CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MASSIVE ATTACK

ENTREVISTAS 2003

Massive Attack, forzando la cerradura

Vuelven Massive Attack. Y justo ahora, en una época en la que las obsesiones anodinas de los famosos y los grandes e interminables camiones de estrellas falsas están monopolizando el paisaje cultural, necesitamos más que nunca al grupo más influyente de Gran Bretaña. Massive Attack han empujado con consistencia los límites de su propio sonido, desde las raíces de su soundsytem hacia los estratos de guitarra complejos e insistentes de Mezanine, y sorprendiendo constantemente con sus inspiradas colaboraciones y su sonido innovador.

Ahora, doce años después de su primer disco, el mítico Blue Lines, los grupos prometedores cuelgan con la coletilla de “los nuevos Massive Attack”. Dejaron su marca en la música británica, dando forma y cambiando la música dance, el pop, el hip hop británico, el drum & bass y el rock.

100th Window es el cuarto álbum de Massive Attack. Compuesto y grabado en el estudio del grupo en Bristol el año pasado, supone también un avance hacia una electrónica torpe, paisajes psicodélicos, cuerdas árabes y una inmersión más en el viejo y profundo dub reggae. Robert Del Naja, más conocido como 3D, explica: “Queríamos hacer este álbum más caliente que Mezzanine, pero no queríamos que fuese más blando. Queríamos mantener el filo y la intriga, pero sin hacerlo frío y sombrío.”

El álbum está compuesto y producido por 3D y el coproductor de Mezzanine, Neil Davidge, mientras que el otro miembro de Massive Attack, Grant “Daddy G” Marshal se tomó un descanso del estudio. “Grant se ha cogido unas pequeñas vacaciones, un año sabático, porque ha tenido un hijo y está empezando una nueva vida”, comenta 3D. “Volverá a coger de nuevo las riendas de la música cuando se venga de gira con nosotros. Volverá.”

Al igual que el resto de sus trabajos publicados, 100th Window impulsa al grupo a nuevas aguas. “Siempre quisimos hacer algo diferente y estirar nuestra imaginación; era muy importante para nosotros que representase un cambio, un avance con respecto a Mezzanine.” El grupo de Bristol siempre ha encajado canciones brillantes con música experimental, y 3D decidió que era hora de volver a lo básico. El mismo 3D canta en cuatro canciones y conectó con Sinead O”Connor. Grabaron tres temas, incluyendo el single “Special Cases”. “Sinead es una de las grandes cantantes que hay ahora”, explica 3D. “Aporta un espíritu completamente puro, una emoción real y el creer de verdad en lo que está haciendo. Se ve en los resultados que su maternidad no le ha sacado la rabia, al contrario que otras cantantes, que son mucho más blandas y genéricas”.

El título del disco está tomado de un libro de culto de seguridad electrónica, escrito por Charles Jennings. “Esa idea me gusto mucho”, comenta 3D. “El disco trata del modo en el que la gente trata de esconder sus sentimientos, aunque siempre se puede encontrar una forma de entrar, si sabes cómo forzar la cerradura”.

En los cuatro años que van desde Mezzanine, después de que uno de los miembros fundadores, Andrew “Mushroom” Vowles, dejase el grupo, la banda volvió a ponerse manos a la obra. Empezaron colaborando con David Bowie en una versión de “Nature Boy” para la banda sonora de Moulin Rouge, se centraron en los grupos de su sello Melankolic y Del Naja hizo un remezcla para Dandy Warhols en “Godless”. “No teníamos prisa”, cuenta 3D. “Y en realidad, ¿cuándo hubo una sensación de urgencia en algo nuestro?”

Siguen sin amainarse: el grupo ya está componiendo material nuevo, cotejando canciones para el próximo álbum que piensan publicar doce meses después de la aparición de 100th Window, y hay planes para trabajar con Tom Waits y Mike Patton de Faith No More, así como para repetir el éxito de la colaboración del año pasado con Mos Def, “I Against I”.

El tema de apertura de 100th Window, “Future Proof”, está cargado de distintas capas. El viejo colaborador de Massive Attack, Horace Andy, que apareció por primera vez como invitado ya en Blue Lines, aparece en el tema lleno de aristas “Everywhen” y en el perturbador “Name Taken”.Si bien el grupo ha flirteado siempre con los sonidos del Este, de forma notable en “Karmacoma” e “Inertia Creeps”, ahora han llevado el sonido a un nivel nuevo e impresionante.

