ERIKA DE CASIER: Lifetime
ERIKA DE CASIER: Lifetime (Independent Jeep Music)
Hace poco más de un año que la portuguesa Erika de Casier, de madre belga y padre de Cabo Verde, editaba su tercer disco, Still, con la reputada compañía independiente 4AD. La pulsión creativa de la artista -quien ha vivido en Dinamarca desde los 8 años, prácticamente toda su vida- le ha llevado a editar en un corto espacio a darle continuidad a aquel álbum, con el título de Lifetime. Es el primer trabajo compuesto y producido enteramente por ella misma -y autoeditado, como su debut, por su sello Independent Jeep Music-, después de que unas semanas antes lo adelantase con una colección limitada de casetes sin nombre que vendió en Bandcamp en media hora, antes de que se agotasen.
Tiene sentido que este disco se llamase en un primer momento Midnight Caller (El que llama por la noche), ya que en esta ocasión sus canciones parecen inspirarse y perseguir las sensaciones cautivadoras de una llamada telefónica nocturna a la antigua usanza (“¿Te gustaría conocerme en la vida real? / Espero que seas como te describes”, canta en “Delusional”). En sus letras se intuye que Casier empieza a ser consciente del tiempo que queda atrás y no volverá, que la mortalidad ha ido cobrando relevancia en su día a día, sin dejar de agradecer lo que ha vivido y, también, la aventura de lo que todavía tiene por delante.
Ese retrato con tintes sepia que habla del paso del tiempo, la pérdida de la juventud y la inocencia y las experiencias que nos endurecen y transforman a medida que maduramos, lo adereza con sonidos que se alejan un tanto del pop bailable y elegante de canciones de discos anteriores, para dejarse mecer más claramente por el trip-hop de los 90 y el downtempo, recordando a Cibo Matto, Sneaker Pimps, Sade o los primeros Massive Attack, todo bajo una producción cadenciosa, homogénea y lejos de la estridencia.
“You Got It!” o “Delusional” son dos de sus mejores ejemplos, acompañadas de bases instrumentales nebulosas y evocadoras. El broche perfecto llega con “Lifetime” al cierre, el corte que finalmente acabó dándole título por resultar ser su inevitable conclusión: “La respuesta estaba dentro / No en un extraño / Perdura en mi cuerpo cuando me doy cuenta / De que el amor es todo lo que tenemos”.