HIPGNOSIS
Hipgnosis, la cara oculta de las portadas del rock (2ª parte -la primera se publicó ayer-)
Su relación fue casi siempre con los artistas directamente, buscando ilustrar fielmente sus pretensiones, sus ideas. No se trataba de un plan preconcebido, sino de una evolución normal a partir de sus preferencias a la hora de trabajar: Hipgnosis procuraba representar la música y la filosofía del grupo sin ceder a los requerimientos de las discográficas o los managers. Eso les aseguró la confianza total de los músicos y unas relaciones que duraron décadas con muchos de ellos (Pink Floyd, 10cc, Led Zeppelin, Genesis, UFO, Pretty Things…)
En cuanto a la parte artística, ambos se repartían el trabajo. Si Storm se encargaba más de la parte intelectual, intentando que aquello se pareciese a una galería de arte, Po era quien disparaba las fotografías y llevaba el día a día del negocio. Pero no había modelo alguno ni estrategias. Según las palabras de Store, lo que se buscaba era “lograr algo más incongruente que impactante, más curioso que espectacular. Para ello utilizábamos el surrealismo con una cierta narrativa y un poco de romanticismo.
Inevitablemente, algunos elementos intelectuales y algunas referencias artísticas se colaban en nuestro trabajo, así como algún toque humorístico. No reparábamos en la geometría o las proporciones, ni nos limitaban los presupuestos. Las cosas no tenían que estar alineadas y debo confesar avergonzado que la tipografía era un ser extraño y que las preocupaciones con el balance, el contraste y ese tipo de cosas llegaron más tarde.
Simplemente, no sabíamos hacerlo mejor. Estuvimos fuera de la norma y del academicismo en cuanto al diseño, y no nos preocupaba de dónde salía algo mientras lo consiguiéramos, mientras lo sintiéramos como algo personal y se adaptase al artista. Lo que nos interesaba era la parte emocional y/o conceptual, y estábamos obsesionados con las imágenes y las implicaciones narrativas de esa imaginería. Nos movimos siempre en un territorio indeterminado entre las películas y las diapositivas.
Entre nuestras influencias estaban Man Ray, Magritte, Picasso, Kandinsky, Juan Gris o Ansel Williams, aunque también robábamos inconscientemente de la historia, libros o amigos, especialmente John Blake y George Hardie, rehaciéndolas para conseguir nuestros fines. Nos veo como una especie de traductores, trasladando un acontecimiento en audio, la música, a un evento visual, la portada”.
Hasta 1982, las portadas de discos fueron la manifestación más clara de la presencia de un artista. Eran casi la única representación de su identidad cultural y emocional. Antes de la era digital, las carpetas de los álbumes de rock tenían una influencia decisiva, lo que las llevó a ocupar una posición sinigual en la historia del diseño gráfico y la comunicación visual. Parte de ello desaparecería al año siguiente con la irrupción del disco compacto.
Entonces, conscientes de que la época de las carpetas desplegables y los amplios presupuestos había llegado a su fin, Hipgnosis cerró. El punk las había sustituido, los sellos independientes estaban naciendo, MTV atraía la atención hacia otro tipo de imagen y Storm Thorgerson se cansó de hacer lo mismo tras 15 años. Convenció a su colega y crearon Green Black Films con la intención de dirigir videoclips. Tras seis meses en blanco, Paul Young contó con ellos para el vídeo de “Whererever I Lay My Hat”. Estuvieron dos años haciendo más vídeos para viejos amigos y los dos socios acabaron distanciándose.
Cada uno tomó su camino. Po, quien vive parte del año en Formentera, se dedicó al cine, la publicidad y los documentales, con su firma Aubrey Powell Productions, en compañía de Peter Christopherson. Su última película, The Bull Runners of Pamplona, fue rodada en los Sanfermines. Por su parte, Storm volvería de nuevo al diseño de portadas, dedicándose a ello hasta su fallecimiento este mismo año. En estos años ha trabajado con Muse, The Cranberries, Antrax, Catherine Wheel, Ian Dury, Phish, Ween o The Mars Volta. Desde hace un tiempo ambos años habían retomado su relación trabajando en la preparación de exposiciones y libros.
