CAMPUS GALICIA ENTREVISTA JANE WEAVER

ENTREVISTAS 2002

Jane Weaver, flor de otoño

Jane Weaver es una nueva y brillante cantautora británica que tiene mucho que contar. Además de su primer disco, Like An Aspen Leaf, está inmersa en numerosos proyectos.

¿Qué diferencia hay entre Like An Aspen Leaf y tus trabajos anteriores?

– Es todo mucho más personal y honesto, como un resumen de los últimos años. Cuando miro atrás me doy cuenta que me he vuelto loca: he roto una relación, he cambiado de ciudad varias veces, me he enamorado, luego un amigo murió, estuve deprimida mucho tiempo, bebía mucho… Pero ahora estoy perfectamente. Musicalmente no tuve que comprometerme con nadie, ya que compuse yo todo, así que sentía que tenía el control y estoy muy contenta con el producto final.

¿Lo ves como una continuación o como algo totalmente diferente?

– Fue como un nuevo comienzo para mí. Me tuve que plantear muchas cosas, como la razón por la que quería hacerlo. Alguna vez he llegado a odiar la industria discográfica y estaba harta de que me hicieran daño. Mis canciones son siempre historias personales; doy mucho en ellas. Estos días intento no pensar en los demás. ¡Ser capaz de componer y grabar música es un trabajo brillante después de todo!

¿Por qué te encargaste tú de la producción?

– Era muy importante para mí conseguir los sonidos que escuchaba en mi cabeza. A veces, trabajar con otra gente compromete esa intención. Quería que sonara como en vivo y rudo, no algo limpio y pop… Me gustan las impurezas y las cosas que son simples pueden decir mucho.

¿Qué clase de cosas te inspiran?

– Me dejo guiar por las emociones. Lo más habitual es que escriba sobre relaciones o otras circunstancias que evocan sentimientos. Soy bastante sentimental. Siempre estoy soñando sobre cosas y ocasiones en que me han hecho sufrir. O de cuando me enamoro. Creo que es un regalo precioso que alguien te escriba una canción. Ahora que me doy cuenta, nadie ha escrito una para mí.

¿Será posible escuchar alguna canción tuya con más instrumentación?

– Me gustaría grabar con una gran orquesta algún día. También me gustaría componer música instrumental para una película: sería increíble.

¿Qué instrumento te gusta más tocar y por qué?

– La guitarra, supongo. Mi favorita es la guitarra eléctrica sonando a través de un amplificador Marshall. Odio tocar la guitarra acústica porque es muy limitada y lo que quiero es hacer un sonido rock sucio. Supongo que soy una seguidora secreta del heavy. Solía salir con motoristas cuando era más joven. Imagínate: sentada en la parte de atrás de una moto escuchando a Black Sabbath… ¡Qué más puede pedir una chica! Ja, ja

¿Todavía te sigue gustando Kate Bush?

– Sí, todavía. Y eso que no sé casi nada de ella. La verdad es que ella es un auténtico misterio.

Tengo entendido que Echo & The Bunnymen son una gran referencia para ti. ¿Crees que su regreso ha sido, tal vez, el único que ha merecido realmente la pena?

– Fui a verlos no hace mucho y son muy brillantes. Algunas canciones son eternas y Ian McCulloch todavía es sexy y carismático. Los regresos normalmente no están a la altura del pasado de los grupos. Simplemente no deberían ni intentarlo. Aunque hace dos años fui a ver a Black Sabbath por primera vez. Fue increíble. El aire olía a aceite de pachulí. ¡Estaba en mi elemento!

¿Qué clase de música pinchas cuando haces de pinchadiscos?

– Sobre todo música rock, himnos heavy. La gente piensa que estoy siendo irónica, pero de verdad que no es así. También me gustan para mis sesiones The Human League y The Pointer Sisters. Lo mío es una selección muy ecléctica que garantiza que la pista quedará vacía, pero me encanta.

¿Cómo surgió tu colaboración con Doves?

– Doves y yo trabajamos en el mismo sello hace un par de años, una compañía que llevaba Rob Gretton, manager de New Order. No tenía grupo entonces. Me ayudaron en su estudio e hicieron casi todo el trabajo. La canción que yo tenía era acústica -“Seven Day Smile”-, pero ellos la transformaron en algo épico. Y me gusta. Ahora se me hace triste recordarlo, porque Rob Gretton murió poco después

¿Cómo le va a tu otro proyecto, Misty Dixon?

