Monstruo
Monstruo
Hirokazu Koreeda
(Gaga Communications/Toho-Vértigo)
Bien podría pasar la nueva película del director japonés Hirokazu Koreeda, la décimosexta a sus 61 años, como la más conseguida sobre el acoso escolar (con el permiso de Un pequeño mundo). Si su forma de abordar el tema ya la eleva por encima del resto, en Monstruo hay incluso más, presidido por la amistad de dos niños que florece lejos de los ojos escrutadores de sus compañeros y los adultos, imaginándose un mundo en el que no estarían condenados a avergonzarse.
Todo está en el guion primorosamente pergeñado con el escritor Yuji Sakamoto, el primero que no firma Koreeda desde su debut Maborosi en 1995, y que ofrece tres puntos de vista distintos del mismo tema -a lo Rashomon, del maestro Akira Kurosawa-, además de sumarle la conmovedora y última banda sonora de Ryuichi Sakamoto.
Cuando el espectador cree conocer las claves del conflicto, la historia se reinicia y reformula, con nuevos ángulos que complican y profundizan en el drama, acercándonos a la vez a unos personajes antes inescrutables. El monstruo del título está en las aulas, en los rumores, en los prejuicios y en las normas sociales que aíslan y dividen, tanto como para conducir a un menor a incendiar un edificio, justo el prólogo común de las tres partes.