ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON MADONNA

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON MADONNA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Madonna, nueva espiritualidad

 

 

A Madonna le ha llegado la hora de poner en tela de juicio toda su carrera. Ray Of Light significa un acercamiento a otros mundos hasta ahora inexplorados en su carrera. “Si en medio de todo el caos hubo algún mensaje positivo, entonces he triunfado. Pero no es que sea muy divertido ser una rebelde o una pionera cuando te conviertes en la diana de los temores de todo el mundo. Tienes que ser increíblemente resistente, y hay veces en las que hubiera deseado no hablar tanto, porque me dejaba tan exhausta tener que defenderme todo el rato… Mirando hacia atrás, fue una gran lección para mí y muy liberador, porque cuando no eres popular y todo el mundo te ha dado la espalda, tienes la libertad de hacer lo que quieras y cuando quieras, sin tener que complacer a todo el mundo.”

 

Las primeras palabras de Ray Of Light dicen: “Cambié la fama por el amor sin pensarlo dos veces”. ¿Sigues manteniendo la misma ambigüedad sobre la fama y su precio?

– Así es. No voy a decir que ser famosa es lo peor que me ha sucedido pero, por otra parte, es una cruz con la que tengo que cargar. No cambiaría mi vida por nada: he sido bendecida con tanto, he tenido tantos privilegios, pero ser famosa es como la agonía y el éxtasis. Conoces a gente y tienes experiencias que nadie más llega a tener pero, a la vez, no  puedes ser anónima. Lo que tengo claro es el papel que ha tenido en mi carrera y que al principio lo ensombreció todo. Creo que ahora tengo una mejor perspectiva que la que nunca he tenido. Me he dado cuenta de que la aprobación, los titulares, ser popular y amada por la gente de una forma universal no es en absoluto un sustituto de ser amada realmente. Pero si tienes que buscar un sustituto, ése es el mejor que hay.

 

También hay otra frase que dice: “He tenido tantos amantes que vinieron deslumbrados por la fama”. ¿Fue un descubrimiento deprimente?

– No se trata de decir que sólo les atraía por eso, pero reconozco que había una gran parte. El poder es un gran afrodisíaco y la celebridad también. Pero no me siento decepcionada por ello.

 

Una vez dijiste que el rechazo es un gran afrodisíaco. ¿Necesitas tantos?

– Todo el mundo los necesita. Hablo por todo el mundo. Quiero decir, el rechazo, ¿no quieren todos aquello que no pueden tener? Eso es lo que quieres para los momentos de locura fugaz, luego te despiertas, te aclaras y sigues con tu vida.

 

¿Y es la convicción de que nunca encontrarás una alma gemela algo que te persigue?

– Lo ha sido. Cuando piensas en lo que hago y la clase de vida que llevo y el hecho de que soy famosa, no creo que sea un estilo de vida atractivo para la gente, a menos que les guste la idea de llamar la atención, a menos que sean muy superficiales. Estoy en una situación muy extraña. El bagaje que traigo conmigo es demasiado, y se necesita ser alguien fuerte y con coraje para tener una relación conmigo. A veces parece imposible, momentos en que pienso olvidarlo para siempre.

 

“Nothing Really Matters” parece ser sobre tu hija, Lourdes. ¿Estás tratando de decir que éste es el primer amor puro de tu vida?

– Sí, es totalmente puro. No sabe que soy famosa, no tiene ni idea. Y se trata de un amor completamente incondicional, lo que yo nunca conocí porque crecí sin una madre, que murió de cáncer cuando tenía 6 años. Tuve un padre, sí, pero el amor de una madre es diferente. Tuvo un gran impacto en mí, y supongo que lo mismo le ha pasado a alguien que tiene hijos. Cuando tienes un hijo tienes que salir de ti misma. No puedes sentarte a sentir pena de ti misma o sentir que eres una víctima de una forma u otra. Ves la vida desde una perspectiva totalmente diferente.

 

¿Te sientes avergonzada por alguna de las portadas de tus discos?