– Estamos acabando nuestro disco de debut. Pronto aparecerá un single -“Love Is Like A Butterfly”-. Es difícil juntarnos porque cada uno tiene sus compromisos. Pero es divertido y vale la pena.

¿Podremos verte en España pronto?

– Me gustaría. Voy a menudo, cuando mi chico pincha discos. La hospitalidad es muy grande y la comida es estupenda. Cuando estoy ahí, siempre estoy comiendo o bebiendo, lo que no está nada mal. ¡Así que sí, por favor!

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON COUNTING CROWS

ENTREVISTAS 2002

Counting Crows, agosto y todo lo que vino después

En 1999, después de la publicación de This Desert Life, Counting Crows estudiaron la posibilidad de editar un disco con una colección de versiones. Pero esta idea desapareció cuando Adam Duritz empezó a darle forma a sus pensamientos y a componer canciones para un nuevo álbum. De ahí surge Hard Candy, su cuarto y más logrado disco.

“Quería hacer un álbum completamente diferente esta vez,” dice Adam. “Tuve una conversación con Paul McCartney en el Rock And Roll Hall Of Fame hace un par de años y me alejé de la idea de concentrarme en la melodía. Para el nuevo disco sólo quería canciones que se metieran en tu cabeza y que no volvieran a salir de ella. La gente empezó a tomar las melodías como algo normal cuando comenzaron a pensar en autores musicales o poetas. Sí, la poesía es grande y yo leo poesía, pero no tengo ni el más mínimo interés en ser un poeta. Yo soy un cantautor y quiero que mis canciones se metan en la cabeza de la gente.”

Esto le llevó a un ligero cambio en su método de trabajo con las canciones de Hard Candy. Esta vez, la inspiración llegó de muy pequeños detalles: si trabajándola no resultaba, tiraba la canción y comenzaba con la siguiente. Además, Duritz y sus colegas trabajaron más que nunca para encontrar la parte de cuerda perfecta o para crear un ritmo. Incluso cambiaron su rutina de estudio para mantener las cosas frescas: en vez de estirar las sesiones de grabación, la banda alternaba períodos de estudio con pequeñas giras.

También, por primera vez, utilizaron más de un productor. Su trabajo con Ethan John -Ryan Adams, Rufus Wainwright, Whiskeytown…- funcionó inmediatamente. Pasaron una semana más o menos con él, lo dejaron para estar en la carretera algún tiempo, y después volvieron para una segunda y muy productiva sesión.

Aunque esas sesiones fueron bien, la banda le dio vueltas a alguna de las canciones durante otra gira; cuando volvieron, llamaron a un nuevo productor: Steve Lillywhite -U2, The Pogues, Rolling Stones, XTC, Talking Heads, The La´s…-. Con él terminaron el álbum, retocando algunos de los temas de las primeras sesiones y dándole forma al resto de su material no grabado.

“Había trabajado con Ethan en algunos de los discos de Ryan Adams. Así que sabía que era realmente bueno,” dice Duritz. “Está mucho más atento a captar el sonido del directo, lo que nos iba muy bien a nosotros. Ha sido muy interesante trabajar con ambos por períodos de entre dos y cuatro semanas, y después estar en la carretera durante tres o cuatro meses antes de volver al estudio. Tenías que estar muy identificado con todo ello mientras estabas en el estudio, porque estabas todo el rato pensando que se te acababa el tiempo.”

“La predisposición de los productores para trabajar con nuestro calendario también fue muy importante,” añade. “No fue la cosa más sencilla para ninguno de ellos; eso creaba diferencias en su forma de trabajar y en su agenda. Y cuando Steve fue nombrado presidente de Mercury Records en Inglaterra, él retrasó ese momento para poder terminar su trabajo con nosotros, lo que es un detalle inmenso.”

En sus canciones hay lugares cercanos y lejanos: un Los Angeles vacío visto a través del filtro de la desesperación, una llamativa vista de los rascacielos de Miami, un espejismo idílico de España, el color del agua en Long Island por la tarde…

“Eso de los lugares se transformó en una broma dentro de la banda,” admite Duritz. “Pusieron un trozo de papel en la pared y lo llamaron la página de la dominación mundial. Cada vez que aparecía nombrado otro lugar en una canción, lo apuntaban en ese papel como parte de mi intento de conquistar el mundo a través de las canciones.”

Estas imágenes reflejan la intención de Duritz de llegar a los oyentes al corazón de una historia a través de la atención a los detalles. “Los detalles lo son todo cuando escribes”, insiste él. “Es más importante describir una habitación que contar como se siente alguien dentro de una habitación. ¿Qué es lo interesante cuando dices que alguien se encuentra solo entre cuatro paredes? Vaya historia. ¿Qué significa resaca? Nada. Pero si dices, como en “Holiday in Spain”, “alguien me robó los zapatos, hay unos cuantos plátanos y una botella de cerveza,” puedes comprender perfectamente la situación.”

Estos detalles nos conducen, una vez más, a la personalidad de Duritz y su compleja vida interior. Con todo, la variedad de temas presentes en las canciones de Hard Candy, están unidos por un único hilo, que Duritz identifica como la memoria.

“Este álbum trata sobre la memoria. Lo que tienes cuando no lo parece: ésas son las cosas que tienes que hacer para sentirte bien. Cuando te unes a un grupo porque crees que ya no puedes estar en casa o cuando saltas desde el borde del mundo, como los chicos en “New Frontier”, porque eliges no ir a casa, todo lo que te queda es la memoria. Quedarte mirando fotos y recordar cuando las cosas te iban mejor es una manera de hacerte sentir bien. Llamar a tu chica en mitad de la noche es otra forma. Y recordar a la gente que se ha muerto es otra manera más. Así no desaparecen así por así. Todo esto son maneras de utilizar la memoria para hacerte flotar, para sentirte mejor.”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA JOSEPH ARTHUR

ENTREVISTAS 2002

Joseph Arthur, la musa errante

Mientras lees estas líneas, Joseph Arthur está haciendo otro disco. O esculpiendo, o pintando, o tecleando líneas de prosa beat en una pantalla. Puede que ya hayan pasado dos años desde que su álbum Come To Where I’m From recibiese críticas en las que se aludía a Kurt Cobain y a los grandes músicos compositores de Nueva York, pero Joseph no ha dejado de citarse casi a diario con su siempre generosa musa.

El resultado, al menos por el momento, es Redemption’s Son, la clase de disco que atrapa con su riqueza en texturas y la vulnerabilidad y agudeza de sus letras garantizadas para aflojar garras y levantar ampollas. Es alentador saber que su autor aún manifiesta un humilde sentido de humor y una total falta de pretensión.

En él, Joseph toca la mayoría de los instrumentos, pero una parte del mérito se debe también a Pat Sansone que contribuyó con partes de bajo, piano y melotrón. “Sí, aunque también contamos con la violoncelista Nadia Lanman, que aparece en “Favourite Girl”. El productor del disco lo redescubrió en medio de una pila de mis viejas grabaciones,” comenta Joseph.

En realidad, es verdaderamente difícil conseguir que Joseph hable de qué y de quién tratan las canciones de Redemption’s Son, quizás porque piense que ya se descubrió bastante en sus letras. “Creo que la vulnerabilidad del arte es algo realmente atractivo, pero para mí todavía representa un riesgo”. Su nuevo disco, según él mismo comenta, es “sincero y real. Estaría bien que a la gente le gustasen las letras y pensasen que es conmovedor, lleno de alma,” añade.

Cuando se escucha Redemption’s Son, enseguida se reconocen temas de confusión, pérdida e inocencia perdida. “Deberías notar, también, que, por ejemplo, “You’ve Been Loved” se compuso para varios amigos y para mí mismo en reacción a la autocompasión. Es como cuando has sido amado, así que, ¿qué más quieres?”

Hay toda una serie de detalles exquisitos que añaden un color sutil al álbum. “Creo que cuando estaba de gira con Come To Where I’m From me desarrollé mucho como músico,” comenta Joseph. “Ese particular sampling que hago en directo también forma parte de este disco, y espero que eso le añada personalidad y riesgo. No traté de hacer un disco artístico, pero tampoco me dejé llevar por lo comercial.”

Las letras de las canciones merecen una lectura más detenida. A Joseph se le da muy bien remover verdades sencillas. Mira, por ejemplo, en “I Would Rather Hide” -“I know we’re all insane when there’s no-one else around” (“Sé que todos estamos locos cuando no hay nadie más alrededor”)- o el humor negro de “Honey And The Moon” -“We got too much time to kill / like pigeons on my window sill / we hang around” (“Tenemos demasiado tiempo para matar / como palomas en el alféizar de mi ventana / andamos sin hacer nada”)- o “Favourite Girl” -“I’ve been so happy being unhappy with you” (“He sido tan feliz siendo infeliz contigo”)-.

