VICTORIAS

Victorias,  cantando con el puño cerrado

Victorias han publicado recientemente su nuevo álbum, Un puño amable. El disco muestra un grupo más directo y visceral, apostando por el realismo de una banda interpretando sus canciones sin atrezo ni red de seguridad. El regreso de Victorias se hace desde la rabia no contenida, contando con la producción de Guille Mostaza y el cuchillo entre los dientes.

Un puño amable es, en efecto, un disco más agresivo y directo en sus composiciones pero, al mismo tiempo, alberga un elevado número de estribillos que subsisten desde las primeras escuchas, en una combinación de nervio y emotividad. Un nervio siempre latente que ahora parece haber despertado definitivamente, con ese tipo de emotividad dramática y  distinguida marca de la casa.

“Cuando empezamos a componer el disco nos dimos cuenta de que estas canciones estaban hechas para cantarlas con el puño cerrado. No con agresividad, sino con alma y verdad. Estas nueve canciones forman el álbum que siempre quisimos hacer: a base de nervio, punch y corazón. Nuestra victoria más grande”.

Todo parece insuflar vida a un repertorio dinámico en el que coexisten los destellos melódicos pop con ambientes viciados y directos al mentón como dos caras de la misma moneda. Y esa es exactamente la esencia de la banda. Estamos ante un álbum que se escucha de un tirón, sin que desfallezca. Un puño amable se puede ver como una secuencia de canciones, aunque si se separan funcionan de igual forma.

El grupo lleva ya dos discos a sus espaldas, Grandes Éxitos, Mejores Descartes (2019 Lunar Discos) y su versión remezclada por Nacho Canut, Eme Dj & David VanBylen, David Kano, Los Pilotos o We Are not Djs, titulado Grandes Éxitos, Mejores Remixes (2020 Lunar Discos). Los dos muestran claramente su post punk nervioso para contar historias cotidianas, con humor, ironía y desencanto. Y su nuevo disco se convierte también en una obra disfrutable de principio a fin. Ellos mismos presentan cada uno de sus temas

ARDEN LAS CASETAS: Nuestra vertiente más post punk también tiene sitio en el disco. “Arden las casetas” es un tema que crece a cada segundo que pasa hasta romper en uno de nuestros mejores estribillos (al menos uno de los más divertidos de cantar). Es el resumen perfecto de lo que fuimos y lo que somos, de ahí que sea la primera.

SEVILLA: Sevilla enamora y machaca a partes iguales. Flipa y escuece. Esa dualidad nos hace cantar lo que nos rodea con sinceridad, con amor y con rabia. Nos hace cantar con lo que somos con puño amable en alto. Guille Mostaza la ha convertido en éxito.

TE QUIERO EN VASCO: Desde la primera maqueta ya sonaba enorme. Fue la última en terminarse (hubo partes de la letra que se remataron mientras se terminaba de grabar) y, a la vez, es la primera canción que nos ha permitido pensar a lo grande. Y si no a lo grande, al menos pensar que sabemos hacer buenas canciones.

FIN DE FIESTA: Las baladas tienen algo mágico que conecta con cualquier generación. Te invitan a estar atento a la letra, fijarte en los detalles y van directas a la patata. Ese poder de conexión es brutal y “Fin de fiesta” lo tiene. Guille Mostaza hizo que sonara tal y como imaginamos: a single y a canción de autor. Nos flipa. Y si Phil Collins la encuentra sin querer es probable que a él también.

MACHACA: Otro de los singles encubiertos. “Machaca” nos molaba tanto que casi le da nombre al disco, ahí es nada. Debe consumirse con el volumen bien altito.

VIDA LOCA: Así sonaría el hijo de Pancho Céspedes y Bloc Party. Exitazo pasen los años que pasen. Un himno que en los conciertos crece cosa mala. Se la sabe mi abuelo y el indie de toda la vida.

EL TRUCO: Pese a que es una de las canciones más sencillas del disco, fue la más compleja de escribir. Empezamos a componerla en 2019 y no la terminamos hasta hace unos meses, cuando encontramos el estribillo coreable y con fuerza que buscábamos. El truco habla de lo valioso que es tener cerca a gente que te entienda y te permita ser lo que eres. Sin filtros y sin mierdas. Gente que, por arte de magia, te hace grande.

HELADERO FAMOPLAY: Divertida de grabar, de tocar y de escuchar. Incluso mola ensayarla. “Heladero Famoplay” es de esas canciones que enganchan y que cuesta quitarse de la cabeza por lo sencilla y detallada que es. En un principio la veíamos más oscura, más dura, pero Guille nos convenció para hacerla así de brillante. Acertó de pleno.

RYAN GHOSTING: Una vez nos dijeron que la clave de una banda como la nuestra es sonar gamberro y con mala leche. Todavía no sabemos si era o no era la clave, pero por intentarlo que no quede.

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