This Much I Know to Be True
This Much I Know to Be True
Andrew Dominik (Uncommon Creative Studio-Trafalgar Releasing)
Hacia el final de la cinta, Nick Cave se sincera y se reconoce algo más feliz. Se supone que lo pone en relación a cómo se mostraba en One More Time with Feeling, su anterior colaboración con el director Andrew Dominik, en el que planeaba por encima la muerte de su hijo Arthur. Planificado su estreno para el 11 de mayo de este año, justo dos días antes se conocía la muerte de otro de sus hijos, Jethro. Mala sincronía, especialmente cuando en este nuevo documental también asegura que ahora se siente más persona, padre, esposo, amigo y ciudadano que alguien que escribe canciones y hace música.
A diferencia del anterior documental, This Much I Know to Be True tiene más de concierto, aunque se complemente con algunas -escasas- declaraciones, una visita al taller donde Cave construye estatuillas de resina -con una fijación obsesiva con el diablo- y algunos pinceladas de la consulta que mantiene en Internet a través de lo que denomina Red Hand Files.
Rodado en color y con mayor luminosidad que el anterior film de Dominik, por momentos se vive como un concierto sobrecogedor, al que ayuda una escenografía dispuesta admirablemente en una fábrica abandonada de Bristol, una iluminación ciertamente impactante, unos inquietantes primeros planos o la presencia en un único momento de una ajada Marianne Faithfull. Parte de sus doce canciones presentan a Cave al piano junto a Warren Ellis revistiendo el sonido, en otras se suma una sección de cuerda y unas coristas y solo en un tema (“White Elephant”) aparece su grupo al completo, The Bad Seeds.
Tiene su explicación. Aunque se presenta como un documental que aborda la relación musical entre Cave y Ellis, lo cierto es que solo se toca el tema muy ocasionalmente. Sin embargo, la influencia de Ellis planea por toda la cinta. De hecho, Cave llega a afirmar que Warren ha ido eliminando a todos los componentes de The Bad Seeds uno a uno y acaba bromeando con que él será el próximo a quien expulse.