THE REPLACEMENTS

 

The Replacements, desgana adolescente

 the_replacements2

        Por fin se ha hecho realidad: Restless Records acaba de reeditar los cuatro primeros discos de los Replacements en formato digital y totalmente remasterizados. Los discos, Sorry Ma, Forgot To Take Out The Trash, Stink (EP), Hootenanny y Let It Be, cada uno de ellos importante por sí mismo, han influenciado a toda una generación de músicos, al tiempo que documentaban el crecimiento de una de las bandas de rock más rotundas de los 80.

          The Replacements, que en un principio se llamaron Impediments, fue formado en 1978 por el cantante, compositor y guitarrista Paul Westerberg, el batería Chris Mars, el guitarrista Bob Stinson y su hermano de 12 años Tommy en el bajo. Después de varios cambios de nombre, The Replacements, conocidos cariñosamente como ‘Mats por sus más cercanos fans, se ganaron la atención de la gente de su Minneapolis natal, al combinar el glamour y el espíritu de los New York Dolls con la rabia adictiva de los Sex Pistols. La energía desbordada y destructiva de sus conciertos, impulsada por el alcohol y una completa falta de inhibiciones, se convirtió rápidamente en algo legendario.

         Aunque The Replacements abrazaron el espíritu punk desde sus inicios, con el deseo de molestar y una afición por la bebida habitual en otros grupos, hubo algo especial desde el principio. The Replacements se distanciaron rápidamente de las otras bandas punk-rock de su tiempo, gracias a la determinación y a las habilidades compositivas de Paul Westerberg, al tiempo que mostraban más ambición de la que nunca serán capaces de admitir.  

        Sus canciones flirteaban con el aburrimiento, la alienación y la furia adolescente, pero mostraban también un profundo conocimiento de las melodías clásicas del rock y del pop, y un estilo lírico que iba de lo sarcástico e inteligente a los honesto y directo. A medida que el grupo progresaba, tanto su sonido como la escritura de Paul se convirtieron en algo más refinado.

          Editado originalmente en agosto de 1981, el debut del grupo, Sorry Ma, Forgot To Take Out The Trash, es uno de esos discos clásicos de punk-rock. Fuerte, rápido y totalmente conciso, sus 18 canciones contienen la energía desnuda, la irreverencia y el desdén adolescente que definieron la ética del grupo en este período. Sin embargo, entre sus estrías ya se puede encontrar algún intento de Paul Westerberg de capturar y comunicar sus propias experiencias y emociones.  

        Puede que no haya muchos mejores ejemplos de la desgana y la desesperación que este disco. Bien fuera escribiendo sobre el amor no correspondido de un dependiente de una tienda o sobre algo tan simple como pasar el día en una esquina, su autor capturaba sinceramente las sensaciones de los adolescentes de buena parte del mundo. 

        El EP Stink fue grabado al mismo tiempo que su debut, pero se editó un año más tarde. Evidentemente, no es más que la continuación del anterior, con gemas como “Kids Don’t Follow”, “Stuck In The Middle” y la inolvidable “Dope Smokin’ Moron”, que lo convierten en esencial para los seguidores del grupo. 

        Su siguiente álbum, Hootenanny, editado en abril de 1983, significó un distanciamiento significativo del sonido punk-rock mostrado en los dos primeros discos. Todavía quedaba una parte de la energía y de la actitud que los había definido, tal y como prueban cortes como “Run It,” una canción sobre saltarse los semáforos en rojo, por increíble que parezca.  

        Pero son canciones como “Color Me Impressed” o “Within Your Reach” las que muestran un sentido de la melodía y una ambición por experimentar del que carecían sus predecesores. Hootenanny, al mezclar elementos pop con el clásico rock y el blues añejo, es, por muchas razones, el auténtico primer disco de The Replacements.

          Considerado por casi todos su mejor disco, Let It Be es un disco esencial para cualquier degustador de rock americano de los 80, además de convertirse, con el tiempo, en uno de los más influyentes de los editados en su época.  

        Publicado originalmente en octubre de 1984, Let It Be muestra la confianza del grupo como unidad, su madurez como músicos y la voz definitiva de Paul Westerberg como compositor. Ahí está el rock crudo y directo que se convirtió en el elemento más claro de su obra. También contiene algunos de los momentos más hermosos y melódicos de la banda, mostrando una afinidad con el gran Alex Chilton y otros clásicos de los 80, en canciones como “I Will Dare”, “Answering Machine”, “Unsatisfied” o la versión de Kiss “Black Diamond”.  

         Estos cuatro discos fueron editados en la compañía independiente de Minneapolis Twin/Tone. Poco después, The Replacements fichaban por Sire Records, subsidiaria de la multinacional Warner Brothers, con la que editaron cuatro discos más de larga duración. Esos discos les reportaría un mayor éxito comercial, aunque para la mayoría de sus seguidores los cuatro primeros representan la cima creativa del grupo. Sobre todo, documentan su poder y su popularidad creciente, además de permitir comprobar cómo fue desarrollando sus habilidades uno de los compositores más prolíficos de nuestros tiempos, Paul Westerberg. 

Xavier Valiño

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *