ULTRASÓNICA 2007 ENTREVISTA CON AMARO FERREIRO

Amaro Ferreiro, tío vivo

 

Los Piratas habían muerto e Iván Ferreiro, el chico que había estado al frente del grupo, decidía sacar un disco en solitario. Se titulaba Canciones para el tiempo y la distancia.  Era 2005. Enseguida empezó a sonar en todos lados uno de los temas: “Desde aquí, desde mi casa, veo la playa vacía…”. “Turnedo” se convirtió en la canción del año. La firmaba… Amaro Ferreiro. El hermano menor de Iván se revelaba como un compositor de talento. De mucho talento. “En realidad, él es el auténtico genio de la familia”, concedía su mentor en algunas entrevistas.

 

“Cosas de hermano mayor”, contesta el aludido. El caso es que en el segundo disco en solitario del mayor de la casa, Las siete y media, Amaro vuelve a demostrar que sabe hacer canciones. Y entonces empieza a correr el rumor de que está preparándose para dar el gran paso. Su debut en solitario ya tiene título, La ciudad de las agujas. E incluso canciones: www.myspace.com/amaroferreiro.

 

Así que, con los deberes hechos, Amaro Ferreiro ha decidido subirse al escenario y cantar. Eso sí: por ahora sólo cerca de casa. Ayer presentó sus canciones en la sala La Fábrica de Chocolate de Vigo. Mañana lo hace en la sala Karma de Pontevedra. “Son conciertos en los que se podrán escuchar canciones que van a formar parte de mi primer disco en solitario, algunas otras canciones que he hecho y que no he incluido en el álbum, y otras que la gente conoce porque ya se han escuchado en otros discos”. Que nadie espere tampoco a Amaro solo con su guitarra en el escenario. El chico se hace acompañar de tres cuartas partes de Rag Dog: Álex a la guitarra, Pablo al bajo y Juanma a la batería.

 

Y el disco se va a llamar La ciudad de las agujas.

– Efectivamente.

 

Qué inquietante.

– Sí, bueno. Es un título que tiene que ver con muchas cosas. Primero: con una canción que se llama igual, que fue la primera que compuse y me di cuenta de que iba a formar parte de un disco mío. Por eso se llamará así el álbum. Esa canción la hice en Edimburgo. Mi amigo Carles, que era el que me invitaba a ir allí, la llamaba la ciudad de las agujas porque todas sus construcciones acaban en punta. De todas formas, la canción no habla de Edimburgo en concreto sino de cualquier ciudad en la que uno vive cuando no está a gusto consigo mismo, cuando tiene un montón de problemas y le preocupan un montón de cosas que permanecen dentro de ti. Y eso tiene que ver con algo que leí por ahí que decía: “Me fui de mi ciudad pero me llevé las ruinas conmigo”. O algo parecido.

 

Bueno, al final no era para tanto.

– ¿Parecía otra cosa?

 

El tema de las agujas…

– ¿Sabes qué pasa? Que yo soy diabético así que me pincho con agujas todos los días.

 

Claro, y así han perdido toda connotación negativa para usted.

– Pues sí.

 

Dice que va a cantar en estos conciertos canciones que han salido ya publicadas en otros discos. ¿En los discos de Iván?

– Sí, claro.

 

Usted no es de los que prefieren no hablar de la familia.

– A mí eso me parece absurdo. Es algo que no me preocupa. ¿Cómo voy a preferir no hablar? Mi hermano tiene una carrera muy larga y es muy conocido. Ojalá mis canciones lleguen a ser tan conocidas como las suyas.

 

Cuando promocionaban Canciones para el tiempo y la distancia, en alguna entrevista, él dejó caer que el genio de la familia era usted.

– Son cosas que dice un hermano mayor de su hermano pequeño. El talento aquí hay que demostrarlo todos los días. Y él ya lo tiene más que demostrado.

 

Menuda cantidad de amigos se mueven por su myspace.

         – ¿Sí?

 

¿Le gustan las nuevas tecnologías?

– ¿A mí? Yo estoy en el myspace todos los días. Me gustan sí. Las uso para estar en contacto con mis amigos y con otra gente.

 

¿Y como músico, qué piensa? ¿El futuro pasa por internet? ¿Pasa el presente?

– Mira, yo voy a publicar ahora mi primer disco y, después de pensarlo mucho, he decidido hacerlo yo mismo. Y, por supuesto, voy a usar internet para distribuirlo, como ya hicimos con los discos de mi hermano. Así que sí: lo virtual estará muy presente en todo el proceso. Piensa que si mucha gente me ha conocido ya, ha sido a través de internet. Sí que es importante.

 

Esto de sacarse el disco uno mismo, ¿puede considerarse una declaración de intenciones?

– No me queda otra posibilidad tampoco. Pero sí que es una declaración de intenciones. El disco lo grabé yo como quise, lo hice como quise y lo voy a sacar como yo quiera también. Si he llegado hasta aquí como yo quería, voy a terminar la historia también yo mismo y así cerrar el círculo.

 

¿Es verdad que es abogado?

– Soy licenciado en Derecho. Pero nunca he ejercido. Me quedé con la gloria de haber terminado una carrera pero me he perdido el honor de trabajar como tal (risas).

 

Por culpa de la música, en la que lleva metido… ¿desde los trece?

– Sí, más o menos a esa edad cogí una guitarra e intenté hacer una canción por primera vez. No es que lleve trabajando en la música desde los trece. Desde los trece, en mi casita, con mi guitarrita y esas cosas.

 

Dándole a los instrumentos del vídeo de ‘Turnedo’.

– Sí (risas). Básicamente eso.

 

¿Se podría conocerle a través de sus canciones?

– …

 

Por ejemplo: ¿es un tipo al que le gustan las siglas? ‘SPNB’…

– Sí, en ese caso hay unas siglas. Puede ser. Ahora hay otra canción que se titula ‘NYC’, New York City. No sé. Al parecer me gustan, sí.

 

¿Y es un tipo que ‘Piensa en frío’?

– Mmmm…. Sí: piensa en frío y actúa en caliente.

 

¿Y es de los que se quedan ‘esperando expectantes a que baje algún platillo volante’?

– Pues, a veces, sí.

 

Por cierto, en algún periódico se referían todavía hoy a ese proyecto musical que llevaron a cabo su hermano y usted con el músico portugués Rai Doriva. ¿Qué ha sido de él?

– Pues Rai desapareció durante mucho tiempo pero curiosamente hemos recibido una postal suya hace poco en la que nos dice que a lo mejor nos visita en agosto.

Belén López

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