WE HAVE BAND
We Have Band, hay grupo
Hace tres años, un nuevo grupo presentaba dos canciones más o menos bailables a través de Internet que tuvieron un relativo éxito en la escena independiente. Durante un tiempo desaparecieron, hasta principios de este año, cuando publicaron WHB, su álbum de debut. En él se incluyen, por supuesto, “Oh!” y “Divisive”, aquellos dos temas, un tanto más luminosos que el resto, junto a otros singles como “Hear It in the Cans”. Aunque los medios hablan de Talking Heads, The Rapture, ESG, o Animal Collective, lo cierto es que la segunda mitad de su disco recuerda también por momentos a Joy Division o The Smiths, como en la parte vocal de “Centerfolds and Empty Screens”. El trío, llamado We Have Band, llega este jueves hasta Galicia por vez primera para actuar en la Sala Karma de Pontevedra. Aquí está su -breve- historia.
Durante un descanso, un futuro desempleado de la multinacional EMI llamado Thomas WP comenta a un compañero de trabajo: “He creado una banda conceptual. ¿Quieres saber su nombre?” “Sí”, contesta el colega Darren Bancroft. “Se llama We Have Band (Tenemos Banda)” dijo. “Pensé que era el mejor nombre que jamás había oído”, asegura Bancrot, “así que, por supuesto, tenía que unirme a ellos”.
Así, en la primavera de 2007, el insólito trío compuesto por el matrimonio DeDe y Thomas unió sus fuerzas con la incorporación de su compañero Darren para dar vida a esa banda conceptual. A pesar de su origen fortuito, el trío pronto comprobó que las cosas resultaban mejor de lo que habían podido imaginar. “Invitamos a Darren a cenar en casa”, dice Thomas. “Subimos las escaleras y tocamos allí, con un aparato Korg. Lo pusimos junto con una guitarra de pedal corriente y nuestro primer tema “WHB” había nacido. Y ésa es la versión que hemos mantenido en el disco”.
“Es cierto”, añade Darren. “El primer golpe de batería con el que empieza el tema, es, literalmente, el primer sonido creado por el trío”. Partiendo de influencias como las citadas antes, la banda creó su propia mezcla, un sonido del siglo XXI que desafía cualquier categorización o encasillamiento. Los primeros singles, mezclas vibrantes de punk y funk como “Oh!” y la más discotequera “Hear It in the Cans” muestran la cara juguetona del trío, pero hay más facetas de ellos por conocer.
“Los singles son poperos, bailables y pegadizos, pero hay otra faceta en nosotros”, asegura Thomas. En efecto, temas como “Buffet” y “Piano” dejan ver un lado más áspero, un elemento demasiado complejo para ese ideal de la bola de espejos. “Nos gusta mucho la música oscura, Joy Division, los comienzos de OMD y Talking Heads son justo lo que escuchamos”, comenta Darren. “Los tres tenemos un montón de influencias que se dejan entrever”.
El ‘hágalo usted mismo’ que supuso el punto de partida de la banda, desembocó en un contrato con un sello discográfico. “No quisimos poner la atención en conseguir un contrato. Salimos e hicimos todo nosotros mismos. Pasamos a existir como banda en nuestros propios términos”, dice Darren. Esto se ha traducido en libertad total para hacer giras por todo el mundo. “Si hubiésemos firmado con un sello, la compañía de discos no nos hubiese permitido hacer tantas giras”, explica Thomas.
“¡Estuve mirando mi pasaporte hoy y pensé que pronto necesitaré uno nuevo, ya que se acerca al final de sus páginas!” Gracias a esto, comenta DeDe, la banda cuenta con una gran base internacional de fans. “Cuando vas a Francia o a Rusia y seguidores que no necesariamente conocen el inglés están cantando tus temas delante de ti, palabra por palabra, es una sensación sorprendente. Sólo piensas, ¿cómo saben las canciones?”
Desde los comienzos del trío, compusieron los doce temas que componen su ecléctico álbum en el transcurso de un año. Escogieron al productor Gareth Jones (que ha trabajado con Depeche Mode, These New Puritans o Grizzly Bear) en parte por su historia y talento… ¡y en parte por sus habilidades para la repostería! “Necesitábamos a alguien que no quisiese cambiar lo que somos y que nos permitiese mantener viva la esencia de nuestros temas”, explica Darren. “Sí, Gareth fue bueno porque nos dejó trabajar a nuestro aire y también nos enseñó a preparar muffins ecológicos para comer”, añade Dede. “Sin azúcar, sin aceite…” “Sabían a cartón hasta el final…”, interrumpe Thomas.
El producto final tiene más de lo que se intuía por sus singles. Hay temas con más melodía y otros menos evidentes en una primera escucha. El resultado final al menos les convence a ellos mismos. “Recuerdo que estábamos en el coche, volviendo de casa de los abuelos de Thomas”, cuenta Darren. “Pusimos los doce temas en secuencia y entonces pensamos: “Sí, lo tenemos. De hecho, hemos creado un álbum realmente genial”.