entre el documental y el disco, el libreto que lo acompaña es más que recomendable. ¿Son como un avance del libro que creo estás escribiendo, tu vida y tu filosofía condensada en cerca de 40 páginas?

– Estoy de acuerdo en que el texto vertido en el libreto es realmente interesante y también has acertado en que es un extracto de Mi vida entre las hormigas, libro que me resisto a publicar. En estos textos lo que intento desvelar al lector, o más bien explorador, son los caminos a seguir para cazar canciones y los peligros que dichos caminos entrañan. Es un verdadero manual de instrucciones.

 

¿Qué te queda por conseguir con Ilegales?

– Quiero seguir sintiendo esa cosa eléctrica, ajena a modas y reconocimientos, a insultos y prohibiciones, que hace que la vida sea digna de ser vivida.

 

¿Y a nivel personal? 

– Es exactamente lo mismo, el personaje no ha devorado a la persona ni viceversa porque son la misma cosa. Pero si pudiese pedir algo no musical, pediría encontrar los moldes para hacer soldados de plomo que fabricó Sanquez; he reunido gran parte del material de este gran artista pero no todo. Admiro sus caballos incluso más que a los de Degás. Tengo la fortuna de atesorar tres de los cinco moldes de caballos que han salido de sus manos virtuosas. ¡La vida es bella!

 

Igual que a principios de los 80 ya daba la impresión de que seguirías haciendo esto años después, ahora parece que morirás con las botas puestas. ¿Es así de imprescindible en tu vida?

– Cuando tienes un talento o una habilidad estás obligado a ser generoso y a realizar toda la obra que tus fuerzas te permitan. Siento mucho haber estado tan fascinado por la música como para haber abandonado la literatura, la pintura y la escultura. Es mi culpa, he desaprovechado mis otras facultades en los brazos de una amante tan exigente como la música.

 

En la cita que cierra la película dices: “Tarde o temprano, la juventud empezará a faltarme. Y sé que se acerca la última aventura. Y está ya la eterna noche solitaria. Pero quién tiene miedo a la soledad después de haber vivido…” No se me ocurre mejor final. Si hubieses sido tú el responsable, ¿cómo la hubieras acabado? Si tienes pensado el fin para tu libro, ¿cómo será?

– Mañana nunca se sabe; un viento te trae y otro te lleva pero hoy tengo un montón de canciones urgentes ardiendo dentro de mí.

 

 

 

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