BOB DYLAN II

Bob Dylan: “Toda la gente de mis canciones soy yo”

En 2009, Bob Dylan publicaba el álbum Together Through Life. Producido por Jack Frost (su álter ego), el disco venía marcado por su sabor añejo. Con ese motivo, Dylan dio una entrevista en la que proporcionaba unas cuantas claves sobre su obra. La recuperamos ahora extrayendo sus declaraciones más interesantes a la luz de la reciente concesión del Nobel de Literatura. Hoy, la segunda parte.

 

“This Dream Of You” tiene ese maravilloso ambiente de “South Of The Border”, pero al mismo tiempo, detecto ecos de Sam Cooke, The Coasters, The Brill Building y Phil Spector. ¿Han sido importantes para ti esas grabaciones de los 50 y 60? ¿Has intentado capturar algo de ese sabor en “This Dream Of You”?

Esos discos de los cincuenta y sesenta fueron definitivamente importantes. Ésa puede que haya sido la última gran era de la música auténtica. Desde entonces, o quizá desde los setenta, todo ha sido gente jugando con los ordenadores. Sam Cooke, The Coasters, Phil Spector, toda esa música fue grande pero no se introdujo exactamente en mi conciencia. Entonces oía a Son House, Leadbelly, la Carter Family, Memphis Minnie y baladas amor y muerte. En cuanto a escribir canciones, quería escribir canciones como Woody Guthrie y Robert Johnson. Atemporales y eternas. Sólo algunas de esas baladas todavía aguantan y en la mayoría de ellas intervino Doc Pomus. “Spanish Harlem”, “Save The Last Dance For Me”, “Little Sister”… y algunas otras. Eran canciones fantásticas. Doc era un gato lleno de sentimiento. Si dijeses que hay algo de él en “This Dream Of You”, lo tomaría como un cumplido.
Aunque muchos de los cortes del álbum tratan sobre el amor, el disco está lleno de dolor, a veces en la misma canción. En “Beyond Here Lies Nothing”, la canción está subrayada una sensación de presentimiento. Recorres los “bulevares en coches destrozados”. Vas a amar “mientras el amor dure”. ¿Es el dolor una parte necesaria del amor?

Oh, sí, en mis canciones lo es. Dolor, sexo, asesinato, familia, viene de hace mucho tiempo. Amabilidad. Honor. Caridad. Hay que relacionarlo todo. Se supone que son historias que se conocen.

 

¿Recuerdas imágenes de Hitler de cuando eras niño?

No, no de cuando era niño. Ya había muerto cuando yo tenía cuatro o cinco años. Nunca tuve verdadera conciencia de eso.
Nunca tuviste conciencia, ¿de qué?

De cómo se coge a un pintor de paisajes fracasado y se le convierte en un loco fanático que controla a millones de personas. Todo es un truco. Quiero decir que los poderes que lo crearon tienen que haber sido impresionantes.
Bien, las condiciones sociales y económicas de la República de Weimar eran muy diferentes a las de ahora.

Sí, seguro. Volviendo la vista atrás, se puede ver que alguien tenía que hacerse con el control. Pero aun así, es tan desconcertante. ¿Por qué él? Se podía ver que el tío era un completo bobo. En absoluto tenía ninguna característica aria. No podrías adivinar su ascendencia. Pelo castaño, ojos marrones, tez pálida, una estatura corriente, bigote Hitler, gabardina, fusta, todo surte efecto. Sabía algo. Sabía que la gente no piensa. Echa un vistazo a los rostros de los millones que lo adoraban y verás que inspiraba amor. Es espeluznante y triste. El fuego de la palabra hablada. Estaban contentos de seguirlo dondequiera que fuese, hasta el tuétano. Entonces, por supuesto, llenó los cementerios con ellos.
Me viene a la mente Hitler hablando a la muchedumbre en El triunfo de la voluntad, de Leni Riefenstahl.

Sí, está claro como el día.
Mucha de la gente de tu generación parece comerciar con la nostalgia. Llevan tocando las mismas canciones de la misma manera durante los últimos treinta años. ¿Por que nunca has hecho eso?

Aunque lo intentase, no podría. Esos tipos de los que hablas han tenido grandes éxitos. Comenzaron en el “anti-stablisment” y ahora manejan el mundo. Canciones de celebración. Canciones para los grandes banquetes. Mercancía “mainstream” presente en la cultura de manera dominante. Mi mercancía es diferente a la de esos tíos. Es más desesperada. Daltrey, Townshend, McCartney, The Beach Boys, Elton, Billy Joel. Hacen discos perfectos, tienen que interpretarlos perfectamente… exactamente como la gente los recuerda. Mis discos nunca fueron perfectos. Sería absurdo intentar interpretarlos igual. De todos modos, no soy un artista “mainstream”.
Entonces, ¿qué tipo de artista eres?

– No estoy seguro, byroniano quizás. Mira, cuando empezaba, la cultura “mainstream” eran Sinatra, Perry Como, Andy Williams, Sonrisas y lágrimas. No podía encajar en aquello entonces y, por supuesto, no encajo ahora. Algunas de mis canciones han cruzado la frontera, pero todas lo han hecho con otros cantantes.
¿Has intentado amoldarte?

