THE B-52s 2008
The B-52s, que la fiesta continúe
Bienvenidos a Funplex, el primer disco del siglo XXI de los B-52s. “Es rock & roll sexy y potente, con el ritmo y volumen subidos hasta el rosa fuerte”, declara el guitarrista Keith Strickland. Once canciones nuevas y frescas, confeccionadas por la revolucionaria banda que colocó a la ciudad de Athens, Georgia (EEUU) en el mapa musical internacional a finales de los años 70 y que conquistó el mundo con sus inteligentes ganchos con desparpajo, su enfoque no-convencional en el arte de hacer música y su original estilo. “Funplex suena a nosotros, pero actualizado”, añade Fred Schneider. “Son los B-52s ahora, o quince años desde ahora”.
Desde el estallido que abre el disco, “Pump”, con la guitarra garage-rock de Keith y Kate, la interacción vocal única en su especie de Fred y Cindy, Funplex se reconoce instantáneamente como B-52s, aunque contemporáneo. “Keep This Party Going”, “Ultraviolet” y “Hot Corner” reafirman el estatus del cuarteto como “la banda fiestera más grande del mundo”.
Aun así continúan tomando riesgos también, cosechando temas favoritos para el futuro como el “Juliet Of The Spirits” y “Love In The Year 3000”, en las que las atmosféricas introducciones se despliegan en armonías multicapa y ritmos balbuceantes. En el propulsor tema que da título al disco, y primer single, los tres vocalistas adoptan personajes distintivos, volviéndose locos con pastillas adelgazantes y tacos en la extensión de un centro comercial. “Es el sórdido punto débil del centro comercial”, comenta Fred entre carcajadas.
La odisea creativa de Funplex comenzó con Keith Strickland, que es quien compone la música para el grupo. “Había estado escuchando mucha música de baile electrónica y rock & roll antiguo. Estaba inspirado para utilizar conjuntamente estas dos estéticas con nuestro sonido nuevo para componer música de fiesta de pista de baile sin complejos”. En su casa en Key West, Florida, comenzó a confeccionar temas nuevos que retenían características icónicas del sonido de la banda, como sus primeros ganchos de guitarra, a la vez que otros ritmos enfatizantes. Lo que surgió fueron originales como “Eyes Wide Open”, con su palpitante percusión minimal y excéntrica, y el traqueteante y crudo “Too Much To Think About”.
“Cuando escribo intento transmitir un sentimiento”, explica Keith. “Me gusta pensar en mis instrumentales como paisajes. El acorde cambia, los ritmos y la calidad de sonido de los instrumentos son todos aspectos del espacio sónico, que está diseñado para que Cindy, Fred y Kate entren. Quiero que se sientan inspirados por la música y amplíen construyendo sobre ese sentimiento con sus melodías y letras… Poco podía imaginar yo que con nuestras canciones nuevas se iban a poner tan sexys”.
Los otros miembros de la banda estaban también ocupados incubando canciones nuevas. ”Yo siempre estoy escribiendo canciones”, declara Fred, “Tengo cuadernos repletos de ideas, no sólo para canciones, también para comics, películas, de todo”. La banda empezó a reunirse regularmente en los estudios Nickel & Dime en Atlanta, Georgia (EEUU) para la segunda fase del proceso de composición. Trabajando con las bases de Keith, Kate, Fred y Cindy comenzaron con sus particulares sesiones creando líneas de melodía, letras y armonías vocales, dándole vueltas a una miríada de ideas hasta que daban con las que mejor servían a cada canción.
“Durante el proceso Cindy y yo nos centrábamos mucho normalmente en melodías. Luego las armonías empezaban a fluir y empezaba la magia”, relata Kate. “A veces empezamos con ideas de un título o un tema, pero a menudo vamos a nuestros portátiles e improvisamos mientras escuchamos la música”.
“La mayoría de la gente no podría hacer eso”, confiesa Cindy sobre su democrático modus operandi. “Lo que intentamos hacer es poco común, pero funciona. Y se consigue una canción que tiene múltiples facetas y diferentes sentidos de humor y profundidades”. Por ejemplo, la chispa inicial de “Juliet Of The Spirits” vino de Keith, según cuenta Kate.
