THE BREEDERS: Last Splash (30th Anniversary Edition)

THE BREEDERS: Last Splash (30th Anniversary Edition) (4AD-Popstock!)

Después de la marcha de Tanya Donelly, la disolución de Pixies y el regreso de Kelley Deal al redil, The Breeders triunfó con su segundo álbum Last Splash y los exitosos sencillos «Cannonball», «Divine Hammer» y «Saints», promoviendo el gran talento compositor de Kim Deal desde la sombra de Black Francis en Pixies. Publicado el 30 de agosto de 1993, los críticos describieron Last Splash como «efervescente», «ardiente» y, también, «incoherente». Fue su último álbum de los años 90, cuando Kelley sufría y se recuperaba de su adicción a las drogas y Kim encontraba una nueva vía de escape en The Amps.

A lo largo de Last Splash, The Breeders demostraban su versatilidad y tino en la composición y los arreglos, abarcando, sin problemas, un espectro que iba de las melodías melancólicas y soñadoras de «Do You Love Me Now» a la energía frenética y sucia de «SOS», pasando por la rareza espeluznante de «Mad Lucas». Las canciones de Kim, con su rebeldía, instrumentación atmosférica y letras juguetonamente irónicas, tuvo la extraordinaria capacidad de expresar lo intangible que, junto con el innegable talento y la presencia eléctrica de su hermana Kelley, Josephine Wiggs y Jim Macpherson, crearon el disco más rutilante de una banda en su mejor momento.

Aunque el álbum ya contó con una reedición por su vigésimo aniversario, no había contado con una necesaria remasterización. Diez años después, las cintas originales han sido recuperadas de los archivos de Warner y editadas con esmero a la mitad de velocidad para conseguir el mejor sonido posible, por la propia Kim Deal junto a Benjamin Mumphrey y Miles Showell (Abbey Road). La reedición incluye dos inéditos: una canción que Kim coescribió con Black Francis titulada “Go Man Go” y una versión diferente de “Divine Hammer” con la voz principal de J Mascis (Dinosaur Jr.) y titulada, lógicamente, “Divine Mascis”, que no mejora el original pero se agradece como curiosidad. Además, para este lanzamiento especial, el icónico diseño de la portada del difunto Vaughan Oliver ha sido reimaginado acertado por su socio Chris Bigg. Una reedición necesaria y gozosa.

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