– Son un mapa de mi vida. Pero cuando veo alguna de mis antiguas fotos pienso que alguien me tenía que haber arrestado y prohibirme alguno de aquellos peinados. Todos los errores son crueles, tienen una parte buena y otra mala. Todo el mundo critica ahora los 80, pero yo pienso que fueron fabulosos y seguro que Boy George está de acuerdo (riendo).

 

En muchas de tus canciones parece que ves la pista de baile como un poder mágico.

– La pista de baile era un lugar bastante mágico para mí. Empecé queriendo ser bailarina, así que tuvo bastante que ver. La libertad que siento cuando bailo, la sensación de que no habitas en tu cuerpo, dejándote ir, expresándote a través de la música… Siempre me pareció un lugar mágico, incluso aunque no tomes éxtasis.

 

A pesar de que la gente lo tomará mientras escuchan Ray Of Light.

– ¡Pero si el éxtasis ha estado ahí cien años! Ya estaba cuando yo iba a las discotecas. ¿Qué tiene de grande? Creo que el nuevo disco sonaría muy bien colocado. Llevé algunas mezclas a la discoteca Liquid de Miami y los disc-jockeys se volvieron locos con ellas. Realmente te puedes imaginar lo que sería estar colocado y escuchándolo. Pero ahora tengo que conseguirlo limpia. Tengo una niña y no puedo hacer esa clase de cosas.

 

Eres la Henry Rollins del pop, ¿no?

– Es la segunda vez que me lo dicen. Interesante. Lo conozco y es brillante. Su mente trabaja a la velocidad de la luz. (Distraída). ¿Qué es ese ruido? ¡El espíritu de Henry Rollins en la habitación! Bien, se me ha acusado de ser una adicta al trabajo, pero al menos soy productiva en mi locura.

 

Supongo que no lo seguirás musicalmente por ser demasiado “masculino”.

– Bueno, de hecho iba a ir a ver a The Verve, pero enfermé y no pude salir. Mi amiga se enfadó conmigo. ¿Cuál era el rumor? Que no dejaban entrar a gente famosa en los camerinos. ¡Típico! Siempre he estado más interesada en el dance, funk, rhythm & blues y el hip-hop. Ése es mi terreno, pero crecí escuchando a Led Zeppelin y hay algunas cosas de rock que me gustan.

 

¿Qué? ¿Led Zeppelin?

– Sí, y tan pronto como escuché el nuevo disco de The Verve me volví loca. Creo que puse “Bitter Sweet Symphony” tantas veces que hice que el productor William Orbit acabara vomitando. Después los descubrió todo el mundo y ya no pude escucharlos más. Pero siempre pasa igual, ¿no? Te gusta algo y, cuando se vuelven famosos, te dices que eran sólo para ti, que eran tu grupo.

 

Hay un buen montón de referencias al agua en este disco.

– Bueno, el agua es el gran elemento curativo. Hay agua en el nacimiento y en el bautismo, y cuando tomas un baño o te metes en el mar hay esa sensación de limpieza, esa sensación de empezar de nuevo. Ser nuevo, ser curado. Eso es algo así como lo que está pasando en mi vida, y estoy explorando ese elemento en mi forma de componer.

 

“Swim” habla de la redención. ¿Por qué estás tan preocupada por ello?

– No se trata sólo de mí. También pido a los demás que busquen la redención. Porque se trata de una respuesta a lo que está sucediendo en el mundo.

 

¿Y qué es lo que sucede?

– (Sarcásticamente) ¿Quieres decir además de la próxima colección de moda de Galliano? Bien, veamos. Muchas cosas me preocupan. Supongo que la principal es la obsesión de la gente con la negatividad. La gente está demasiado amargada y tiene demasiada envidia de cuando a los demás les va bien. Antes solían hablar más entre ellos, tenían más recursos y eran más creativos. Pero la televisión y los ordenadores, esta sociedad instantánea en la que vivimos, le ha quitado esa capacidad a la mayor parte de la gente. Hay demasiada gente resignada a lo que les ha tocado en su vida.

