KT TUNSTALL 2005

ULTRASÓNICA ENTREVISTA CON VERANO EN LISBOA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 2005


KT Tunstall, física y química

 

“Bueno, KT sugiere algo más de actitud que Kate, que para mí suena simplemente a hija de granjero”, declara riendo. Ésa es KT Tunstall, una cantante que cultiva un estilo clásico en la tradición de Rickie Lee Jones, Carole King y Fleetwood Mac con un articulado, accesible e inmediato, preparado con raíces, melancólica incertidumbre y ambiente after-hours. O sea, lo último en una línea de cantantes y compositores escoceses contemporáneos entre los que están Texas, Travis, Teenage Fanclub y The Beta Band. 

KT se crió en la ciudad universitaria de St Andrew’s -“hermosa pero escondida, un poco burbuja”- y siempre supo que la habían adoptado cuando nació. “Crecí sabiendo que podía haber tenido un millón de vidas diferentes. Eso le da cierto misterio a tu vida y tu imaginación se desborda”. 

Su álbum de debut, Eye To The Telescope, es la consecuencia creativa de esa imaginación curiosa. “Mis canciones examinan y exploran pequeñas emociones específicas, situaciones o historias”, explica. “Son canciones de mesa de cocina, como una conversación entre otra persona y yo. Es casi como si hubieran enviado a un extraterrestre para recoger muestras de emoción de los seres humanos y reunirlas todas en un disco”. 

La cantante pasó su infancia en las montañas, alejada del mundanal ruido. En realidad, la música no fue nunca parte de la ecuación de su vida hasta que su hermano mayor le descubrió las delicias del glam metal. “Me sentaba fuera de su habitación y grababa su música a través de la puerta”. 

El primer disco que tuvo fue la banda sonora de La historia interminable, pero su favorito, por suerte, es Hunky Dory de David Bowie. “Su sonido me caló de verdad y despertó mi amor por componer música y por las cosas del espacio”, explica. “Cuando era niña me gustaban mucho los libros de ciencia-ficción. Mi padre era físico y solía llevarnos a mis hermanos y a mí cuando éramos pequeños a su laboratorio. Jugábamos con nitrógeno líquido y generadores Van de Graaff. Mi padre tenía las llaves del observatorio de la Universidad de St Andrew y nos llevaba allí en mitad de la noche para enseñarnos el Cometa Halley. Ésa es en parte la razón por la que el álbum se llama Eye To The Telescope (Ojo al Telescopio)”. 

La joven y activa KT empezó a estudiar piano, luego flauta y, poco a poco, su voz de cantante fue desarrollando su térrea individualidad. “Estoy convencida de que aprendí a cantar porque alguien me dio una cinta de Ella Fitzgerald: ella fue mi profesora de canto”. 

En su adolescencia, KT ya había empezado a escribir sus propias canciones, “pero sólo me salían esas tonterías de amor sensiblero. Era totalmente como un vómito de amor ñoño. Pero pensaba que estaba haciendo rock”. A los 16 años, empezó con la guitarra, aprendió ella sola con un libro de un músico callejero y la sensiblería dio paso a una revelación musical.  

Hambrienta de experiencias e independencia, ganó una beca para ir a la Kent School en Connecticut, Nueva Inglaterra, y se empapó de conciertos de The Grateful Dead y 10,000 Maniacs. También pasó un tiempo en una comuna hippy, formó su primer grupo, The Happy Campers, y dio toda una serie de pequeños conciertos informales. “A la segunda semana de tocar en un programa a micrófono abierto ya era  ‘¡la invitada especial desde Escocia!’”, recuerda. 

La siguiente parada en su odisea personal fue un curso de música en el Royal Holloway College, donde intentó sin éxito formar otro grupo. “Conseguí ganar el Battle Of The Bands (un concurso de grupos) ¡con un acompañante a la mandolina! Era yo contra once bandas góticas y gané yo”. 

Tras vencer a los góticos, KT regresó a St Andrews y se metió por completo en la escena de la que salieron The Beta Band y The Fence Collective, formó un grupo y empezó a afilar sus gustos con una dieta a base de James Brown, Lou Reed, Billie Holliday, Johnny Cash y PJ Harvey.  

Unos años más tarde y unas cuantas bandas después, era la hora de la verdad para Tunstall. Volvió otra vez a Londres donde, finalmente, las cosas empezaron a encajar. Se fraguaron diversas relaciones de trabajo y empezó a escribir proyectos con el productor y cantante sueco Martin Terefe, con Jimmy Hogarth y el londinense Tommy D. Con más de cien canciones en el bolsillo, se puso a trabajar en su álbum de debut con su nuevo grupo y con el legendario productor de U2, New Order o Happy Mondays, Steve Osborne, a los mandos. 

