CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON LA HABITACIÓN ROJA

ENTREVISTAS 2003

La Habitación Roja, adaptándose a lo popular

Tras la marcha de Edu de la banda, La Habitación Roja edita nuevo disco, 4 (Grabaciones en el Mar / Astro Discos), que los devuelve a la actualidad del panorama musical independiente estatal. Su presencia en el próximo Festival Internacional de Benicassim confirma su buen momento. Pau contesta a nuestras preguntas.

¿El título del disco, 4, hace referencia al número de álbum de vuestra carrera, al número de miembros de la actual formación o surgió simplemente por falta de ideas?

– Todas las respuestas que dais son correctas.

Hablando de vuestra formación actual, ¿en qué ha influido la marcha de Edu del grupo?

– No sé cómo sería el disco con Edu, pero es obvio que habría más teclados. El hecho de tener teclista obliga a que todas las canciones los lleven; es muy difícil quedarse cruzado de brazos mientras los demás tocan. Ahora si se tercian unos teclados, pues se meten, como sucedió en Largometraje.

Habréis tenido más ofertas de otras discográficas, pero volvéis a confiar (y ellos en el grupo) en Grabaciones en el Mar y Astro. ¿Se cumplieron las expectativas con Radio y por eso volvéis a repetir?

– Trabajamos muy a gusto con ellos. Les damos el trabajo hecho, con portada, música y fotos, y ellos lo publican. Es un lujo trabajar sin interferencias, eligiendo productor, diseñador e incluso realizador del vídeo.

Reconozco que empecé a escuchar 4 con la idea de encontrarme un trabajo en la línea del anterior disco, y al principio me decepcionó un poco. Pero luego me empezó a invadir la sempiterna melancolía de vuestros discos. ¿Qué efecto esperáis conseguir en el público con el nuevo trabajo?

– Creo que a todos nuestros discos hay que darles un par de oportunidades. Ya nos pasó, por ejemplo, con Largometraje, el disco favorito de casi todos nuestros seguidores, y que en un principio no gustó mucho. Intentamos no repetirnos disco a disco y eso exige un poco más del oyente, pero creo que debe ser así.

En el nuevo disco lamento la ausencia de canciones demoledoras como varias de Radio. ¿A qué se debe esto? ¿Las guardáis para caras B o habéis abandonado esa senda?

– No sé qué sentido le das a la palabra “demoledora” refiriéndote a la música; en mi opinión hay varias. Sí que hay canciones reservadas para las caras B, suelen ser un poco más largas o raras, aunque nos gusten igualmente.

¿“Para todos” relata una experiencia autobiográfica? ¿Quiénes son los que se “adaptaron a lo popular”?

– Es de Jorge y habla en tercera persona, así que creo que va acerca de los demás. Lo de lo “popular” supongo que se refiere a pasar por el aro, no sólo musicalmente, sino en cualquier faceta de la vida. Hay que aguantar…

Ya hay fechas de la gira de presentación del disco. Son bastantes conciertos y os vais a patear casi toda la península. ¿Expectativas ante los conciertos?

– El disco es ideal para el directo, así que está siendo muy divertido tocarlo sobre un escenario. Expectativas: las de siempre, hacer buenos conciertos y que venga cada vez más gente…

En la gira pasada en el Playa Club (A Coruña), con más capacidad que el Mardi Gras, donde también habéis tocado, hubo poco público. A ver si este año mejora, ¿no? Pienso que hay ciudades donde hay tal cantidad de conciertos que la gente llega a saturarse, y eso está pasando hoy en día en A Coruña y supongo que en otras muchas ciudades.

– No sé, me lo pasé mejor en Mardi Gras. En el Playa el sonido fue horrible y el ambiente raro, fue el único lugar de la gira donde no vino más gente que la vez anterior. La próxima vez supongo que irá mejor, eso espero. En cuanto a lo de la saturación, no lo sé. Creo que si te gusta un grupo vas a verlo, no creo que haya demasiados conciertos, hay poco público.

