EL REHÉN

El rehén

Brad Anderson (DeAPlaneta)

 

 

Syriana, de Stephen Gaghan con George Clooney, sería el referente más directo de El rehén. En cualquier caso, hoy no estaríamos hablando así si esta última se hubiese rodado en su momento, ya que el guion llevaba 20 años rodando hasta que este año por fin se pudo hacer realidad.

 

Ambas películas, bajo la estructura de un thriller político al estilo de las novelas de John Le Carré, tratan de hacernos entender qué supuso la ocupación, por orden del gobierno israelí, del Líbano en los años 80, para expulsar a la OLP. En el caso de El rehén, bien podría haberse basado en hechos reales y, de hecho, utiliza la coartada de la masacre en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 (que revivió Steven Spielberg en Munich) como la espita que prende la mecha de la acción.

 

Con ritmo sostenido y mejor fotografía, es en la tensión diplomática (con la CIA, el Mossad, los comandos árabes independientes, la OLP y los gobiernos de tres países) y en la acción en las calles de Beirut, además del papel protagonista más agradecido con el que ha contado hasta ahora John Hamm, donde cuenta sus mejores bazas. Otra cosa es que se acabe de comprender todo el entramado político y que se pueda disculpar la increíble radicalización de uno de los protagonistas en menos de 24 horas.

 

 

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