CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON ELLIOTT MURPHY

ENTREVISTAS 2003

Elliott Murphy, haciendo surf por el pasado

EL 2003 marca el treinta aniversario deL primer álbum DE Elliott Murphy, Aquashow (1973), por lo que se puede decir que su carrera y la de Bruce Springsteen, que empezó en la misma época, guardan más de un paralelismo. El año pasado vio la luz su últimos disco, Soul Surfing, el número 22 en su discografía, que cada vez es más confusa.

Mientras Springsteen se hizo con un hueco entre los artistas que llenan grandes estadios, y de los que todos conocen perfectamente su discografía, Elliott Murphy ha permanecido en un discreto segundo plano, editando buenos discos en compañías distintas y viviendo en Paris.

En el año 1982 editó Murph The Surf, disco que nunca estuvo disponible en compacto en España, y que ahora aparece por fin gracias a Dusty Roses, la discográfica que lo apoya incondicionalmente desde hace unos años desde Oviedo. Esta nueva edición aparece, además, con nueva portada y un tema extra.

El propio Elliott Murphy explica lo que significó este disco en su trayectoria: “De alguna forma, éste fue mi álbum de regreso. Después de mis cuatro discos con las multinacionales en los años 70 (Aquashow, Lost Generation, Night Lights y Just A Story From America), me quedé a la deriva en el Océano Independiente”.

“Murph The Surf se grabó en Nueva York en Sundragon Studios con la banda con la que estaba girando en aquella época,” continúa, explicando quien estaba con él en aquellos días, “un grupo que consistía en Ernie Brooks al bajo, Richard Sohl a los teclados y Jesse Chamberlain a la batería. Tony Machine también tocó la batería en algunos temas, pero estaba dividiendo su tiempo entre David Johansen y yo. Y el vanguardista Peter Gordon añadió un poco de saxo y también de teclados. Resulta difícil de creer que ahora tanto Jesse Chamberlain como Richard Sohl hayan fallecido. Conocí a Jesse cuando él tocaba con Ernie y Chris Spedding en The Necessaries, y Richard Sohl venía de The Patti Smith Group, aunque ya lo conocía de antes. Todos hicimos muchas giras juntos y un montón de conciertos en Tramps, que era mi lugar habitual en Nueva York cuando vivía allí a principios de los 80. Tocábamos en Tramps cada jueves por la noche y parece que siempre llovía. Echo de menos a Jesse y Richard, y espero que sus espíritus vivan en este álbum”.

Con relación al disco, parece que está entre el predilecto de mucha gente. “Alguna gente me dice que Murph The Surf es realmente su álbum favorito, y especialmente canciones como “The Fall of Saigon”, “Continental Kinda Girl” y “Dusty Roses”. Aún toco muchas de estas canciones en mis conciertos, y probablemente añada más. “Garden City” trata sobre mi lugar de nacimiento en Long Island y espero llegar a cantar la canción ahí también. La foto de la nueva portada se hizo en Italia durante mi primera gira por allí, en la época de Murph The Surf. La foto se usó en un disco pirata, Live In Italy, y desgraciadamente el Alfa Romeo Spider en el que estoy sentado no es mío”.

Esta reedición incluye un inédito,“In A Minute”. “No estaba en el álbum original y no sé por qué. Me suena mejor hoy en día que antes. “Saigon” sigue siendo mi canción favorita del disco. Recuerdo que mis managers entonces me decían que nadie quería oír canciones sobre la guerra de Vietnam. Pocos años más tarde mi amigo Bruce Springsteen publicó Born In The USA y cambió la perspectiva histórica del rock’n’roll”.

Además, parece que la recuperación de aquel disco tendrá otras consecuencias más prácticas. “El año pasado empecé a hacer surf de nuevo… ¡Espero que la reedición de Murph The Surf me ayude a hacer un “hang 10” una vez más!”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON KINGS OF LEON

ENTREVISTAS 2003

Kings Of Leon: “Hay pastores y adictos al crack en nuestra familia”

Esta misma semana está de gira por nuestro Estado la banda revelación del 2003 en cuanto a rock clásico se refiere. Sus canciones remiten a Creedence Clearwater Revival, Allman Brothers y buena parte del rock sureño de los 70. Kings of Leon presentan su primer disco, Youth & Young Manhood y nos cuentan la historia del grupo.

