Entrevistas musicales, artículos y comentarios de discos, libros y películas de Xavier Valiño
La portada del álbum Virgin Killer del grupo alemán Scorpions llevaba en su primera edición internacional la fotografía de una adolescente desnuda que parecía ser vista a través de un cristal, por cuanto a la altura de la entrepierna el vidrio aparentaba estar roto. En este caso, el diseño de la carpeta fue idea de la compañía discográfica con la intención de representar el concepto que había detrás del álbum: “el tiempo mata la inocencia”.
En España se censuró la portada del single “Liebestraum” (“Sueño de amor”, 1975) del desconocido flautista y saxofonista berlinés Ralf Nowy. En la portada original aparecía una manzana con la silueta de los pechos de una mujer dentro. Fue reemplazado en España por una ilustración indefinida de tonos pastel para poder ser publicado.
En España se censuró la portada del disco recopilatorio de grupos germanos de rock Mama Rock And The Sons Of Rock´N´Roll (Madre rock y los hijos del rock’n’roll, 1973). En la portada aparecía una joven desnuda de espaldas, a la que sólo se le veía un primer plano de su trasero agigantado, como dando a entender que ella era la madre de la escena rock alemana de aquel entonces. En España al trasero se le añadió una cola, convirtiendo las piernas en patas de elefante, con lo que la mujer pasó a convertirse en un ser amorfo y la naturaleza de aquella escena en algo incomprensible.
La carpeta del álbum Stop, I Don’t Need No Sympathy, disco del vibrafonista Lionel Hampton que había empezado su carrera como batería a principios del siglo XX, sí mantuvo en España la fotografía que acompañaba a su edición internacional. En este caso, como seguramente se pensó que el escote de la chica de color que ilustraba la carátula mostraba más de lo deseable, en España se cubrió parte de ese escote con una pegatina en la que se podía leer, como si de un telegrama se tratase, “¡Atención! Este L.P. ha figurado recientemente en todas las listas americanas. Stop”.
El single “Emmanuelle”, compuesto por Pierre Bachelet e incluido en la banda sonora de la película del mismo título, llevaba en su portada una fotografía de la actriz Sylvia Kristel semidesnuda en una silla de mimbre, que también fue utilizada como cartel publicitario del film. En España hubo de ser substituida por otra de la protagonista de la cinta mirándose en un espejo aunque sin revelar nada de su anatomía.
Lo mismo sucedió con el disco de larga duración de la película, banda sonora por la que su compositor tuvo que pagar a Robert Fripp una cantidad indeterminada al emplear parte del tema de King Crimson “Larks’ Tongues in Aspic” sin acreditar a su verdadero autor. Tanto en la edición internacional como en la española se emplearon las mismas imágenes que se habían utilizado en el single, con la casi inapreciable diferencia de que en la edición internacional esta había sido virada hacia el otro lado, de forma que la actriz principal miraba en esta ocasión hacia la izquierda.