Musicalmente el disco es como más tranquilo. ¿Tendremos los amantes del “ruido” nuestra dosis en los conciertos de ésta gira?

– Sí, por supuesto, aunque no creo que sea más tranquilo, aunque sí menos ruidoso.

Festivales de verano: FIB, Contempopranea, Lemonpop… ¿Tenéis ofertas para tocar en alguno? Lo cierto es que sirven para dar a conocer al gran público a bandas, pero quizás no sean los sitios más idóneos para disfrutar de un auténtico directo de La Habitación Roja, por ejemplo.

– Estamos aprendiendo a tocar en ellos; aunque seamos un grupo de salas, últimamente nos va mejor. Tocamos en el FIB.

Frases como “Mi vida es la de los demás” (“La edad de oro”) o “Seremos protagonistas de nuestras vidas” y “Estamos vivos” (“Eurovisión”) inciden en concienciarnos en que somos dueños de nuestras vidas cuando nos dicen que somos totalmente libres. ¿Realmente lo somos o más bien nos comportamos como si lo fuésemos y reproducimos conductas como autómatas? ¿Sabemos usar los medios de comunicación o son ellos los que nos utilizan, incluso para vendernos la música que ellos quieren?

– Hay que ser valiente, no aceptar lo impuesto y darse cuenta de que uno es dueño de su propia vida, porque en cuanto te descuidas estás haciendo lo que se supone que debes hacer. Los medios de comunicación siempre te utilizan, es imposible utilizarlos sin que ellos lo hagan antes.

En varios temas de vuestros discos hay alusiones más o menos directas a relaciones no heterosexuales. ¿Creéis qué en el día a día se avanza en la normalización de otras relaciones frente a heterosexualidad dominante?

– Hay una normalización económica: si tienes dinero da igual que seas gay, negro o lo que quieras. No sé si realmente se ha avanzado mucho en otros campos, un poco quizás.

Varios años funcionando como grupo, varios discos, varias giras… ¿Qué destacáis de todo lo aprendido, tanto positivo como negativo?

– Me gustaría creer que si uno hace buena música puede vivir de ello, y en eso estamos. Somos un grupo cada vez más interesado en lo musical y menos en lo extra-musical.

¿Cómo son las relaciones entre los grupos (Planetas, Manta Ray, etc.) que podéis compartir público y escenario? ¿Hay buen rollo real, de cooperación, o ambiente competitivo?

– Son gente muy maja y realmente quiero a muchos de ellos, solo faltaba que hubiera competitividad entre nosotros, sería muy triste.

Toño Crespo

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MOLOKO

ENTREVISTAS 2003

Moloko, sentimiento de baile

Statues, el cuarto disco de estudio de Moloko, es un disco de ambición musical épica. S empezó a grabar a finales de 2000 en Sheffield y se completó en el estudio del grupo en Londres. Sigue a su disco del 2000 Things To Make And Do, que contenía los éxitos “The Time Is Now”, “Pure Pleasure Seeker”, “Indigo” y la remezcla de Boris Dlugosch de “Sing It Back”, y al recopilatorio de remezclas del 2001 All Back To The Mine. Moviéndose entre la música disco y el house latino, pasando por el soul más agrio, Statutes reclama el linaje del pop de Sheffield del que ya forman parte Pulp, Warp Records, ABC, The Human League y Cabaret Voltaire.

“Parece apropiado que el comienzo de Moloko, hace ya casi una década, estuviera marcado por una pregunta picante,” comenta la cantante dublinés Roisin Murphy. Sus heroínas de juventud eran Kim Deal y Kim Gordon, así que cuando sus padres le dijeron que tenía una voz preciosa que se parecía a la de Elaine Paige, quedó un poco turbada. Mark Brydon ya era un veterano de la escena de Sheffield y de los legendarios estudios Fon, para los que hizo los diseños arquitectónicos, y ya había producido el tema de pop-house temprano de Krush, “House Arrest”, entre otros proyectos. “Nos conocimos en una fiesta en Sheffield y, por razones obvias, le dimos el nombre de Do You Like My Tight Sweater? (¿Te gusta mi jersey ajustado?) a nuestro primer disco”.