La forma en que utiliza y arregla su voz, también ha dado un salto cuántico. Observa sino las voces casi corales del tema que da título al álbum, el falsete en “Innocent World”, sus frases sordas en la eterna “Blue Lips”, y el relajado gancho de voces tipo John Lennon con el que empieza “September Baby”.

Una de las canciones más directas del álbum quizá sea “You Are The Dark”. “Las letras tratan sobre ordenar el sitio y tumbarse en el limpio vacío, salen directamente de mi vida,” explica Joseph. “Esa canción trata sobre esa persona a la que solías observar para sentirte bien, y ahora cuando la miras hace que te sientas horrible. Es así de sencillo.”

Al interrogarle sobre el pasaje instrumental al estilo de Jimi Hendrix en “Blue Lips”, Joseph levanta las manos satisfecho: “Sí, Hendrix ha tenido en mí una gran influencia, así como en mi música. Creo que la naturaleza psicodélica de mi música viene de él.” Ese amor por Hendrix (y por Nirvana y por Neil Young y Crazy Horse) es también evidente en la música de Holding The Void, el trío que Joseph formó junto con Pat Sansone y el batería Rene López.

Entre los pintores favoritos de Joseph Arthur están William De Kooning, Franz Kline y Basquiat. “¿Qué si exorcizo demonios en mi pintura? Probablemente sí, en cierta medida. Si no te abotargas, ni te anestesias, tienes un montón de energía bruta, y si eres joven y tus demonios todavía son débiles, entonces quedan muchas cosas que entender y resolver.”

Al igual que en los discos anteriores, en Redemption’s Son la portada es diseño propio de Joseph. Esta vez, sin embargo, el énfasis está en la escultura. “Hay una floristería cerca de mi apartamento,” nos explica, “que reparte flores en recipientes de plástico con formas extrañas de todo tipo. Yo las utilizo como un lienzo y los cubro con toda clase de cosas: soldaditos de juguete, muñecas, moscas de plástico y basura que encuentro en la calle. En la portada hay fotos de estas esculturas acabadas.”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON DEATH IN VEGAS

ENTREVISTAS 2002

Death In Vegas, el escorpión de jade

El pasado mes de septiembre se editaba Scorpio Rising, el tercer álbum de Death In Vegas, unos tres años después del arrollador The Contino Sessions, su disco mejor acogido. En estos días lo presentan en gira por nuestro Estado.

Puede que Scorpio Rising se haya servido del título del corto de guerra de 29 minutos del realizador Kenneth Anger, filmado en 1964 y repleta de moteros e imágenes religiosas, pero eso no desvela los secretos de su nuevo disco. Para eso es necesario ver la ilustración de la portada de álbum.

La portada representa a un escorpión que se aleja de un tentáculo dentro de una prisma. Así lo explica Richard Fearless, una de las dos mitades del núcleo de Death In Vegas junto con Tim Holmes: “Tiene que ver con el bien emergiendo del mal, y eso está muy ligado al sonido de la música del álbum. Después del último disco, queríamos hacer algo más ligero.”

Reforzado por una corte de vocalistas de primera fila, desde Iggy Pop hasta Bobby Gillespie de Primal Scream, el álbum The Contino Sessions de 1999 vibraba con una psicosis violenta. Puede decirse lo mismo de la canción “Aisha”, con la voz de Iggy Pop, que le aportó a Death In Vegas su primer éxito a principios del 2000. Esa misma primavera, “Dirge”, otro tema del disco con la voz de Dot Allison, llegó a figurar a las listas.

La maldad que predominaba en el predecesor de Scorpio Rising no se detecta en este álbum. Al contrario, “se trata de un disco de canciones psicodélicas de amor,” según Tim Holmes. Los vocalistas del disco son en su mayoría mujeres: Hope Sandoval -de Mazzy Star-, Nicola Kuperus -de Adult., el grupo techno de Detroit-, Susan Dillane -deWoodbine- y Dot Allison, que contribuyen para conseguir ese aire de feminidad trance que contrasta perfectamente con la presencia de las voces de Paul Weller y Liam Gallagher de Oasis.

