GREG RUSSO: Los Yardbirds, The Ultimate Rave Up! (Libro) (Lenoir)

         Siempre en la duda. The Yardbirds son el grupo típico sobre el que los aficionados siempre se enzarzan en discusiones, ya que sobre ellos corren muchos bulos y porque por sus filas pasaron gente mítica como Eric Clapton, Jimmy Page, Jeff Beck, Top Topham… Ahora se presenta la edición española de su mejor biografía, revisada y mejorada hasta superar la original, escrita contando con la colaboración activa de los fundadores del grupo, familiares y amigos. En sus 304 páginas, con diversos apéndices y anexos, cuenta todo lo que se puede y debe saber sobre la banda, sus componentes, su discografía, sus anécdotas, las sesiones de grabación, sus apariciones en radio y televisión, sus actuaciones en directo…

TORI AMOS: American Doll Pose (Sony)

            Nada menos que un disco conceptual de 23 canciones y en el que Tori Amos se presenta bajo cinco encarnaciones distintas, todo ello para hablar del estado político del mundo, la guerra, el feminismo y la personalidad de sus compatriotas. Pero no hay que huir de él sólo por la idea: dentro está la Tori Amos de canciones al piano, como acostumbraba, otra Tori Amos más centrada en el rock de los 80, con una guitarra al estilo de Brian May, otras canciones más personales, que recuerdan por momentos al trabajo de Robert Fripp, y hasta ecos del “Eleanor Rigby” de The Beatles en “Girl Disappearing”.

LOW: Drums & Guns (Sub Pop-Popstock!)

            Antes de su disco de 2005, The Great Destroyer, Low estaban considerados como uno de los más claros y mejores exponentes del slowcore o sadcore, por su sonido compuesto a base de ritmos lentos y arreglos mínimos. Aquel disco cambió un tanto su consideración, al acelerar los ritmos y acercarse al terreno más trillado del rock, aunque siendo igualmente singulares. Dave Fridmann, productor habitual de Mercury Rev y también componente de esa banda, les ayudó en aquella reconversión y, curiosamente, les produce su nuevo álbum, el séptimo ya, en el que el grupo da un paso atrás y vuelve a recuperar el sonido y el tempo por el que se les conoce y con el que cimentaron su reputación.

PROJECTO MOURENTE: Baixo os eucaliptos (A Regueifa)

Lo que tiene la edad de oro del pop en gallego que se vive en estos días es que hay sonidos para todos los gustos. Gracias a la red, la casi total ausencia de sellos discográficos se compensa hoy con las licencias creative commons, o sea, que hay que bucear en Internet red para encontrar las propuestas que más coincidan con lo que le gusta a uno. Aunque tampoco es necesario perderse tanto, porque casi todo está en aregueifa.net. Por ejemplo, el debut de Projecto Mourente, a disposición de todo aquel que se lo quiera bajar por la cara desde hace un año. En este tiempo el boca-oreja ha ido funcionando hasta que mucha gente ha acabado por descubrir lo que Carlos Varcárcel hace en el salón de su apartamento de la zona vieja de Compostela en su ordenador y sin compromisos ni responsabilidades (7.500 descargas en un sólo mes): pop electrónico en gallego, con letras y melodías… Según aclara, su música parte del trabajo de Jimmy Somerville (Bronski Beat / The Communards), Pet Shop Boys e Erasure, bebiendo de muchas fuentes: Fangoria y Carlos Berlanga, Andrés do Barro, Deee-Lite, Goldfrapp, Pastora, Depeche Mode, Zuco 103, Chico y Chica, Pizzicato Five, Eurythmics, Mylène Farmer, Fernanda Abreu, George Michael, Mercedes Peón, New Order, Étienne Daho, Glashaus, Cool Hinoise, Humanos, La Terremoto de Alcorcón, Saint Etienne, Towa Tei, Astrud, Army of Lovers, Madonna, Ellos, Maga… Sólo falta que para su segundo trabajo sus canciones sean más redondas.

TRACEY THORN: Out Of The Woods (Virgin/EMI)

         Han pasado 25 años desde su debut y, sobre todo, toda una vida junto a Ben Watt encabezando Everything But The Girl durante todo este tiempo. Si en la primera parte de la aventura de aquel grupo se dedicó a canciones delicadas, entre el pop, el jazz y el folk, el descubrimiento de la electrónica y las colaboraciones con Massive Attack y Deep Dish los llevaron hacia la música para las pistas de baile, en discos tan conseguidos como Walking Wounded. Tras cinco años de ausencia, dedicada a criar a sus tres hijos, regresa Tracey Thorn en solitario donde lo dejó entonces con su grupo, con canciones dance pero con textos que cuentan cosas y un sentimiento melancólico que siempre la ha acompañado desde un acercamiento pop.