“Me encanta el sonido de cuerdas del Este; contienen una emoción pura y hermosa. El estado actual del mundo ha impregnado al disco. No puedes evitar ser consciente que el Oeste está dominando al Este, y yo quería trasladar algo de esas emociones en el disco”. En el seductor “Small Time Shot Away” encontramos a 3D a las voces. El tema de cierre, “Anti-Star”, cruje con cuerdas árabes épicas y, como la totalidad de 100th Window, refleja perfectamente la historia de hibridación cultural de la música de baile.

Para este álbum, grupo grabó horas y horas de música “tambaleante y alucinógena” con los ex-componentes de Spiritualized, ahora en Lupine Gol, pero tras semanas de mezclar los temas en el estudio, desnudar la música y transformarla en canciones utilizables, volvieron a empezar otra vez desde el principio. “Teníamos unas 80 horas de sesiones extraordinarias, pero no estaban bien para nosotros. Una vez que las limpiamos, perdimos lo que las hacía especiales”.

Además de una gira mundial, en la que habrá pantallas gigantes e interactivas, Massive Attack darán cuatro actuaciones de un sólo día durante el verano. “Cuando empezamos a tocar siempre intentábamos crear un ambiente en torno al soundsystem, y crear un lugar donde quisiésemos tocar. Ahora queremos volver a eso otra vez y tener una gran fiesta de paso”.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON EAGLE-EYE CHERRY

ENTREVISTAS 2003

Eagle-Eye Cherry, secretos y preguntas

Tras el gran éxito de Desireless y Living In The Present Future, el hijo del gran Don Cherry y hermanastro de Neneh Cherry, Eagle-Eye Cherry presenta este miércoles en una única actuación en España su tercer disco, Sub Rosa. En concreto será en la sala Capitol de Santiago de Compostela a las 23 horas.

¿Cómo fue lo de volver a Nueva York y a la rutina de la vida diaria después de tu último disco, publicado hace tres años?

– La verdad es que no pasó tanto tiempo, porque en algunos lugares se editó hace dos años y, después, le siguió una larga gira. Pero fue muy interesante, ya que cuando estás de gira te metes en una especie de burbuja que te aleja del mundo real. Así que, cuando acabé mi gira por Europa, volví a casa y empecé a ver las cosas de otro modo. Fue tal la diferencia que ahí sí volví a componer canciones, las que ahora aparecen en mi tercer disco. De hecho, los últimos meses han sido maravillosos, alejado de la industria musical.

¿Cuáles son los mayores cambios en el sonido de Sub Rosa con relación a los dos discos anteriores?

– La verdad es que en los dos primeros lo que hicimos fue meter a la banda en el estudio y grabar lo que teníamos. Para este álbum tuve más tiempo de pensar lo que quería. De hecho, hay bastantes productores, desde canciones que juegan con algún arreglo electrónico hasta puro rock norteamericano en “Feels So Right”, como Tom Petty o Neil Young, que es gente que me gusta mucho. Son diferentes historias. También podría decirse que tiene un sonido más grande, más poderoso. Éste es, también, mi disco más relacionado con Nueva York.

Los hechos recientes en Nueva York parecen haber influido a bastante gente, entre ellos tú. Incluso da la impresión de que tu disco tiene más interrogantes que respuestas.

– Creo que el mundo está mucho más jodido ahora de lo que lo estaba hace dos años. Así que, supongo, mi reacción a cómo lo veo son estas canciones, sí.

¿Cómo ves tú, que has vivido en Suecia y los EEUU, que ha cambiado la ciudad de Nueva York desde el 11 de septiembre del 2001?

– Realmente ya había cambiado antes, con el alcalde que tenían, Guiliani. Pero lo que sucedió el 11 de septiembre trajo un ambiente enrarecido a la ciudad. Por una parte, la frustración de la gente, el miedo, pero por otra la solidaridad.

Al mismo tiempo, parece que hay esperanza en tus canciones, como en “Don’t Give Up” -“No te rindas”-.

