ULTRASÓNICA 1999 ENTREVISTA CON CHUCHO

Entonces grabáis 78, un disco un tanto negro y complejo, con un mensaje oscuro. ¿A qué se debe?
– Fue un disco muy especial a nivel contenido, un disco muy oscuro, pero que funcionó muy bien. El que el disco fuera oscuro se debió a mi momento personal, yo no sé si a raíz de la disolución de Surfin’ o debido a qué fue, pero las composiciones me salieron así. Al fin y al cabo, tampoco importa tanto cuáles son las circunstancias si dan lugar a un buen trabajo.
Tejido de felicidad es mucho más optimista…
– Nuestro segundo trabajo respira mucho más aire, nos ha salido más diurno. Es un poco reduccionista decirlo aquí, pero lo que nos importa es que Tejido de felicidad es un buen disco. El otro también lo era y, de hecho, en la votación de Rock de Luxe salió elegido mejor disco del año.
¿Os ayudó estar en la banda sonora de Abre los ojos?
– 78 tuvo una aceptación casi mayoritaria sobre todo a raíz de la aparición de uno de nuestros temas, “El detonador MX3”, en la película de Alejandro Amenábar. Pero la canción “El ángel turbio” también tuvo una excelente aceptación por sí sola. De todos modos, creo que sí se marcó un antes y un después de la aparición del tema en la película, porque luego hicimos una gira y vimos que a nuestro público de siempre se había sumado mucha gente.
¿Que esperáis del nuevo disco?
– Tejido de felicidad es un trabajo mucho más directo y fresco, más vitalista, y creo que responde a las expectativas que se crearon con 78 y que nos pusieron en el disparadero. Con Tejido de felicidad podemos lograr despegar y aumentar mucho nuestro techo de ventas. No sé si se producirá un éxito masivo, pero sí sé que estamos rodeados de un equipo de gente muy competente, tanto en Virgin como en Attraction Managenent, y que tienen los medios necesarios. Y, además, tenemos lo más importante de todo, que es un disco de puta madre. No lo digo yo, sino que hablo por referencias, porque mucha gente me ha dicho que es el mejor disco que he hecho nunca.
El disco lo habéis grabados en el País Vasco, en los estudios Katarain.
– Sí, tuvimos mucho tiempo para grabar en un estudio fantástico, entre montañas, con todas las prestaciones, de modo que, entre sesión y sesión, tenías tiempo para relajarte. Además, a pesar de ser invierno, tuvimos un tiempo fantástico. Para mí es el mejor estudio en que he grabado, y mira que lo digo después de haber estado grabando 78 en Inglaterra. Queríamos un estudio de este tipo, en el campo, porque venía bien para el tipo de música que queríamos hacer, y lo hemos hecho con Kaki Arkarazo que, para mí, es el mejor productor que hay en este país.
– En Tejido de felicidad os abrís a nuevos sonidos.
– Sí, porque las progresiones se deben dar en todos los ámbitos; las innovaciones están ahí y hay que utilizarlas. Además, las llevamos al directo: queremos que no se queden sólo en el disco, sino que todo sea mejor, que el sonido sea muy completo. Utilizamos el sampleado porque enriquece el espectáculo y da variedad, pasando de sonidos tipo Baccara o Abba al punk más duro. Lo que nos importa es ir evolucionando. Mira, la gente dice que el pop se ha acabado, pero no es cierto, porque Chucho sigue haciendo canciones. Siempre hay campos que explorar, aunque, en cierto modo, no estamos innovando tanto. Los Beatles ya introdujeron en sus últimos discos una especie de sampleados al meter voces y frases que no estaban directamente conectados con las canciones.