Autor: Xavier Valiño

De-Phazz, el estilo del mosaico

El estilo es una característica ambigua en la vida. Todo el mundo quiere tenerlo, pero muy pocos lo consiguen. Mucha gente lo busca en el sitio equivocado o intentan comprar un substituto más o menos aceptable. Lo que unos llaman estilo puede ser mal gusto para otros. Y mientras esto último puede ser discutido y argumentado hasta el infinito, lo que no admite discusión es que la música de De-Phazz es simplemente una cuestión de estilo.

Algo más de un año después de su debut, este proyecto abierto que gira entorno a la órbita de Pit Baumgartner prueba que hay mucha vida tras Death By Chocolate. La reencarnación se llama Daily Lama y es el nuevo y cuarto álbum de De-Phazz. Los diversos ingredientes de Daily Lama, una vez bien mezclados, resultan en algo mucho más allá que la simple suma de sus partes: dub y disco, soul y jazz, chanson electrónica y lounge, un toque de dancehall y cualquier posible ritmo latino mezclándose para resultar en algo, cuando menos, interesante.

“Hace ya más de cinco años que tengo libertad creativa de combinar música orgánica y electrónica bajo el nombre de De-Phazz”, dice Pit Baumgartner, el productor, fundador y editor de este ente. “Soy perezoso a la hora de practicar con la guitarra aunque domino bien el sampler”, asegura.

Valga como ejemplo de esto último su remezcla del “Wait Til’ You See Him” de Ella Fitzgerald incluida en Verve Remixed. “Me veo a mí mismo más como un compilador que combina las diferentes y variadas piezas de un puzzle musical, que ensambla las pequeñas piezas de un mosaico, que como un compositor”, asegura Pit.

“A principios del 2002 fue hora de empezar el proceso una vez más”, dice. “Compilé algunos de mis mosaicos musicales y los envié a mis sospechosos habituales. Entre estos, se encuentran los ya conocidos Otto Engelhardt (que no sólo es capaz de tocar una gran variedad de instrumentos), sino que también es un maestro en su vertiente lírica, los cantantes y compositores Karl Frierson, Pat Appleton y Barbara Lahr (que también cuenta con el primer disco como artista en solitario en mi sello, “Phazz-a-delic”), el trompetista Joo Kraus (famoso por sus trabajos jazz de finales los 70 y su reciente éxito “Tab Two”) y muchos, muchos otros”.

“Todos ellos escribieron, rimaron y compusieron sus propias ideas musicales respecto a las cintas primigenias”, cuenta Pit sobre el proceso, “y me las devolvieron con las correspondientes notas. Volví a escucharlas, las arreglé de nuevo y las grabé para volver a enviárselas. Y así seguimos, cruzando cintas, hasta que cada uno de los involucrados se sintió feliz con el resultado final”.

El proceso de colaboración se desarrolló a la velocidad de un pequeño cuento de hadas y acabó en este nuevo álbum, Daily Lama, en el que consiguen que músicas cada vez más diversas formen una unidad compacta.

DeLaHoja, ritmos, ritmas y ramas

            Con buenas perspectivas, aunque no exento de dificultades, se les presenta el camino a DeLaHoja, colectivo pontevedrés de hip-hop, debido, principalmente, a que nunca ha habido tantos seguidores ávidos de estos ritmos y ritmas en nuestro Estado. El colectivo lleva ya tiempo trabajando. “Comenzó como un grupo de amigos por el año 96 con el hip-hop como referencia con el nombre de Micro Abierto. Por aquel entonces, estaba formado por ocho componentes. 

De aquellos ocho componentes, cuatro han llegado hasta la formación actual. “Coincidió con el cambio de nombre por el de DeLaHoja, porque siempre estamos en la rama (risas). El grupo está formado por Laese (productor y Dj), Genio (Mc), Loko 23 (Mc) y Dais (Mc y productor).” 

Hasta ahora, el grupo ha hecho cuatro grabaciones autoproducidas, entre las que se cuentan la última, y que es la que los trae a estas páginas. “Hubo una demo en el 99, una maqueta en el 2001 y dos demos más en el 2003 y 2004, en las que ya se incluían dos temas de Lokal 6.”  

Durante este tiempo, los cuatro componentes del grupo han realizado varias colaboraciones. “Dj Laese ha participado en discos de Dismal, La Familia, El Puto Coke, Aphonic y El Shelar. Loko 23 aparece en Pilla esto 2 y Nuevas promesas. Delahoja colabora con el Puto en Pilla esto 1. Nuestras canciones han aparecido en los recopilatorios Hip-hop Gallego y Underground promesas 3, en el que se incluyen temas de Lokal 6. Próximamente apareceremos también en el recopilatorio Esencia Hip-hop”. 

Sus componentes participan en otros proyectos, principalmente en Lokal 6. “Este grupo está compuesto por El Extranjero, Mc y productor de origen tunecino, que antes ya formo parte del grupo Filozof., pionero del hip-hop en este país allá por el año 89, Loko 23 y Dj Laese. Es un proyecto paralelo con un estilo diferente a Delahoja, que toca otras temáticas más sociales”. 

