CAMPUS GALICIA ARTICULO LAURIE ANDERSON
ARTÍCULOS 2001
Laurie Anderson, la vanguardia accesible
“No soy realmente una profesional de nada”, sentenció un buen día Laurie Anderson. “Bueno, tal vez haya hecho de contar cuentos mi profesión. Toda la música y las imágenes son simplemente formas de contar historias”.
De alguna manera, “cuenta cuentos” no parece la forma más apropiada de describir una carrera que ha comprendido arte visual, música, fotografía, literatura o vídeo, eso sin hacer referencia a sus numerosos monólogos cómicos sobre el escenario.
Laurie Anderson ha llevado el arte de la representación a los públicos mayoritarios y ha traído bastante de la cultura pop al terreno de la vanguardia. De hecho, toda su carrera puede ser vista bajo la perspectiva de alguien que pone fin a las barreras, que trabaja con objetos cotidianos para convertirlos en entes extraños, creaciones nuevas, y que descubre lo extraordinario que hay en lo común.
Un micrófono detrás de su oreja, pegado a unas gafas de sol, hace de la cabeza de la artista un instrumento percusivo con un sonido propio y distintivo. Una simple frase preguntando por una dirección lleva a un paisaje surreal que no ha sido construido aún. El contestador automático de un teléfono parece tener su propia mente. Un músico toca el violín mientras lleva un par de patines recubiertos de hielo. Cuando el hielo se derrite, el espectáculo finaliza.
Hay muy poco en la cultura americana que haya escapado al ojo cuestionador de Laurie Anderson. La televisión. Los deportes. La celebridad. Los medios de comunicación. Los colonizadores y los indígenas. Y no nos olvidemos de esos temas universales: religión, política, dinero, poder, relaciones entre hombres y mujeres.
Una buena parte del éxito de Laurie Anderson es que cuanto más examina un tópico desde un ángulo –si es más extraño, mejor-, menos parece tener una respuesta apropiada. Sus propias palabras lo atestiguan: “Quiero producir imágenes que hagan que la gente se pregunte un montón de cosas. No soy una moralista que golpee una mesa y le diga a la gente lo que hay que hacer. Así no funciona nunca. Pero estoy interesada en este mundo y cómo se mueve. Es muy parecido a lo que trata mi arte”.
Después de infiltrarse brevemente en las listas de éxito en 1981 con su “O Superman”, Laurie Anderson tuvo una repercusión mucho mayor que cualquiera de los músicos de vanguardia de su tiempo. Dejando de lado sus muy contadas incursiones en el mundo del rock, Laurie Anderson siempre permaneció fiel a lo que se dio en llamar performance. En sus ambiciosos montajes multimedia no había sólo música, sino también películas, mimo, proyecciones, baile y –lo más importante- monólogos y lenguaje hablado, la esencia de su trabajo.
Aquel “O Superman” no una canción cualquiera: se trataba de un single de once minutos construido alrededor de bucles electrónicos que contenían una letra opaca, medio recitada, medio cantada, con una voz tratada electrónicamente, que se convirtió en una de las rarezas más imposibles que jamás hayan visitado las listas de éxito.
A partir de ahí llegaron los discos Big Science, sacado de un proyecto mucho más ambicioso -el espectáculo multimedia de siete horas United States-, Mister Heartbreaker, United States Live, Home Of The Brave, Strange Angels, Bright Red, The Ugly One With Jewels y Puppet Motel.
Talk Normal: The Laurie Anderson Anthology recoge 35 de sus mejores momentos que van desde el material más artístico hasta los temas más pop de su trayectoria. Partiendo de “O Superman” el primer disco equipara Big Science con sus más profundos e hipnóticos temas, como “From The Air” o “Born, Never Asked”. “Sharkey’s Day”, “Excellent Birds” y “Langue D’Amour”, todos del más melódico y emocional Mister Heartbreaker cierran este primer compacto.
El segundo disco escoge los mejores momentos de la banda sonora de Home Of The Brave –entre ellos, “Smoke Rings” y “Language Is A Virus”- e incluye seis cortes de su disco más basado en las canciones, Strange Angels. La antología se cierra con un pequeño repaso a las viñetas de su último trabajo, incluyendo “The Night Flight From Houston” y “The End Of The World”.
Aunque esta antología tiene tanta entidad que oscurece la personalidad de cada uno de sus discos, Talk Normal recoge una buena parte de los temas recurrentes de Laurie Anderson. Para los nuevos oyentes que busquen algo más que el más representativo de sus discos, Big Science, esta colección es un buen punto de partida.
Xavier Valiño