 

¿Por qué piensas así ahora?

– Puede que la misma clase de horrores siempre hayan estado ahí, en el mundo. Tal vez yo les preste más atención ahora. Pero me parece que hay comportamientos más extremos a medida que nos acercamos al año 2000. La gente parece estar divida en dos campos: por una parte, la gente que busca un anclaje espiritual, que trata de hacer crecer su concienciación y descubrir el significado más grande de la vida, no simplemente que aquello de ‘estoy aquí para hacer un montón de dinero y pasar un buen rato’; por otra parte, me parece que siempre estoy leyendo noticias sobre adolescentes matándose entre ellos o padres que matan a sus hijos.

 

¿Alguna vez has sentido la desesperación total?

– ¡Si soy la reina de la desesperación! ¡Lee las letras de mis canciones! Me siento desesperada tantas veces… pero tengo buenos mecanismos de supervivencia. No importa lo malo que llegue a ser, siempre hay algo que me impide ver la vida como algo sin esperanza. Todavía doy rienda suelta a la melancolía muchas veces.

 

¿Cómo te sobrepones en esos momentos?

– A veces me pongo a componer. Paso mucho tiempo con gente que sé que me ayudarán a salir de ahí. Mi hija o amigos que me dicen lo estúpida que estoy siendo.

 

Después de tantos titulares, ¿te sientes triunfadora de algún modo?

– Supongo que sí. Si en medio de todo el caos hubo algún mensaje  positivo, entonces he triunfado. Pero no es que sea muy divertido ser una rebelde o una pionera cuando te conviertes en la diana de los temores de todo el mundo. Tienes que ser increíblemente resistente y hay veces en las que hubiera deseado no hablar tanto, porque me dejaba tan exhausta tener que defenderme todo el rato. Mirando hacia atrás, fue una gran lección para mí y muy liberador, porque cuando no eres popular y todo el mundo te ha dado la espalda, tienes la libertad de hacer lo que quieras y cuando quieras, sin tener que complacer a todo el mundo.

 

Así que crees en el progreso.

– Seamos claros: todo lo que he mantenido durante estos años, la gente ha acabado por aceptarlo. Hoy no suena tan raro, así es como somos, cada década somos más abiertos. La homosexualidad ya no es un debate en la cultura pop, pero hace diez años sí lo era. Hemos recorrido un largo camino, pero yo también he cambiado. Claro que creo en el progreso. Eso es por lo que estamos aquí: para transformarnos nosotros y a otra gente. Es la naturaleza de nuestra especie: progresar.

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON LOU REED

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON LOU REED

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Lou Reed, rock adulto

 

 

 

Perfect Night Live In London no es más que una excusa para escuchar a Lou Reed descubrirse como nunca en sus palabras. Por difícil que parezca, esta vez Lou Reed se ha prestado a hablar y parece completamente honesto.

 

¿Retocas mucho las canciones antes de darles la forma definitiva?

– Generalmente oigo música y canciones en mi cabeza todo el tiempo. Sólo para mí. Y, cuando decido hacer un disco, comienzo a poner en el papel aquello que oigo. Así es. Lo hago porque hay que hacer un disco y es divertido tocar y todo eso. De otra forma, no me preocuparía. Sigue y sigue sonando. A veces se vuelve tan intenso que tengo que escribirlo inmediatamente. No me deja, y si no lo escribo rápidamente, se marcha y no vuelvo a olerlo nunca.

 

Dijiste alguna vez que escribir es como ir quitando palabras para hacer una declaración la más concisa que se pueda.

– Sí, pero yo hago la autoedición en mi cabeza. Es más efectivo por la experiencia, que en mi caso me ha permitido mejorarlo. Es la práctica. Es como practicar con la guitarra. Después de un tiempo, las cosas son más fáciles. Eres más rápido y mejor. Yo edito en mi cabeza mucho mejor. Y después rescribo algo, pero no mucho. Y lo hago todo con el ordenador, porque no puedo ni imaginarme ya no hacerlo con el ordenador. Me ahorra tanto tiempo… Da miedo pensar como solía ser en el pasado.