– Lo que ha sucedido recientemente tampoco es que nos tenga que coger por sorpresa. Está en la condición humana: la esclavitud, las guerras, el odio… Pero no me resisto a dar una única versión. Es más: la vida es una experiencia tan increíble… Lo cierto es que hace diez años, cuando liberaron a Nelson Mandela, cayó el muro de Berlín, la guerra fría terminó, el apartheid acabó, el mundo parecía que iba por buen camino. Pero, ahora mismo, todo parece haber dado un gran paso atrás.

¿Tenías en mente la canción de Peter Gabriel del mismo título?

– No, no tiene que ver con la mía. Muchas veces tienes un texto, una música y tienes que lograr que todo encaje. Con ese título lo logré. Por otra parte, he de reconocer que el dueto con Kate Bush en esa canción de Peter Gabriel es uno de mis duetos favoritos de todos los tiempos.

¿Has escuchado la versión que Marianne Faithful hizo de tu canción “Falling In Love Again”?

– No, aún no, pero tengo ganas. Lo que sí sé es que un grupo catalán hizo una versión de “Save The Night”. También me gustaría escucharla. ¡Qué curioso!

Hace poco pasaste por Barcelona para una sesión fotográfica y uno de los conciertos de tu nueva gira será en Santiago de Compostela. ¿Por qué aprecias tanto España?

– Me gusta la gente española. Me gusta vuestro estilo de vida, no tan preocupados por el trabajo, sino por disfrutar de la vida. Un país que se toma tres horas libres al mediodía no puede estar equivocado. Puede que por eso también mi hermana Neneh Cherry viva durante largas temporadas en Málaga.

Has trabajado recientemente con Win Wenders. ¿De qué se trata tu colaboración?

– Es un documental que comenzó Martin Scorsese y en el que ha metido a otros seis directores, como Clint Eastwood o Win Wenders, que es el capítulo en el que yo intervengo, para hablar de las raíces del blues. Supongo que no tardará en verse en las pantallas cinematográficas.

También se ha incluido una versión de “To Love Somebody” en la película Y tu mamá también. ¿Te gustaba la canción de los Bee Gees?

– Es una película asombrosa, maravillosa. La canción me la propuso el director. Me envió una copia sin editar de la película y me dijo que había pensado en esa canción cantada por mí. Me pareció muy extraño, pero poco a poco me empezó a gustar el reto y pensé que se podría hacer con bongos, algo así como con un estilo jamaicano y así salió.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON JET LAG

ENTREVISTAS 2003

Jet Lag, cicatrices brillantes

Jet Lag acreditan con su nuevo álbum Beautiful Scars ser más que una promesa del pop independiente español, mostrando una evolución impensable desde su anterior disco, Amplifier, también editado por Bittersweet Recordings.

Bittersweet Recordings acaba de publicar vuestro segundo álbum, Beautiful Scars. ¿Qué diferencias sustanciales hay con vuestro anterior trabajo, Amplifier?

– Las diferencias entre ambos álbumes son muchas y grandes. La primera de todo es la formación. Desde que Amplifier terminó de ser grabado hasta ahora ha habido varias incorporaciones. Nada más grabar este primer disco, Josema, que ya venía de trabajar con Juan en Vancouvers, dejó libre el puesto de batería, que ocupó Ramiro. Más tarde, ya con el disco en la calle y unos cuantos conciertos, surgió la idea de reclutar un teclista, no solo para llevar al directo el primer disco de una forma más completa, sino ya pensando en la composición y grabación de la continuación de Amplifier. A partir de este hecho y de que en la composición de los nuevos temas hemos participado los cinco componentes, el resultado ha sido un disco en sustancia diferente a su predecesor. El disco resultante está mucho más elaborado, tanto en arreglos como en sonido. A esto ha ayudado el hecho de tener más tiempo para grabar y que a la hora de componer y arreglar hemos colaborado los cinco. Llegamos a dar muchas vueltas a los temas hasta que nos convencían. Se grabaron unos 18 temas, excluyéndose finalmente los que nos hacían dudar. Todo ello sin peder la visión de álbum como un todo unitario. Con un principio y un fin, donde cada canción tendría su lugar y su función.

¿Cuál va a ser el single del disco?

– Después de Shine On no sabemos todavía cuál puede ser el siguiente single. Lo que sí que tenemos claro es que queremos dar a la gente una muestra más de la diversidad de la que está compuesta el álbum.

La producción, de nuevo, ha corrido a cargo de Paco Loco… Me parece que ha hecho un gran trabajo. ¿Satisfechos? Además ha tocado la guitarra también en un par de temas.