Aun así, y a pesar de la posible esquizofrenia, no hay problemas a la hora de situar los temas en una u otra órbita. “Solemos diferenciar bien los dos grupos, aunque también hacemos temas todos juntos bajo el nombre DLH, siglas de DeLaHoja & Lokal 6 Homestudio”. 

Con tanto trabajo, hay curiosidad en saber en qué se fijan. “Grupos que nos influencian hay pocos. Hay más grupos que nos gustan como SFDK, Falsalarma… En general, todos los grupos que se mantengan fieles a su movida nos representan”. Eso no quiere decir que no sigan otros estilos musicales. “Depende de cada uno del grupo, porque somos muchos y cada uno tiene sus preferencias. Pero todos coincidimos en el reggae y sus derivados”. 

Tal vez el mayor escollo que tengan que salvar es estar en esta esquina Noroeste de Europa. “Galicia está un poco apartada de la escena española. Hay una notable falta de infraestructura: faltan sellos, mánagers, promotores, etc… Falta bastante profesionalización. Aun así, hay grupos como El Puto, Shelar, Diosketecrew o Roty340 que mantienen viva la escena gallega”. 

Como era de esperar, ellos notan esa dificultad. “Sí, es difícil darte a conocer fuera de Galicia. La razón: la falta de infraestructura que te comentaba. Es difícil dar conciertos fuera de Galicia sin un disco que te avale y, aún más, sacar un disco si no tienes dinero ni nadie que te apoye”. 

Además, el hip-hop tiene más repercusión cuando se combina con algo autóctono, lo que aquí es más difícil si no mira hacia las gaitas. “Puede que sí se le haga más caso cuando se fusiona con el flamenco u otros estilos más conocidos o populares, por que la demanda es mucho mayor y abarca un publico más diverso”. 

A pesar de la dificultad, siguen adelante. “A corto plazo estamos trabajando en tres maquetas: la de DeLaHoja, la de Lokal 6 y la de Loko 23,  todas producidas por el colectivo DLH. De todos modos, el año que viene o el siguiente sacaremos una referencia al mercado nacional”. 

Para ello, sólo falta el empujón definitivo de alguna discográfica. “Hemos sacado temas en algún recopilatorio a nivel nacional. También enviamos algunos trabajos a diferentes discográficas, pero ninguna nos ha hecho una oferta seria. Nosotros mantenemos la idea de que sacar un disco por sacar no vale de nada, que hay que hacer las cosas bien, despacio y con buena letra, y el día en que alguien nos proponga algo serio pondremos las cartas sobre la mesa y veremos lo que pasa”. 

Cycle: “Nuestros conciertos son imprevisibles; todavía no hemos hecho dos parecidos”

Todos los que han visto a Cycle en directo hablan maravillas de esta propuesta musical que formó David Kano alrededor de la experimentación con el electro, el rock, el punk y el pop. Fichados por Subterfuge, acaban de publicar Weak On The Rocks y se anuncia su presencia en todos los festivales a tener en cuenta de la temporada, entre ellos, el Sónar y Benicàssim. David Kano, integrante de Cycle, nos habla sobre el éxito de su primer disco.

Todo el mundo habla de los conciertos impresionantes de Cycle. ¿Qué demonios hacen en el escenario para dejar a tanta gente boquiabierta?

­ Hombre, no somos marcianos (risas). Quiero decir que no subimos al escenario pensando en hacer algo que nunca antes se haya visto ni nada parecido. Somos una banda de rock y música electrónica. Aunque también es verdad que no tenemos que ver con ese cánon de chico cantando con su guitarra eléctrica delante del micro. No es eso. Yo estoy con las máquinas, Carlos (F. Calderón) con la guitarra y los cantantes, que están un poco locos y son también actores, lo dan todo y aportan un punto teatral al concierto. Tampoco somos un grupo de performance como se ha dicho por ahí. Simplemente lo vivimos bastante. Acaba de preguntarme otra periodista cómo son nuestros conciertos y lo que le he dicho es que son imprevisibles. No hemos hecho todavía un concierto parecido a otro.

“Vete a verlos y prepárate porque su música tiene efectos secundarios: no podrás parar de tararearla”, decían sobre ustedes.

­ Sabes qué pasa, que cuando hay un buen equipo de sonido y conexión con el público… Como los chicos son gente de teatro miran mucho a la cara a la gente. Hay mucho feedback entre el público y los cantantes, aunque Carlos y yo estemos más a lo nuestro.

¿Es cierto que encontró al cantante del grupo, Luke Donovan, en la calle?

­ Sí, sí, es totalmente cierto. A Luke le conozco de encontrármelo tocando en la calle y de liarla en fiestas. No es que él toque en la calle, es que ensaya sus canciones ahí, en vez de en casa, en la calle. Le conocí así y le invité a venir por el estudio. A La China (Patino) la conozco porque venía conmigo al colegio. Aunque ella no me recordaba, yo a ella sí, así que cuando volví a encontrármela haciendo cabaret pues me presenté y la fiché. Y Carlos y yo somos socios de los estudios Rec. Division.