La responsabilidad se puede atribuir, en parte, a la influencia principal en el álbum: la del subcontinente indio. Tanto Fearless como Holmes han sido viajeros asiduos a la India durante los últimos cuatro o cinco años, y el ambiente y los sonidos del lugar han influenciado de manera espectacular sus canciones.

“Porque me crié en África,” dice Fearless, “creo que existe una parte de mí que añora el lado caótico y loco de la vida. No obstante como artista, India es un lugar que inspira mucho, tanto visual como auditivamente. Atraviesas los bosques y te encuentras con pequeñísimos pueblos, y en cada palmera hay altavoces con la música a tope.”

“Se escuchan unas frecuencias que son completamente distintas a lo que tenemos aquí,” continúa. “Está repleto de altos y casi no hay bajo. Eso es algo que tuvimos muy en cuenta a la hora de mezclar. Es fácil mezclar los instrumentos de cuerda de manera que tengan un sonido profuso y vasto, pero nosotros queríamos darles un sonido tenue y agudo.”

Hubo alguien que les ayudó a conseguir ese objetivo, en concreto Dr. L. Subramanian, un conocido violinista indio que en su país es una estrella. Aunque hizo una gira por América y Europa a mediados de los años 70 con George Harrison y Ravi Shankar, el único músico occidental con el que había grabado con anterioridad fue el pianista de jazz Herbie Hanckok.

Fearless había oído su música por primera vez hace algunos años, mientras se encontraba en una cafetería india. En cuanto establecieron contacto con él, quedó bastante claro que iba a ejercer una influencia importante a la hora de ponerle el sonido al álbum. Su colaboración consistió en tocar y en ayudar en la selección de los músicos indios, además de escribir la partitura para los instrumentos de cuerda para tres temas: “So You Say You Lost Your Baby”, “Killing Smile” y “Help Yourself”.

“Fue alucinante trabajar con él,” admite Fearless. “Es extremadamente religioso, así que cuando estuvo aquí grabando un solo, abría el estuche de su violín y lo veías repleto de ilustraciones de sus deidades y de su familia a quienes bendecía antes de empezar a tocar. Era como trabajar con un genio, y para mí ese fue el mayor logro de este álbum.”

Mientras que esto representa el núcleo de Scorpio Rising, también influyen otros orígenes. Según Fearless, Gene Clark, Roky Erickson, Fad Gadget, Alice Coltrane y Sonic Youth participaron cada uno con su particular estilo, así como la idea de hacer un disco con un sonido en directo. Holmes y Fearless habían disfrutado al ver cómo se había desarrollado The Contino Sessions durante la gira y estaban decididos a inyectar parte de esa experiencia en Scorpio Rising.

Esto queda mejor reflejado en las canciones con la colaboración de unos invitados de lujo: Liam Gallagher en la canción que da título del álbum y Paul Weller en “So You Say You Lost Your Baby”.

“El hecho de haber atado todos los cabos es en sí todo un logro, pero en muchos aspectos el álbum terminado es sólo la primera fase de este proyecto. Más que nada, estos temas ayudan a asentar la idea de Death In Vegas como un grupo en lugar de un proyecto de estudio,” afirma Holmes.

Esto se subraya con más ímpetu en los conciertos que llevan ofreciendo desde el mes de septiembre. “Queremos que la gente vea lo lejos que hemos llegado como grupo en directo,” dice Fearless. “Creo que los conciertos son de los mejores que jamás hayamos dado. Tenemos muchas ideas diferentes. Estábamos ya ansiosos por salir y tocar este disco. Las letras que hemos escrito tienen mucha más fuerza y creo que la gente lo va a notar.”

Xavier Valiño

NACHO GOBERNA

Nacho Goberna, minutos que acarician

 

 

 

 

¡Quién lo iba a decir! La Dama Se Esconde tiene continuidad. Después de varios años relacionado con otros proyectos, Nacho Goberna, uno de los dos componentes de aquel dúo, regresa con un hermoso disco en solitario de título Transparente.

¿Cómo fue la disolución de La Dama Se Esconde?

– Algo meditado ente Ignacio Valencia y yo. Queríamos vivir otras sensaciones diferentes a las ya vividas.

 

Para quien no lo sepa, ¿qué has hecho en estos años?