Magnetismo animal
Entre sus cerca de trescientas portadas, curiosamente nunca catalogadas de forma exhaustiva, hubo más de un fracaso. Tiene lógica que suceda cuando se trabaja llevando las ideas al límite, al borde del ridículo, experimentando como lo hicieron. Ellos mismos han citado alguna vez que en su obra hay discos mal iluminados (Edgar Broughton Band, 1971), que ignoraban la tipografía o abusaban de ella (Dave Edmunds: The Best, 1981) o que se convirtieron en algo mediocre tras las restricciones presupuestarias (Wings, London Town, 1978). También han hablado de portadas desagradables (Cortinas: Defiant Pose, 1977; Climax Blues Band: Tightly Knit, 1976; String Driven Thing: Keep Yer ‘And on It, 1975) o que eran directamente basura (Pepe Jaramillo: Till There Was You, 1970; Bob Sargeant: First Starring Role, 1975).
No fue todo. Storm se enemistó con Jimmy Page cuando presentó una raqueta blanca sobre fondo verde como idea para la portada de Houses of the Holy. La pregunta retórica del guitarrista de Led Zeppelin acabó su relación: “¿Estás dando a entender que nuestra música se asocia con una raqueta?” Y, aunque ellos nunca lo hayan dicho, las portadas de Hipgnosis para dos discos de Scorpions, Lovedrive y Animal Magnetism, con sus burdas alusiones sexuales, son todo menos memorables.
Las anécdotas son muchas. Tal vez la más conocida, por su repercusión en los medios de comunicación, sucedió al intentar obtener la imagen de Animals de Pink Floyd. Aquel cerdo rosa que tenía que sobrevolar la planta eléctrica de Battersea se elevó en la atmósfera por una racha de viento, poniendo en peligro un avión que se acercaba al aeropuerto de Heathrow.
Pero no fue la única ni la mejor. Al especialista que posa en Wish You Were Here en llamas se le quemó realmente el bigote. Una sesión de dos horas con The Pretty Things se quedó en nada tras el revelado de las fotos por no haber comprobado si el flash funcionaba. La portada de Argus de Wishbone Ash fue fotografiada junto a una carretera cualquiera tras una costosa expedición a Francia porque no se atrevieron a llegar a lo alto de las gargantas del Verdon. Uno de los componentes de Argent que se sumergió en la piscina para la portada de In Deep casi se ahoga por no querer reconocer que no sabía nadar. Las trabajadoras católicas de una fábrica se negaron a embalar el disco homónimo de Birth Control por llevar un condón en su portada. A la oveja de Look Here de 10cc que se fueron a fotografiar a Hawái tuvieron que darle un Valium porque solo quería meterse en el mar embravecido. Nadie entendió Presence de Led Zeppelin. El disco homónimo de Edgar Broughton Band fue calificado como repugnante por su compañía… Felices deslices de una historia única.
Bibliografía:
– The Art of Hipgnosis: Walk Away René, 1978
– The Photo Designs of Hipgnosis, The Goodbye Look, 1982
– Eye of the Storm, 1999
– Mind Over Matter, 2003
– Taken by Storm: The Album Art of Storm Thorgerson, 2007
– For The Love of Vinyl: The Album Art of Hipgnosis, 2008
– The Gathering Storm, The Album Art of Storm Thorgerson, 2013
Exposiciones:
– Por amor al vinilo. Formentera e Ibiza, 2009
– Right but Wrong. The Extended Album Art of Storm Thorgerson of Hipgnosis. Londres, 2010
Documental:
– Taken by Storm, 2011