 

¿Libros de notas y cosas así?

– Sí. Cajas de cerillas, trozos de papel, flechas que remitían a otros papeles… Ahora es la versión uno, la dos, la tres y así hasta el infinito. No se trata de cortar y pegar, no llego tan lejos. Son pequeños cambios. He escrito todos mis últimos discos con el Mac. Puedo escribir en una semana lo que antes me costaba un mes. Puedo leer lo que escribo, hacer nueve versiones y verlas todas. Creo que el secreto está en la reescritura, y para eso está el ordenador: para la velocidad y la precisión. Y eso está hecho para mí. Mi madre me hizo tomar clases de mecanografía porque pensaba que nunca tendría un trabajo, así que ahora sé cómo defenderme con el ordenador.

  

¿Qué te motiva para escribir una canción?

– No tengo ni idea de lo que me motiva, a no ser lo que ocurre a mi alrededor que me hace reaccionar. Sé que no voy a cambiar la forma de pensar de nadie. Sé que no va a afectar a nada. Sé que hablo para los ya convertidos. Sé que es una expresión de algo. Pero estaría bien si cualquiera de las canciones se convirtiera en un símbolo de algo. Aunque no formo parte de ningún grupo, creo que la única forma de parar ciertas cosas es organizarse y hacer algo.

 

¿Qué te parece que quieran censurar los contenidos de Internet?

– No lo entiendo. Creía que esos días ya habían pasado pero, cuando ves lo que pretenden, te das cuenta de que no es tan sorprendente como podrías haber pensado. Y, corrígeme si me equivoco, pero parece que el correo electrónico no tiene tantas garantías constitucionales como el escrito. Se trata de escribir y recibir algo. Es la relación entre dos personas, y dicen que su transmisión no es segura. Y eso sucede porque, corrígeme también si no es así, ellos son los malos tipos que dicen que se trata de una emisión y, por lo tanto, ha de estar sujeto a las mismas reglas que la televisión. ¿Qué le puedes decir a alguien así? ¿Pero de qué hablan?

 

Ya lo intentaron con anterioridad.

– No pudieron hacerlo con los libros, no pudieron hacerlo con las películas, lo intentan con la televisión y ahora con esto, algo fresco. Y si no lo consiguieron, no fue porque no lo intentaran. Éste es un país que censuró Ulises. James Joyce. ¿Estamos satisfechos de ello, este país puritano? ¿Es algo de lo que estar orgullosos? Henry Miller se tuvo que ir a Francia. William Burroughs tuvo que publicar en Francia. En las playas de Europa las mujeres están en topless. Nadie piensa en ello. La gente va a la sauna. Si lo hicieras en Nueva York,  sería considerado pillaje. Dios sabe cómo acabará. Está fuera de toda proporción. Si parpadeas rápidamente, puedes ver al demonio por ahí. Así que no sorprende lo que intentan hacer con Internet.

 

¿En algún momento te ha tentado la novela?

– Al principio tenía intención de escribir una novela, incluso fui a talleres de creatividad literaria. Al mismo tiempo estaba en bandas de rock’n’roll. Y la verdad es que no hace falta dar un gran paso como para decir: ‘¿Por qué no uno las dos?’ Quería escribir palabras simples que causaran alguna emoción y unirlas a mis tres acordes.

 

Es una idea que viene de muy antiguo.

– Yo tenía esa idea desde el principio: mezclar las letras y el sonido de las guitarras. Y recuerda que estás hablando con alguien que ha estado metido en los bares desde los 14 años. Pero que también se ha graduado en Filología Inglesa. Ahora mezcla eso con alguien que ha estado leyendo a William Burroughs y a Delmore Schwartz y que se encuentra con Andy Warhol. ¡Qué mezcla de influencias! Así ha sido desde mi primer disco. Puedo haberme equivocado aquí o allá. Puedo haberme caído, o haberme mantenido en pie, o haber volado, esto o lo otro, pero siempre ha estado ahí, para lo bueno y para lo malo.

