CAMPUS GALICIA ARTICULO STARSAILOR
Starsailor, la mejor tradición
Love Is Here (Chrysalis-EMI)
En tiempos en los que parece que el mundo del pop se ha convertido en una infinita extravagancia, Starsailor dejaron claro desde un principio que se encuentran muy cómodos con la ética que predominaba antes: musicalmente serios, menos preocupados por las personalidades y el entretenimiento que por la profundidad emocional, dirigiéndose hacia lo atemporal más que a la melodía que atrapa la atención rápidamente para luego ser olvidada. Algo, por otra parte, no muy extraño en una banda encabezada por un líder, James Walsh, que parece ser viene tocando desde que empezó a deslumbrar a su familia en las fiestas navideñas con clásicos como “Ob-La-Di Ob-La-Da” y que siempre tuvo una faceta teatral en su forma de interpretar en directo.
Este par de detalles no dejan de ser anecdóticos, pero sirven muy bien para enfrentarse a lo, hasta ahora, desconocido, ya que Starsailor están liderados por un chaval de veinte años y Love Is Here, el debut del 2001 –junto a Is This It de The Strokes-, es su primer acercamiento a públicos más amplios, ya que sus dos primeros singles –“Fever” y “Good Souls”- sólo habían sido devorados por los buscadores de nuevos talentos.
Es cierto que cuando uno busca incansablemente el futuro, le van los retos en el mundo del rock o posee una atención fácilmente desviable hacia la sorpresa, el hecho de escuchar hablar sobre un nuevo lenguaje musical se convierte en algo absolutamente irresistible. La idea de que alguien, en algún sitio, esté rondado por ahí haciendo música antes inimaginable, probando los límites de su equipo y de su salud en el nombre del progreso, es algo excitante. Aún así, hay gente que considera que apartarse del camino es como una traición a la música, al rock’n’roll, al arte.
Así que argumentar, como se ha venido haciendo desde que surgieron hace poco más de un año, que Starsailor, cuatro chavales que simplemente tocan guitarras, teclados y cantan canciones hermosas sobre relaciones humanas, no amplían los límites del lenguaje musical es como reprenderle a alguien que se expresa en un castellano perfecto por no hablar esperanto en su lugar. Fluidez, sintaxis creativa, facilidad de expresión: son cosas muy difíciles de encontrar hoy en día y que se deben mimar. Starsailor tienen esas raras habilidades.
Puede que todas las acusaciones de sus detractores sean ciertas -que son esclavos de sus héroes o que trabajan dentro de límites más que superados en el pasado-, pero Love Is Here es un disco que no necesita excusa alguna. Posee una seguridad en sí mismo tan seductora que, incluso en sus momentos más vulnerables –“She Just Wept”- hay una intencionalidad y ambición que los empuja mucho más allá que los cientos de bandas que pululan por ahí intentando hacerse un hueco.
Una parte del mérito se debe a la emocionante voz de James Walsh, que recuerda a Mike Scott, Ian McCulloch o David Gray, y que se convierte en un instrumento de confrontación muy intenso, capaz de componer relatos de amor, redención y familias rotas con un tono herido totalmente creíblemente. Otra parte se debe a la sensación del mínimo esfuerzo que proporcionan unos músicos muy completos que tocan instintivamente.
Desde luego, también ayuda la sucesión de brumosas y enigmáticas viñetas sobre encuentros con extraños en cines o mientras se protegen del tiempo inclemente, sobre personas que intercambian opiniones toda la noche mientras miran como el reloj avanza hacia el amanecer. Son canciones concurridas por los amigos, los amantes y la familia, un reparto que encaja en los modelos intimistas y en el calor humano de la música. La línea más asombrosa abre “Alcoholic”: “¿No sabes que tienes los ojos de tu padre? Y tu padre era un alcohólico.”
El hecho de que el grupo suene a clásico cuando aún están saliendo de su adolescencia explica la sospecha que algunos muestran. ¿Son demasiado jóvenes para que sus canciones sean auténticas? ¿No han sido sintetizadas la rabia y la emoción a partir de la colección de discos de sus padres –Tim Buckley y su hijo Jeff, Van Morrison, Neil Young- más que de su propia experiencia? Es difícil saberlo, pero el hecho es que son grandes temas y, lo que es más importante, y un argumento decisivo que desbarata cualquier pretensión de los anti-tradicionalistas: cada una de las once canciones se incrustan en la mente del oyente, sintetizando sus influencias obvias en algo misteriosamente conmovedor.
Así que ya tenemos el Parachutes –Coldplay- de este año. En estos días en los que ser auténtico importa tanto como conseguir la textura y la forma correcta, no se puede reducir este debut a cada una de sus partes ya que, sea cuál sea el lenguaje que Starsailor hablen, Love Is Here es un triunfo rotundo.
CAMPUS GALICIA ARTICULO THE STROKES
The Strokes, el sonido de una ciudad
Is This It (RCA)
Ésta es la clase de la que están hechas las leyendas. El rock and roll nunca olvida, y cada pocos años un grupo lo reinventa de forma que pueda parecer algo novedoso y mantener el interés, con referencias a la decadencia y los ritmos contagiosos de The Velvet Underground, las voces rasposas de Iggy Pop, los ataques rabiosos de las guitarras de The New York Dolls, la elegancia de Televisión y un tanto de la actitud punk de 1977.