– Sí, la verdad es que sí. Muy satisfechos. Después de haber grabado Amplifier también con él, nos planteamos la posibilidad de grabarlo fuera. Gracias a amigos habíamos establecido contactos con gente en NY. Sin embargo, el hecho de un presupuesto ajustado y el ver que, aunque en directo el grupo funcionaba a las mil maravillas, en estudio aún no habíamos hecho nada juntos, nos llevó a la conclusión de que quedarnos en la península nos beneficiaría y que la opción de Paco, por haber trabajado ya con él y por saber que tenía un nuevo estudio mucho más grande y con más y mejores aparatos, que nos daría opción a volver a grabar en caso de que lo necesitáramos, fue lo que hizo que repitiéramos. ¿Satisfechos? Sí, a la vista está. Creo que es de lo mejor que ha grabado últimamente Paco. Es lo más parecido a una producción americana que se puede encontrar en España ahora mismo. Y, sinceramente, no creo pecar de prepotencia. Obviamente, a ello ha ayudado, y bastante, la masterización Jeff Lipton. En cuanto a lo de las guitarras de Paco, no creo que haya un álbum grabado por Paco en el que no aparezca alguna guitarra -o algún otro artilugio- suyo.

Hablando de colaboraciones, Muni Camón presta su voz a "Rain". ¿Cómo surgió la colaboración?

– Es otra suerte de grabar con Paco. El que siempre está por allí cerca la maravillosa voz de Muni. Muni es increíble. Además de cocinar alucinantemente, canta como los ángeles. Siempre ha habido muy buen rollo con ella: a ella la gustamos, a nosotros nos encanta. Así que cuando decidimos que debía grabar un tema a dúo con Pablo -a mí personalmente me encantan los dúos hombre-mujer, eso sí, siempre bien entendidos- no puso ningún reparo. Además en Amplifier ya grabó un par de estrofas de "Baby" (canción que por otra parte se volvió a grabar, esta vez a solas, en clave country rock para el single de adelanto "Don’t Forget The Clock". Hace poco en un acústico en Madrid la hicimos venir para que cantara tanto "Baby" como "Rain" con nosotros y fue increíble. Tiene una voz y una presencia privilegiadas. Creo, y pienso que no soy el único, que Mrs. Camón debería volver al ruedo del rock & roll.

Las letras del disco giran entorno a las relaciones que se rompen, que dejan cicatrices. ¿Son vivencias personales? Lo de hermosas es por los buenos recuerdos que dejan algunas de esas relaciones… ¿no?

– Algunas sí .Otras son figuradas, pero siempre sabiendo que pueden ocurrir. Siempre con un alto grado de realidad. Lo de hermosas es más por lo que puedes aprender de esa cicatriz que por el buen recuerdo que tengas de ella. Una herida siempre duele y una cicatriz no es más que lo que el paso del tiempo le hace a esa herida. La cicatriz te señala esa herida, ese recuerdo, pero el paso del tiempo suaviza el dolor hasta a veces hacerlo prácticamente imperceptible. Es ahí donde aparece la belleza, lo bonito, cuando al verte la cicatriz, cuando al recordar la herida, ésta ya no duele y puedes sonreír. Bellas cicatrices que enseñan, nunca dejes de aprender.

Se dice que Jet Lag es una banda que puede funcionar muy bien fuera de España. Vuestro disco anterior se vendió en Japón. Not Lame os ha pedido un tema para el tributo a Teenage Fanclub. Puede que con Beatiful Scars se produzca esa explosión de la banda en el extranjero.

– Eso espero. Tenemos ganas de salir fuera. Hemos pulido mucho, mucho, las letras y la pronunciación para que fuera no nos pongan peros. Además contamos con un sonido de calidad que espero nos abra puertas más allá de los Pirineos. Bueno, de hecho ya tenemos cuatro fechas en Portugal, un terreno aún por explotar por los grupos españoles y donde me consta que se le da cancha a la música alternativa.

En algunas crónicas de los conciertos de vuestra gira de presentación del disco anterior se decía que adolecían de fuerza. ¿Habéis madurado también en directo?

