The Assassin
The Assassin (Caramel)
Siete años ha invertido Hou Hsiao-Hsien, el maestro taiwanés de Flores de Shangai y Café Lumière, en realizar su nueva película. A priori, sabiendo que se trata de un film adscrito al género wuxia (artes marciales, magia, nobleza, amor y guerreros épicos), se podría pensar en que no debería costar tanto tiempo, estando tan claros sus elementos.
Sin embargo, el director asume esta historia de venganza, honor, amor y redención de una forma distinta a como lo hicieron en su momento Ang Lee (Tigre y Dragón) o Zhang Yimou (La casa de las dagas voladoras). Aquí el argumento, saboteado en la mesa de edición, pierde importancia frente a la puesta en escena, el espectáculo estético, algo que queda de manifiesto en la excepcional secuencia congelada en el tiempo en el que contemplamos la acción, como la heroína asesina, a través de unos velos.
El resultado en una cinta de artes marciales sin excesos ni artificios, que se desarrolla con calma, con escasas palabras y una contenida expresividad por parte de los protagonistas, en la que se necesita digerirlo bien todo antes de sentir una conexión emocional con ellos. Por el contrario, sus bellas y poderosas imágenes (con la colaboración del director de fotografía Mark Lee Ping Bin) en el ya casi olvidado formato 4:3 proporcionan un placer total para los sentidos.