Kings of Leon es una joven banda del estado americano de Tennessee. Son tres hermanos: Caleb (voz y guitarra), Nathan (batería) y Jared (bajo) Followill, además de su primo Matthew Followill en la otra guitarra. Su primer disco Youth & Young Manhood muestra que sus canciones se basan en emociones brutas y ritmos básicos. Kings of Leon (que tienen ese nombre porque tanto su padre como su abuelo se llamaban Leon) es una banda diferente, más clásica.

Ellos mismos cuentan su historia. “Nuestro padre era misionario da iglesia Pentecostal, lo que nos hizo crecer en la carretera entre Oklahoma City y Memphis, para allá y para acá, hasta 1998. Jared y yo nacimos en Memphis, Nathan y Matthew en Oklahoma,” comenta Caleb.

“No teníamos una casa de verdad,” continúa Nathan. “Nos quedábamos con parientes en las dos ciudades. Vivíamos en el asiento de atrás de los coches. Durante cuatro años tuvimos un trailer y, durante otros diez, o la iglesia nos alojaba en un hotel o nos quedábamos en la casa del pastor. Fue lo que hicimos durante toda la vida. Nuestro padre trabajó en una iglesia en Mumford, en Tennessee, de 1986 a 1992. Está a 30 minutos de Memphis. Allí frecuentamos la misma escuela durante unos cuatro años, con los mismos colegas, por primera vez. Además de eso, teníamos clases en casa.”

Su primer contrato estaba al caer. “De allí marchamos para Nashville, hace dos años y medio,” prosigue Caleb. “Comenzamos a componer y, un año después, la RCA nos contrató.”

La actividad de su padre no fue en vano. “Comencé a tocar en la iglesia a los siete años, en la batería,” asegura Nathan. “Mi madre tocaba el piano antes de los sermones de mi padre. Caleb comenzó a tocar, al verme, también en la iglesia.” Caleb continúa: “El sonido en la iglesia es bueno, parece blues. Las personas no siempre tocan bien, pero con todos juntos siempre se logra un sonido espectacular.”

Nathan también tiene su versión. “Nuestra música tiene muchos de esos elementos. A la iglesia la gente va por el culto, no por la música. Uno se aproxima mucho a quien toca con él, no existe una presión, nadie va a ser recriminado por equivocarse. Eso hace más fácil nuestro trabajo como banda. No tenemos esa preocupación de equivocarnos. Estamos allí sintiendo la música, en vez de preocuparnos. Era maravilloso tocar en la iglesia: canciones de 15 minutos y las personas juntas, bailando.”

Curioso detalle, el de Kings Of Leon como adeptos a las músicas de color. “Es nuestro tipo de música, el gospel; parece los Rolling Stones con un cantante diferente en cada canción,” apunta Caleb. Nathan insiste: “No desistimos de nuestra música; estaba con nosotros todo el tiempo. Pero que conste que Aretha Franklin era miembro de la Iglesia y Al Green también. No queremos que nos vean como una banda de iglesia, pero no tenemos miedo de admitir que nuestras influencias tienen mucho que ver con nuestro pasado. Ahí descubrimos la libertad de ver la religión de la manera que nos pareció mejor. Fue cuando profundizamos más en Led Zeppelin, los Stones, Tom Petty… Cuando oigo a los White Stripes me sorprendo porque pienso que podemos hacer eso, y, tal vez, hacerlo bien.”

No todo es religiosidad. También hay experiencias mucho más terrenas en su música. “Molly’s Chambers” trata de una joven de las que, si aparece en tu vida, no puedes dejarla pasar. Ellas pueden complicar tu vida, mas vale la pena. La música intenta reproducir el sentimiento de como ella te puede,” dice Nathan. “Wasted Time” habla de las personas que intentan ser lo que no son, y “Wicker Chair” va de ver a alguien autodestruirse, sabiendo que no se puede hacer nada al respecto. Es algo melancólico. “Holly Roller Novocaine” es nuestra canción más personal.”