Se grabó en 1994 y se lanzó en 1995, siendo destacado como un disco futurista y fuera de su tiempo, una mezcla de funk acelerado, sensualidad alienígena y humor malévolo. “Éramos una chica, un chico y un ordenador, y saltamos a la escena trip-hop de la época, aunque ésa era la manera de hacer música entonces,” comenta Mark.

Aunque su segundo disco, I Am Not A Doctor (1998), fue un trabajo considerablemente más oscuro, uno podía encontrar la canción “Sing It Back” enterrada en sus mareas. “Siempre supimos que era una gran canción de pop pero, siendo naturalmente perversa, decidimos hacerla desde un ángulo distinto. Que una remezcla sublime la convirtiese en el exitazo de Ibiza y luego un éxito internacional era lo apropiado”. El single vendió más de 500.000 copias y fue incluido en más de 100 recopilatorios en todo el mundo.

“Things To Make And Do (2000) tenía un carácter más cálido y orgánico, producto de la integración de nuestras experiencias en directo a nuestro sonido de estudio,” comenta Mark. Sus apariciones en festivales de ese año, incluyendo su triunfal concierto en el de Glastonbury, ayudaron a que el disco fuera un éxito relativo en el Reino Unido.

Lo primero, pero menos importante, que hay que saber sobre Statues es que este es el primer trabajo que Mark y Roisin han hecho sin ser pareja sentimental. Lo que es importante es que decidieron seguir con su colaboración creativa y que Statues es un disco enfocado al directo. Mark lo aclara: “En cierto modo, todo el proceso de su creación fue el final de un capítulo de nuestra relación y el comienzo de otro. Es un triunfo poder seguir adelante después de eso.”

Roisin también tiene su punto de vista: “Siempre que grabas un disco pasas por momentos en los que no sabes si vas a terminarlo algún día o si va a ser bueno; yo he pasado por eso con todos los discos que he hecho con Mark. Te embarcas en un proyecto épico y estás destinado a tener una crisis de confianza.”

Statues es el primer disco de Moloko que se constituye simplemente de diez canciones; sus predecesores eran criaturas basadas en ideas esparcidas en intermedios y apuntes mínimos. Statues también representa un cambio en su forma de trabajo. “Hasta ahora,” confirma Mark, “hacíamos un disco sin un plan sobre cómo moldearlo. Pero ahora teníamos la mentalidad de hacer algo conciso.” Roisin añade: “Estas diez canciones contienen mis letras más emocionales, a años luz del estilizado escondite con el que jugaba en nuestro primer disco. Es parte de madurar y aceptarte a ti mismo; el último disco estaba acercándose a eso. Yo tenía 19 cuando grabé nuestro primer trabajo y sabía que estaba pretendiendo cosas, pero si no intentaba hacerlo, seguiría haciéndolo. Ahora me conozco mejor.”

Statues hace lo que el mejor disco y el mejor pop hacen: combina emociones extremas con música enervante para crear algo trascendente y de celebración. “En muchas maneras es “Forever More” la canción que demuestra lo mejor del disco: un testamento puro de la música de baile que seguro que sólo en su proceso de composición ya constituye un logro”.

Por su parte, el primer single, “Familiar Feelings”, comienza con acústicas frágiles y sección de cuerda, va creciendo con una línea de bajo irresistible y llega a su clímax con toques de orquesta. “La experiencia y pasión de Mark por la orquestación viene del funk, del disco y de Norman Whitfield,” explica Roisin. “Queríamos un disco de mezcla y de baile con muchas orquestaciones.”

