Un polvo desafortunado o porno loco
Un polvo desafortunado o porno loco
Radu Jude (Filmin)
Si algo vuela soberano, es el porno en la intimidad. Allí cada cual da rienda suelta a su imaginación y puede hacer algo completamente libre, sin deberse a nadie. Más o menos como esta película, alocada, atípica, con muchas ideas, sátira mordaz para unos, dispersa y excesiva para otros. En cualquier caso, mejor eso que los convencionalismos del 99% restante.
El prólogo es un vídeo de porno casero, tan explícito y delirante como una buena sesión de sexo. Su epílogo ofrece tres posibles finales a la película, del más previsible al más disparatado. Entre ambos, tres actos. El primero sigue a una profesora de instituto, la protagonista del vídeo, mientras recorre las calles de su ciudad -los sonidos y ruidos de la urbe se convierten en protagonistas- intentando que la grabación desaparezca de Internet, donde alguien la ha subido.
La segunda constituye una ruptura total, con un abecedario de términos escogidos por el director al azar, representados con imágenes incendiarias a modo de enciclopedia del mundo de hoy. Y el tercero, el más convencional, recoge el claustro de profesores y padres que decidirán qué hacer con la profesora del vídeo. Ahí, a imagen del Galileo de Brecht, se desata una crítica inapelable contra la hipocresía a través de distintos arquetipos de la sociedad. Lo dicho, gamberra y muy libre.