¿Y cuál es su interés al componer o grabar discos? “No pensamos en lo que va quedar en el oído de las personas,” dice Nathan. “No es eso. Nos preguntamos cuál es la mejor manera de poner lo que sentimos en la canción.” Caleb añade: “Nuestro interés es grabar discos. Si ves una buena película, oyes canciones lentas y rápidas. Si la película es mala, todas las canciones serán rápidas. Si la película es exagerada, todas serán lentas. Quiero que nuestros discos sean como buenas bandas sonoras: quiero que esté todo allí, todas las partes de la vida.”

Además de serlo, se sienten diferentes. “Hoy en día, muchos artistas muestran su alegría durante todo el disco o lloran todo el tiempo. No somos así. Nos gustan las variaciones,” asegura Nathan. Caleb lo corrobora: “Somos diferentes de la mayoría de las personas. Éramos muy pobres, nunca tuvimos nada. No somos nada arrogantes, somos normales, con los pies en el suelo. Hay pastores y adictos al crack en nuestra familia.”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MERCEDES PEON

ENTREVISTAS 2003

Mercedes Peón: “A desaparición da tradición da grima”

De entrevista en entrevista Mercedes Peón vai desentrañando os contidos de Ajrú, o seu segundo disco. A promoción é intensa, pero ela non perde o bo humor.

“Ajrú é un traballo libre e sincero, cheo de sentimentos propios e penso tamén que atemporal”. Así presenta Mercedes Peón o seu segundo disco, chamado igual que un proxecto de banda que tivo hai uns anos e que, finalmente, non saíu adiante. “A ideóloga do grupo era eu pero tiña que ser unha iniciativa compartida. Finalmente resultou inviable porque cada un tiña as súas inquedanzas. Nese momento foi cando decidín que plasmaría todas as ideas que tiña pola miña conta, como solista.”

Aí nacía o personaxe público de Mercedes Peón, que popularizaría o programa da Televisión de Galicia Luar. Un pouco máis tarde editaría un disco que revolucionaría o mundo da música folk non só en Galicia, senón en toda Europa. Titulouno Isué.

Agora recupera o nome daquela banda que nunca veu a luz para o seu segundo traballo. “É que ten moita forza. Sempre me gustou moito e, se non o empreguei para o primeiro disco, foi porque me parecía que Isué identificaba mellor o que había naquel traballo. Ajrú ademais de aturuxo pode ser calquera tipo de berro e iso ten moito que ver coa estética deste novo traballo.”

Mercedes Peón di que ao pasar os 30, as persoas viven dun xeito distinto. “É como se foses máis consciente da morte. Non é que sexas vella nin nada diso. Eu considérome nova con 36 anos, teño moita enerxía, fago deporte… todo isto. O que pasa é que es máis consciente do teu propio ser, do finito que es. É por iso que gañas en espiritualidade,” explica.

E todo isto é fácil de atopar nos seus traballos. De igual maneira non custa nada recoñecer o forte compromiso da artista coa terra. “A música tradicional, esa que se transmite de pais a fillos, oral e visualmente, está en grave perigo de extinción,” conta.

“O rural está desaparecendo e iso conleva que a transmisión oral da lingua e das tradicións desapareza con el. Acábanse os roles e con eles todas as manifestacións artísticas tradicionais que ían asociados a eses roles. A cousa está moi fastidiada,” di.

“E todo isto agrávase ante a pasividade do Estado que deixa que aconteza ou cando emprende iniciativas para frealo non resultan efectivas. Dá grima,” engade.

Neste sentido, a artista é moi clara cando di que o que ela fai cando se sube ao escenario non ten que ver con isto. “Os que nos subimos a un escenario para cantar cousas, non estamos facendo nada pola tradición en absoluto. Cobramos por isto. No meu caso o que fago é lucrarme dunha tradición ancestral tremenda que me fai ser única no mundo e por iso teño proxección internacional.”

Pese á desaparición dos roles e do mundo rural en Galicia, Peón defende a morte o traballo de recollida. “Dicir que xa non ten sentido a recollida é dunha ignorancia moi grande. É como capar os coñecementos. Hai que ir á fonte directamente. É o de verdade, a orixe. É máis, o que había que facer en Galicia é impregnar a universidade coas recollidas de campo.”

Houbo un crítico que dixo por Isué que Mercedes Peón facía folk do século XXI. ¿E agora con Ajrú? “O problema de todo isto son as etiquetas. Eu creo que a miña música pode ser moitas cousas. Eu quedaríame co que dicía ao principio: son cancións sinceras e libres.”

Belén López

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON ELLIOTT MURPHY

ENTREVISTAS 2003

Elliott Murphy, la última estrella de la noche

El 2003 ha sido un gran año para el ya clásico Elliott Murphy en España, al menos en cuanto a la edición de sus discos. En medio de varias giras ha tenido tiempo para reeditar el legendario Murph The Surf en febrero, y publicar la colección de material añejo Vintage Series en marzo -sólo disponible a través de Internet-, el doble disco en directo Last Of The Rock Stars… And Me And You y, ahora, en octubre, su último disco doble en estudio, Strings Of The Storm. Este sábado 8 lo presenta en la sala Playa Club de A Coruña. Escuchemos, en sus propias palabras, lo que tiene que contar sobre su última obra.

“Mi río de canciones fluía poderosamente esta vez y yo no soy nadie para dejar las cosas almacenadas sin enseñarlas durante años. Además, siempre que crees que tu almacén esta vacío y que no tienes nada digno de enseñar encuentras cosas que estaban ahí y que habías hecho hace mucho tiempo (yo, por ejemplo, con el disco Vintage Series Vol. 1).

Antes incluso de que empezara a contar las canciones que tenía, antes incluso de tener estas canciones, yo sabía que iba a ser un álbum doble y que era algo que tenía que hacer. Hubo momentos de pánico y desesperación pero yo me sujeté al mástil de mi barco como Ulises; fuertemente atado con cuerdas de guitarra hasta que la tormenta pasara y el mar se calmara y pudiéramos atracar en el seguro puerto de Le Havre. Había oído el canto de las sirenas y ahora solo quería bailar con ellas.

El proceso de grabación comenzó como un pequeño susurro hace un año; unas cuantas canciones como “Moan” y “Temple Bar” fueron grabadas mientras yo trabajaba en “Better Days” para el disco de tributo a Bruce Springsteen Light of Day. Coincidió que el viento fue favorable y arrastró a Ernie Brooks -guitarra- y a Kenny Margolis -piano- a la ciudad y, finalmente, a Cindy Bullens que con sus coros añadió mucho soul y gracia. Danny, Thomas y Florent fueron indispensables también.

Una vez más estoy impresionado por los enormes talentos del increíble equipo que he juntado a mi alrededor. Especialmente con el siempre fiel Olivier Durand, el cual, junto con el doctor Flo -Florent Barbier, percusión- y yo mismo formamos el trío sagrado que malgasta incontables días pululando alrededor de la sala de control buscando… el sonido. Y si hay un sonido característico en el álbum puede que sea la guitarra barítona que Olivier sugirió. Y mi kazoo, por supuesto…

En cuanto a lo que tiene que ver con la composición, para mí el período más terrible fue la semana después de haber vuelto de Estados Unidos el pasado mes de junio, en el que tuve que sufrir ese terrible jet-lag que me despertó a las dos de la madrugada después de apenas unas horas de descanso. Así que al anochecer bajé a mi estudio y, durante cinco noches consecutivas, escribimos una canción y grabamos una maqueta. El “escribimos” es por mi gato negro Salem que parecía estar fascinado con todo el proceso. O quizás fuera Salem el que dio todo su encanto al proceso desde el principio. Es lo mismo: él ronroneó constantemente hasta que cada canción era rescatada y finalmente me iba a dormir a las 6 o 7 de la mañana. Las canciones del jet-lag fueron “Big Sky”, “Le Future”, “Last Star of the Night”, “A Mountain of Love” y, por supuesto, “Jet-Lag”.

Incluso después de haber grabado cada canción que había escrito para el álbum yo sabía que algo importante se me estaba olvidando: la primera canción del álbum, el comienzo. Y como una mariposa “Green River” voló dentro de mi ventana una mañana temprano en el País Vasco. La terminé después del desayuno y la banda la tocó esa misma noche en un gran concierto en Vitoria. Hay dos versiones en el álbum: “Birds” de Neil Young y “The Banks of the Ohio” que es una canción folk tradicional americana. Un poco de “Birds” llevaba estando años en mi cabeza –“And if you fly away without me…”-, pero nunca pude figurarme de dónde venía. Finalmente un amigo me lo dijo. “The Banks of the Ohio” es de la antología de Harry Smith de canciones folk americanas, un punto de partida tan bueno como el que más.