Es una fórmula que, bien hecha, consigue una fuerza inigualable. The Strokes son, para quien no los conozca a estas alturas, algo casi impensable dado el revuelo que han causado, un quinteto de Nueva York que están llamados a ser –y quieren ser- la próxima gran banda americana de rock and roll. Algo, por otra parte, no tan difícil en un mundo en el que arrasa el derivativo nu-metal o el punk adolescente sin gracia, y en el que The Strokes son, por lo tanto, una anomalía.
Su primer trabajo, el EP de tres canciones de la pasada primavera, The Modern Age, más crudo que su primer disco de reciente edición, consiguió la atención de la crítica inglesa –en su país aún son completamente ignorados-, que, inmediatamente, le dieron la bienvenida a su potencial como dignos herederos de un trono ya vació. En el 2001 tan sólo The White Stripes y Starsailor han conseguido la misma unanimidad en su reconocimiento como los mayores descubrimientos del principio de siglo, siendo todos ellos, unos absolutos desconocidos hace menos de doce meses.
Su disco de debut incluye la regrabación de aquellas tres canciones, las dos que iban en el single que le siguió Hard To Explain y siete nuevas, en las que demuestran que han aprendido bien la lección del rock underground. Como curiosidad, y debido, una vez más, a la supuesta sensibilidad de los estadounidenses, hay que reseñar que, después de los acontecimientos del once de septiembre, la canción “New York City Cops”, con su línea “No son demasiado listos” –en homenaje al ahora redimido alcalde Giuliani-, fue reemplazada allí por la menos conflictiva “When It Started”.
Con toda la expectación que se ha despertado a su alrededor, el título de su debut está más que justificado: Is This It? -¿Es esto todo?-. Ya con sólo cinco canciones editadas, The Strokes eran considerados los salvadores del rock & roll. Pocas bandas podrían haber superado las expectativas. No hay razón para preocuparse: Is This It? es uno de los discos de debut más excitantes y energéticos que han salido de los clubes de Nueva York en mucho tiempo.
De hecho, desde los tiempos de los Ramones, hace ya veinticinco años, nada igual se había visto en aquella ciudad. Y, lo que es más sorprendente, sus autores son jóvenes de familias acomodadas que se infiltran en los barrios bajos en busca de los ya suficientemente probados tópicos del sexo, drogas y rock and roll.
Éste es el sonido de aquella ciudad como siempre se supuso, en la que se pueden atisbar retazos de su sala más emblemática, el CGBG. Mejor aún, es el resumen de tres décadas de la música joven de Nueva York, y el sonido que puede que no volvamos a oír nunca más. Is This It golpea con la clase de energía nerviosa que durante tanto tiempo se ha echado de menos en la escena rock y, aunque sus influencias no sean nada nuevo, consiguen hacer enmudecer en cada nueva escucha.
En un recitado igualmente desesperado, el cantante Julian Casablancas parece sonar como si Lou Reed estuviera cantando a través de una conexión telefónica defectuosa desde el otro lado del Atlántico. Casablancas es un rocker de la vieja escuela, en la tradición de Mick Jagger, un joven que implora, absorbe y sangra por mujeres más hermosas, al tiempo que actúa como si nada le dejara satisfecho.
La banda, por su parte, va al grano tan urgentemente que a veces parecen enfrentarse a sus composiciones con la rítmica de un grupo de funk. El batería Fabrizio Moretti y el bajista Nikolai Fraiture siguen caminos sin complicaciones para lograr la fricción dramática necesaria, algo que “Trying Your Luck" prueba claramente. En consecuencia, los guitarristas Nick Valensi y Albert Hammond Jr. se sienten liberados para dejar caer riffs que recuerdan al Johnny Thunders más efectivo y a los minimalistas ingleses Wire en los finales atonales, como ocurre en “Hard To Explain”. La producción también contribuye, dando la sensación de que se está ante una grabación en directo, capturando el ambiente de un club. Tan elemental como el primitivo rock and roll, tanto que hasta se huele y siente el sudor.
Su más que evidente defecto es su escasa duración, 36 minutos, en una época en la que todos los músicos quieren demostrar que tienen recursos de sobra, aunque conviene recordar que los buenos discos de la nueva ola (The Jam, The Buzzcoks, The Undertones o Blondie, bandas que también están en su inconsciente) no estiraban sus grabaciones más allá de lo necesario. Por otra parte, Is This It envejece rápidamente, ya que no hay forma de sacarlo del reproductor. Ahí ya no queda claro si el mérito actúa en su favor, y a partir de este momento les va a ser difícil superar lo ya logrado. Ahora, sí, empezarán a sentir la presión.
Xavier Valiño
CAMPUS GALICIA ARTICULO THE STROKES
ÐÏࡱá > þÿ þÿÿÿ û ÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿýÿÿÿ 3 ! » j # $ % &