HIJOS DEL TRUENO

De estreno: Hijos del Trueno

 

 

A finales del año pasado se editaba Sorprendentes adelantos, el debut de Hijos del Trueno. Vicente Leone y Daniel Granados (miembros de Tarántula junto a Joe Crepúsculo), dan así rienda suelta a la música mediterránea acumulada en sus escuchas a lo largo de los años, como una gran concha que ha absorbido durante años el rumor y las mareas de una ciudad que cambia a golpe de ola. En sus canciones hay rumba-ficción, habaneras y distopía para dibujar la banda sonora de una ciudad que flota junto un mar. Y lo hacen acompañados de Pau Julià (al bajo, ex-Manos de Topo),  Sara Fontán (violín), Guillem Caballero (a los teclados, ex-Surfing Sirles), Pau Albà (percusiones, miembro de Les Sueques), Cristian Pallejà (trompeta, ex-Nisei) y las Tarta Relena (a los coros). Vicente nos presenta a su banda.

 

¿De dónde venís (físicamente y bandas anteriores)?

– Se supone que hemos evolucionado como especie desde algún tipo de simio. Podríamos revisar la etiqueta de anís del mono y seguir con El origen de las especies de Darwin. Hay gente que no comparte esta idea, claro. Cada uno que piense lo que quiera. Aunque, en todo caso, piense lo que piense, que escuche a los Hijos del Trueno. Estamos disponibles en las plataformas digitales típicas y también en disco de vinilo… Mis bandas anteriores fueron Joder Around y Tarántula.

 

¿Cómo nace el proyecto?

– El proyecto nació exactamente de la misma forma que los anteriores. De la necesidad de estar en contacto directo con la música.

 

Describid vuestro sonido.

– No sé en realidad cómo podríamos describir un sonido. El sonido es un ente ‘abstracto’, por decirlo de alguna manera. En todo caso, sería una manera de comunicar algunos conceptos por la vía de la audición. Buscamos un sonido agradable para nosotros en principio. Si luego conecta con más simios, pues mejor que mejor.

 

Principales influencias.

– Buf, todas las influencias cuentan y son muchas. Me ha llamado la atención mucha música. El que me conoce, a veces se sorprende que escuche algunos estilos. En algunos me fijo en unas cosas y en otros en otras… Incluyo el cine y la literatura. La Cultura en general repercute en lo que hacemos. Lo normal, vamos.

 

 

Vuestro disco suena, u os gustaría que sonara, como los de…

– Como los de Hijos del Trueno principalmente.

 

Cinco discos de cabecera.

– Carezco de esos discos.

 

Cinco canciones perfectas.

– No sé qué es la perfección. Ignoro si existe y también ignoro, por consiguiente, esas cinco canciones.

 

¿Preferís estudio o directo?

– Preferiría, creo, una especie como de mezcla entre los dos.

 

¿A quién os gustaría telonear?

– Preferimos no ser teloneros. No nos gusta telonear. Creo que a nadie le gusta. En eso quizás no seamos demasiado originales. La respuesta es: A nadie. Incluido el supuesto de una banda que se llamase así: “Nadie”.

 

 

¿En qué disco de homenaje os gustaría participar?

– Georges Brassens, quizás. Rubén Blades. El Chacho. Supongo que habría unos cuantos cientos.

 

¿Qué canción del disco es la que mejor os representa y por qué?

– No existe esa canción. Todas lo hacen a su manera.

 

¿Cómo sois encima de un escenario?

– Lo pasamos bien tocando en directo para el público. En el local de ensayo también lo pasamos bien. Para mí es esencial no andar atormentado a la hora de tocar y cantar. En el momento de escribir quizás sería discutible. Puede que dependa de con qué disfruta cada uno. Simplificando mucho, claro. En nuestro caso nos gusta más el humor y el juego en una supuesta búsqueda del ‘arte’. Mucho sentido del humor. Creo que el humor libera los sentidos y facilita la relajación de las seseras.

 

Tenéis cincuenta palabras para vender vuestro primer disco. ¡Adelante!

– Lo primero, que es económico para el bolsillo. Es bueno, bonito y barato. Y nos lo están quitando de las manos, oiga. Como no puede ser de otra manera, claro… Se puede escuchar en cualquier estación del año, de noche, de día y a cualquier hora. De esta manera, con estas condiciones, el rendimiento puede ser muy bueno como mínimo… Por último y con la intención de consumir las últimas palabras de la venta, decir que es un gran disco. No pierda la ocasión o se arrepentirá.

 

 

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