– Bueno, que comenten eso referente a la grabación, donde la posibilidad de controlar volúmenes y meter arreglos más complejos hacen que los temas sean más intensos que potentes, lo puedo aceptar. Pero si de algo andamos sobrados en directo es de fuerza, de intensidad, de decibelios. De hecho lo que estamos trabajando ahora mismo de cara a los próximos conciertos, es el controlar el volumen, la intensidad, el poder de nuestro sonido para, una vez domesticado, darle salida cuando el concierto lo requiera. A veces hace más daño una acústica que una torre Marshall. Recuerda lo que ponía en la guitarra de Guthrie: This machine kills fascits.

Toño Crespo

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON MAXIMILIAN HECKER

ENTREVISTAS 2003

Maximilian Hecker, crooner romántico

Rose es el segundo álbum de Maximilian Hecker para Kitty-Yo después de su debut, Infinite Love Songs, de octubre del 2001. De nuevo su potencial de crooner romántico estalla en todo su esplendor.

Rose incluye once nuevas canciones que han contado con una producción mucho más profesional que la de su anterior entrega. Además, a sus 25 años, la capacidad de interpretar y de componer de Maximilian ha experimentado una notable mejoría desde entonces.

Tanto en Rose como en Infinite Love Songs, el esqueleto se construye a partir de las maquetas caseras, pero para Rose las posibilidades del estudio han sido superiores, y el trabajo conjunto con el productor Gareth Jones ha supuesto una mejoría sustancial.

Durante los dos últimos años, Maximilian ha estado de gira intensiva por toda Europa, como telonero de The Walkabouts en Escandinavia y de Lloyd Cole en Francia, y no ha dejado de tocar en festivales de primera fila, como Pukkelpop y La Route Du Rock. En mayo del 2003 inició su gira por Europa, en la que pasará, además, por distintos festivales de verano. Si en las anteriores ocasiones siempre actuaba en solitario, para la gira del 2003 llevará, por primera vez, una banda de tres músicos de acompañamiento.

El propio Maximilian nos comenta una por una sus canciones.

“Rose”

– El indie y el pop unidos. La primera parte de la canción trata del último grito desesperado antes de que todo acabe; la segunda habla de la redención a través de la fe en el llanto, las minas de oro y ella.

“I Am Falling Now”

– Tiene un estribillo que rompe mi corazón cada vez. Pienso: “Pobre tío”. Tiene que despertar la pena en quien lo oiga, sin duda. El final es puro Gallagher en sus mejores tiempos. Sólo que ellos nunca cantarían un texto así. Se parece a Liam Gallagher cantando una canción de Roy Orbison.

“Fool”

– En mis vacaciones de Navidad en casa, tomando un café, de repente me encontré con esta melodía en mi cabeza, perfectamente terminada con el ritmo y el arreglo.

“That`s What You Do”

– Es una canción muy antigua. La letra es tan fácil, que, aunque lo entendieran billones de personas, sonaría auténtica. Me recuerda al estilo de Richard Ashcroft.

“Daylight”

– Sonaba muy de los años 80 en la primera versión, como de Depeche Mode, y lo curioso era que nunca había escuchado a Depeche Mode. Sólo cuando una mujer es prácticamente inalcanzable, siento ese sentimiento de deseo que interpreto como amor.

“My Love For You Is Insane”

– Realmente es una canción para la pista de baile. El nuevo Maximilian Hecker.

“Kate Moss”

– Escribí esta canción en Barcelona, en una habitación del hotel en el que estaba. La sección de cuerda suena como su cabello.

“Never-Ending Days”

– Es la canción de un único riff. Tiene que ver con cuando fui telonero de The Walkabouts en Escandinavia y las caminatas solitarias que me daba. Siempre aparecía un McDonalds. La felicidad y el sufrimiento están tan cerca uno del otro.

“My Friends”

– Mi canción más profunda. Cada vez que la escucho, me rompe el cuello. El estribillo es tan bonito que me siento como en el estómago de mi madre. Revive a través de un grito apasionado, como el último aliento antes de una muerte dulce.

“Powderblue”

– Una nana.