 He estado muy vinculado a Internet. En 1995, con la creación del portal de música española GET donde comenzaron su andadura en la web muchas discográficas independientes: Subterfuge, Elefant, Siesta, Jabalina… Y después con el desarrollo web propiamente dicho, como las webs oficiales de Raimundo Amador, Alejandro Sanz…

 

¿Cuándo empiezas a pensar en la posibilidad de volver a grabar?

– Fue una decisión repentina. La tomé en septiembre del 2001. Dos semanas después ya estaba trabajando en mi primer disco en solitario, o sea, en Transparente.

 

¿Las canciones que se recogen en este disco fueron compuestas a lo largo de todos estos años o especialmente para la ocasión?

– Todo es fruto de mi decisión de editar mi primer disco. Cada una de las nueve canciones han nacido entre septiembre del 2001 y mayo del 2002. No quería que el disco fuera como un grandes éxitos, un collage de todo lo que he hecho en los últimos años fuera del lado público de la música. Transparente es un autorretrato de Nacho Goberna, Hoy, aquí, ahora. Un disco conceptual.

 

¿Te sientes más cómodo grabando tú todo o fue una cuestión de comodidad?

– Quería acercarme lo más posible a lo que tenia en mi pensamiento…Y, ¿qué mejor manera para hacerlo que controlando todos los procesos en la realización el disco?. De ahí vino el grabarlo en mi estudio, mezclarlo, producirlo, hacer el diseño de portada, la foto. Por eso es mi disco más personal. Jamás había llegado tan lejos en ese control. Jamás me había desnudado de esta manera. 

 

¿Hubieran aportado otros elementos otros músicos?

         – Seguro que hubieran aportado cosas diferentes… Pero entonces este disco no sería Transparente, seria otra cosa..

 

El control se extiende a la producción y el diseño gráfico. ¿Grabaste primero el disco y luego lo ofreciste a una compañía?

–  Así fue. Una vez acabada la producción y mezcla fue cuando me pregunté cómo lo iba a publicar, y de ahí a El Diablo-Gran Vía Musical el trecho fue muy corto.

 

¿Has quedado satisfecho de la grabación?

– Sí, tanto con los resultados como con el método. De hecho, el método que he utilizado es un camino sin retorno. Así es como me gusta componer y grabar.

 

¿Entiendes Transparente como una continuación de los álbumes de La Dama Se Esconde o de alguna de sus canciones?

         – No es una continuación. Es el primer disco de Nacho Goberna. Hay muchos elementos nuevos, pero sí existe un nexo que nace de la persona que ha escrito todas las canciones de La Dama Se Esconde y los nueve temas de Transparente. He tratado de construir sobre lo construido. He tratado de llegar más alto, más lejos, pero siguiendo mi sendero como autor.

 

¿Sientes que con La Dama Se Esconde no expresaste todo lo que querías o no alcanzaste todo lo que querías?

– Definitivamente hablar de sentimientos significa aceptar que jamás podrás decirlo todo. Me queda casi todo por decir. Pero antes de Transparente me quedaba más.

 

¿Qué te pareció el regreso en su momento de otros grupos de los 80 como Radio Futura, Aviador Dro, Golpes Bajos, La Granja…?

         – Creo en la libertad de cada uno para decidir su propio presente y futuro. La gente tiene posteriormente en sus manos valorar lo que cada uno hacemos, decimos, transmitimos.

 

¿Había más ilusión en la gente en los 80, menos intenciones a la hora de hacer música?

– Quizás había mas descaro.

 

¿Pretendes reflejar ahora los mismos gustos que entonces?

         – Pretendo expresarme, dejar que los colores de los que impregno mis canciones, mis letras, viajen a otros lugares donde cada oyente los utilice para pintar su propia escena.

 

¿Qué has descubierto en los últimos años que te haya sorprendido –música, cine, Internet…-?

– La evolución de la tecnología, su abaratamiento… Eso me parece maravilloso y con una trascendencia enorme en todos los ámbitos, el creativo incluido.

 

¿Cuál de tus discos anteriores te gusta más?

– Según el día y la hora te diría uno distinto. Hoy y aquí, por ejemplo Armarios y camas.

 

¿Hay algún responsable de que Agrimensor K primero, La Dama Se Esconde después y Nacho Goberna ahora iniciasen una carrera y grabasen sus discos?

         – La inquietud creativa y la necesidad de desnudarme en letras, en canciones, necesidad que me acompaña desde los 16 años.

 

¿Hay intención de presentar el disco en directo?

– A partir de febrero del 2003.

 

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