Steve era productor e ingeniero de sonido; él hizo de todo. Incluso me invitó a quedarme con él y con su familia para que pudiéramos trabajar más tiempo. Grabamos el álbum en un pequeño y enrevesado estudio en medio del bosque en Wiltshire. Era la casa de un discapacitado. La cabina de voces era la rampa de la silla de ruedas entre su habitación y la cabina de control. Así que podías cantar cuesta abajo o cuesta arriba. Era perfecto, muy crudo. Tiene una pequeña choza en el jardín donde ensayan todos los grupos locales. Era como la película A quemarropa, con Burt Reynolds y Jon Voight”. 

Menos los psicopáticos vecinos, es de suponer. Ni banjos de duelo tampoco. “Yo no quería llevar demasiado equipo al estudio porque cuando tienes que ser ingenioso es cuando consigues hacer música interesante. Tom Waits dijo que si quieres que algo suene como una caja de cartón golpeada con una bota, entonces dale a una caja de cartón con una bota”. 

Este planteamiento visceral está inspirado en la reciente conversión de KT al silbar y crujir de los primeros blues. “En general, soy una persona positiva y atolondrada pero me encanta el lado oscuro de la música y siempre querré explorarlo. Mi disco suena positivo, pero no hay duda de que hay cosas ocultas”.

Xavier Valiño
<a href="http://www.addfreestats.com" > <img src="http://www8.addfreestats.com/cgi-bin/connect.cgi?usr=00802541Pauto" border=0 title="AddFreeStats.com Free Web Stats!"></a>
<script src="http://www.google-analytics.com/urchin.js" type="text/javascript"> </script> <script type="text/javascript"> _uacct = "UA-1011382-1"; urchinTracker(); </script></body> </html>

KASABIAN 2005

ULTRASÓNICA ENTREVISTA CON VERANO EN LISBOA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 2005


Kasabian, adiós a las almas perdidas

 

En el mundo de la música, la pasión es algo cada vez menos frecuente, pero en el caso de Kasabian, la tienen a montones. No hacen música para ser famosos, o porque el mundo discográfico vaya a convertirles en millonarios. En su caso, se trata ante todo de una auténtica necesidad, porque llevan la música grabada en las venas. “¿Por qué formamos parte de un grupo?”, pregunta el cantante de Kasabian, Tom Meighan. “Sencillamente porque es lo único que sé hacer, y no hay nada en el mundo que me guste más que la música. Esto es exactamente lo que siempre había soñado hacer desde que tenía cuatro años. Por eso he llegado al lugar donde estoy”.

Kasabian surgió y se formó en Leicester, una ciudad como tantas otras. Se trata de esa clase de sitios donde la gente se pasa la vida escuchando música, jugando al fútbol, emborrachándose y recorriendo las calles por las noches porque no hay nada mejor que hacer.

“Cuando éramos más jóvenes vivimos de cerca los intensos primeros años 90. Se estaba viviendo una auténtica revolución musical”, afirman, “y resultaba una experiencia increíble. En cierto modo fue algo parecido a lo que ocurrió con la compañía Motown Records, salvando las diferencias y centrándonos en el mundo del sonido drum’n’bass, un género que ofrece un ritmo único que se echa de menos en la música independiente, un universo que muchas veces peca de aburrido y poco innovador”.

Kasabian empezaron a tocar juntos en serio cuando tenían 17 años. Tom (vocalista), Sergio Pizzorno (compositor, guitarra principal y teclados) y Chris Edwards (bajo) se conocían desde pequeños. Christopher Karloff (guitarra y teclados) se incorporó al grupo cuando los demás miembros de la banda le conocieron en un pub: “Un día, cuando menos lo esperábamos, vimos a un tipo con unas patillas muy largas y al instante pensamos: ‘Este tío tiene toda la pinta de poder tocar con nosotros’. Se lo propusimos y se unió al grupo. Ni más ni menos”.

Poco después, la explosión del brit-pop les proporcionó la energía necesaria para crear su propio grupo. Lo primero que hicieron fue conseguir su primer teclado. “Era la primera herramienta que necesitábamos para tocar, así que no nos lo pensamos dos veces y nos fuimos a comprarlo”, afirma Tom. “En cuanto tuvimos el teclado empezamos a componer temas de rock. Teníamos un montón de buenas ideas y muchísima creatividad”.

Más tarde, uno de los componentes del grupo estaba leyendo acerca de la historia de Charles Manson, y en el artículo aparecía el nombre de la joven embarazada que ayudó a escapar a aquel grupo de asesinos, Linda Kasabian. En un principio pensaron utilizar aquel nombre en una sola canción, pero finalmente acabaron sintiéndose muy cómodos con el nombre de Kasabian, mucho más cuando se enteraron de que en armenio significa ‘carnicero’, un término muy apropiado para un grupo con un estilo muy ecléctico cuya principal ambición, por otra parte, ha sido siempre crear sin barreras. “Desde el primer día en que creamos el grupo, siempre he estado seguro de que podíamos conseguir cualquier cosa, sin limitación alguna. Sabíamos que podíamos ofrecerle a la gente algo especial”, afirma Tom.

