ULTRASONICA ARTÍCULOS 2007 MICAH P. HINSON EN CONCIERTO

ULTRASONICA ARTÍCULOS 2007 MICAH P. HINSON EN CONCIERTO

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 2007


 

Micah P. Hinson en concierto

 

(Fundación Caixa Galicia, Santiago, 26 de enero de 2007)

 

   

 

            Cuando hablan de esos cables que cruzan los océanos por debajo del mar, todo suena a ciencia-ficción. ¿Cables sumergidos a más de 10.000 metros de profundidad y uniendo orillas que distan 6.000 kms.? Parece difícil creer en ellos, pero hay quien está por la labor de demostrar que existen. Por ejemplo, Micah P. Hinson.

 

            Por difícil que parezca, este nativo de Abilene (Texas, EEUU) tiene más de un punto en común con alguien de Sheffield (Inglaterra), en concreto con Richard Hawley. En esta gira que le acaba de traer por España así lo demostró en la primera media hora de concierto. Con la colaboración de un tímido multiinstrumentista llamado Nick Phelps al pedal-steel, el banjo y algo de percusión, Hinson recordó en su faceta acústica durante un buen rato las maneras de crooner de Richard Hawley, que hunde sus raíces en los ya lejanos años 50.

 

Además, por si quedaba alguna duda, para rematar esa primera parte Hinson se decidió por hacer una versión de Hawley, “Hotel Room”. También, en uno de los escasos momentos en que comentó algo, dijo que Richard Hawley era uno de los mejores tipos que se había encontrado en el negocio y que, aunque creía que la diferencia de edad entre ellos era de menos de diez años, siempre que se encontraban Hawley lo trataba como si fuera su abuelo.

 

Tras esa primera parte, volvimos a ver al Hinson que recordábamos de sus anteriores visitas: un músico que reinterpreta sus canciones en directo con violencia y con arrebato, sumando electricidad para darles una nueva dimensión, y todo ello a pesar de ser presentarse como dúo, puntualmente complementados en escena por Will Johnson, quien antes había hecho valer su propuesta en solitario adelantando que no iba a ser una noche cualquiera.

 

    

 

Micah P. Hinson va sobrado de desparpajo -¡nadie mira así tan de frente a su público!- y de carisma. Con “You’re Only Lonely” parecía que el concierto se cerraba de la mejor forma posible, justo antes de regresar para acabar berreando con su rocosa voz, más que cantando, “Patience” de su primer álbum. En ese momento comprendimos que tardaríamos mucho tiempo en vivir algo igual, si es que alguna vez alguien llega a hacerle sombra en su presentación por estas tierras.

  

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 2006 TOM WAITS

ULTRASONICA ARTÍCULOS 2006 TOM WAITS

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ARTÍCULOS 2006


Tom Waits, el conflicto se casa con el drama

 

 

         No podía ser de otro modo. Orphans: Brawlers, Bawlers And Bastards, el nuevo disco triple de Tom Waits, se convierte desde el primer minuto en un viaje musical espectacular, con parada en casi todos los géneros de la canción tradicional norteamericana. Sus 56 canciones capturan todo el amplio espectro de los poderes chamaníacos de Waits como vocalista, letrista literario, melodista romántico, arreglista innovador y pionero de mundos sónicos.

 

         Esta colección escrita y producida por Waits y su mujer y colaboradora de muchos años Kathleen Brennan contiene 30 canciones nuevas, junto a rarezas y colaboraciones con diferentes artistas del cine, la música y la literatura. La colección, compuesta y grabada en tres años, se presenta agrupada en tres bloques: Brawlers (para simplificar, el blues), Bawlers (las baladas) y Bastards (lo experimental). Blues, baladas, insectos, asesinatos y locura. O, dicho en otras palabras, todo el menú completo.

 

Acompañando su edición, Tom Waits se ha prestado a presentarlo en sus propias palabras, empezando por explicar cómo entiende él el proceso de composición. “Cuando era joven pensaba que los compositores se sentaban solos erguidos frente al piano en pequeñas habitaciones llenas de humo, con una botella y un cenicero, y que todo lo que llegaba por la ventana se transmitía a través de ellos y salía por el piano en forma de canción… Y de alguna forma misteriosa eso es justamente lo que sucede”.