Mark trabajó con su habitual colaborador Eddie Stevens, que co-escribió y orquestó espectaculares partes para cuerdas y vientos. Fueron tan ambiciosos que “Over & Over” y “The Only Ones” fueron grabados en los estudios Air porque no pudieron meter a todo el mundo en su estudio de Londres. “No hubo ningún compromiso con “Over & Over” recuerda Mark. “Todos pensamos que había que dejarla convertirse en lo que es ahora. Estar en el estudio dos semanas con tantas cuerdas tocando para ti fue como estar en el mejor concierto de nuestras vidas. Roisin, Eddie y yo nos sentábamos y empezábamos a soltar risitas, como diciendo: “Vaya, ¿en serio hemos hecho eso nosotros?”

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON CALEXICO

ENTREVISTAS 2003

Calexico, carreteras secundarias

Uno de los momentos que definen a Feast Of Wire, el cuarto álbum oficial de larga duración de Calexico –sin contar los discos que regalaron en sus conciertos– no llega hasta bien entrado el disco. Fantasmales y misteriosos sonidos de pedal steel se arrastran a través de “Whipping The Horse’s Eyes”, el tipo de sonido que a menudo se asocia con Calexico, una visión de una tierra que se ha ido transmitiendo a lo largo de los años a través de la literatura y, más recientemente, de las películas del lejano Oeste.

Sin embargo, cuando la canción llega a su fin, comienza otro sonido en el que el oscuro cielo se sustituye por la oscuridad de un club, adentrándose el grupo en los ritmos al estilo Gil Evans de “Crumble” y entrando en un frenesí total -escucha el grito de alegría de Joey a mitad de camino-. Es un momento extraordinario, un cambio de estilos sin esfuerzo alguno que encierra dos visiones de la historia de la música americana que contrastan con dureza.

Joey Burns y John Convertino tienen todo el derecho de estar bien versados en la mitología del Sueño Americano. “Tenemos nuestra base en Tucson, Arizona, una ciudad rodeada por montañas y desierto, empapada todas las noches por doradas puestas de sol, dividida por una vía de tren que pasa por el legendario Hotel Congress, donde hicimos muchos de nuestros conciertos, servidos tanto por cantinas como por corredores de bolsa, el corazón del mítico Oeste Americano y, a la vez, hogar también en las afueras de la ciudad de un extraordinario cementerio de viejos aviones de guerra, una muestra del choque entre lo viejo y lo nuevo”.

Este lugar, a poca distancia de la frontera con México, es simplemente eso: una base. John y Joey han pasado años en la carretera como músicos viajantes, primero como parte fundamental de Giant Sand, con quienes tocaron durante más de una década y de los que son todavía una parte importante, y, desde 1996, como Calexico. “Sí, el grupo tomó su nombre de una ciudad fronteriza entre California y México”.

Ya desde el comienzo, Feast Of Fire es un álbum que se centra tanto en lo personal como en lo mítico, aunque al hacerlo así transforma a menudo los esfuerzos del hombre medio en parte del mito. “Mira por ejemplo la historia del carpintero Mike, que dejó sus herramientas y sus llaves y se marchó y se encaminó tan lejos como pudo, más allá de la ciudad y del barrio vallado”, dice Burns en el tema que abre el disco, “Sunken Waltz”, antes de acabar asegurando que “durmió bajo las estrellas”, fusionando al individuo y su entorno de una forma que define la gran temática del álbum. Pero no se trata una batalla entre el individuo y su entorno, lo que hace el extraño suicidio poético de “Not Even Stevie Nicks…” aún más impactante: “Con una cabeza como un buitre y un corazón lleno de avispones, conduce hacia el precipicio, entra en el azul…”

Como grupo, se han ganado una buena fama en directo. “Podemos actuar como un dúo, con un grupo del que echamos mano en la ciudad en la que nos encontremos en ese momento, o con nuestra formación actual de músicos americanos y alemanes -que incluye al músico de steel pedal Paul Niehaus, conocido también por su trabajo con Lambchop- o con el mariachi mexicano Luz De Luna”. En vivo, Calexico despliegan una habilidad mágica para crear un ambiente que pasa de atmósferas tristes a la fiesta, de una forma a menudo improvisada.