No realmente. Mi tradición es la de la música folk y ése es el lenguaje corriente y la estética arquetípica con la que he experimentado. Esa es su dinámica. Aunque lo intentase no podría escribir canciones para el Brill Building [en el 1619 de Broadway, en Nueva York, el edificio donde estaban los principales editores de música de Estados Unidos]. Es lo que pasa con la música pop, no podría hacerlo entonces y no puedo ahora hacerlo.
¿Eso significa que eres un creador “outsider”? ¿Te consideras una figura de culto?

Una figura de culto, eso tiene connotaciones religiosas. Suena exclusivista y tribal. La gente tiene diferentes niveles emocionales. Especialmente cuando se es joven. Entonces supongo que muchas de mis influencias podrían haber sido consideras excéntricas. Los medios de comunicación tenían un alcance masivo así que me sentía atraído por los intérpretes ambulantes con los que me encontraba. Intérpretes menores, cantantes de bluegrass, el cowboy negro que hacía trucos con el lazo. Miss Europa, Quasimodo, la Mujer Barbuda, el mitad hombre mitad mujer, el deforme y el jorobado, Atlas el enano, los comedores de fuego, los profesores y los predicadores, los cantantes de blues. Lo recuerdo como si fuera ayer. Estuve muy cerca de mucha de esa gente. Aprendí la dignidad de ellos. También la libertad. Derechos civiles, derechos humanos. Como permanecer dentro de uno mismo. Los demás estaban interesados en atracciones como la montaña rusa y los coches de choque. Para mí eso era una pesadilla. Todo el vértigo. La artificialidad. El declive de la vida. No tenía sentido ni parecía real. Fuera del camino principal era donde estaba la fuerza de la realidad. Por lo menos eso pensaba. Cuando me fui de casa esas sensaciones no cambiaron.
Pero has vendido cientos de millones de discos.

Lo sé. También es un misterio para mí.

Nadie esperaba un nuevo álbum tuyo en este momento. He oído que la compañía de discos se sorprendió. ¿Cómo sabes que es el momento de ponerse a hacer un nuevo disco?

Nunca se sabe. A veces se piensa que si no se hace ahora, nunca se hará. En particular, este álbum se suponía que tenía que salir en algún momento del próximo otoño: septiembre, octubre; cuando se estrenase la película. Lo hicimos el año pasado y se suponía que tenía que estar guardado un año. Pero entonces los chicos de la compañía de discos lo oyeron y decidieron que les gustaría publicarlo a principios de primavera y no esperar a la película.
¿Has decidido guardar por esta vez la poesía? ¿Era lo que exigía el estilo musical?

No estoy seguro de estar de acuerdo. No es fácil definir la poesía. Hank Williams también usaba un lenguaje simple.
En este disco no hay personajes como los de “Desolation Row”, excepto quizás el juez Simpson de “Shake, Shake Mama”. ¿Sería una de esas figuras arquetípicas como Cenicienta o Shakespeare en el callejón?

Absolutamente. Es un juez cazador de zarigüeyas, un tipo listo, que se las sabe todas.
En “It’s All Good” aparecen algunos cantantes. Neil Young y Alicia Keys ya han aparecido en tus últimos discos. ¿Crees que todos tus amigos músicos van a buscar aparecer mencionados? Una vez te has metido por ese camino, ¿cómo consigues salir de él?

Bueno, esta gente también es arquetípica. Puede que no piensen eso de ellos mismos, pero lo son. Representan una idea.
¿Se podría escribir una canción sobre cualquiera?

Bien, apostaría a que usted podría, sí.
¿Cómo conseguirías introducir a Stevie Wonder en una canción?

Cuando Stevie Wonder grabó “Blowin’ In The Wind” yo jugaba a las cartas, yo bebía ginebra.
¿Podrías escribir una canción como las de Stevie Wonder?

Podría escribir una como “Superstition” pero no podría escribir una como “Sir Duke”.
¿Podrías escribir una canción sobre George Bush?

Seguro. George es un nombre fácil de rimar.
En la canción “I Feel A Change Coming On” el protagonista dice…

Espera un minuto. No soy un dramaturgo. Toda la gente de mis canciones soy yo. Pensaba que ya habíamos hablado de eso.
¿Exactamente qué les hace ser tú?

Es la manera en la que dices las cosas. No es necesario que las cosas que dices hagan que seas quien eres.
De acuerdo, pienso en ese verso: “Veo venir a mi chica, va caminando con el sacerdote del pueblo / siento que se acerca un cambio”.

Sí, pero estás omitiendo muchas cosas.
De acuerdo, pero ésa es la parte que recuerdo. Supongo que el tipo, o tú, está hablando de estar ligado a alguien y de lo bien que se siente. Dado que las mujeres les han dado a los hombres, o a ti, malos momentos, en las otras canciones podemos leer esto como un final feliz o una señal de problemas en el futuro. ¿Qué posibilidades tiene el tipo de “Feel A Change” de vivir después siempre feliz?

Puede que hagas demasiadas lecturas de la canción. No es un cuento de hadas. Hay grados de felicidad. Vas de uno a otro y regresas al anterior. Es difícil ser completamente feliz cuando los que nos rodean sufren o gimen por el hambre. Pero sé lo que quieres decir. Hablas de partir hacia el ocaso esperando que lo que has hecho sobreviva.
¿No es el punto de vista hindú?

– Quizás.
Muchos intérpretes le dan el mérito de su música a Dios. ¿Cómo supones que siente Dios eso?

No soy el indicado para responder. Suena como si la gente diese el mérito donde está el mérito.

 

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