BLACK JOE LEWIS 2009

Black Joe Lewis, el orgullo negro

 

 

 

Hace más o menos tres meses, dimos la voz de alarma entre la redacción: ojo al parche con Black Joe Lewis, un soulmen como los que ya no hay. Así que hubo que ponerse tras la pista. “Bitch I Love You” fue la puerta de entrada al mundo de Black Joe Lewis.

 

Después descubrimos que había más. Unas cuantas canciones en su página web que nos llevaron a pensar que si Eli ‘Paperboy’ Reed podría pasar por el Sam Cooke de los tiempos modernos, Black Joe Lewis se asemejaría a Otis Redding. O a James Brown (o Lightnin’ Hopkins), que él cita como sus máximas influencias.

 

Su debut,  Tell ‘Em What Your Name Is, acaba de editarse. Mejor sería hablar de debut con banda y en una multinacional, porque antes había publicado un disco a su nombre en una independiente, Weary. Y por si quedaba alguna duda sobre su sonido, la etiqueta la pone su batería: ‘garage soul’. Joe Lewis nos habla desde Londres, en medio de su gira europea, justo antes de su cita gallega en la Sala Capitol de Santiago este viernes a partir de las 22 horas.

 

¿Qué había en tu primer disco homónimo, editado en el sello Weary y sin distribución en España?

            – Fue un disco que grabé hace mucho tiempo, como unos tres o cuatro años, hecho en salón de la casa de uno de mis amigos, y que quería editar para mostrar lo que estaba haciendo en aquel momento. Entonces no contaba con la banda que me acompaña ahora. Le pusimos Weary -cansado- al sello porque nos pareció simpático. Con lo que ha pasado desde entonces, el disco está superado, pero a mí me sigue gustando mucho. Ahora tengo un nuevo disco, el primero con la nueva banda y en un sello con buena distribución.

 

Has grabado gran parte del nuevo álbum en directo, en primeras tomas en el estudio. ¿Era tu idea para capturar mejor el sonido que querías o tiene que ver con el productor?

            – Es una idea mía, algo que siempre quise hacer: grabar mis canciones en directo en el estudio, sin tener que hacerlo por partes. Creo que va mejor con el tipo de música que yo hago y es más sencillo para mí. De todas formas, el productor más tarde hizo su trabajo, revisando y retocando la grabación lo mínimo donde fue necesario.

 

En principio, ibas a titular el álbum Nat Turner, con el nombre de un esclavo, pero al final no fue así. ¿Qué sucedió?

– Sí, he leído mucho sobre la historia del esclavo que comandó la famosa rebelión de 1831, por la que después fue ejecutado. Siempre he sido un admirador de los revolucionarios y gente así, como Karl Marx o Che Guevara. Hubiera estado bien ponerle al disco ese nombre, o también podíamos haberlo titulado Gerónimo, aunque al final pensamos que puede que no fuese la mejor idea hacerlo en el primer disco.

 

El instrumental “Humpin” suena como un corte del sello Stax ¿Es tu homenaje a grupos como los Funk Brothers o The MGs?

            – Sí. Ya sabes que ese tema fue interpretado por The Barkays, grupo que lo grabó en la cara B del sencillo “Montego Bay” para el sello Stax, así que la relación viene por ahí. Es un sello y una canción que nos gustaba en especial. Tratamos de hacerla como se hacía en aquellos días. De hecho, es la única versión en el álbum.

 

“Master Sold My Baby” es blues sureño, pero tú empezaste con el hip-hop.

            – Al igual que la gente de mi edad en los 90, empecé escuchando hip-hop, pero me pasé al blues en el momento en que cogí la guitarra, cuando tenía 19 o 20 años, trasteando con el instrumento para hacer canciones de Elmore James o Lightnin’ Hopkins cuando me lo dejaban mientras trabajaba en una casa de empeño.

 

¿Qué nos puedes contar de la contagiosa “Big Booty Woman”, con su contagiosa llamada-respuesta?

            – Es como un blues de la época dorada, algo así como un estándar, con un texto que me fue saliendo fácilmente con la idea de esa mujer de grandes botas.

 

¿Conoces a la J. Geils Band? Hay algo en tu música que me ha recordado al grupo.

            – Sí, ya me habían comentado antes que algunas canciones les recordaban a esa banda y que debería escucharlos, así que me puse a buscar sus discos y lo hice. Es un grupo ‘cool’.

 

¿Ves relación de tu garage-soul con King Khan And The Shrines o crees que compartes algo más con The Dap Kings?

            – Vi a King Khan y su grupo en Austin, Texas, y me gustaron mucho, aunque su espectáculo no tiene tanto que ver con el nuestro, ya que nos gusta hacer cosas diferentes en directo. En cuanto a The Dap Kings, puedo ver la relación, aunque también me parece que nosotros somos más como un grupo de rock.

 

De chaval te interesaban más los deportes.