Xavier Valiño

CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON ED HARCOURT

ENTREVISTAS 2003

Ed Harcourt, el último trovador

Érase una vez un hombre al que le encantaba hacer realidad sus sueños a lo largo de la vida, pintando canciones llenas de sombras de colores, un hombre que hablaba de amor y de otros sentimientos en cada uno de sus temas y que se encontraba cómodo en la oscuridad mientras vivía a fondo la belleza de la luz. Se identificaba plenamente con la imagen y el universo de artistas tan diferentes entre si como Tim Burton, J.D Salinger, Maurice Sendak, Paul Auster, los hermanos Grimm, Chet Baker, Tom Waits o Raymond Carver. Al mismo tiempo, mostraba un talento muy especial a la hora de expresar su pasión por el mundo a través de una dulce serenata.

Por supuesto, en el mundo de Ed Harcourt hay mucho más que tumbas y oscuras cartas de amor. Para todos aquellos que aún no hayan tenido la suerte de conocerle, Ed Harcourt es un romántico, un narrador de historias, un predicador contemporáneo y, lo que es más importante, un intérprete lleno de talento.

Primero surgió la descarnada ingenuidad de Maplewood, su primera grabación en solitario, formada por seis temas, un lanzamiento que atrajo la atención del público hacia el talento de Ed Harcourt durante los últimos meses de 2000. Formado por las primeras maquetas que grabó Harcourt en formato de 4 pistas, aquel disco supuso la llegada de un nuevo talento al mundo de los cantautores e intérpretes, con tanto éxito que muchos críticos se apresuraron en compararle con estrellas como Randy Newman, Tom Waits y Harry Nilsson, sobre todo en canciones como “Apple Of My Eye” y “I”ve Become Misguided”.

El joven Harcourt atrajo la atención de buena parte del público desde el principio, dejando una excelente impresión entre la crítica y convirtiéndose al mismo tiempo en uno de los artistas más innovadores y prometedores de Inglaterra. Todo ello se vio aumentado tan sólo unos meses después con el lanzamiento de Here Be Monsters, su primer larga duración. Lleno de nuevos e interesantes ritmos surgidos de la colaboración con el co-productor Tim Holmes (Death In Vegas), quien mostró una gran capacidad creativa e innovadora como creador, Here Be Monsters ofreció al público una buena imagen de lo que era capaz de ofrecer el auténtico Ed Harcourt, con una contagiosa capacidad para crear buenas canciones, una evidente majestuosidad y una irrefrenable sed de nuevos descubrimientos musicales.

Desde la explosión de piano de “God Protect Your Soul” hasta la demostración de pop psicodélico de “Shanghai” o la potencia sonora de “Beneath The Heart Of Darkness”, con su espectacular final, el disco representaba una oferta llena de originalidad. Here Be Monsters era una maravillosa colección de canciones, y un primer lanzamiento repleto de calidad. Como es lógico, los premios llegaron poco después de tan importante álbum. siendo nominado al Mercury Music Prize. De ese modo, Harcourt actuó en numerosos conciertos y festivales, como solista y también como telonero de artistas como Sparklehorse, Neil Finn y Beth Orton, tanto en Europa como en Estados Unidos y Australia.

Ahora, a sus veinticinco años, muy pocos estarán preparados para lo que está a punto de ofrecernos en su nuevo trabajo, From Every Sphere, un álbum ideal para que lo disfruten todos los amantes de la buena música, un disco adictivo y muy potente, lleno de sentimientos y aromas urbanos. Sus canciones se convierten en auténticas bandas sonoras de ciudades angustiosas, amores perdidos, almas heridas, tesoros olvidados y sueños por realizar.

Grabado y desarrollado junto a Tchad Blake (Tom Waits, Low, American Music Club), el álbum supone un paso muy importante a partir del éxito de Here Be Monsters: “Desde el principio me di cuenta de que me encantan muchas de las cosas que Tchad hizo en el pasado. Pienso que ha aportado una enorme innovación al disco. Su manera de pensar es única, y hemos conectado desde el principio. Hemos llegado a desarrollar tres canciones en un día, y me encanta la forma en que los dos hemos aprendido a llevar el mismo ritmo. Desde que publiqué mi último disco, he pasado más tiempo escuchando discos que creándolos. Ahora sentía la necesidad de mantener las ideas claras para dar forma al mejor álbum posible”.

