LE MANS 1998

Le Mans, la balada de la primavera

 

 

 

“No vino, estaba enferma o de vacaciones”

 

Lo tenían preparado desde hace dos años y no se lo habían contado a nadie, salvo a su cómplice Javier Aramburu. Después de ocho años, cuatro discos de larga duración y cuatro maxis, Le Mans se despiden en su momento de mayor popularidad. Ibon Errazkin lo explica.

 

¿Qué es lo más interesante de la historia de Aventuras de Kirlian, vuestro primer proyecto, vista desde ahora?

– Eran tiempos mucho más difíciles para un grupo como nosotros. Me asombra que llegáramos a grabar un disco y que ese disco suene como queríamos y nos siga gustando. La segunda mitad de los ochenta fue una etapa muy negra para la música española.

 

Dos grupos, dos finales. ¿Es distinto el adiós de Le Mans al de Aventuras de Kirlian, y a quién habéis tomado como modelo?

– Sí, porque el final de Aventuras sólo fue un cambio de nombre y, en cambio, ahora hemos disuelto el grupo. Felt lo hicieron muy bien, pero también recuerdo que la separación de Kortatu me pareció modélica en su día. En los 80 hubo bastantes ejemplos de cómo separarse a tiempo.

 

¿Hay algo de pataleta en la decisión, por la percepción que la gente siempre tuvo del grupo, repitiendo los estereotipos?

– Creo que no, aunque entiendo que lo parezca porque en las entrevistas siempre salimos gruñendo y quejándonos de lo que se dice de nosotros. Puede que esos estereotipos hicieran que nos cansáramos del nombre, pero en el fondo tenemos asumido que eso va a seguir pasando siempre, a nosotros y a todos los grupos.

 

De las canciones de dos minutos a “Canción de todo va mal”, que no es precisamente lo mismo. Eso se llama evolución.


– Sí, a veces es un poco desesperante ver que te siguen hablando de sencillez y ‘minimalismo’, pero como te decía estamos acostumbrados. Es una pena, pero las opiniones más interesantes suelen venir muchas veces de gente que no escribe en revistas.

 

Sin embargo, la alegría y el pop del primer disco nunca volvieron a asomar de la misma forma en vuestras canciones.

– Puede ser. La verdad es que nunca hemos sido el grupo más alegre del mundo, ni siquiera en aquel disco.

 

Creo que en vuestra música se recoge perfectamente vuestra actitud frente a la vida y vuestros gustos musicales.

– Yo también lo creo, aunque nunca ha sido nuestra intención ‘expresarnos’ ni contar nuestra visión del mundo. La idea era hacer canciones pop sin más, pero es verdad que se han colado muchas cosas nuestras.

 

¿Se ha quedado la vertiente bailable del grupo sin explotar todo lo que hubierais querido?

– No, nunca ha sido una prioridad. En su día sí nos apetecía hacer canciones como “Un rayo de sol” o “Zerbina”, pero lo que más nos interesaba era usar el sampler y algunos elementos de la música del baile en un estilo tan ajeno a todo eso como es el nuestro.

 

Como comentabas, se repiten mucho los estereotipos. ¿Se le ha pasado a la gente el sentido del humor de Le Mans?

– Creo que tenemos un sentido del humor un poco raro; muchas cosas que a nosotros nos parecen muy graciosas, no le hacen gracia a nadie más. Y quizá por eso no nos hemos esforzado mucho por comunicarlo… También creo que tenemos pinta de ser gente muy seria, y siempre se nos toma todo lo que decimos muy al pie de la letra.

 

Incluso en la separación, con las letras FIN a través de tres discos, todo el mundo se lo ha tomado como algo demasiado trascendente, ¿no?


– ¡Exacto! ¿Cómo habías adivinado lo que iba a contestar? Nos pareció una buena idea acabar así, pero la cosa tampoco tenía mayor misterio. Y haciendo las letras de este disco nos hemos reído mucho, aunque también nos han costado mucho trabajo.

 

La estética siempre ha sido importante en la obra del grupo. ¿Qué hubiera sido de Le Mans sin la complicidad y colaboración de Javier Aramburu?

– Tendríamos unas portadas mucho más feas y que, además, no tendrían mucho que ver con nosotros, supongo. Javier siempre ha entendido lo que hacíamos en cada momento, y eso es un apoyo muy grande.

 

Tengo claro que el lugar de origen condiciona la música de algunos grupos. En vuestro caso, ¿cómo condicionó vuestro sonido haber nacido y poder tocar en San Sebastián?

– No sé muy bien cómo, pero creo que sí lo hizo. A mí se me hace muy difícil hablar de ese tema, porque no lo veo con claridad. Pero sí debemos ser un grupo muy donostiarra. Aunque no hemos tocado allí desde el año 91, aparte de una actuación que hicimos solamente Jone y yo en Etxekalte hace tres años.

 

¿Se trabaja con más comodidad sabiendo que el grupo desaparecerá en un plazo fijo, y estáis contentos con el sonido de Aquí vivía yo?

– Hubo algo de eso, pero también fue un poco agobiante porque nos habíamos fijado unas fechas para publicar cada uno de estos discos y cumplir esos plazos supuso un esfuerzo muy grande. Del sonido estoy contento, sin más. Es verdad que ése ha sido el punto flaco de muchos discos nuestros, y en este disco nos aseguramos de que no volviera a pasar. El primer disco no llega a sonar mal, pero tampoco suena especialmente atractivo. Y Saudade es un poco un disco de ‘baja fidelidad’, pero sin gracia y sin que fuera ésa la intención. Tal vez el sonido siempre estuvo más conseguido en los discos más breves: Entresemana, los singles y los cuatro maxis.

 

Muchas bandas se desentienden a la hora de citar a sus coetáneos. ¿A qué bandas del pop estatal os gustaría que la gente prestase atención?


– Mi grupo favorito es Patrullero Mancuso. Son únicos y Tortilla estatal era un disco buenísimo que no fue nada valorado. También están Anti, el nuevo grupo de Tito -de Penélope Trip y Telefilme-, Mus, Pez, Vanguard y unos cuantos más, aunque, en general, todos estos grupos tienen poco que ver con nosotros.

 

En ocasiones, las separaciones son traumáticas. ¿Cómo se tomó el resto del grupo la decisión de Ibon? ¿Nadie había propuesto la disolución con anterioridad?

– La idea no había surgido antes, pero fue muy bien aceptada por el resto del grupo. Quizá esto deberían decirlo ellos, pero créeme, les pareció bien a todos.

 

¿Quién recogerá ahora el testigo de Vainica Doble en el pop estatal?


            – Espero que ellas mismas. Ya no están en Polygram y puede que graben canciones nuevas dentro de poco.

 

¿Os sentís liberados para empezar con otros sonidos muy distintos o la posible actividad vuestra no sufrirá cambios radicales?

– Podría pasar de todo. Yo al menos espero que así sea.

 

¿Cuáles son los proyectos más inmediatos de los componentes de Le Mans?

– En mi caso, hacer el vago todo lo que me dejen. Gorka está preparando algo nuevo con El Joven Bryan, y Jone y Teresa tienen un proyecto. Peru se ha ido a vivir a Barcelona.

 

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