Prefab Sprout, el último de los grandes románticos
Muchos reniegan de ello, pero Paddy McAloon se ha atrevido a ponerlo en el título: Cambiemos el mundo con música. Sin embargo, debería haberlo titulado Simas de profunda tristeza. Más que nada, para ser consecuente con lo que inspiró el regreso más en forma de todo el año, una delicia pop inesperada a estas alturas.
Cuando era joven, en 1976, McAloon quedó fascinado por la historia del disco perdido de los Beach Boys, Smile. Fue en 1976 cuando leyó un artículo escrito por Tom Nolan para Rolling Stone sobre aquel disco de ‘música espiritual’, en el que hablaba de “destellos de brillo y luminosidad, aunque también profundas sombras de tristeza como enormes simas de densa hiedra trepadora”. Desde ese momento, esas ‘simas de profunda tristeza’ marcaron toda su producción, como una frase recurrente que le venía siempre a la cabeza antes de componer.
Leer más