Cada canción forma parte inseparable de una auténtica tela de araña que atrapa a los que sienten curiosidad por la música, a los amantes de las buenas canciones y a todos los que en un momento u otro se hayan cuestionado el papel de Hartcourt en el mundo de la creación musical. “Estoy muy orgulloso de este trabajo, con el que me he sentido muy centrado y con las ideas muy claras en todo momento. Siempre he sabido que podía aportar muchas cosas a este disco”, afirma. Aunque al principio se planteó como un doble álbum conceptual que iba a titularse The Ghosts Parade, muy pronto aquella primera idea dio paso a un disco mucho más fragmentado en el que las canciones empezaron a tomar forma por si solas.

Desde las descarnadas armonías y la luminosidad de “Jetsetter”, hasta la grandeza sinfónica de “Metaphorically Yours”, las letras de todas las canciones del disco hacen referencia a momentos muy especiales en la vida de Ed: la ruptura de una larga relación sentimental, aderezada con la locura cotidiana que supone ser un artista del piano. “Musicalmente, este disco es mucho más complejo, también resulta más profundo en lo que se refiere a las letras de las canciones, y en general es mucho más positivo y optimista. De hecho, mis canciones favoritas siempre incluyen un mensaje de optimismo. No quiero regocijarme en la auto-compasión. Here Be Monsters supuso mi salida de la adolescencia, y From Every Sphere marcó el final de los veintitantos años, en el que me mostraba un poco más seguro acerca de casi todo. Ahora he aprendido a confiar en los primeros instintos”.

From Every Sphere nos traslada hasta el último rincón de la mente de Hartcourt. Inspirado parcialmente en la larga enfermedad que marcó las sesiones de grabación de Here Be Monsters y en los meses que Ed pasó de gira a lo largo del año pasado, el disco mezcla a partes iguales delirio y fantasía, sobre todo en temas como “Fireflies Take Flight”. “Me paso la vida escribiendo. Muchas de las letras que desarrollo surgen a partir de experiencias reales, normalmente sueños que tengo. Me gustan las historias protagonizadas por personas, así que intento pensar visualmente en lugares, situaciones, ambientes y personajes de todo tipo”.

Según afirma, Ed Hartcourt no tiene la menor idea de la historia que ofrece “Ghostwriter”, aunque sí reconoce que “The Birds Will Sing For Us” se centra en una fuerte sensación de paranoia, con una mezcla de muerte y esperanza. “La felicidad está a un paso, así que lo mejor que podemos hacer es encontrarla de una vez por todas”, confiesa. El resto del disco nos ofrece búsquedas espirituales (“Bleed A River Deep”), homenajes (“Bittersweetheart”) e incluso una canción acerca de una plaga, en la que un personaje muy siniestro se dedica a robar el alma de los niños, usando para ello una red atrapa-mariposas (“Undertaker Strut”). Todo ello da forma a uno de los discos más emotivos y dramáticos de cuantos se van a publicar a lo largo de este año.

A la hora de hablar de las novedades creadas últimamente por Ed Harcourt, no podemos olvidar la versión que realizó hace poco del tema de Brian Wilson “Still I Dream Of It”, en un lanzamiento de edición limitada: “Me encanta esa canción; me parece preciosa, sincera e impecable, y al mismo tiempo llena de desesperación, hasta tal punto que te hace llegar su mensaje desde la primera vez que la escuchas. En todo momento supe que no podía intentar interpretarla como si fuera el original, así que le añadí un toque algo más dulce a mi nueva versión”, nos dice. “Ahora me siento mucho menos inseguro, y pienso que ya no necesito apoyarme tanto en la opinión de los demás para sentirme bien, porque creo profundamente en todo lo que hago. A medida que pasa el tiempo te das cuenta de que nunca dejas de aprender algo nuevo. La reacción ante ese descubrimiento es crear tu propio universo; en mi caso es así porque no me identifico con un sólo lugar. Quiero explorar lo que hay a mi alrededor utilizando mi manera de componer, sorprendiendo constantemente al público y evitando sentirme atrapado”.

Entonces, ¿cómo se ve Ed Harcourt a si mismo? “Soy el Oliver Reed del rock independiente, el Donnie Darko del piano”, nos dice. “Quiero conectar con los demás, y para conseguirlo no me importa dar todo lo que llevo dentro. Me siento el más feliz del mundo cuando estoy cantando sentado delante del piano. No me importa volcarme con lo que hago, porque mi única intención es vivir mi vida al máximo. No soy ningún superhéroe, aunque a veces sí creo que tengo una resistencia casi sobrehumana”, nos dice con una sonrisa.

Xavier Valiño

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