La siguiente parte de la historia del grupo surgió cuando asistieron a una fiesta que se celebraba en una granja en la ciudad de Rutland, a unos 50 kilómetros a las afueras de Leicester. Pasaron un buen rato charlando con el hijo del granjero, y acabaron quedándose allí. La granja, situada junto a un lago artificial, en un lugar aislado y especialmente tranquilo, había sido en otros tiempos un antiguo molino que se utilizaba para proyectos textiles y estaba formado por un gran número de edificios abandonados.  

En cuanto los miembros de Kasabian se instalaron en su nuevo hogar, todos tuvieron muy claro que aquel era el sitio ideal para iniciar su nueva carrera musical. “Teníamos una televisión enorme, montañas de DVDs y videojuegos, un equipo de sonido tan potente que te hacía temblar hasta el último pelo de la cabeza cuando lo escuchabas, y, sobre todo, teníamos suficientes discos como para que aquel enorme aparato tuviera siempre algo que digerir. En la parte de arriba del local, junto a la habitación que compartíamos, creamos un estudio lleno de sintetizadores procedentes de todas las décadas imaginables, y un montón de guitarras e instrumentos de percusión. Sólo teníamos dinero para alquilar dos habitaciones, así que no había más remedio que quedarnos en una habitación”, recuerdan.  

Por supuesto, también contaban con todo el tiempo que fuera necesario para hacer con él lo que les diera la gana. Claro, tampoco faltaban las fiestas. “En 2003 organizamos un mini-festival al que invitamos a un montón de amigos, los cuales instalaron sus tiendas de campaña alrededor de la granja, mientras tocábamos en directo en uno de los edificios industriales abandonados que formaban parte del complejo en el que se encontraba la granja”. 

Sin embargo, como la mayoría de sus amigos vivían a más 100 kilómetros de distancia del grupo, también pasaron largas etapas en las que podían trabajar sin interrupciones ni distracciones de ningún tipo. Tenían tiempo para dormir, para pasear, para tocar o para ver películas durante todo el día, y después se pasaban las noches enteras trabajando. “Es el momento ideal, cuando surgen las mejores ideas”, afirma Karloff. “En lo que se refiere a la inspiración, es como si absorbiéramos toda la música imaginable y después la escupiéramos convertida en algo mucho más fresco e innovador”.  

“La buena música se encuentra en cualquier sitio. Incluso una canción que aparentemente es una porquería puede incluir algún pequeño detalle interesante”, afirman. Entre los ingredientes que dan forma a los temas del grupo se encuentra una mezcla explosiva formada por influencias de Los Beatles, The Doors y los Rolling Stones, es decir, los discos que formaban parte de las colecciones de sus padres. A todo ello se une la pasión de la madre de Tom hacia el sonido Motown, la afición que Karloff siente hacia el cine y las bandas sonoras (una actitud que heredó de su padre), la sensación de libertad que surge cuando te pasas la noche bailando al aire libre en pleno campo, junto con una mezcla de influencias rave y hip hop con elementos del brit-pop y algunos toques de la música de Chuck Berry, Roy Orbison, The Tour Tops, The Supremes, The Ronettes, Ennio Morricone, la primera etapa de Pink Floyd, el álbum de Brian Eno Music For Airports, Donna Summer, Joy Division, Eminem y un montón de artistas más, de ayer, de hoy y de mañana. Es decir, prácticamente de todo.

“Al principio, las ideas surgen como algo muy pequeño y, después, a medida que pasan los meses se van convirtiendo en algo cada vez más grande”, afirma Sergio. “Para preparar algunos temas necesitábamos un monitor del tamaño de una pantalla de cine. Con este disco hemos sentido algo muy especial, la alegría que surge cuando creas música por el simple placer de hacerlo”.  

Por si no tuvieran bastante con la tranquilidad y la inspiración que han disfrutado trabajando en la granja, lo cual les ha aportado toda la libertad que necesitaban para explorar nuevos retos, también han sido suficientemente inteligentes como para echar la vista atrás de vez en cuando y someterse a la disciplina de crear canciones que no superaran los tres minutos de duración. A Kasabian les gustan los temas que incluyen un buen estribillo, con melodías que enganchan fácilmente con el público y que, además, ofrecen una música llena de energía que Sergio define como “una experiencia que te empuja a luchar y que te ofrece un subidón de adrenalina”.

