Infiltrado en el KKKLan
Infiltrado en el KKKLan
Spike Lee (Focus Features)
Empecemos por el final, cuando Spike Lee recuerda la manifestación de los supremacistas blancos en Virginia del año pasado que acabó con un coche arrollando a los opositores que marchaban en defensa de los derechos civiles. Trump, en lugar de condenarlo, llamó a los manifestantes ‘buenas personas’ y ‘violentos’ al grupo de los muertos y heridos.
Ese es el punto de partida para la nueva película de denuncia social de Spike Lee, centrada de nuevo en la injusticia racial y la xenofobia hacia los afro-americanos de su país. Y lo hace recurriendo a una historia increíblemente verídica de un policía de color que en los años 70 se infiltró en el Ku Klux Klan. En tono de comedia, el hijo de Denzel Washington, John David Washington, y Adam Driver interpretan, con mucha química, al policía y al compañero judío que le ayudaba, aportando lo más inspirado del film.
Entre referencias a películas como El nacimiento de una nación o Lo que el viento se llevó, Lee sigue prefiriendo ser tan obvio como haga falta, nada sutil, caricaturizando a los blancos de la historia y recordando al final que nada ha cambiado en estos años. Entiende que todo vale si el mensaje llega más claramente, y de ahí que quiera dejar claro en el epílogo mencionado que lo que hemos visto entre sonrisas más bien debería hacernos replantear la mueca y nuestro sistema de valores.