¿Qué más? Unas cuantas canciones fueron compuestas en un hotel en Ferrara, Italia (“From Room 102”, “O Catarina”), y una en Mallorca (“The Red Lights”). La mayoría de las grabaciones son en directo y mi voz viene de esas sesiones básicas donde yo me sentía más inspirado, rodeado de grandes músicos. Aún ahora continuo revisando algunas canciones de Strings of the Storm y, probablemente, las letras cambiarán un poco cuando las escuches en el escenario. Walt Whitman también lo hizo.

Las tres -o quizás cuatro- portadas diferentes no tienen nada que ver con un plan de marketing, sino simplemente con diferencias culturales entre Francia, España y Alemania. Un poco como el fútbol, supongo. “Ground Zero” realmente sólo salió a la luz en Francia en un EP, así que la incluimos como regalo para todo el mundo.

Todo era como si yo fuera un detective en una misión secreta, sólo que no sabía cuál era el secreto. Como si viajara día tras día sin saber el destino. Como hacer el amor en total oscuridad con una desconocida que nunca hubieras visto. Era surrealista y por eso elegí parafrasear unas cuantas palabras de André Bretón para el título. Espero que Strings of the Storm me ayude a comprenderlo todo algún día…

Siempre trato de dar lo mejor de mí a vosotros, mis seguidores, porque vosotros sois mis guardianes del tesoro y dais a mi música y a mis palabras un hogar a lo largo y ancho del mundo. Confío en no haberos dado demasiado…”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON LA BUENA VIDA

ENTREVISTAS 2003

La Buena Vida, caminito del cielo

Cambio de sello, de manager y entrada al número 1 de la lista de ventas. Hoy en día, sólo Los Planetas se les puede comparar en cuanto a repercusión en el mundo independiente. Este fin de semana presentan su nueva etapa con el disco Álbum en el Santi-Rock. Al habla con Pablo, el bajista.

¿Qué objetivos había cuando La Buena Vida se propone cambiar de sello discográfico?
– Digamos que pensábamos que la etapa con Siesta había terminado y que cada uno debía seguir su camino. Necesitábamos una inyección de aire fresco. Sinnamon nos propuso un proyecto que nos interesó y decidimos que era lo mejor para el grupo.

¿De verdad hay tanta diferencia de ventas entre vuestros discos anteriores y éste como para ahora aparecer en listas y antes no? ¿No tendrá que ver bastante con la distribución y con los métodos que se emplean para saber cuáles son los discos más vendidos?
No controlo mucho la industria, ni estoy demasiado interesado en eso. Creo que es una pregunta más para la compañía que para nosotros. Lo nuestro es hacer discos y tocar. Del resto se encargan ellos. Si alguien se piensa que dejamos Siesta para buscar sólo vender más, está muy equivocado.

¿Semanas después de haberse publicado el disco, ya deja de parecer una anécdota la repercusión que ha tenido?
– Pues eso es bueno. Sería un poco como la confirmación de que es una situación normal. Es decir, que sea normal que el disco tenga mucha repercusión. Ojalá siempre sea así. De todas formas hay condicionantes para que eso haya ocurrido. Como bien citabas tú, antes ha existido un cambio de sello y, al parecer, un cambio a nivel de distribución. Promoción y ventas.

Siempre habéis hablado de que os gustaría profesionalizaros. ¿Qué tendría que suceder para dar ese paso?
– Muchísimas cosas que por ahora no ocurren. Para empezar, debería ocurrir que este país cambiase por completo y que grupos como Chucho o Astrud fueran los número 1 de las listas. Cosa que se merecen… El resto vendría por añadidura.

¿Seguís pensando que lo vuestro es reciclar ideas de los anteriores discos y añadirles nuevos matices?
– Es bastante cierto, aunque digamos que lo que más me preocupa son los nuevos matices, que para mí son más que eso. Intentamos darle a cada disco un sonido propio e introducir novedades. En este caso, hay muchos más vientos que cuerdas y las guitarras están mucho más presentes. Por no decir que la base rítmica es más contundente y que hemos sustituido el piano por más órganos.