 

¿Entonces hay una línea en todos tus discos?

– Eso es lo que he dicho. Si te lo plantearas todo de una tacada, parecería interesante. El otro día vi una revista en la que tenían todos los discos comentados juntos. Alguien diría que no todos son buenos. Tampoco se trataba de eso. Era simplemente alguien intentando encontrar un enfoque desde el principio, desde la nada hasta lo más intenso. Si quieres oírlo, ahí está. Cuanto más lo necesites, más claro es. Hay tantas cosas que suceden y no quiero decírselo a la gente. Me gustaría que… bueno, simplemente se trata de rock’n’roll y, si quieres meterte en las letras, puedes, y si no quieres, pues lo que hay ahí no son más que unos chillidos.

 

¿Crees haber llegado a alguna forma de arte?

– No quiero ser pretencioso y llamarlo arte. Pero espero que lo que hago sea lo suficientemente puro, bueno y honesto, tanto en su concepción como en su expresión para ser…

 

¿Ayuda una nueva relación (con Laurie Anderson) a sentirte vivo?

– Bien, mírame. Me siento muy bien ahora y todos estos días. Pero nunca sabes. Pregúntame dentro de una semana. Ahora me parece como si hubiera entrado en una de esas 40 billones de galaxias que ha encontrado el telescopio Hubble. Así pienso. Soy un tío con suerte. Quiero decir, escribo sobre todo, en mi contra de alguna forma. ¿Cuántos secretos puedes guardar? Por otra parte, soy un escritor. La gente se olvida de eso. Las cosas se vuelven… Ni siquiera yo entiendo el proceso completamente. Pienso que tengo la suerte de -y no quiero sonar new age, pero no puedo evitarlo, es así- tener este talento y esta habilidad. Y, además, he aprendido a tratarlo con respeto, de sacarle el máximo partido.

 

¿Está el sonido depurado en Perfect Night Live In London?

– Tal vez. Pero ten en cuenta que es muy difícil hacer un buen trabajo a la hora de grabar un disco con electricidad. Si quieres conseguir ese ruido, tienes que hacerlo mientras la gente lo toca, mientras está ahí. Hoy he estado escuchando un disco que es lo más triste que se puede ser, algo de lo que ya no se escucha. Lo recomiendo: se trata de una colección de soul del sello Loma Records, y la canción, una de mis tres favoritas de todos los tiempos, es “Stay With Me” de Lorraine Ellison. No me gustaría sonar como un viejo que dice que antes la música era mejor que ahora. Después escucha “Heart Be Still” y tendrás un buen ejemplo de lo que es. Para mí, ésa es la inspiración. Intenta conseguir eso en un disco. Es lo más extraordinario que he escuchado. Pensaba llevarlo conmigo y cuando me preguntaran que escucho, que es lo que me motiva, ponerles la canción. Asombrosa.

 

¿Qué te pareció que The Velvet Underground entrase por fin en el Rock’n’Roll Hall Of Fame?  

– Mejor tarde que nunca. Me sentí muy honrado. Es agradable estar incluido entre gente que son mis ídolos y, también, mis colegas. Lo único que siento es que Sterling Morrison no haya estado vivo para pasar por la experiencia. También quería señalar la ironía que hay en que les haya costado tanto tiempo aceptar al grupo. Espero que no les lleve tanto hacer lo propio conmigo.

 

¿Sientes la misma pasión que antes?

– Al igual que la generación previa a la nuestra, espero por lo menos que los músicos hagan cosas nuevas. ¿Por qué no? Lo hace la gente del jazz, la gente del blues. Fui a ver a B.B. King hace tres semanas en un pequeño club. La gente se pegaba por entrar. Y fue increíble, un auténtico maestro. Era sorprendente verlo tocar a través de un amplificador que cualquiera puede comprar. Estaba sentado allí, sintiendo temor y respeto. Tiene setenta años. Cantó cosas que nunca antes le había escuchado. Y otras que ha hecho dos millones de veces antes y parecía estar encantado. Así que, ¿qué debo temer?