Sin embargo, lo que realmente marca una gran diferencia entre Kasabian y el resto de grupos es su actitud: “Cada vez es más difícil encontrar bandas con verdadera personalidad, la mayoría son bastante grises y poco atractivas”, afirma Sergio. “En muchos casos, la música actual es aburrida, no tiene alma, ni ritmo, nadie se arriesga, y eso hace que ya no sea algo divertido. Nosotros, en cambio, nos tomamos la música muy en serio, pero también queremos pasárnoslo bien con ella. Para nosotros esto no es un trabajo”, añade Tom. “Necesitábamos grabar este álbum, y ahora necesitamos irnos de gira. Tenemos muy claro que tenemos una vida alucinante, y estamos haciendo exactamente lo que nos gusta. Si no disfrutásemos tanto con la música seríamos como almas perdidas. Creo que la música necesita de gente como nosotros. La música británica necesita a alguien que le dé una patada en el trasero y, en ese sentido, Inglaterra necesita contar con un grupo que pueda volver a ilusionar al público. Eso es algo que ahora mismo no está haciendo nadie más. Parece como si la música hubiera pasado a mejor vida, y no queremos que la gente le dé la espalda. La gran serpiente de la música va a resurgir de nuevo del fondo de los mares y va a asustar a todos los piratas que asolan los mares…”

Xavier Valiño
<a href="http://www.addfreestats.com" > <img src="http://www8.addfreestats.com/cgi-bin/connect.cgi?usr=00802541Pauto" border=0 title="AddFreeStats.com Free Web Stats!"></a>
<script src="http://www.google-analytics.com/urchin.js" type="text/javascript"> </script> <script type="text/javascript"> _uacct = "UA-1011382-1"; urchinTracker(); </script></body> </html>

JOSH ROUSE 2005

ULTRASÓNICA ENTREVISTA CON VERANO EN LISBOA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 2005


Josh Rouse, la otra cultura sureña

        A la hora de escribir sobre Josh Rouse, ya no se puede decir que es un artista residente en Nashville; pero, irónicamente, si se puede hacer referencia a este enorme artista y compositor, cuyo nuevo disco lleva por título Nashville. Durante casi una década, Rouse se refería a la capital de Tennessee como su hogar. Una noche, acabando este Nashville, decidió que Nashville se había acabado para él. 

        Después de su separación matrimonial y meses adentrándose en sus sentimientos, Rouse decidió preparar una maleta lo más pequeña posible, añadir los últimos retoques a su Nuevo trabajo y partir hacia Altea, España. Pese a haber cambiado su base de operaciones artística de la mayoría de su carrera, nos ha dejado una muestra de la influencia musical de la ciudad, propia de la compleja y bella naturaleza de una de las ciudades, artísticamente hablando, más ignoradas en todo el mundo. 

        “Es un título introspectivo, supongo. Nosotros, los músicos que vivimos o hemos vivido allí que, en cierto modo, no estamos dentro del circuito country comercial, sabemos lo que en realidad se está cociendo,” explica Josh. “Siempre ha habido propuestas musicales muy interesantes en esta ciudad al margen del country, pero poca gente en realidad identifica Nashville desde esta perspectiva.” 

        El disco al principio no se iba a llamar Nashville. En realidad no tuvo ningún otro título al principio. Después de recopilar los temas, pensando en qué nombre darle al disco, una voz de más arriba le dio la respuesta. “El disco estaba completamente grabado y estaba dándole vueltas a qué nombre asignarle,” recuerda Rouse. “Estábamos volando de vuelta desde Los Ángeles en julio y el capitán por megafonía anunció que íbamos a aterrizar en Nashville y pensé en llamar al disco Nashville.”

        Después de reflexionar, el título fue adquiriendo mucho más significado para él, y se empezó a revelar que era algo más que un pensamiento espontáneo volando por el cielo. “Es una especie de reflejo del punto en que me encuentro. Pensé que estaría muy bien editar un disco que se llamara Nashville y que no sonara al típico disco de Nashville. Hay gente que está haciendo música más interesante que su verdadero país de origen.” 

        Los temas del álbum fueron recogiendo de manera eficaz distintas versiones de Nashville, que están escondidas desde del punto de vista de la mayoría de la gente de fuera de la escena musical. Así, el disco se convierte también en una postal, en muchos aspectos una carta de amor, a una ciudad cuya vibrante comunidad musical y riqueza histórica han significado muchísimo en el desarrollo como artista de Josh Rouse.   

        “No hay otro sitio en el mundo como éste. Simplemente la historia de la gente que ha participado en grandes discos, todos los grandes compositores, y todo lo que se puede sentir y apreciar es, simplemente, increíble. Aprendí a escribir canciones rodeándome de todas esas personas, aprendiendo de ellos y aplicándolas cada día.” 

        “Nashville son canciones. No se trata de ser el más ‘chulo’ o llevar puesto lo que esté más de moda. Se trata de poder hacerlo o no. Creo que es extraordinario ser capaz de sentarte con una guitarra y ser capaz de improvisar una gran melodía, encontrar el acorde indicado, sentirte bien y eso es todo. En Nashville hay gente que conoce esto. No se les puede engañar. La ciudad es ser capaz de hacerlo y hacerlo bien. Este disco es una especie de homenaje, es una especie de agradecimiento a Nashville porque es donde definitivamente aprendí cómo funciona.”  

        Es algo que Rouse lo ha estado desarrollando considerablemente bien a lo largo de los años, en discos muy bien considerados por la crítica musical como 1972 y Under Cold Blue Stars, pero, quizás, es más correcto decir que este disco realmente marca a Rouse como un consolidado compositor e intérprete semitradicional.   

