THE DELINES: Mr. Luck and Ms. Doom
THE DELINES: Mr. Luck and Ms. Doom (Décor-Popstock!)
El cuarto disco de The Delines, puede que la banda reciente menos apreciada en relación a sus logros, surgió cuando, una noche en Dublín, la cantante Amy Boone le pidió a Willy Vlautin que escribiera una melodía romántica en la que nadie muriese y sus protagonistas pudiese compartir enamorados el resto de sus vidas. El resultado es la canción titular, la historia de dos inadaptados, un criminal fracasado y una empleada doméstica depresiva al servicio de un millonario, a los que de alguna manera les cambia la vida al conocerse.
En ese tema encontró este álbum su paisaje, con perdedores que huyen buscando algo mejor pero también estafadores, proxenetas, una pandilla de adolescentes sin alicientes, una joven que desaparece tras hacerse con el dinero de un trapicheo de drogas, otra que pierde su cabello pero piensa que podrá tener una nueva vida con una farmacia tras la legalización de la marihuana, parejas que vagabundean sin encontrar su lugar, una presa desorientada tras salir de la cárcel, una mujer que ve arder su casa con su maridos y su amante dentro, otra que se enamora siempre de parejas que no le convienen…
Todos estos microrrelatos salen de la pluma de Willy Vlautin, autor con siete novelas editadas hasta el momento -una de ellas en España- y varias adaptadas para el cine, quien lideró antes el añorado grupo Richmond Fontaine. Pero lo cierto es que sin su banda y, sobre todo, sin la siempre emocionante voz de Amy Boone no serían más que textos muy por encima de la media. De hecho, Vlautin estuvo escribiéndole canciones durante un año en secreto antes de proponerle entrar en su nueva banda en 2012. Y la esperó durante varios años mientras sufría una larga convalecencia y recuperación tras un atropello de tráfico.
El mejor country soul, empapado de las enseñanzas de Bobbi Gentry, Dusty Sprinfield o Sammi Smith, sigue siendo el sonido con el que vestir esas historias. Siempre servido en pantalla grande, como es tradición en la banda, o sea, puro Cinemascope para los oídos, como en sus mejores momentos: “Left Hook Like Frazier”, “Her Ponyboy”, “Sitting on the Curb”, “JP and Me”… Sus protagonistas esperan que la próxima localidad en la que encuentren un cobijo les salve de sus sueños más oscuros. Nosotros lo encontramos en estas canciones, convertida en una nueva obra maestra.