 

¿Compartes que el rock es cosa de jóvenes?

– Eso es lo que dicen, para lo que nació el rock. Y yo digo: ‘Está bien, llamadlo la música de Lou Reed. Así me dejareis tocar. ¿O es que me vais a poner a pastar?’ Me hubiera gustado que la generación anterior, en lugar de ponerse a hacer las viejas canciones… Pero eso es lo que hicieron. Y ahora tienes esta generación, con gente que no son, ni quieren, sentirse nostálgicos, que tienen un planteamiento serio: quieren hacer rock. Puede que lo mío no le diga nada a gente de nueve años, pero nunca pretendí dirigirme a los de nueve años, sin ofender a nadie de esa edad que me pueda leer.

 

¿Y cómo se lo explicarías a alguien que aún lo duda?

– Puedes comprobarlo en mis canciones. No es simplemente un rollo que te suelto. Tengo unos discos, puedes escucharlos. ¿Es o no es cierto? Mira como empecé. Todo este tiempo, desde mi primer disco, me han dicho que tal o cual era la mejor canción que había compuesto y que desde ahí sólo me esperaba la caída en picado. Como con “Heroin”. ¡Gracias por lo que decís! ¿Pero cómo podéis saberlo? ¿Acaso componéis? ¿Cómo estáis tan seguros?

 

¿Cómo te enfrentas a la influencia que todos dicen que has tenido ya desde el primer momento?

– Si te digo la verdad, habitualmente no veo eso de la influencia. La gente me lo dice y yo les contesto que si ellos lo piensan así… Pero yo no me lo creo. Y desde luego, cuando la Velvet Underground existía, casi no vendimos ningún disco. Literalmente. Una cantidad ridícula. Todo esto llegó mucho más tarde y empezó a crecer hasta que, de repente, se convierte en algo intocable. Pero no era así al principio, ni después, ni siquiera en el medio de todo, al menos en lo que yo recuerdo. Tal vez fuera una idea que estaba flotando en el éter. No lo sé. No era algo que yo siguiera. ¿Yo una influencia? ¡Si sólo estoy tocando la guitarra! Aunque a decir verdad, lo encuentro muy, muy… me hace sentir bien. Y es halagador, si es así.

 

¿Te mantienes al día de lo que sucede en la música?

– Sí, escucho otras cosas. Pido a la gente que me tenga al día de lo que vale la pena escuchar. El otro día escuchaba a un grupo  llamado The Music. Muy buena batería, muy interesantes. Y también escuché a… Lorraine Ellison, lo que antes te comentaba, que es lo máximo. Es iluminador y revelador. Increíble. No tienes ni idea. Daría cualquier cosa por tener una copia aquí. Te ataría y te haría escucharlo.

Xavier Valiño

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON LOS-PLANETAS

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON LOS-PLANETAS

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


Los Planetas, laboratorio mágico

 

  

Después de dos años de inactividad, Los Planetas regresan con Una semana en el motor de un autobús. Y no, en ningún momento pensaron en dejarlo. “Para nada. Cuando se fue May nos replanteamos todo. Decidimos empezar como de nuevo, con una base diferente, darle un nuevo planteamiento. Si ha pasado un tiempo es porque estábamos componiendo y ensayando y tocando mucho con la gente nueva”.

 

¿Qué gana o qué pierde el grupo con los cambios de formación?

– Se ganan y se pierden cosas, sí. En el caso de May y Pedro, decidieron dedicarse a otra cosa. Cuando llega gente nueva, se pretende que mantengan por lo menos el nivel anterior y que lo mejoren. Ahora están Kieran Stephen al bajo, un chico escocés que tenía un grupo en Edimburgo y ahora vive en Granada, y Eric Jiménez a la batería, que estaba en Lagartija Nick. Ambos aportan su experiencia y Kieran también compone.