 

         Nadie mejor que él debería saber qué es Orphans. “No lo sé. Orphans es un chico de la calle conduciendo un ataúd sobre un carro con grandes ruedas a través del Río Ohio, con ojos soldados fuera de sus órbitas, y un tipo buscando esposa con un petardo encendido en su oreja. Orphans tiene canciones para todas las ocasiones. Algunas fueron compuestas en medio de la confusión y grabadas de noche en un coche en movimiento; otras fueron escritas en habitaciones de hotel y grabadas en Hollywood en medio de grandes fastos. Ahí es cuando el conflicto se casa con el drama. De cualquier forma, éstas son las que sobrevivieron a la inundación y fueron rescatadas de las ramas de los árboles después de que el agua se retirase”.

 

Si definir el disco resulta complicado, al menos podría comentarnos su intención. “Kathleen y yo quisimos que el disco fuese como vaciar nuestros bolsillos sobre la mesa después de una velada jugando, desvalijándolo todo y apostando a las vacas. Nos gustan las parejas extrañas -así fue como nos juntamos-. Queríamos que Orphans fuese como un programa de radio de onda corta en el que el pasado se secuencia con el futuro, compuesto de cosas que encuentras en el suelo, en este mundo y en ningún mundo, o quizás en el próximo mundo. Cualquier cosa que te puedas imaginar que sea que sea eso”.

 

Tampoco le ha importado en esta ocasión hablar de su arma más poderosa, la voz. “En el centro de este disco está mi voz. He hecho lo mejor que he podido para hacer ruidos explosivos, gritar, sollozar, susurrar, gemir, jadear, resoplar, bramar, gimotear y seducir. Con mi voz puedo sonar como una chica, el hombre del boogie, un Theremin, un bombón de licor, un payaso, un doctor, un asesino… Puedo ser tribal. Irónico. O mostrarme trastornado. Mi voz es realmente mi instrumento”.

 

 

         Aun así, no debe ser fácil saber para su protagonista y responsable cuándo un álbum está acabado y se puede pasar página. “Si un disco funciona, debería hacerse como una muñeca casera con oropel en lugar de cabello y conchas en lugar de orejas, llenas de caramelos y dinero. O como un buen monedero de mujer con una navaja suiza y un botiquín para mordeduras de serpiente”.

 

          El triple álbum, compuesto por canciones nuevas y alguna recuperada, ha ido tomando forma poco a poco. “Juntar todo este material fue como perseguir gallinas por la playa. No se trata de buscar en el baúl y mirar qué necesitas. La mayor parte estaba perdida o enterrada bajo la casa. Algunas de las cintas las conseguí tras pagar un rescate a un fontanero en Rusia”.

 

Waits lo explica de acuerdo con su peculiar forma de entender las cosas. “Caes en la tinaja. Empezamos a escribir para salir de ella. Después escuchas y escoges y escribes en respuesta a lo que escuchas. Y grabas más. Y después te muerde una araña, vas al nido de la ardilla y haces un disco completamente diferente. Ése fue el proceso durante gran parte de los últimos tres años”.

 

         No todo fue producto del azar, sino que hay nombres y apellidos con una intervención decisiva. “Más tarde conocimos a Kart Derfler, un ingeniero mágico que trabaja en unos estudios en la parte de ciencia ficción de la ciudad. Como médico del campo de batalla, hizo un trabajo digno de Lázaro con algunas canciones y también nos grabó todo el material nuevo”.

 

         Más que nunca, el resultado toca muchos palos y muchos temas. “En Orphans hay un mambo sobre un convicto que se escapa de la cárcel con una espina de pez, un gospel de trenes sobre Charlie Whitman y John Wilkes Boothe, un blues del delta sobre un vecino inquietante, una pieza hablada sobre una mujer a la que alcanzó un rayo, un madrigal escocés del siglo XVIII sobre la rivalidad mortal entre unos hermanos, un a capella americano del campo sobre un ahorcado… También hay una canción de Jack Kerouac y un espiritual con mi propia petición en forma de oración al Señor. Hay incluso una tonada sobre un viejo monaguillo y un rockabilly sobre un joven que suplica que se le mienta”.

 

         Y, aunque parezca increíble, Waits se preocupa por lo que pensarán los demás, aunque no sin dejar caer algo de ironía sobre lo que se espera de él. “Creo que aquí vais a encontrar más partes cantadas y más para bailar de lo habitual. Pero espero que los fans que buscan más gruñidos, más trinos, más ladridos, más chirridos, tampoco se sientan decepcionados”.

