THE MYSTERINES

The Mysterines, la casa lobo

The Mysterines llegan en este 2024 a su segundo álbum, Afraid of Tomorrows, disco que fue precedido en el 2022 por Reeling y que llega después de recorrer medio mundo con su debut. No está mal para una banda de veinteañeros formada por Lia Metcalfe (voz), George Favager (bajo), Callum Thompson (guitarra) y Paul Crilly (batería).

En este nuevo disco siguen combinando elementos del grunge de los 90 y del rock alternativo de ahora, guitarras pesadas, voces poderosas y temas oscuros. Sin embargo, hay diferencias apreciables. Según reconoce su cantante y compositora, se trata de “un espejo donde descubres que no eres más que un ser sin forma, hecho de constelaciones celestiales: de traumas, de lo viejo y lo nuevo, de los errores, de la adicción, del miedo, de la felicidad, de la soledad y, en definitiva, de ganas de vivir y lucha por seguir viviendo. Es un collage de lo que se ha perdido y del amor sin límites…”.

Curioso que comenzarais vuestra carrera con un disco grabado durante el confinamiento.

– Sí, lo grabamos durante el encierro, así que fueron como más de tres semanas, básicamente, pero hecho en varias partes. La primera semana fue, ni siquiera puedo recordarlo, como en marzo. La siguiente fue como un par de meses después. Y luego lo terminamos en el verano, creo. Fue en 2020. Lo terminamos en 2021 y salió al año siguiente. Tuvimos ese disco acabado y esperando durante mucho tiempo antes de que se publicara. Ahora parece que fue hace toda una vida.

¿Qué expectativas hay esta vez con vuestro segundo álbum, porque aún lo tenéis como algo bastante reciente a diferencia del anterior?

– Parece que hemos consolidado mejor nuestra música y sabemos un poco más sobre lo que queremos lograr como banda y cómo sonar. Hemos pasado por muchas experiencias en nuestra vida entre esos dos primeros discos. Así que supongo que acabamos de madurar.

¿Habéis sentido algún tipo de presión mientras lo componíais y grababais por parte de vuestros seguidores, la compañía discográfica, incluso vosotros mismos?

– Creo que la única presión que hemos sentido es la de nosotros mismos, tanto de forma positiva como negativa. Y creo que eso pudo impactarnos positivamente porque hizo que quisiéramos esforzarnos más y escribir mejor, lo que creo que logramos. A veces puedes ser tu peor crítico, pero realmente no sentimos demasiada presión. Y creo que todos estamos de acuerdo como banda en que, si no estás contento con algo y no estás listo para publicarlo, entonces simplemente no lo hagas. La gente siempre te respaldará si les gustó lo que haces.

¿Cuál era la intención esta vez con el nuevo álbum, Afraid of Tomorrows, algo que queríais lograr o algo que no queríais repetir?

– Queríamos cambiar el sonido de la banda y queríamos inyectar muchas más de nuestras influencias en lo que somos, así como alejarnos de lo que la gente piensa que somos. Personalmente, quería cambiar la forma en que escribía letras y volverme un poco más personal y, supongo, más provocativa en muchos sentidos. Y si algo no queríamos repetir, era hacer el mismo disco. Eso demostraría que no estás cambiando o que no estás dispuesto a cambiar, y como artistas siempre deberíamos estar evolucionando y tratando de hacernos a nosotros mismos diferentes y mejores.

Respecto al sonido del disco, ¿podríamos decir que en esta ocasión menos es más?

– Sí, definitivamente. Ese fue un gran objetivo para nosotros, algo que condicionó lo que estábamos escribiendo y fue muy intencionado que ya no queríamos meter solos de cinco minutos en todos lados.

Sobre tus letras, has dicho que ahora un poco más oscuras y profundas que en el álbum anterior.

– Definitivamente son más personales y emocionales, y tienen mucho más peso. Algo en lo que realmente quería centrarme con las letras eran las imágenes, crear algo así como imágenes perturbadoras o imágenes provocadoras. Me obsesioné bastante con usar el lenguaje para provocar y me enamoré de otros letristas mientras escribía, que realmente me inspiraron.

¿Y cuáles fueron esos artistas que estaban en tu agenda mientras escribías y grababas el álbum esta vez?

– Leí mucho a Leonard Cohen. Tiene esta novela llamada Un ballet de leprosos, que fue muy inspiradora para mí. También el libro El museo del amor de Steve Winer, que es muy oscuro. Y la música de Sparklehorse, una banda que era grandiosa. Mark Linkous, su líder, también fue una gran influencia. He vuelto a profundizar, de nuevo, en P. J. Harvey. Mucho. La amo. Tiene tantas cosas que hay mucho que escuchar. Tom Waits, una vez más. Y muchas películas, como por ejemplo la fuerza visual de la cinta de terror de animación chilena La Casa Lobo.

¿Hay un tema que recorre todo el álbum, algo que pretendías o que tal vez descubriste cuando terminaste el disco?

– Los temas del disco se basan en gran medida en sentimientos de pérdida y paranoia, el miedo y el dolor, y supongo que simplemente son los grandes traumas en la vida que, de alguna manera, gira en torno a ello. Hay unas cuantas metáforas al respecto en el álbum, mecanismos sobre cómo afrontarlo y problemas de abuso de determinadas sustancias. Cuando me preguntaste si he descubierto cosas después, pues es cierto para mí, porque ahora algunas de las canciones han cambiado de significado y, de alguna manera, pude descubrir lo que realmente quería decir, toda una revelación para mí. A veces al escribir estás jugando a un juego de oráculo, es como si escribieras algo y luego dijeras: ¿De qué se trata eso? Y te llega como un año después y dices, oh, eso es lo que quise decir. Pero sí, los temas del disco son mucho más duros que los del primero.