 

 

¿Estáis sorprendidos con el éxito de un disco que no tiene canciones tan evidentes como singles?

– Por una parte sí, ya que son más de dos años preparándolo, y que tenga éxito nos recompensa. Cuando iban saliendo las canciones, pensábamos que eran buenas, y el hecho de que no haya un estribillo pegadizo no nos preocupaba, porque nos apetecía hacer canciones de estructura más complicada, que el disco fuera más uniforme. De todas formas hay canciones que pueden llegar a todo el mundo, como "Cumpleaños total", "Desaparecer", "La playa" o "Segundo premio", aunque sean más espesas. No hay un "David y Claudia", como las del segundo disco, Pop, pero tampoco las había en nuestro primer EP, Medusa.

 

¿Y cómo es posible que con el mismo productor los resultados sean tan distintos: del pop del disco anterior al mundo más oscuro de éste?

– Fundamentalmente porque Kurt Ralske tiene un estudio en Nueva York y se siente mucho más cómodo trabajando allí. Nos fuimos a su estudio y estuvo mucho más relajado. Cuando lo hicimos en Madrid estaba más desorientado y las cosas fueron más aceleradas. Aunque hay que tener en cuenta que las canciones de un disco no tiene mucho que ver con el otro.

 

También es curioso que en el que parece el disco más personal se escuche mucho más clara la voz de J.

– Sí, tiene un tratamiento diferente respecto de otras canciones anteriores. Normalmente las voces estaban dobladas o tratadas de forma que a la gente le podía costar trabajo entenderlas. Ahora, a medida que íbamos acabando las canciones, el productor y nosotros nos dimos cuenta de que sin doblar era mucho más clara y no perdía fuerza, y decidimos dejarla así. En los otros discos dejamos la voz más introducida en lo que es la música, y aquí sobresale un poco más, no mucho, aunque es la diferencia más llamativa.  

 

¿Este disco se emparenta con canciones como "Desorden" o "Cielo del Norte"?

– Sí, tal vez haya canciones que recojan esa forma. Una semana en el motor de un autobús tiene mucho de Super 8 y algo de Pop, y puede que se vea más claro por las letras más emocionales, intimistas, amargas o tristes. Hemos metido también una montón de arreglos, como teclados, cuerda, ruidos psicodélicos que crean atmósferas y no sólo sonidos guitarreros.

 

Hace cuatro años citabais a Pavement, Sebadoh o Family. ¿Qué sonidos habéis descubierto recientemente?

– Hay un grupo suizo muy desconocido, que se llaman Spot Guitar, que nos gusta mucho. Siempre volvemos a las cosas que nos han gustado tradicionalmente, como los Beach Boys, que tienen mucho que decir en este disco por los arreglos que meten en sus canciones, que parecen diez en una. También los High Llamas, que les deben mucho, Magnetic Fields por sus melodías, Belle And Sebastian o bandas más guitarreras como Placebo.

 

No os resultaron los experimentos con samplers. ¿Quién marcaría la línea a seguir de intentarlo por ahí?

– No van por ahí los tiros. Trabajamos con los samplers para intentar conseguir unos sonidos más atmosféricos, crear ruidos o ambientes en cada canción, pero no para hacer música de baile. Porque un grupo de rock utilice samplers no quiere decir que pase a ser un grupo de baile, aunque hay varios grupos de baile que nos gustan.

 

¿Os sentís ya relevados de la presión de ser el grupo alternativa a las estrellas de las listas de ventas?

– Claro, ahora están Dover. De todas formas, sigue existiendo, aunque yo no la palpo, pero se está esperando a ver hasta dónde podemos llegar. A nosotros nos encantaría llegar a donde han llegado Dover, pero no fulminantemente, poco a poco. Al llegar allí, de esa forma, sólo te espera la cuesta abajo, es difícil mantenerse. Es un fenómeno extraño, irrepetible, y preferimos crecer como grupo antes de que nos suceda eso. A mí también me gustaría que Los Planetas o algún grupo similar tenga éxito, en el sentido de decir que esto es lo que nos gusta y también se lo merece, que la gente compre nuestros discos porque les gusta la música y no para regalarlo por el cumpleaños de alguien.