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 2007 MOTEL MOZAIQUE

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ARTÍCULOS 2007


Motel Mozaique, o cómo intentar acercar la música al arte

 

!!!

 

            Rotterdam, ciudad donde la música de carácter independiente pasa desapercibida, y donde sólo unos pocos se interesan por ella. El Festival Motel Mozaique, que aúna exposiciones artísticas y conciertos por distintas salas de la ciudad, y la posibilidad de dormir (Bed and Breakfast) en lugares poco comunes pero adecuados para ello, se consolida como uno de los pocos (y buenos) eventos de a los que merece la pena asistir.

 

2007, año de cambio debido a que una de las salas emblemáticas (Nighttown) de la ciudad de Rotterdam se encuentra cerrada desde el pasado año por causas que nadie conoce. En su lugar, la gran sala de conciertos Off Corso ejerce de sustituta. Esta edición se encuentra con un más que apetecible cartel, pero con muchos solapamientos entre artistas y salas, que hace imposible poder disfrutar de todos los grupos.

 

El viernes 13 de Abril dio comienzo oficialmente al festival, que tiene fama de tener un horario siempre cumplidor, hasta el último segundo (no hay mucho tiempo para los bises). Una de las grandes bandas del cartel de este año, los californianos !!! (e.g., "chk chk chk") se subieron al gran escenario del Off Corso muy temprano. Los asistentes salían con cara de satisfacción, pues ya después de este concierto se hablaba entre los que asistieron de que acababan de presenciar el mejor concierto de todo el festival (¡y eso que fueron unos de los primeros en tocar!)

 

 

The Strange Death Of Liberal England / Jesse Sykes & The Sweet Hereafter

 

Después, llegamos a tiempo de disfrutar del gran concierto que ofrecieron Jesse Sykes & The Sweet Hereafter. Dejaron ver que sobre el escenario tienen la lección bien aprendida y que la banda que acompaña a Jesse sabe cuidar hasta el último detalle para que todo vaya rodado. Sonaron a banda de rock ponente. Una pena que el público con el que contaban fuese escaso y que la tremenda ola de calor que sufría la ciudad, se notase (y mucho) en el Lantaren, que normalmente ejerce de sala de teatro convertida para la ocasión en escenario de festival.

 

Más tarde nos desplazamos a otro emplazamiento para disfrutar de The Strange Death Of Liberal England, joven grupo inglés que ponen rabia y empeño sobre el escenario y se acerca aun más al público gracias a sus pancartas anunciando el nombre del tema que van a tocar. Esta pequeña formación dejó ver que tienen ganas de más en la pequeña sala Rotown.

 

 

Deerhoof / Pop Levi

 

La noche seguiría con unos Deerhoof que podríamos definir como contundentes. Su cantante hubiera pasado casi desapercibida si no fuese por su voz, ya que su batería Grez Saunier se dedico a aporrear la batería, dejando perplejos a todos y haciendo que nos retirásemos de las primeras filas temiendo por nuestra integridad (véase el video en Youtube que alguien se afanó en colgar: http://www.youtube.com/watch?v=9a0FeWRnAk8&mode=related&search). Cerraría esta jornada unos Digitalism que no sorprendieron a nadie, pero que llenaron la gran sala del Off Corso con buena música de baile y un set que hizo bailar a todo el mundo.

 

Ya en la jornada del sábado 14, y gracias a una propuesta (que otros festivales deberían copiar) poco habitual, disfrutamos a medía tarde de unas pre-actuaciones destinadas a periodistas e invitados en una sala del museo de arte moderno de Rotterdam. En este marco, pudimos disfrutar del nervio de Pop Levi, quienes fueron uno de los grandes momentos vividos en este Motel Mozaique. Posteriormente  disfrutamos con el buen hacer de The Bees, quienes se atrevieron a abrir su concierto versionando a Os Mutantes y su archiconocida “A minha menina”, con la que contagiaron al público (en ambas ocasiones que tocaron) y se mostraron siempre muy cercanos.

 

 

The Bees / Patrick Wolf

 

Hablando de cercanías, eso es lo que hicieron Akron/Family, ya que apenas tocados tres temas repartieron flautas, cascabeles y panderetas entre el público e hicieron subir a la mitad de la sala al escenario, para deleite de los asistentes que no se creían lo que estaba pasando. Gran momento el vivido con los de Brooklyn.

