EL CLAN
El clan (Warner)
Curiosamente, las películas argentinas más taquilleras dentro de sus fronteras y las más exitosas fuera no son precisamente las más comerciales o convencionales: ahí están El secreto de sus ojos, Relatos salvajes o, ahora, El clan. Ni una comedia, nada de apellidos vascos o catalanes.
La historia real de una familia acomodada que en los años finales de la dictadura secuestraba a personas acaudaladas para poder seguir manteniendo su posición no debería ser, obviamente, un plato del gusto masivo. No obstante, Pablo Trapero, el autor de Leonera, Carancho y Elefante blanco, entre otras, ha sabido hacerla atractiva para el público sin dejar de mantener sus constantes cinematográficas.
Más que sus golpes secos de violencia, escasos pero certeros, a Trapero le interesa las relaciones entre los miembros de aquella familia, en especial el padre (rotunda y magníficamente interpretado por Guillermo Francella) y su exitoso hijo estrella del rugby, así como aquellos que oyeron y no hicieron nada, convertidos en cómplices interesados. Su ecuanimidad en el tratamiento deja en el aire la razón de aquella barbaridad, lo que le da proporciona mayor horror e impacto.