¿Hay una vuelta a los discos del principio en determinadas canciones del disco?
– Podría verse de esa forma por lo que comentaba antes de las bases, las guitarras y los órganos, pero está también claro que han pasado 10 años desde la grabación de esos discos y el espíritu del grupo ha cambiado, porque nosotros como personas también hemos cambiado. Lo que sí me quedo de todo eso es que hemos tratado de hacer un disco dinámico tal y como los hacíamos entonces; por así decirlo, un disco más pop.

¿Había la intención también de hacer un disco más sencillo y variado?
– Sí, sí, me quedo más con lo de sencillo, como ya he dicho antes. En cuanto a lo de más variado, te diría que sí en el sentido que éste es un disco menos conceptual y más de canciones. Más heterogéneo y menos homogéneo. Sí, muy de acuerdo en eso.

¿Y algún descubrimiento reciente que haya tenido su influencia sobre el sonido?
– Pues supongo que cada uno le damos un toque personal a los discos. Yo en este momento estoy escuchando música más mod y también música americana. No sé si esas influencias se habrán dejado notar o no…

Aunque los textos siguen hablando de relaciones personales, hay también alguna novedad, como en “Un actor mejicano” o “Los Planetas”. ¿Es así?
– Sí, son letras que te posicionan más como narrador de una historia que como locutor de algo personal, a pesar de que, a veces, creo que intentamos meter un mensaje subliminal en esos textos.

Sin embargo, aunque en “Los Planetas” participa J., los textos que no desentonarían en un disco de Los Planetas son los de “hh:mm:ss” o “Lo que dicte el corazón”. ¿Estáis de acuerdo?
– Muy de acuerdo. Reconozco que en “hh:mm:ss” hay influencia de ellos, pero también te citaría a Eddie & The Hot Rods o a Blondie. A lo que me refiero es que también ha ido cambiando un poco el espectro de nuestras influencias y creo que eso se nota en este disco.

¿Se quedan habitualmente canciones en el tintero que no encajan con el sonido del grupo?
– Sí, siempre. Es normal. Cada uno tiene sus etapas y digamos que, después, todo hay que pasarlo por el tamiz de La Buena Vida, el cual es bastante tupido y de pasar pocas cosas… Aunque quizá en este disco hayamos dejado un poco más de manga ancha, ya que buscábamos algo menos conceptual.

¿Qué sorpresas aguardan en vuestra web a los compradores del disco?
– Se podrán descargar una canción inédita y el vídeo de “Un actor mejicano”. De todas formas sabemos que hemos tenido problemas con la web y la compañía está tratando de solventarlos. Es cuestión de tiempo.

¿Ha ganado el grupo confianza en sí mismo con todo lo que está sucediendo?
– Gran pregunta y clara respuesta: sí.

¿Lo mejor que se puede decir hoy de La Buena Vida es que parece como si estuvieran empezando con Álbum y que hay tanta o más ilusión que al principio?
– Joder, es como si me leyeras el pensamiento. Es justamente lo que pienso ante este disco. ¿Nos conocíamos de antes? Ya sé que sí, pero….

Después de quince años como grupo y diez editando discos, ¿dónde está el límite? ¿Se ha hablado en algún momento de hasta dónde podríais o querríais llegar?
– Lo que sí te puedo decir es cuáles son mis objetivos. Otra cosa es si los podremos alcanzar. Como bien dices, Álbum ha supuesto una regeneración, un empezar de nuevo en cierto sentido. Por lo tanto, este disco es para mí como un punto de partida hacia un objetivo que es poder hacer un gran disco en tres o cuatro años que englobe toda esta nueva etapa, y del cual me pueda sentir orgulloso. Sé que será difícil, pero lo vamos a intentar.

¿Va a haber algo especial en el concierto del Santirock? ¿Recuperaréis algo de vuestras canciones electrónicas?
– Sí. Otra vez diana. Vamos a tocar algunas de las canciones de la época de Magnesia y Panorama. Eso sí, junto con muchas otras de Álbum y algunas de Hallelujah.

Xavier Valiño

1 196 197 198 199 200 308