¿La experiencia de estar de gira durante los últimos meses también tuvo alguna influencia en tu escritura?

– Sí, definitivamente. El hecho de estar lejos de tu hogar nos cambia e influye en quién eres y en tu vida de muchas maneras. Experimentas tantas cosas en tan poco tiempo, y no es que tengas que crecer rápidamente ni nada por el estilo, pero creo que tienes que descubrir quién eres. Sucede rápidamente, vas cambiando a toda velocidad de un lugar a otro, y luego regresas a casa. La experiencia de estar en la banda de una manera tan intensa definitivamente ha influido en el disco.

¿Cómo afrontasteis tú y la banda el hecho de tocar en lugares pequeños y luego llegar a estadios y otros escenarios grandes?

– No creo que no hayamos pensado realmente en eso. Sé que suena un tanto estúpido, pero parece como que varía mucho al tocar en tantos lugares, cuando, para mí, lo importante es tocar frente a la gente las canciones que amo. Y realmente no pienso en los tamaños de los escenarios. De hecho, probablemente estoy más nerviosa ahora por tocar el disco que por hablar de nuevo sobre el sonido del álbum.

¿Habéis conseguido el sonido que pretendíais en el disco?

– John Congleton ha sido un gran productor y realmente logró lo que queríamos, pero también nos sorprendió de muchas maneras, por lo que canciones como “Junkyard Angel”, por ejemplo, realmente cambiaron completamente respecto a lo que era la maqueta. Él estaba muy dispuesto a explorar cosas y a empujarnos en esa dirección, tomaba una decisión y se apegaba a ella con la intención de llevarlo hasta el final y llevarnos a nosotros al límite, así que era la persona adecuada con quien trabajar en este disco. Yo también soy una escritora muy creativa, así que ayudó y creo que obtuvimos lo que buscábamos.

Aunque venís de Liverpool, vuestro sonido no es realmente británico, por así decirlo.

– Mucha gente nos lo dice, sí. Puede que tenga que ver con que muchas de las bandas británicas del norte tienen a un hombre al frente a diferencia de nosotros. También es cierto que no queremos sonar como si fuéramos de Liverpool.

¿El proceso de composición es algo que te resulte fácil? ¿Y cuándo sabes cuándo está terminada una canción?

– Escribo todos los días, aunque no sean canciones y estoy muy obsesionada con el lenguaje y las palabras, manipulándolas y cambiándolas. Me gusta captar las palabras de otras personas y tenerlas a mi disposición. Y me encanta leer las letras de otros. Escribir me resulta muy natural y fácil. Con las canciones, depende de cada una para terminarla y saber cuándo está acabada. En esta ocasión, en el estudio, nos resultó bastante fácil porque teníamos las canciones previamente. Así que fue más como experimentar cuando grabamos el disco, simplemente divertirnos con ello, como dejar que el disco se fuera desvelando.

El sonido de la banda, ¿es algo donde se acercan las influencias de todos los componentes?

– Debido a que pasamos tanto tiempo juntos cuando escuchamos música, incluso si son cosas nuevas, todos terminaremos escuchando lo mismo. También es cierto que trabajamos con diferentes influencias y las traemos al estudio. Las mías se basan más en las letras, mientras que los chicos escuchan mucho a The Kills o LCD Soundsystem. A mí también me gustan, pero Sparklehorse fue una especie de obsesión para mí en este disco.

Estaréis el 20 de julio en España, concretamente en Gijón

– Genial, no he estado nunca allí, a pesar de que he estado muchas veces en España. Amo España. Me gusta cuando hay polvo, me gustan las montañas polvorientas de España, hay mucha magia en esas colinas.

¿Y dónde obtenéis la mejor reacción? ¿Hay diferencias entre Europa, Estados Unidos o el Reino Unido?

– Preferimos tocar fuera del Reino Unido. Nos encanta tocar en Europa. Una vez tocamos en Florencia y fue sencillamente increíble. También nos gusta tocar en los Estados Unidos. Hay tanta cultura, que es diferente en todas partes, cada lugar es completamente distinto y creo que eso es interesante. Por supuesto, también nos gusta el Reino Unido, probablemente debería decirlo, pero preferimos estar fuera. Encuentro mucho más consuelo en otros lugares.

¿Cuál ha sido hasta ahora el mayor motivo de orgullo para ti?

– Vaya, es una gran pregunta. ¿Dentro de la banda? Ser como una familia, supongo.

¿Recuerdas alguna buena anécdota que te haya pasado en el negocio de la música?

– Sí, hay tantas. Una vez conocí a PJ Harvey en un baño. Fue en un concierto de Nick Cave en Londres. Ella fue realmente amable. Pero si hablamos de un concierto, dos días después de la gira con Arctic Monkeys, que disfrutamos mucho y que era en estadios, hicimos este concierto como en el medio de la nada. Y había como cuatro personas allí viéndonos. Estaba lloviendo y mi amplificador se rompió. Fue terrible. Ah, y luego salimos a la calle e hicimos como que nosotros llevábamos la tienda de patatas fritas enfrente del local. Hay tantas historias…

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