        “Es la impresión que yo tengo. En el pasado pude interpretar mis temas con guitarra acústica, pero estas canciones son más folk en el sentido de que son más simples y concisas. Es parecido a lo que me propuse. Le comenté al productor Brad Jones que tenía más canciones, pero que no nos preocupásemos realmente en grabar un disco, sino únicamente canciones. Brad me había estado hablando de Neil Young, sobre como cuando tenía buenas canciones no pensaba en hacer un nuevo disco. Simplemente iba acumulando canciones hasta que pensaba que quizás encajaran bien juntas, que ése sería su nuevo disco. Creo que mis canciones tienen calidad, aunque no pensaba que tenía que hacer una obra de arte o nada por el estilo. No tenía grandes planes, sólo quería que fuese un disco de canciones.”  

        Por lo tanto, es un capítulo importante, pero cerrado. “Viví en Nashville por algún motivo. Me mudé de allí por otros. A estas alturas de mi vida, creo que las cosas suceden por algún motivo y estoy convencido que pasé por Nashville por alguna razón. Parte de esa razón fue el conocer a mucha de la gente que encontré y ‘emborracharme’ de parte de esa cultura sureña,” comenta para finalizar la charla entre risas.  

Xavier Valiño
<a href="http://www.addfreestats.com" > <img src="http://www8.addfreestats.com/cgi-bin/connect.cgi?usr=00802541Pauto" border=0 title="AddFreeStats.com Free Web Stats!"></a>
<script src="http://www.google-analytics.com/urchin.js" type="text/javascript"> </script> <script type="text/javascript"> _uacct = "UA-1011382-1"; urchinTracker(); </script></body> </html>

IVY

ULTRASÓNICA ENTREVISTA CON VERANO EN LISBOA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 2005


Ivy, sentido y sensibilidad

 

         A pesar de ser uno de los grupos pop más emocionantes de la última década, a Ivy siempre se le consideró como el segundo grupo de Adam Schlesinger, de Fountains Of Wayne. Sin embargo, él no es más que el 33% de un trío con otros dos componentes, la cantante de origen francés Dominique Durand y Andy Chase, también con proyectos paralelos, y en el que todos se sienten totalmente involucrados y felices de poder seguir tras doce años en activo. Andy nos habla de su cuarto disco, In The Clear -quinto si tenemos en cuenta el disco de versiones Guestrooom-. 

¿Qué aprendisteis de vuestro disco de versiones?

         – Somos un grupo que no edita discos todos los años, y ahora ya hemos aprendido a aceptar esa realidad. Una de nuestras ideas fue publicar algo entre cada disco. Pensamos en un álbum de caras B, pero aún no teníamos suficientes. Dominique sugirió un disco de versiones; ya teníamos cinco y sólo teníamos que grabar otras cinco. Lo pasamos en grande, ya que es distinto que grabar tus propias canciones: te sientes mucho más libre.

¿Había alguna idea previa para la grabación de este disco?

         – Sí había una cierta idea. En Long Distance habíamos ido un poco lejos con los teclados y la producción, perdiendo parte de nuestro lado más áspero. Así que queríamos algo que tuviera los mejores elementos de Apartment Life y Long Distance, o sea, las canciones de guitarras tocadas por el grupo en el estudio, por una parte, y la atmósfera que se consigue con una buena producción, por otra. Siempre escribimos las canciones en guitarras acústicas, las completamos y las llevamos muy preparadas al estudio. Sin embargo, cuando nos metimos en el estudio para componer la banda sonora de Amor ciego, que nos habían pedido los hermanos Farrelly, no teníamos nada, y para cada escena el director nos pedía cosas nuevas, ideas distintas. Aquel proceso, por el que nunca habíamos pasado antes, fue muy excitante y espontáneo, y quisimos repetirlo para este disco. 

Para mí, “Thinking About You” y “Four In The Morning” imprimen el tono del disco.

         – Totalmente. Además, curiosamente, son las dos primeras canciones que compusimos, por lo que marcaron el camino que debían seguir las otras. Pensamos que si las demás llegaban a ser como esas dos, nos daríamos por satisfechos.

Son como las dos clases de canciones que hacéis: las que enganchan a la primera y las que necesitan de más tiempo para ser apreciadas.

         – Sí, exacto. A las segundas las llamo ‘enredaderas’, aquellas que a la primera no te parecen mal, a la segunda te empiezan a gustar y, después de escuchar el disco diez o quince veces, se convierten en tus favoritas. Para mí, cuantas más canciones de ese tipo haya, mejor será el disco.

El título In The Clear conduce a pensar que antes habíais estado en ‘la oscuridad’. ¿Era así?