Joey Burns y John Convertino son la clase de músicos que hacen que parezca demasiado simple. Más de uno se pasaría todo un concierto observando los primorosos golpes de escobilla de John Convertino y lo proclamaría como el batería más imaginativo que hay en la música moderna; probablemente porque toca la batería como otros tocarían el piano, como un instrumento más que como un juguete de niños. El ritmo de “Attack El Robot! Attack” suena como la clase de ritmo roto que utiliza DJ Shadow con efecto devastador.

Joey Burns, por su parte, ha desarrollado unas voces que hacen eco al tremendo sonido de su guitarra, resplandeciendo como el calor sobre una carretera del desierto. No hay más que escuchar su magnífico falsete en el tema de final trágico y con el intrigante título de “Not Even Stevie Nicks…” o el perfectamente inconcluso “Quattro (World Drifts In)”.

“Algunas canciones no son más que meros apuntes, breves pero generosamente evocativas, mientras que otras son más ambiciosas y dramáticas”. Así es: desde el gracioso desvanecimiento de “Quattro (World Drifts In)” hasta la alegría hispánica de “Güero Canelo”, desde los sonidos chatarra al estilo Tom Waits de “Attack El Robot! Attack” hasta las cuerdas negras del tenso “Black Heart”, desde el tema con influencias de Debussy y Satie “The Book And The Canal” hasta el empapado de melódica “Dub Latina”, desde los ritmos juguetones de “Pepito” hasta el cierre con el ocaso atmosférico de “No Doze”,Feast Of Wire es una excursión musical rodada que parece cubrir carreteras secundarias, autopistas y ciudades metálicas, una excursión que subraya los vastos y amplios horizontes que redefinen la americana del mundo de Calexico.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA EVAN DANDO

ENTREVISTAS 2003

Evan Dando, modelo indie

Casado con una modelo, feliz, viviendo en París y, parece, desenganchado de una buena parte de sus adicciones. Así está Evan Dando, que edita un primer disco no muy alejado de sus aventuras con los Lemonheads. Aunque lo que menos le gustaría en este momento sería hablar como un rockero rehabilitado, sobrio y que reniega de su pasado.

Tras siete años alejado de la industria musical, al menos de cara a la galería, Baby I’m Bored es el primer disco de Evan Dando, quien fuera líder de los Lemonheads. Aquellos que no conozcan el pasado de Evan Dando no necesitarán saberlo todo de él y su música para apreciar esta colección de canciones eclécticas, que van del country rock más amargo, como si Gram Parsons hubiera resucitado, a las píldoras pop que nos tiene acostumbrado Matthew Sweet, por ejemplo, y todo ello con algo de aquel indie-rock ruidoso de la primera parte de los 90.

Para su debut en solitario, Evan contó con muchos amigos y colaboradores que aparecieron por los estudios de Nueva York, Los Angeles y Tucson -Arizona-. “Entre los que han tocado o colaborado están Ben Lee, que escribió dos de las canciones del disco,” comenta Evan, “Howe Gelb, John Convertino y Joey Burns de Giant Sand y Calexico, el que fuera líder de Spacehog, Royston Langdon, el antiguo batería de Codeine y guitarrista de Come, Chris Brokaw, el batería de Come, Arthur Jonson, y alguien que no podía faltar: Tom Morgan, que ya colaboró conmigo como compositor en bastantes de mis canciones con los Lemonheads”.

Las razones de la aportación de todos estos músicos están bastante claras. Aún así, Evan quiere explicarse: “He estado trabajando con Howe, John y Joey mucho tiempo. Más o menos lo mismo puedo decir de mi relación con Ben Lee. Y de Tom Morgan creo que no necesito decir nada”.

No es todo. El compositor de Los Angeles Jon Brion, también conocido por sus colaboraciones y producciones para Aimee Mann, o Fiona Apple, y por las bandas sonoras de Boogie Nights, Magnolia and Punch Drunk Love, produjo y ayudó en la composición de muchas de las canciones del álbum. Por su parte, el productor Bryce Goggin, que ya había producido el ultimo disco de los Lemonheads, Car Button Cloth, así como muchos discos de Pavement, fue en esta ocasión el productor de gran parte de las canciones de Baby I’m Bored.