No hace ni dos meses de la salida del primer disco de Cycle al mercado y se han convertido en todo un fenómeno: las revistas musicales y de tendencias les encumbran, están en festivales como el Sónar o Benicássim y venden unos 200 discos a la semana. ¿Todo esto da un poco de vértigo o están encantados?

­ Pues, mira, yo no quiero resultar prepotente, pero en los estudios nos dedicamos a producir música y ése es nuestro trabajo. Yo me alegro mogollón de todo lo que está pasando, de que el grupo que tengo esté funcionando y de que la gente se lo pase bien con nosotros, pero puedo asegurarte que sigo con los pies en el suelo. Me levanto todos los días y me voy a currar. Es como si las cosas nos pasasen y, al mismo tiempo, nos fuesen ajenas. Como si pasasen fuera de nuestra vida. De vez en cuando, cuando salgo por ahí el fin de semana… bueno, ¡el fin de semana! ¡qué iluso!, el jueves o así quiero decir, pues algún amigo me comenta algo pero… No sé, yo sigo a lo mío.

Las fotos de promoción dan un poco de miedo…

­ ¿Por?

No sé, ¿la chica con el cuchillo, quizás?

­ Nooo, somos buena gente. Bueno, depende de cómo nos traten…

Bruce Springsteen, el compromiso con su tierra

El último héroe del rock vuelve a los orígenes con el mismo compromiso musical, social y político que le convirtió en su día en un icono musical, editando Devils & Dust, un disco que aparece en una edición especial con DVD.

El DVD ofrece un documental realizado por el director y fotógrafo Danny Clinch en el que Bruce interpreta  en acústico 5 canciones del nuevo álbum con extensos comentarios por el propio Bruce.

Su nuevo álbum está producido por Brendan O’Brian, que ya trabajó con Springsteen en el disco The Rising. El origen de Devils & Dust hay que buscarlo diez años atrás, cuando en 1995 el cantante y compositor realizó su primera gira acústica en solitario. “Estaba muy inspirado y, después de cada actuación, bajaba del escenario, me ponía a escribir y guardaba las canciones en un cajón. Ahora he podido revisarlas y rescatar algunas”, afirma Springsteen.

Dos de las nuevas canciones de Devils & Dust (“The Hitter” y “Long Time Comin’”) fueron escritas e interpretadas en la gira The Ghost of Tom Joad de 1995, pero no todos los temas tienen tanto tiempo. “Devils & Dust”, primer single y canción que da título al álbum, fue escrita al comienzo de la guerra de Irak. Trata de historias individuales de personas que luchan con sus demonios y la música va por debajo como una metáfora. Una parte de la canción transcurre en el oeste, en un entorno rural donde la gente vive con sus confusiones, a veces bien y otras de forma trágica”.

Bruce Springsteen ha preferido esta vez grabar sin la E Street Band. Es el propio Springsteen quien se encarga de la guitarra mientras el productor Brendan O’Brian toca el bajo y Steve Jordan la batería. Otros instrumentos como el pedal steel guitar, la armónica y el violín entroncan Devils & Dust con la raíz de la música norteamericana. “Mi voz se ha ampliado con la edad y alcanza tesituras altas en canciones como “All I’m Thinkin’ About”, asegura.

Devils & Dust es un álbum más tranquilo y acústico que The Rising, siguiendo la pauta establecida por Bruce Springsteen que suele alternar álbumes de rock a gran escala con discos más introspectivos desde que en 1982 publicara Nebraska, dos años después de editar The River.

Acústica será también la gira que realizará Bruce Springsteen para poder actuar en teatros y pequeños auditorios y que le trae a España en dos fechas en Barcelona y Madrid, el 1 y 2 de junio respectivamente. “Siempre he disfrutado tocando en acústico”, dice Springsteen. “Aún cuando al principio de todo tocaba con mi banda, siempre escribía canciones que no estaban pensadas para grupo”.

Devils & Dust es el décimo noveno álbum de Bruce Springsteen desde que en 1973 publicara Greetings From Asbury Park, N.J., su primer trabajo. Son ya 32 años de carrera del artista nacido el 23 de septiembre de 1949 en Freehold, New Jersey (Estados Unidos), con antepasados italo-irlandeses y que a los 14 años ya tocaba con el grupo The Castiles. Como anécdota, cabe destacar que el trabajador de una fábrica que recomendó su contratación apreció desde el primer momento sus dotes como guitarrista, aunque su voz le pareció ‘una basura’.

“A comienzos de los 70, recorría los cafés de Greenwich Village en plan cantautor hasta que llegó mi primer contrato discográfico firmado en 1972”. Aquel contrato significó el nacimiento de uno de los pilares del rock internacional del último medio siglo.