PRIMAVERA SOUND 2018
Nos Primavera Sound 2018, con acento femenino
Lorde
Sucedió en menos de 15 minutos, cerca de las 10 de la noche del jueves. En ese momento, dos de los principales artistas de la edición de este año del NOS Primavera Sound de Porto reivindicaban a la misma cantante, Kate Bush. El primero, Ezra Furman terminaba prácticamente su concierto con una versión de “Hounds of Love” de Bush y, a continuación, la noezelandesa Lorde, cabeza de cartel de ese día, hacía sonar “Running up that Hill”, también de la británica, justo antes de salir el escenario.
Ezra Furman
Lo que podía pasar como una casualidad, acabó por certificar un par de detalles que puede que pasaran algo inadvertidos pero que hablan bien a las claras de la evolución del festival en su séptima edición en Oporto (como hermano del Festival en Barcelona, que ya va por los 18 años): en 2018 ha habido un incremento sustancial y relevante artísticamente de la presencia femenina y, al mismo tiempo, la filosofía guitarrera con la que empezó hace años está dejando paso apresuradamente a otros sonidos que poco tienen que ver con ello.
Ibeyi
Sin duda, este fue un año en el que la participación femenina ha sido impulsada conscientemente, saldándose además con un respaldo masivo en el caso del concierto de Lorde, que atrajo a un público más joven que debe configurar el necesario relevo generacional. Pero no fue la única: las cubano-francesas Ibeyi lograron la mayor respuesta popular con todos los espectadores coreando sus canciones, aunque no las conocieran, mientras que Fever Ray consiguió con su magnética puesta en escena captar la atención de principio a fin.
Fever Ray
De la misma manera, su presencia fue mayor en todos los sonidos que tienen que ver con la música urbana de estos últimos años, casi la más representada en esta edición, al abrir cada vez más el espectro de los ritmos a los que dan cabida: al lado de pesos pesados del hip-hop (como Vince Staples, Tyler the Creator o A$AP Rocky, que tienen más seguidores en Portugal que en España) destacó el trap de la española Bad Gyal, el soul electrónico de la británica Kelela, el rap de la austríaca Mavi Phoenix o la sensibilidad femenina de Rhye, cantante que, aun siendo hombre, suena como la Sade de los años 80.
Kelela
Las mayores sorpresas, todas siempre en el magnífico anfiteatro natural del escenario Pitchfork en medio del bosque, llegaron de la mano de la rabiosa cantante camerunesa Vagabon, la norteamericana Kelsey Lu, con canciones para degustar en calma junto a su espectacular atrezo, y el pop de Yellow Days, casi que el único artista verdaderamente pop de los tres días.
Vagabond
Al margen de otro sonidos bien representados como la electrónica (con un escenario nuevo para DJs llamado Bits), propuesta más bailables como las de Joe Goddard o Four Tet, el jazz tropical y africano de Metá Metá o el clasicismo contemporáneo de Nils Frahm, el resto sí respondía a los parámetros sobre los que en su día se construyó la esencia del festival, el rock de guitarras. No falló Father John Misty, aunque su concierto fuese más rácano que el de Barcelona una semana antes, ni, por supuesto, Nick Cave. Con un repertorio menos agradecido teniendo en cuenta que su último disco no es precisamente carne de directo, volvió a tomar prisioneros a toda la audiencia, sobreponiéndose a la lluvia que empañó la jornada del sábado. La imagen de los tres días del pasado fin de semana tiene que ser la de Cave subido a la pasarela del foso escupiendo sus letras en la cara de aquellos que se ponían a tiro, como un golpe definitivo que deja noqueado.
Kelsey Lu
Si The War on Drugs defendió sus dos últimos y aclamados discos con más brío del esperado, Shellac repitió el golpe seco, crudo y ya habitual de todos los años. En este negociado, despuntó sobre todo el optimismo contagioso de Ezra Furman, el trabajo fino de Public Service Broadcast, la rabia de Idles y la banda australiana Rolling Blackouts Coastal Fever, acabando aquí su gira europea de dos meses una semana antes de que se edite su debut, y que deja entrever que todavía hay un futuro brillantes para las guitarras eléctricas.
Nick Cave
Es difícil que, entre tantos nombres, todos pudiesen mantener el mismo nivel, y el mal sonido con Amen Dunes, la insistencia en los devaneos progresivos de Thundercat y el amateurismo a medio gas de The Breeders así lo certificaron.
Shellac
Por lo demás, se sigue manteniendo el encanto de un festival manejable como lo es este, con más comodidades de lo habitual en estos certámenes. No obstante, el nuevo escenario Seat, más grande y que sustituye a una carpa cubierta de ediciones anteriores, parece aproximarse peligrosamente a los de su hermano mayor en Barcelona, perdiendo un tanto la esencia del de Oporto, en especial por estar flanqueado por dos grandes gradas laterales que concentran al público en el centro.
Thundercat
Con todo este bagaje, no resulta extraño que esta séptima edición del Nos Primavera Sound batiese récords de asistencia, con más de 30.000 personas cada uno de los tres días, a lo que hay que sumar otras tantas el miércoles con la sesión inaugural, y gratis, de Fatboy Slim en la ciudad. Como siempre, solo queda desear y pedir que no crezca más para poder seguir disfrutando de este gran secreto a voces.
Texto y fotos: Xavier Valiño
(Parque da Cidade. Oporto. 7, 8 y 9 de junio de 2018)