ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON THE MYSTICS

ULTRASÓNICA 1998 ENTREVISTA CON THE MYSTICS

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 1998


The Mystics, tras el carro del brit-pop

 

 

The Mystics perdieron su oportunidad hace unos tres años y ahora editan aquel disco que muy bien podía haber triunfado con el esplendor del brit-pop. ¿Qué será ahora de ellos? El tiempo lo dirá.

 

¿Qué fue lo que pasó después de grabar vuestro primer disco?

– Después de grabarlo, editamos un single llamado "Come To" en el sello Fontana. Al principio parecían apoyarnos mucho y estar en nuestra misma línea pero, poco después, nos dimos cuenta de que no sabían qué hacer con nosotros en cuanto a promoción, sobre todo internacionalmente. Así que les pedimos que nos devolvieran el disco y acabamos por editarlo en el sello Rotation, que nos va mucho mejor.

 

Pero antes no eran así.

– No. Parece que hace un tiempo era un buen sello para que la gente pudiera hacer buenos discos. Recuerda, por ejemplo, a Cocteau Twins o The House Of Love. Teníamos bastante fe en ellos, sobre todo en la persona que nos fichó y que nos apoyaba. Pero no es más que una pequeña parte de una gran compañía, Polygram, que está bastante afectada por la política de una multinacional y la falta de un enfoque concreto. Parece mentira, pero en todo el tiempo que estuvimos con ellos no pudieron conseguirnos una sola edición internacional. Y ahora, en un par de meses, hemos conseguido editarlo en muchos países. Ahí es donde se ve el amor por la música y creo que hemos aterrizado en el lugar adecuado.

 

Así que hubiera sido mejor empezar con una independiente con aquel disco.

– Sí, pero cuando empiezas una relación con alguien, te basas en la intuición. Las cosas parecía que podían ir bien y sentíamos una cierta presión por firmar y tener un objetivo. El disco es el mismo que grabamos entonces y nos parece tan relevante como cuando lo grabamos hace tres años. De todas formas, ahora nos hemos tomado un descanso, estamos con proyectos paralelos, y vamos a dejar que el disco hable por nosotros. Tenemos compuestas más canciones, unas diez o doce, pero todavía tenemos que darle rodaje a las canciones antiguas.

 

¿En algún momento os pareció que había que tirar la toalla?

– En tal caso, lo que hubo fue una sensación de que teníamos que dejar la multinacional, que esa situación estaba matando el futuro de la banda. Necesitábamos un cambio radical. Y tan pronto como lo hicimos, supimos que había que volver al trabajo. De todas formas, pasamos mucho tiempo intentando editarlo y ahora estamos orgullosos de lo que tenemos para mostrar.

 

Y ahora sucede que las compañías se han deshecho de un buen montón de grupos.

– Justo, parece que ahora es incluso peor. En el último año, muchas bandas se han quedado sin contrato y eso indica en qué situación está la industria. Gastan mucho dinero en ellos y no tienen la suficiente visión, no saben cómo desarrollarlas… Los sellos independientes ven mucho más claro que es una carrera a largo plazo, en la que hay que dejar que los grupos se desarrollen artísticamente.

 

La crisis se acentúa con los festivales que han sido cancelados y las grandes bandas sumidas en la mediocridad.

– Sí, lo que era lógico después de que el globo del brit-pop, hinchado artificialmente, ha acabado por desinflarse. Nunca significó nada para nosotros ni para muchos grupos, sólo fue una invención de los medios. Esa etapa fue muy conservadora en términos musicales. Ahora es el momento para grupos más interesantes y subversivos. O sea que eso ha llevado a algo más saludable, aunque el estado de la industria no sea precisamente saludable.

 

¿Y los medios?

– Lo que sucede es que estas cosas van y vienen con el clima que se crea, con las modas. Si está dentro de esa moda, el grupo tendrá una cobertura amplia; en caso contrario, será ignorado. En nuestro caso, tuvimos cierta repercusión con el primer single, pero luego tuvimos el problema con la compañía.

 

¿Qué clases de ecos del pasado hay en vuestra música?

– Son muchos, no hay un estilo único. Tenemos influencias que van desde el hip-hop hasta el noise, pasando por la forma de componer puramente pop. Pero no hay una consciencia en ello, sale de forma natural. No se nos puede encuadrar en un estilo o meternos en una categoría.

 

¿Qué otras bandas de Oxford os gustan?

– Por supuesto que me gustan mucho Supergrass. No en vano yo les produje su primer disco. Obviamente, respeto a Radiohead por lo que son, creo que han intentado llevar las fronteras del rock más lejos. Al mismo tiempo, tengo un proyecto con Mark Gardener, que estaba en Ride, y nuestro grupo se llama Arnold House.

 

¿No es más fácil estos días para las bandas electrónicas?

– Puede que sí, pero de lo que se trata es de ideas y del mensaje que quieras transmitir. Y eso es algo individual y siempre será algo contemporáneo, que no tiene que ver con cómo te expresas. Ahora mismo yo estoy muy interesado en la música de baile y los cruces con las guitarras eléctricas. De hecho, lo que más escucho es música de baile y hip-hop. The Mystics somos una banda de guitarras, pero los ritmos y las estructuras sónicas están condicionadas por la música de baile que escuchamos.

Xavier Valiño

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