            – Era un jugador de béisbol en el instituto y, después, empecé a jugar al fútbol americano. Era como un sueño cuando era joven. La verdad es que no me interesé por la música hasta más tarde, cuando tenía unos 18 años. Simplemente no sacaba el suficiente dinero para vivir del deporte, así que me tenía que buscar la vida de otra manera. De todas formas, sigo jugando sólo por diversión. Desde hace un par de años también veo todo el fútbol europeo que puedo. Por cierto, Estados Unidos ganó a España en la Copa Federaciones recientemente, algo extraño porque nunca le ganamos a nadie. Creo que los españoles estaban cansados ese día. Seguro que estuvieron de fiesta hasta muy tarde la noche anterior al partido, je, je.

 

 

 

 

Has dicho que tus primeros conciertos fueron todo menos un éxito.

            – Es cierto. Estaba demasiado borracho o tenía demasiado miedo al escenario, así que salía y lo jodía todo, insultando y despreciando al público. Mis músicos se preguntaban qué hacía, y al final resultaba como un espectáculo cómico. Todos acababan riéndose y les gustaba, con lo que los dueños de las salas me dejaban volver a tocar. Me ayudaron, porque me dieron la oportunidad de hacerlo mejor.

 

¿Qué importancia tuvo Zach Ernst, tu guitarrista, como catalizador del nuevo grupo? Todo viene de un concierto con Little Richard, ¿no?

            – Lo conocí a él antes que al resto del grupo. Zack me contrató para hacer de telonero de Little Richard en un concierto en 2007, y por aquel entonces ya no tenía la banda que me había acompañado antes, así que llamé a todos mis amigos para que me acompañasen en ese concierto. Como tenían su propio grupo, no podían venirse conmigo de gira. Yo no tenía músicos que me acompañaran entonces, así que Zack se trajo al resto de la banda con él cuando decidí empezar de nuevo. Tuve la suerte de que funcionó.

 

Tienes una voz áspera, como Joe Tex o Wilson Picket. Sin embargo, en “Master Sold My Baby” es la única vez en que tu voz no parece agresiva. ¿Incidirás más en esa dirección?

            – Es la voz que tengo y creo que marca bastante nuestra forma de hacer música. Nuestros cantantes favoritos son aquellos que reconoces inmediatamente en cuanto los oyes y está claro que con esta voz, es mi caso. En mi próximo disco quiero incluir más canciones tradicionales como “Master Sold My Baby”. Proporciona otra dimensión de nuestro trabajo.

 

Me gusta la definición que dice: “Escupe sus letras en pequeños ráfagas agresivas que son como ladrillos rompiendo contra ventanas de cristal”.

            – “Como ladrillos…” Je, je. ¿Qué puedo decir? Está muy bien.

 

De las dos influencias que más citas, James Brown sale claramente en tu música, pero, ¿qué hay de Lightnin’ Hopkins?

            – Lightnin’ Hopkins fue uno de los primeros artistas que escuché cuando me puse a hacer música. Es probablemente mi favorito. Pero no creo que su influencia se muestre de forma clara en lo que hago.

 

En tu nombre has antepuesto ‘black’ (‘negro’). Es como si dijeras, como James Brown, “I’m black and proud” (“Soy negro y estoy orgulloso”).

            – En el momento en que decidí ponerme ‘black’ (‘negro’) delante, pensaba en que era una buena forma de llamar la atención, de que la gente prestase atención. Ésa era la intención, y creo que funciona.

 

¿Cómo ves el acercamiento de gente blanca como Eli ‘Paperboy’ Reed al soul clásico?

            – Creo que para él es más difícil, ya que no es algo que le salga de forma natural. Siempre habrá blancos intentando cantar como los negros. Si sacas tu alma de dentro, puedes conseguirlo, pero no les será igual de fácil.

 

Titulas una de tus canciones “I’m Broke” (“Estoy arruinado”). ¿Cómo vives en estos tiempos tan turbulentos?

            – Son tiempos complicados para todos, pero a mí me va mejor ahora que cuando lo intentaba con el deporte. Para poder salir adelante de esa forma, tienes que ser realmente bueno para convertirte en un profesional y que te paguen bien.

 

¿Es cierto que hicisteis varios conciertos disfrazados como los personajes de Star Trek?

            – Mi padre y yo somos grandes admiradores de la saga de Star Trek, así que siempre tuve la idea de salir al escenario vestido como los personajes de la serie y las películas. Nos metimos en Internet y empezamos a comprar ropa y lo hicimos. Fue una gran idea, simplemente por pura diversión. Por cierto: no me gusta nada la última película; parece como si hubieran reescrito toda la historia.

 

Para finalizar, ¿qué ha sido lo mejor que te ha pasado hasta ahora en la música?

            – Seguramente poder viajar por el mundo y conocer chicas. Lo que más ganas tengo en este momento es de conocer España y probar su comida, que lo que he tomado en estos días no es precisamente para celebrarlo.

 

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