 

¿Creéis que ya habéis creado escuela: La Habitación Roja, Cecilia Ann…?

– Está claro que grupos como estos han escuchado una clase de canciones pop, guitarreras, y también a Los Planetas, y si hay algo de nosotros en ellos me parece inteligente. Para eso sirve la música: si nosotros nos dedicamos a esto es porque nos gustan determinados grupos y no pretendemos evitarlo. Si hay otros grupos que se acuerdan de Los Planetas pues mejor.

 

Una curiosidad: ¿qué es Venus?

– Es un compacto pirata que editó alguien, no sabemos quién, en la Comunidad Valenciana, en la que se recogen las caras B de nuestros singles, grabaciones en directo… Apareció después de la gira del segundo disco. Lo tuvimos en nuestras manos y nos dio buen rollo que alguien se preocupara de editar un pirata nuestro, aunque los avisamos de que deberían tener cuidado para que no los pillen.

 

¿De qué canción de las que no está en vuestros tres discos estáis más contentos?

– De la versión de Nick Drake, "Cielo del Norte", o de la de este último single, "Algunos amigos". También la versión demo de "Espiral". Muchas. O de las versiones, algunas que grabamos, como las de Felt, TV Personalities y Joy Division u otras que sólo hicimos en directo: "Tomorrow Never Knows" de los Beatles, Blondie, Buzzcocks… En esta gira no haremos ninguna, porque tenemos demasiados temas nuestros que no queremos dejar fuera, aunque no estamos cerrados definitivamente a incorporar alguna.

Xavier Valiño

ULTRASÓNICA 2007 DISCOS YOKO ONO: Yes, I’m A Witch

ULTRASÓNICA 2007 DISCOS YOKO ONO: Yes, I’m A Witch

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

DISCOS 2007


YOKO ONO: Yes, I’m A Witch (Parlophone-EMI)

 

            La música de Yoko Ono, incluso ignorada por una gran mayoría, ha sido adoptada y ha servido de inspiración para toda una generación de músicos, de esos que actualmente desafían el status quo y van más allá de los límites de sonidos e ideas. Yes, I’m A Witch es un proyecto de colaboración totalmente diferente a lo habitual con algunos de los músicos más interesantes de la actualidad (Flaming Lips, Cat Power, Antony & The Johnsons, Le Tigre, Peaches, The Polyphonic Spree…) Cada uno de ellos seleccionó una canción de Ono y la reconstruyó totalmente, dejando casi sólo las voces originales. Y el resultado sorprende tanto como lo hacía en sus discos la viuda más famosa del rock en su momento.

Xavier Valiño

ULTRASÓNICA 2007 DISCOS VAN MORRISON: The Best Of Vol. 3

ULTRASÓNICA 2007 DISCOS VAN MORRISON: The Best Of Vol. 3

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

DISCOS 2007


VAN MORRISON: The Best Of Vol. 3 (EMI)

            Lo tenía todo para ser un disco olvidable, en especial por abarcar la etapa menos interesante del irlandés, a partir de su último disco imprescindible, Hymns To The Silence, de 1991. Sin embargo, el tercer volumen de lo mejor del ‘león de Belfast’ no deja de ser recomendable por varias razones: se trata de un álbum doble con abundante material inédito, incluye unas cuantas rarezas y tomas distintas, se atreve a repescar caras B, se para en alguno de los mejores duetos de su última etapa, tiene tiempo para recordar algunas de las bandas sonoras en las que se incluyeron sus canciones… Y lo que podía haberse quedado en un recopilatorio sin interés pasa a ser su mejor disco desde aquel año que abría la década de los 90.

Xavier Valiño

1 1.018 1.019 1.020 1.021 1.022 1.402