The Possibilities Are Endless
The Possibilities Are Endless (Pulse Films)
No deja de ser sintomático que las dos primeras frases después de las dos sucesivas hemorragias cerebrales que casi le cuestan la vida fueran “The possibilities are endless” (“las posibilidades son infinitas”) y Grace, el nombre de su mujer. Eso es justo lo que este documental programado dentro del Monopol Music Festival de Las Palmas ofrece bajo el título de la primera de ellas: el relato de la reconstrucción de una vida, que coincide que es la de un músico reputado, con la imprescindible ayuda de su pareja: sin ella hoy no estaría vivo.
Líder de una de las más importantes bandas del rock escocés de los años 90, Orange Juice, y con una carrera en solitario igualmente brillante que incluso le reportó un éxito mundial (“A Girl Like You”), Edwyn Collins es lo que podríamos considerar una estrella del rock, aunque ni en sus momentos álgidos llegó a dejar atrás su carácter afable y su vocación de artesano del pop. Por eso el mundo de la música contuvo la respiración al conocer que aquellas hemorragias cerebrales podían acabar con él, aunque finalmente derivó en una parálisis en gran parte de su cuerpo y en la pérdida casi total de la memoria.
Situado en la mente de Collins, nos embarcamos en un viaje extraordinario desde el borde de la muerte en el camino de la recuperación a la lengua, la música, la vida y el amor. El músico se sumerge en un paisaje de recuerdos, en su intento por desbloquear la historia de su pasado, de ahí que su primera hora sea una colección de imágenes-visiones-recuerdos y palabras arrastradas en la que ni siquiera se ve a los protagonistas.
El resto, más que una historia de determinación en contra de todos los pronósticos, es un relato íntimo que afirma la vida de un redescubrimiento. Gracias a su empuje y al apoyo titánico de su mujer Grace, Edwyn Collins ha conseguido volver a dedicarse a la música, con dificultades pero con más ilusión que nunca.