“Sugirió ir a ver la película de Fellini Julieta de los espíritus de 1965 en busca de inspiración lírica, puesto que sus películas siempre han sido una influencia en nuestro trabajo y ¡en nuestro peinado! Cindy, Fred y yo lo robamos de ahí”. El título “Deviant Ingredient” puede haber surgido de una estrofa de la poesía de Cindy, aunque los giros vocales de la canción y las imágenes vívidas en busca de la milla del Martín nacen de las imaginaciones entrecruzadas de todos los miembros.
Para ayudar a formalizar el sonido de Funplex, la banda reclutó al productor Steve Osborne (Happy Mondays, Doves), que había impresionado favorablemente a Keith con su trabajo en el regreso de New Order del 2001, Get Ready. “Steve era fuerte, dirigió muy bien a todo el mundo, tenía grandes ideas y además nos entendía”, comenta Cindy. “Mucha gente no sabría qué hacer con nuestra banda, pero él apreciaba la rareza y locura e hizo que funcionase. ¿Puedes imaginar el trabajo duro que debe haber supuesto eso?”
Mientras Osborne y su equipo ayudaron a refinar las sutiles partes de percusión y teclados, mejorando los cortes originales, también se aseguraron de retener una considerable dosis de espontaneidad. “No hicimos mucho para las voces”, revela Kate. “La filosofía era mantenerlas un poco crudas. Se prestó mucha atención a los cortes individuales, pero fuimos cuidadosos de no sonar demasiado diestros o sobreproducidos”.
La grabación tuvo lugar en dos localizaciones, primero en el Clubhouse en Rhinebeck, Nueva York, seguido luego del Estudio John Keane en Athens, Georgia. Trabajar en esa última sala, en particular, mejoró las buenas vibraciones que rodeaban el proceso de hacer el disco. “Había la sensación como de completar el círculo”, comenta Kate.
El estudio estaba literalmente a unas cuantas manzanas de la casa en la que la banda tocó su primer concierto, en una fiesta en el Día de San Valentín de 1977. “Estábamos volviendo a explotar aquel manantial de creatividad”, continúa explicando. “Era como el espíritu de cuando empezamos. Mi profesor de canto solía decir que la tensión es el enemigo de todas las artes, y el hecho de estar en nuestra ciudad, en Athens, hacía que se esfumase cualquier tensión. Es un ambiente tan relajado allí”.
Hay también atisbos de las raíces de la banda en Athens, Georgia, en las letras de “Hot Corner”. “Está realmente en una esquina de nuestro antiguo estudio, en el Edificio Morton, donde se cocía mucha de la acción”, recuerda Kate. “Al igual que “Love Shack”, esta canción es una mezcla de todas las cosas de Athens: la estación de autobuses donde trabajaban Keith y Ricky, las fiestas de baile en las que irrumpíamos, los atuendos locos que vestíamos”.
Los B-52s han recorrido un largo camino desde su revolucionario álbum de debut homónimo de 1979, que incluía la perenne favorita “Rock Lobster”. Tras la pérdida del miembro fundador Ricky Wilson en 1985, el grupo rebotó con su triunfante éxito de 1989, Cosmic Thing, que incluía los éxitos “Love Shack” y “Roam”. Aunque sus últimas grabaciones que estuvieron comercialmente disponibles fueron las canciones “Debbie” y “Hallucinating Pluto” para la antología de 1998 Time Capsule: Songs For A Future Generation, la banda se ha mantenido activa en directo.
Mirando atrás hacia las pioneras fusiones de la banda de punk, new wave y rock vintage, sería difícil imaginar el paisaje musical contemporáneo existente sin haber encontrado los espíritus entrecruzados de Kate Pierson, Fred Schneider, Keith Strickland y Cindy Wilson. “Todos hacemos una especie de polinización cruzada y creamos un maravillosamente loco florecer”, explica Fred. Desde luego, los botánicos no necesitan un nombre para este impresionante espécimen. Ya tiene uno, conocido en todo el mundo: los B-52s.