         – Desde luego. Como siempre, el título está más que pensado. Se trata de reflejar el momento en el que estamos, en el que por fin hemos conseguido llegar lo más cerca posible al disco que siempre hemos querido hacer, incluso sabiendo que puede haber quien no piense lo mismo desde fuera. Por fin lo hemos logrado, desprendiéndonos de toda la mierda por la que hemos tenido que pasar, yendo de un sello a otro, con etapas muy malas en el estudio… Esta vez no ha habido ningún drama, sino que la grabación ha sido la mejor época de nuestras vidas.

¿Qué buscabais al contar con un arreglista de cuerda brasileño como Zé Luis?

         – Lo que queríamos era trabajar con gente con la que nunca hubiéramos contado, para hacer algo nuevo. Por eso no lo producimos nosotros por primera vez, sino que contamos con el productor Steve Osborne (New Order, The Cure, Happy Mondays, Elbow), Jody Porter de Fountains Of Wayne, que puso un montón de guitarras, Scott McLoud de Girls Against Boys o el arreglista de cuerda Zé Luis (Caetano Veloso, Bebel Gilberto) con el que yo había trabajado en la producción de un dúo llamado The Stair.

Al mismo tiempo también volvéis a trabajar con James Iha (Smashing Pumpkins).

         – James Iha, Adam y yo tenemos un estudio de grabación aquí. Además, nos lo habíamos pasado tan bien la última vez que decidimos contar con él de nuevo. Lo vemos a menudo, por lo que estaba cerca cuando grabamos el disco.

Adam está ocupado con Fountains Of Wayne en los periodos que Ivy os deja libres. Los proyectos de Dominique y tú no nos llegan tan fácilmente.

         – Yo tengo un par de proyectos. El primero se llama Brookville, con los que edité un disco en el 2003 y que ahora saldrá en el Reino Unido, así que, si va bien allí, podría aparecer también en España. Con el grupo hicimos una gira junto con Goldfrapp. El otro es Paco, un proyecto de nuestro amigo Michael Hampton en el que colaboramos Dominique y yo, ayudándole a dar una coherencia a sus canciones, que pueden ir desde unos pocos segundos hasta los doce minutos, algo muy cinemático que convertimos en más convencional.

Cuando la gente habla de vosotros siempre cita a The Cure o New Order, pero yo veo también influencias de The Go-Betweens, The Smiths, Lloyd Cole & The Commotions, Teenage Fanclub, Prefab Sprout o The Sundays.

         – Por supuesto. Nuestro periodo formativo fueron los 80, así que, si seguimos haciendo música dentro de 30 años, seguiremos diciendo que nos influyen los 80. In The Clear tiene el sonido de The Cure o New Order, no en vano cuenta con su productor, y la melodía de las canciones de grupos como The Go-Betweens, Lloyd Cole, Prefab Sprout…

Tiene gracia que vosotros, que empezasteis en 1994, veáis doce años después a un montón de grupos inspirándose en los 80.

         – Espero que la gente se dé cuenta de que fuimos muy por delante de esta moda. De hecho hay periodistas que no saben nada de nosotros y escriben sus críticas diciendo que nos hemos apuntado al carro del revival de los 80.

¿Algún descubrimiento reciente?

         – Hay una escena increíble en la ciudad de Montreal, con gente como Arcade Fire, The Dears, o The Stairs, que son mis favoritos… El video animado que nos han hecho para la canción “Thinking About You” está realizado por la misma persona que hizo el de Arcade Fire.

¿Hay posibilidades de algunos conciertos en España?

         – Eso espero. Siempre depende de lo que pueda pasar con nosotros ahí. Nos gustaría que nos ofrecieran tocar en el Festival de Benicassim y, después, hacer una pequeña gira. La única vez que estuvimos en España todo fue fantástico. Es difícil organizar una gira, y más para un grupo como nosotros que hemos sobrevivido más por nuestras otras actividades que por los conciertos. De todas formas, nuestro disco va a salir con A & M en Inglaterra, así que tal vez nos llamen para tocar allí y, aprovechando que estamos en Europa, tal vez podamos acercarnos a España.

¿Qué es lo que mantiene a Ivy después de 11 años?

         – Nuestra ambición es encontrar una manera de hacer lo que nos gusta. Nunca hemos intentado hacer un disco comercial. Lo más cerca que hemos estado de eso es cuando nos decimos que ojalá nuestro próximo disco vaya bien para ganar algo que nos permita hacer el próximo disco. Siempre hemos hecho discos a nuestra manera, como hemos querido, hemos producido a otros grupos y hemos llegado siempre a grabar otro disco. Hemos tenido suerte de que alguna de nuestras canciones hayan aparecido en películas de Hollywood, en series de televisión o en anuncios, por lo que ahora resulta más fácil lograrlo que antes, cuando vivíamos al día.