 

El sábado tenía dos grandes nombres en el cartel, como son Camera Obscura y Patrick Wolf (antes de que adelantase que éste sería uno de sus últimos conciertos). Wolf solo se asomó al pasado en un par de ocasiones y se atrevió con casi todo el repertorio de su último disco. Realizó un concierto donde la (gran) mayoría del público le ovacionaba después de cada canción. El respetable se abalanzaba hacía un Patrick que se hacía querer y que se mostró muy próximo. Parecía un concierto de despedida, y cabe decir que todavía no era pública la carta de éste anunciando su retirada.

 

 

Jaime T / Camera Obscura

 

            En el caso de Camera Obscura, se podía ver como la gente se lanzaba a bailar con los temas y que el público que coreaba parte de los estribillos de sus canciones. Se escucharon temas antiguos y nuevos, y los escoceses dieron un gran concierto. También hubo sitio para grandes decepciones como la del Londinense Jaime T. Llegó con su guitarra acústica y su pose que no convenció. Pudimos ver como parte del público se salía antes de que el de Londres terminase. Se podría hablar de decepción, cuando unos minutos antes de empezar el concierto había gran expectación debido a la frescura de su disco Panic Prevention.

 

Por último, comentar que en esta ocasión también se contó con performances, diversas exposiciones artísticas en varias de las salas donde se realizaban los conciertos y, como novedad para esta ocasión, se pudo ver películas-documentales relacionadas con el mundo de la música. Como en ediciones anteriores, sales del festival queriendo volver el próximo año.

 

David Ochoa + Gabriela Contreras

ULTRASONICA ARTÍCULOS 2006 VAN MORRISON

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ARTÍCULOS 2006


Van Morrison, escucha -y mira- al león

 

Live At Montreux 1974 / 1980 (DVD, Eagle Vision)

 

 

         Dicen que el propio Van Morrison está detrás de este lanzamiento, que él mismo ha escogido personalmente estos dos conciertos para lo que es su primer DVD en el mercado. Puede ser; es más, resulta más creíble que, dado su carácter, en lugar de decidirse por editar un DVD de su reciente gira, el león de Belfast haya optado por recuperar dos viejos conciertos de la década de los 70 y, además, filmados en un festival de jazz.

 

         Da igual, porque lo que cuenta son los conciertos. ¡Y qué conciertos! Dos actuaciones, de 1974 y 1980, en las que encontramos al Van Morrison impredecible, al genio, al que huye de los lugares comunes, al irreductible autor de parte del rock más personal de las últimas cuatro décadas. Ahí está, en su elemento, disfrutándolo sin que se le note en una sola mueca, y eso queda perfectamente recogido en cualquiera de los dos conciertos.

 

         Viajemos hasta 1974. Van Morrison acaba de editar uno de los mejores discos en directo de todos los tiempos, It’s Too Late To Stop Now, de 1973. Pues por increíble que parezca, el irlandés no cuenta con banda de directo para los siguientes meses. Es más: cuando recuerda que había firmado un contrato para una cita en el Festival de Montreux de 1974, Morrison llama al organizador del mismo, Claude Nobs, y le pide que le monte una banda. Tal cual.

 

         Así es cómo tres músicos que nunca habían colaborado con él acabaron siendo su banda para esta ocasión. El teclista Pete Wingfield llegó a participar en esta actuación porque la banda de blues con la que había ido al Festival tenía demasiados músicos y se encontró de repente sin trabajo. Por su parte, la sección de ritmo formada por el bajista Jerome Rimson y el batería Dallas Taylor fue contratada por su experiencia anterior con distintos grupos y su disponibilidad en el momento justo en el que se les necesitaba.

 

         Van Morrison aprovechó la oportunidad para dar un concierto y una pequeña gira después (en la que ya no estaría el batería Dallas Taylor, sustituido por Peter Van Hooke) experimentando con un acercamiento mayor al jazz que en anteriores ocasiones. Como su nuevo disco Veedon Fleece estaba aún por publicarse, y dado que había grabado gran parte de un disco llamado Mechanical Bliss que no tenía fecha de edición -y que nunca llegaría a publicarse-, el irlandés optó por un repertorio sin concesiones al público y con material nuevo, incluyendo canciones que sólo llegarían a entrar en su discografía en 1998, como parte de su disco recopilatorio de rarezas The Philosopher’s Stone.

 

Por lo tanto, aquel concierto filmado en 1974 tiene un valor indiscutible: el del testimonio de una banda que se acababa de conocer y que dio muy pocos conciertos como tal, el de un artista más escorado al jazz que nunca y el de unas canciones que, en una buena parte, pocas veces se han podido disfrutar en su interpretación.

