ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 FINLEY QUAYE
Finley Quaye, tío soul
Te puedes imaginar el sonido cuando descubres que se trata del disco de debut del tío de Tricky. Paranoico. Melancólico. Ambiental. Un turbador y oscuro apéndice del trabajo de su tío. ¿Sí?
No. Finley Quaye puede venir del mismo entorno de Bristol que el Príncipe de la Oscuridad -Tricky, claro-, pero su inspiración está recubierta de optimismo rociado con la luz del sol. No se trata tanto de la tensión pre-milenio, sino más bien de la ascensión pre-milenio. Si en unos meses no se hace dueño de las listas es porque una explosión nuclear ha cambiado el humor de la gente.
Maverick A Strike es como las sorpresas habituales en otros tiempos, un disco de fusión reggae que encandila. Parte del mérito es de la voz resbaladiza de Quaye, a veces ligera y otras grave, en un inacabable sollozo soul. Y, a pesar de todo, su mensaje es a la vez de esperanza y romanticismo infinito. "Sunday Shining", su presentación, tiene todas las marcas del éxito: una mezcla de reggae, dub, jazz y guitarra de aire indie casados con la voz exquisita y ligera de Quaye.
Lo que no significa que este primer intento sea una victoria total: "Ultra Stimulation", por ejemplo, no es la mejor de las posibles entradas, sonando algo así como los recién reanimados UB40 con unas gotas de dub. Mucho mejor es el segundo corte, "It’s Great When We Are Together", un soul repleto de bajos burbujeantes y cuerdas sombrías junto a la delicada voz de Finley Quaye. Si Marvin Gaye hubiera veraneado alguna vez en Jamaica, ésta hubiera sido su tarjeta postal ideal.
Las dos terceras partes de Maverick A Strike se bañan con descaro en las aguas del reggae blanco. "The Way Of The Explosive" es como los Police de "Ghost In The Machine", con sus guitarras al estilo de Andy Summers. Esos son los peligros de hacer un disco con aroma de reggae que se quiere que suene en las emisoras.
Hay pequeñas ráfagas del caos de la ciudad y de las pesadillas urbanas, pero mientras las viñetas de Tricky atrapan todo el peso de sus amenazas peligrosas, las de su sobrino parecen haber pasado por una cura de sustancias que producen locura y felicidad instantánea. Incluso el principio de "Your Love Gets Sweeter" no es otro que "Baby You Put Your Love On Me": barre a cualquier otro estribillo playero y consigue que hasta el más cínico de los corazones fríos muestre su sonrisa como un mocoso de cinco años.