Evan Dando quedó bastante contento de su colaboración con Jon Brion. “Lo conocí en el 2000 y nos entendimos a la perfección desde el primer momento. Escribimos una canción, “It Looks Like You”, en veinte minutos. Tiene una habilidad increíble”.

Si se le pregunta por las influencias o la inspiración de este primer disco en solitario, Evan Dando no olvida su peculiar humor. “Es un 25% autobiográfico. Diría, además, que la influencia principal es el disco de The Television Personalities And Don’t the Kids Just Love It.”

Después de que los Lemonheads pusieran fin a su trayectoria con Car Button Cloth y de la exposición mediática excesiva a la que había sido sometido Evan Dando, éste se tomó unos cuantos años sabáticos lejos de los escenarios. Evidentemente, hay que preguntarle qué sucedió, pero Evan Dando rehuye el tema. “Me tomé un largo descanso entre agosto del 97 y marzo del 99. Después trabajé con Enya,” comenta, haciendo referencia con ironía a lo mucho que le cuesta parir un disco a la británica.

Hubiera tenido su gracia lo de Enya. Sin embargo, Evan Dando no dejó de colaborar con sus amigos. “Bueno, sí, es cierto. Toqué y escribí canciones para el disco del 2001 God Bless The Blake Babies de The Blake Babies,” donde milita su buena amiga Juliana Hatfield. “También escribí la letra de la canción “Wake Up In New York” del disco As If To Nothing de Craig Armstrong, el arreglista de las secciones de cuerda de Massive Attack y compositor de bandas sonoras como Moulin Rouge. También grabé una canción para el disco de homenaje a Lee Hazlewood”.

Aún hay más. “Con Ben Lee, Tom Petersson de Cheap Trick y Jason Schwartzman de Phantom Planet editamos un single sólo en Internet con las canciones “Dead Or Anything” y “Love Song” para un sello independiente australiano. También estuve grabando con Tom Morgan en Australia para su nuevo grupo, The Give Goods”. Múltiples facetas de alguien que puede que nunca se llegue a conocer demasiado bien, pero que vale la pena seguir intentando.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON LA MALA RODRÍGUEZ

ENTREVISTAS 2003

La Mala Rodríguez, rap con fundamento

Lujo ibérico fue, en su momento, hace dos años, la mayor sorpresa del rap estatal. La Mala Rodríguez se mostraba como una rapera con un flow único, una voz con ciertos quiebros andaluces -¿flamencos?- y una producción exquisita. Alevosía repite la jugada, acercándola más al r’n’b. Ella nos cuenta qué espera de este segundo disco.

¿Por qué Alevosía?

– Este disco se llama Alevosía porque lo he hecho a tiro hecho, sobre seguro y no hay fallos. Lo he hecho queriendo.

¿Qué podemos encontrar en tu segundo disco?

– Éste es el segundo trabajo de una artista de rap española que llevaba tres años sin editar nada y que ha estado preparándolo concienzudamente. Yo lo defino como algo más que rap, hay muchas cosas ahí.

Desde tu álbum de debut, Lujo ibérico, han pasado tres años. ¿Qué has hecho?

– Gracias a Dios, he tenido muchos conciertos, mucho curro fuera de aquí. He tenido la oportunidad de viajar mucho y también he estado mucho tiempo sin querer hacer nada. Simplemente estar en el sofá de mi casa. Y han pasado tres años a lo tonto. El tiempo pasa volando.

¿Cómo ha sido el proceso de producción del disco?

– Producirlo no ha sido tan complicado porque Jotamayúscula y Supernafamacho son unas máquinas. Hacen música con mucha frecuencia. Yo iba al estudio casi a diario. Allí escribo, ensayo, practico y me entreno. Un día sí, un día no, se van haciendo cosas. Algunas se quedaron en el ordenador y otras han salido en el momento. Y de un tirón se han grabado.

¿Es éste el equipo definitivo de La Mala Rodríguez?