Xavier Valiño
<a href="http://www.addfreestats.com" > <img src="http://www8.addfreestats.com/cgi-bin/connect.cgi?usr=00802541Pauto" border=0 title="AddFreeStats.com Free Web Stats!"></a>
<script src="http://www.google-analytics.com/urchin.js" type="text/javascript"> </script> <script type="text/javascript"> _uacct = "UA-1011382-1"; urchinTracker(); </script></body> </html>

GOLDEN SMOG 2005

ULTRASÓNICA ENTREVISTA CON VERANO EN LISBOA

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ENTREVISTAS 2005


 

Golden Smog, la puerta siempre está abierto

 

Siete años después, Golden Smog vuelven a la vida con todas las de la ley. “¿Siete años? Demasiado tiempo, sí. Pero sucede que hemos necesitado siete años para lograr que las estrellas y nuestras agendas se alineen,” comenta Marc Perlman, componente del grupo que ahora nos ocupa y, también, de The Jayhwaks.

Golden Smog han sido, durante tres lustros, el supergrupo con el que disfrutar en sus horas libres por parte de los nombres más relevantes de estos últimos quince años en el rock americano. Durante este tiempo, por sus filas han pasado Gary Louris, Marc Perlman y Tim O’Reagan (The Jayhawks), Dan Murphy y Dave Pirner (Soul Asylum), Kraig Jarret Johnson (Run Westy Run), Jeff Tweedy (Wilco), Jody Stephens (Big Star), Noah Levy (Honeydogs), Chris Mars (The Replacements), Jessy Greene (The Geraldine Fibbers) o la más reciente incorporación, Linda Pitmos (batería de Steve Wynn & Miracle 3).

Aunque la banda había tenido un precedente remoto en dos entidades llamadas Take It To The Limit y Skid Mark, T-Square And Cue Stick, “el grupo lo empezaron Dan Murphy, Kraig Jarret Johnson y Gary Louris, y ellos siguen siendo los que lo mantienen vivo y su fuerza artística.”

Ahora, tras un primer EP de versiones (On Golden Smog, 1992) y dos discos de larga duración (Down By The Old Mainstream, 1995, y Weird Tales, 1998), se preparan para registrar un nuevo álbum, en este caso en los estudios de Paco Loco en el Puerto de Santa María, Cádiz.

“Todos nos hemos enamorado de España en nuestras giras con nuestros otros grupos. Hemos hecho buenos amigos. Gary Louris y Linda Pitmos son buenos amigos de Paco, que es el dueño del estudio en el que trabajaremos. Ya que no hacemos discos muy a menudo, queríamos que el proceso de grabación fuese algo memorable. De alguna manera es… un regalo [en cursiva las palabras en castellano de Marc] para nosotros. Y nos da la oportunidad de hacer conciertos en directo. Ése es uno de los beneficios adicionales de ser un músico: no ganamos nada de dinero, pero viajamos a los lugares que nos gustan.”

Curioso cambio, tras un primer disco grabado en la fría Minneapolis y un segundo álbum registrado en la más soleada Memphis. ¿Afecta el lugar en el que han sido grabados al ambiente de esos discos? “En esos discos en concreto, creo que no, aunque puede que el resto de los que los grabaron no estén de acuerdo. Pero sí preveo que cambiará cuando grabemos en Cádiz.”

Parece que se han tomado lo del lugar convencidos y muy en serio. “Disfrutaremos estando por una vez durante bastante tiempo en un único lugar en España. Por lo general, nos movemos mucho cuando estamos de gira. Siempre he pasado mi tiempo libre en Madrid y Barcelona y siempre he querido pasar más tiempo en el sur. Y Gary puede limpiar su baño…”

Para este tercer disco, la formación estará compuesta por “Kraig Jarret Johnson, Dan Murphy, Gary Louris, Linda Pitmon, y Marc Perlman.” Y hay una sorpresa: cuando todo parecía indicar que Jeff Tweedy se desvinculaba definitivamente del proyecto, en los últimos días ha habido un pequeño gran cambio. “Creo que a mucha gente le gustará saber que parece que Jeff Tweedy podrá tomarse algún tiempo de su apretada agenda de giras sin parar para unirse a nosotros durante unos días.”

Si la formación varía poco con respecto a la que registró su anterior álbum, se supone que no habrá excesivos cambios. “No estoy seguro. Algunos hemos estado intentado juntarnos de vez en cuando y pasarnos ideas, y estoy también seguro de que Jeff Tweedy y Gary Louris tienen algunas canciones. Es mucho más divertido cuando es una sorpresa.”

Conviene recordar que, en más de una ocasión, y por problemas contractuales, los componentes del grupo grabaron con seudónimos, una idea que les dio un recepcionista de un hotel en el que se alojaron al comentarles que así se registraban Bon Jovi: utilizaban como nombre su segundo nombre y, como apellido, el nombre de la calle donde crecieron.

Les pareció buena idea y, así, Dan Murphy se convirtió en David Spear, Gary Louris en Michael Macklyn y Marc Perlman en Raymond Virginia. Ante la pregunta de si los volverán a usar, Marc se lo toma a cachondeo. “Lo que vamos a hacer es usar todos el nombre de Jeff Tweedy.”

