Buñuel en el laberinto de las tortugas
Buñuel en el laberinto de las tortugas
Salvador Simó (Wanda Vision)
Si difícil es captar la obra y vida de un autor en menos de dos horas, siempre será preferible optar por ceñirse a un momento determinado. Eso es lo que hace a la perfección Buñuel en el laberinto de las tortugas, al recoger el rodaje en Las Hurdes del emblemático documental Tierra sin pan. Y, de paso, se documenta también la evolución personal y artística del universal director aragonés, sin tener que intentar cubrir más.
Lo mejor del debut de Salvador Simó es que lo hace dirigiendo una cinta de animación, probablemente la más conseguida del cine español desde Arrugas. Con una ambientación siempre ajustada, una animación de colores nítidos y cargada de luz, su historia se entremezcla con pasajes auténticos del documental de Buñuel, un valioso ‘cine dentro del cine’
Desde el respeto, su guion no escatima tampoco en mostrar los ardides utilizados por el director para lograr a toda costa filmar lo que él quería, aunque no coincidiese con lo que sucedía en ese momento, de forma que el mito queda hasta cierto punto humanizado. De esta forma, consigue poner en valor parte de nuestro patrimonio mientras se construye con la imaginación cada pasaje de aquella improbable e impagable aventura.