THE STROKES
The Strokes, bajo control
Fueron la sensación hace un par de temporadas con su excelente y contagioso Is This It. En el estudio sufrieron para dar a la luz un segundo álbum, dada la presión mediática. Al fin está aquí para quedarse. Room On Fire lo presentan en Barcelona este lunes 8 en un único concierto en España.
¿Se puede comparar Is This It a Room On Fire?
– Fabrizio Moretti (F. M.): Se puede decir que son álbumes “amantes”. Se complementan y tienen una química melódica que los une. La gente sabe que nunca vamos a llegar al disco que consideramos el ideal para nosotros, pero estos dos están próximos a lo que buscamos.
El título Room On Fire, a pesar de su simplicidad, invita a escuchar el disco.
– Albert Hammond Jr. (A. H.): Bueno, es algo que no he tenido tiempo de pensar, de verdad. Ahora mismo significa un buen montón de cosas. Pero, sobre todo, excitante. Sé que suena extraño lo de una habitación ardiendo excitante. Cuando veo la portada pienso en algo espectacular que hace que quieras escucharlo.
En el single, “12:51” decís: “A las 12:51 mi voz encontró las palabras que buscaba” ¿Qué queréis decir?
– Julian Casablancas (J. C.): Es el momento de la noche antes de joder. No, no quiero decir eso. Es como un paseo por la memoria, del momento justo antes de decir lo correcto. Una tontería. De eso trata. Si es que significa algo.
¿Es “What Ever Happened?” una crítica al estado de la cultura pop?
– J. C: Por supuesto, ¿por qué no iba a serlo? Estábamos en el estudio y alguien estaba viendo los 100 iconos pop en la televisión o algo así. De primero estaba JFK y, después, Eminem. ¡Vaya lista más inquietante!
“Automatic Stop”, a pesar de su ritmo reggae, tiene frases llenas de amargura: “No soy tu amigo, nunca lo he sido”.
– J. C: Uf. Supongo que sí. Soy muy malo hablando de las canciones. Me son tan cercanas que ya no sé lo que significan. Invertí tanto en componerlas y después… Como en Is This It, que me llevó un año entender de qué iba. La canción por la que me preguntas habla de mi familia, de este imbécil que ves aquí delante. A veces creo que no las escribo yo, que se escriben solas. Las canciones me dicen lo que deberían ser y que cobrarán sentido más tarde… y habitualmente lo hacen.
El primer productor que tuvisteis, Nigel Godrich, fue rechazado. ¿Qué pasó?
– F. M: Lo que pasó es que éramos dos estancias separadas dentro del estudio: la banda de un lado y él de otro. Teníamos ideas diferentes. Sabíamos que tenía que ser un disco especial, y lo buscamos por sus ideas especiales, diferentes. Al final acabó siendo un período de ensayos que, de alguna forma, ayudó al resultado final del disco.
– A. H: No nos parecía que las cosas fueran bien. Aunque es un buen tipo, la conexión entre nosotros no funcionaba. Cuando se trata de algo relacionado con la música, nadie puede hacerlo como Gordon Raphael, el productor de nuestros dos discos. Al menos en nuestro caso.
– J. C: Gordon nos ha dado una gran parte de nuestra identidad. Es un milagro que lo hayamos encontrado, es toda una bendición trabajar con él.
Habéis girado por el mundo sin parar durante 23 meses, aprovechando el tirón de Is This It. ¿Cuál es la rutina antes de un concierto?
– Nikolai Fraiture (N. F.): Más o menos lo que hacemos es sacar a todo el mundo de nuestro camerino quince minutos antes de salir a escena. ¡Es un secreto!
En alguna ocasión habéis comentado que esa larga gira casi acaba con el grupo. ¿Cómo soportasteis la presión?
– A. H: Lo que haces se debe a la fuerza del aburrimiento; son muchas horas sin hacer nada. En mi caso concreto me tomo algunas cervezas cuando estoy de gira para matar el… Si no, sería demasiado. Pero no creo que hayamos abusado demasiado de ciertas sustancias. No estuvimos metidos en nada intensamente. No creo que nadie perdiera su cabeza. Nadie estaba metido en cualquier droga que no le permitiese tocar o contribuir al grupo. De todas formas, es peligroso.
¿Qué es lo que la gente entiende mal habitualmente sobre The Strokes?
– J. C: A veces se pierden un poco. Es más como una vibración. Las entrevistas siempre me hacen parecer un poco alocado, supongo.
¿Todavía estáis luchando contra la percepción más cínica que se ha dado del grupo, todo aquello de los padres famosos y las escuelas caras?
– J. C: No lucho contra la verdad, contra lo que hay de cierto en mi juventud. Lo único que me molestaba es la percepción que había sobre la clase de gente que éramos. Pero ahora no me importa realmente. Ahora que el disco está hecho, todo eso puede pasar a un plano secundario.
Xavier Valiño