– El equipo somos Jota, Nafri y yo. También están las producciones del Mr T Cee, porque quería contar con él. Y también toda la gente que con mucho cariño ha colaborado en mi disco y me ha ayudado a acabarlo, porque sin ellos tampoco hubiera sido posible.

¿Y en cuánto a la composición de las canciones?

– Yo suelo escribir con la música. Escucho la base y empiezo a escribir. En uno o dos días voy teniendo algo. Otras veces lo hago de repente. Surge la creatividad y puedo grabar una canción. También me puede ocurrir que estoy en casa u otro lugar escribiendo mis cosas y a eso le encuentro una música con la que poder acabarlo y dejar el tema hecho.

¿Cuánta importancia le das a las letras?

– A mí me parece que ha habido una evolución tanto en la producción como en las letras. Yo me noto que soy mucho mejor escribiendo. Escribo mejor que canto.

Tu técnica a la hora de recitar es única.

– Yo canto como cualquiera que canta en su ducha. De ninguna manera soy una profesional cantando. Lo podré hacer mejor o peor, pero es lo único que sé hacer. Mi manera de rapear me la curro y me gustan las técnicas que utilizo al escribir porque me ayudan a la hora de rapearlo.

¿Ves diferencias con el primer disco?

– En el primer disco fui con la idea de hacerlo como me diera la gana. Y éste ha sido mucho más cuidado, con la idea de hacerlo bien, de que no podía haber ninguna… Equivocaciones siempre habrá, y fallos. Éste ha sido mucho más de comprometerme conmigo misma, de que tenía que estar mucho mejor que el primero. En el primero veo muchísimos errores, cosas que a lo mejor ganan porque son frescas, pero pierden porque son un poco locas. Sin embargo, con éste ha sido todo más pensado, más maquiavélico.

¿Se han vuelto tus canciones más complicadas?

– Lo único premeditado es el hecho de comprometerme a la hora de decir que no puedo hacer aquí cualquier cosa. Así es muy fácil. Así me hago un disco cada cuatro meses… Yo necesito un poco de tiempo. Las letras necesitan su tiempo de maduración. Pero también han surgido enseguida, como la de “La Niña”.

– Te acompaña ya la fama de ser un personaje polémico.

– No sé. Reconozco que muchas veces se me va la olla y también me muestro esaboría con alguna gente. Pero no lo hago sin razón. Yo defiendo y lucho por lo mío. Y no voy a dejar que venga aquí nadie a decirme cómo tengo que hacer las cosas. No me gusta. Me gusta un dialogo de tú a tú. Los dos a la misma altura. Me gusta hablar a la gente a la cara. Yo puedo tener fama de muchas cosas, pero realmente el que me conoce no te va a decir nada malo de mí. Creo.

¿Cómo ha cambiado el panorama del rap estatal en los últimos años?

– Yo me he educado escuchando los discos de CPV, las maquetas de Nación Sur y todos lo discos que se editaron mucho antes de que yo apareciera en el panorama. Ahora lo que veo es que cada vez hay más grupo. Y cuantos más haya, más cosas buenas se oirán. Tampoco quiero decir que todo lo que salga sea maravilloso.

También has estado por América. ¿Cómo fue?

– La primera vez que fuimos fue sólo a hacer promoción a hablar con periodistas de Latinoamérica y de Estados Unidos. La experiencia fue buena porque parece que les gustó mi trabajo. Todo el mundo se interesaba por él y me encantó. Además también actuamos allí.

¿Cómo esperas que la gente reaccione ante el nuevo disco?

– Supongo que me van a decir: “Molaba más lo que hacías antes”. Seguramente mucha gente va a decir que estaba más guapo el primero. Pero aquí está lo último que he hecho y todavía queda mucho por hacer. Las críticas me dan igual, sean buenas o malas. Para mí son todas buenas porque me hacen crecer.

¿Cuál es tu ambición para los próximos meses?

– Viajar. No dejar de conocer sitios. Por poco que conozca, ya me encanta. Yo quiero ir a todos lados.

Xavier Valiño

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