Días después de finalizar la grabación de su nuevo disco, Golden Smog inician una gira por España que les llevará el 13 de abril a Santiago de Compostela, el 14 a Gijón, el 15 a Vitoria, el 16 a Lleida y el 17 a Madrid. “Estaremos todos excepto Jeff. Cuando The Jayhawks hicimos la gira por España, mucha gente nos preguntó por Golden Smog, así que espero que resulte una experiencia tan disfrutable como aquella gira.”

En esta gira habrá oportunidad de recuperar viejas y grandes canciones de Golden Smog. Curiosamente, en la última gira de The Jayhawks por España tocaron como bis la, tal vez, canción más conseguida de Golden Smog o, cuando menos, la más contagiosa, “Until You Came Along”, una composición de Gary Louris. “En las giras de The Jayhawks todas las ideas parten de él.”

Parece mentira que ahora se mueran por tocar aquí, cuando tanto The Jayhawks, como Wilco o Big Star tardaron tanto en venir por primera vez a España. “Con The Jayhawks intentamos ir a España muchas veces. Por desgracia, no teníamos el apoyo de nuestras compañías. Por fin apareció el dinero, gracias a una combinación de Love To Art, Bittersweet y otros amigos. Las cosas buenas les llegan a los que saben esperar.”

En el caso de Golden Smog, conviene recordar que el grupo empezó haciendo versiones. Aquella primitiva encarnación llamada Take It To The Limit se formó para hacer canciones de los Eagles a ritmo de hardcore, vestidos con ponchos y con lámparas de madera por todo el escenario. Después llegaron dos conciertos de tributo a los Rolling Stones.

“En Minnesota había muchas bandas buenas por aquel entonces. Nos juntábamos y dábamos conciertos sólo por placer. Era divertido tocar con gente de otros grupos. Creo que la banda tributo a los Rolling Stones se llamaba Her Satanic Majesty's Paycheck. Me pregunto si la broma tendrá sentido en castellano.” Pues sí: El Cheque de sus Satánicas Majestades. También hicieron otro concierto de tributo a los Rolling con el nombre de Exile On Lake Street que Marc ahora parece haber olvidado.

Desde entonces, Golden Smog han grabado o interpretado en directo numerosas versiones: “Back Street Girl” (Rolling Stones), “Shooting Star” (Bad Company), “Cowboy Song” (Thin Lizzy), “New Madrid” (Uncle Tupelo), “Glad & Sorry” (Ronnie Lane), “She Don’t Have To See You” (Bobby Paterson), “Easy To Be Hard” (Three Dog Night), “Son” (Michelangelo), “Walk Like An Egyptian” (The Bangles), “Walk Away Renee” (The Tour Tops), “Love Is The Drug” (Roxy Music), “Loving Cup” (Rolling Stones), “Photograph” (Ringo Starr), “We’re An American Band” (Grand Funk Railroad), “You’re So Vain” (Carly Simon), “Revolution Blues” (Neil Young), “Wrote A Song For Everyone” (Creedence Clearwater Revival), “Buckaroo” (Back Owens), “Is Anybody Going To San Antone” (Charley Pride), “Sing Me Back Home” (Merle Haggard), “Powderfinger” (Neil Young), “She’s About A Mover” (Dough Sahm), “Dancing Queen” (ABBA), “Willin’” (Little Feat), “Streets Of Baltimore” (Tompball Glaser), “Wasted Days And Wasted Nights” (Freddy Fender), “A Good Year For The Roses” (George Jones), “Seven Year Ache” (Rosanne Cash)…

En otras ocasiones han cantado temas de Jim Croce, The Moonkess o Neil Diamond, así que no sería extraño encontrarse con alguna versión en su próxima gira. “La verdad es que no hacemos tantas versiones ahora como solíamos hacer. Tocaremos una canción de Elvin Bishop y, tal vez, una de David Bowie o Roxy Music.”

Golden Smog es, pues, un grupo sin planes preestablecidos, que se reúne cada cierto tiempo, aunque cada vez los intervalos son más largos. “Queremos seguir haciéndolo siempre que podamos, siempre que nos divirtamos y siempre que hagamos buenos discos. Pero como dice Gary, la puerta siempre está abierto.”

Vamos, que pasar un buen rato, encontrarse con los amigos y conservar algo de los días en que eran más jóvenes sigue siendo la principal motivación de Golden Smog. “Por seguro. Si digo otra cosa, me echan de la banda. Aunque hemos sido amigos durante mucho tiempo, vivimos por hoy. No podemos recordar el pasado.”

Xavier Valiño
<a href="http://www.addfreestats.com" > <img src="http://www8.addfreestats.com/cgi-bin/connect.cgi?usr=00802541Pauto" border=0 title="AddFreeStats.com Free Web Stats!"></a>
<script src="http://www.google-analytics.com/urchin.js" type="text/javascript"> </script> <script type="text/javascript"> _uacct = "UA-1011382-1"; urchinTracker(); </script></body> </html>
1 1.334 1.335 1.336 1.337 1.338 1.398