 

El otro concierto que se presenta en este doble DVD es otra cosa. Seis años más tarde, Van Morrison compareció en el Festival de Montreux con una banda rodada en la que se encontraban, entre otros, dos de los mejores músicos de los últimos tiempos: el saxofonista Pee Wee Ellis, habitual en las grabaciones de James Brown, y el trompetista Mark Isham, conocido, sobre todo, por sus colaboraciones y como autor de exitosas bandas sonoras.

 

En el repertorio, más amplio, incluyó algunas de las canciones que formarían parte de su siguiente álbum, Common One, pero entre las 15 canciones interpretadas hubo también lugar para alguno de los momentos que el público más recordaba de su primera década grabando en solitario: “Ballerina”, “And It Stoned Me”, “Moondance”, “Wild Night”, “Angelou” o “Listen To The Lion”.

 

En ambos, un joven Van Morrison muestra como entonces, en los primeros años de su trayectoria, se revelaba más espontáneo y magnético sobre las tablas, mucho antes de los días de su comportamiento como una diva y de sus discos de menor interés, cuando su soul celta, con efluvios de pop, jazz, rock y rhythm & blues cimentó su leyenda. Eso sí: tanto antes como ahora, su imperturbable presencia -¡no es posible atisbar ni una sonrisa!- hablan de un hombre al que sólo mueve la música.

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 2007 NEIL YOUNG

ULTRASONICA ARTÍCULOS 2007 NEIL YOUNG

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ARTÍCULOS 2007


Neil Young: nuevo disco en directo


         Neil Young se muestra hiperactivo en los últimos meses, aunque parte de esta actividad se deba a la recuperación de antiguas grabaciones, como
Live At Massey Hall que se pondrá a la venta el 13 de marzo en España.

         Para empezar, en las últimas semanas se ha puesto a la venta en una nueva edición el último álbum de Neil Young hasta la fecha, Living With War – Raw, en el que el canadiense elimina del sonido de su disco del 2006 todos los coros y los escasos arreglos que contenían, para presentar una versión más cruda y más directa, junto con un DVD en el que se documenta la grabación de cada una de las canciones.

         36 años antes, en 1970, Neil Young estaba de gira con Crosby, Stills & Nash para editar después su disco Everybody Knows This Is Nowhere. Tras aquel lanzamiento se trasladó al entonces nuevo Fillmore East en Nueva York para hacer una serie de conciertos con su banda, Crazy Horse. Esa grabación, Live At The Fillmore East, se ha recuperado en las últimas semanas, con seis intensos temas, en el que por fin podemos escuchar la rabiosa guitarra de Danny Whitten, que moriría poco después de una sobredosis.

Pero no es el último lanzamiento del canadiense, ya que en pocos días se editará otra nueva actuación en directo de 1971. El 19 de enero de 1971 Neil Young hizo en Massey Hall (Toronto, Canadá) el primer gran concierto en su país natal desde que se marchara en 1966. Conviene recordar que en esos cinco años Young formó parte primero de los Buffalo Springfield, luego editó su primer disco homónimo en solitario, también su primer disco con Crazy Horse llamado Everybody Knows This Is Nowhere, más tarde el disco de Crosby, Stills, Nash & Young Déja Vu y, al poco tiempo, su disco más vendedor, After The Gold Rush.

 

Para aquella ocasión, Neil Young regresó como uno de los cantautores más aclamados y con mejor proyección del momento, y tocó tanto temas antiguos como otros temas inéditos que luego pasarían a formar parte del ahora clásico Harvest. Según el propio autor, “éste es el álbum que debería haber salido entre After The Gold Rush y Harvest. David Briggs, mi productor, estaba seguro que sería el siguiente disco, pero yo estaba entusiasmado con las tomas que teníamos de Harvest y quería que se editara. David nunca estuvo de acuerdo. Cuando escucho este concierto ahora, puedo entenderlo”. 

Live At Massey Hall, producido por Neil Young y David Briggs, es el segundo lanzamiento de los Neil Young Archives Performance Series, en forma de aperitivo del Archives Volume I que verá la luz a finales de 2007 y que será una caja muy especial con 8 compactos y 2 DVDs con la música del cantautor desde 1963 hasta 1972, con contenidos inéditos y especiales.

Xavier Valiño
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